lunes, 30 de noviembre de 2015

Las virtudes de la noche 'a lo humano'


Continuando con la entrada anterior reproduzco distintas redacciones de las 'virtudes de la noche a lo humano', de diferentes autores. La más conocida es la que reproduzco a continuación donde comienza con el tópico de la alabanza a la dama, tan repetido en la poesía amorosa del Siglo de Oro.

El pliego finaliza con una curioso romance en alabanza a una señora negra, donde no se cita el autor, pero que pertenece al cordobés Luis de Góngora y Argote, sobre lo que comentaré algo al final.





Portadas de otras impresiones


Portada el pliego editado en Barcelona por Juan Jolis, s.a.

Portada del pliego editado en Barcelona por los Herederos de Juan Jolis, s.a.

Portada del pliego editado en Zaragoza por Luis de Cueto, s.a.
En el pliego reproducido por extenso, así como en el impreso por Juan Jolis, incluye un curioso romance sobre una negra señora del que se dice tiene como fin entretener y pasar el tiempo.

El romance, que pertenece a Luis de Góngora, participa del tópico sobre el carácter de lo 'negroide' que tanto éxito tuvo en las comedias del Siglo de Oro.

Víctor Patricio Landaluce - Los negros curros (1881)
Tanto Góngora, como Quevedo o Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros autores, se hicieron eco de una visión o arquetipo de la negritud en la sociedad barroca y que puede rastrearse tanto en poemas como en comedias. Mediante ingeniosos juegos de palabras se intenta promover la risa imitando el habla de los negros. Si bien en este ejemplo de Góngora no se aprecia tanto, sí lo pone en práctica en villancicos de su autoría parodiando una mezcla de castellano mal pronunciado con el lenguaje que se considera africano. Se trata, en el fondo, de la utilización del supuesto habla de minorías marginales como recurso de comicidad.

El teatro barroco se hizo eco de la presencia de la creciente población de raza negra creando estereotipos literarios que de alguna forma aún perduran: el negro gracioso e infantiloide o la chispeante mulata provocadora, síntomas de las actitudes y de la mentalidad de la época que se han prolongado, incluso, hasta bien avanzado el siglo XIX y se mantiene aún como estereotipo en algunas películas y comedias musicales del siglo XX.

No es el único caso donde Góngora utiliza la figura del negro en sus poemas. En un poema de asunto navideño el autor cordobés desarrolla un diálogo entre un negro (al que llama 'primo') y una negra (llamada 'Magdalena') con fines humorísticos. A su vez, en otro poema titulado 'En la fiesta de adoración de los Reyes' unos pastores se burlan de los negros que acompañan en comitiva al rey Melchor. En el romance que nos ocupa destaca el elemento humorístico en un despliegue de la capacidad e ingenio poético del autor.

Estos juegos verbales serían apreciados, no tanto por la originalidad de lo que sugieren, sino por la forma de expresar mediante reiteraciones y juegos polisémicos que conectarían fácilmente con un público conocedor del trasfondo folklórico familiar que conlleva. 

Góngora no utiliza en esta ocasión un remedo de las hablas marginales en el romance, sino que se detiene en la reiteración del adjetivo negro y en la descripción del cortejo fallido por la desaprensiva negra: 'que para galanes negros / se hicieron negros desdenes'.

Para favorecer su lectura y apreciarlo mejor cotejo el romance gongorino con el ofrecido en el pliego, donde, como puede apreciarse, se añaden elementos que modulan su interpretación y que no aparecen en el poema del autor cordobés.


Por una negra señora
un negro galán doliente
negras lágrimas derrama
de un negro pecho que tiene.

Hablóla una negra noche,
y tan negra, que parece
que de su negra pasión
el negro luto le viene.

Lleva una negra guitarra,
negras las cuerdas que tiene,
negras también las clavijas,
pues negro es el que las tuerce.










«Negras pascuas me dé Dios,
si más negros no me tienen
los negros amores tuyos
que el negro color de allende.






»Un negro favor te pido,
si negros favores vendes,
y si con negros favores
un negro pagarse debe.»











La negra señora entonces,
entafada del negrete,
con estas negras razones
al galán negro entristece:
















«Vaya muy en hora negra
el negro que tal pretende,
que para galanes negros
se hicieron negros desdenes.»

El negro señor entonces,
no queriendo ennegrecerse
más de lo negro, quitóse
el negro sombrero y fuese.
Por una Negra Señora,
un negro amante doliente
negras lágrimas derrama
de un negro pecho que tiene

Cantaba una negra noche,
y tan negra que parece,
que de sus negras pasiones
el negro luto le viene.

Con una negra guitarra,
negras las cuerdas, y puente,
negras también las clavijas
por el negro que las tuerce.

Delante una negra reja
que es de su negra el retrete,
cantaba el Negro qual cisne,
quando la vida fenece.
Que a veces un negro canto,
negros yerros enternece,
negros corazones muda,
y negros pechos rebuelve.

Negras Pasquas te dé Dios,
si mas negros no me tienen
los negros amores tuyos,
que un negro color de liebre.

Negro pesar me sustenta,
negra vida me entretiene,
con negra esperanza vivo,
negro gozo y negra suerte.

Un negro favor te pido,
si negros favores tienes,
y si con favores negros
un negro pagar se puede.

Mis negras voces te muevan,
porque los negros oyentes,
no digan cosa de negro,
pues mi negra se enternece.

Y mira qual negro amor,
que mi alma negra te ofrece,
no es justo, Negrilla mía,
por ser negro lo desprecies.

La Negra Señora entonces
Indignada del Negrete,
asi su negra aficion
del negro amante agradece.

Qué hermosa y linda negrura,
qué amores negros ofrece,
señor Negro Amante mio,
mis negros dones y bienes.

Negra noche y negro amor,
negra voz y pretendientes
negros, negra la guitarra,
mirad que lindo negrete.

Al fin los negros antojos
qual negros humos fenecen,
porque espera negros fines,
Quien negros principios tiene.






En esto un negro rumor
por la calle se rebuelve,
calose el negro sombrero,
despedido el Negro fuese.

Antonio Lorenzo


lunes, 23 de noviembre de 2015

Las virtudes del día y de la noche 'a lo divino'


Aunque en este caso no se trata propiamente de una controversia o debate entre las virtudes del día y de la noche, sí resulta un recurso apropiado para desarrollar las virtudes de ambos desde un punto de vista bíblico y doctrinal. Su desarrollo se centra en un recorrido acumulativo donde se entremezclan aspectos históricos, legendarios o fabulosos. En la primera parte se recoge desde la creación del mundo y el pecado de Adán, pasando por Moisés, Sansón, el santo Job, el legendario san Cristobal con el Niño a cuestas en su paso por el río y acabando con la huida a Egipto y con «El milagro del trigo» o «El labrador y la Virgen», tema apócrifo que ha pervivido como romance exento en la tradición oral y del que se han recogido numerosas versiones con el motivo central de 'la caridad recompensada y la maldad castigada', también presente en leyendas y en cuentos tradicionales.


Durán, en su ya clásico «Romancero General o colección de romances castellanos anteriores al siglo XVIII» (Tomo I: 1849 y Tomo II: 1851), incluye las virtudes del día con los números 1351 y 1352 del segundo tomo con ligeras variantes.

El texto del pliego, carente de colofón, puede datarse en la primera mitad del siglo XVIII.





Segunda parte

La segunda parte, que presumiblemente debería estar dedicada a resaltar las virtudes de la noche, se convierte en un simple pretexto para enumerar los principales episodios de la vida de Jesús: desde su nacimiento y circuncisión, la llegada de los Reyes Magos, el Niño perdido y hallado en el templo, Jesús y los doctores, las tentaciones del demonio, el milagro de las bodas de Caná y su pasión, muerte y resurrección.

Sobre la autoría de esta relación y de otras ediciones comentaré algo más adelante.





Respecto al autor de este pliego, que en el ejemplo reproducido por extenso no figura, conocemos otras ediciones donde se dice compuesto por un tal Juan Bautista Altimira Vázquez, natural del Reyno de Valencia y del que nada sabemos. Bien es cierto que en el pliego donde se menciona a este desconocido autor, editado en Barcelona por los Herederos de Juan Jolis en los Algodoneros, s.a., (que sabemos editaron entre 1760 y 1770) carece de la anunciada segunda parte.


Para complicar aún más la confusa atribución de esta relación, en otras ediciones figura como autor de la misma el conocido ingenio jerezano Lucas del Olmo, al que considero por su conocida trayectoria de poeta ascético como su verdadero artífice. El trasiego u omisión de autores y la copia, refundición o arreglos de los textos es característica recurrente de esta literatura destinada a un público generalista al que poco le importa la mención de su creador. 

Lucas del Olmo Alfonso, aunque ahora su nombre nos nos dice nada, fue un conocido autor de romances de temática religiosa como atestiguan las continuas ediciones de sus romances a lo largo de toda la geografía española por numerosas imprentas durante el siglo XVIII y aún del XIX, lo que da idea de su popularidad. De la vida del autor apenas conocemos datos y todo lo que podemos decir de él se basa en conjeturas entresacadas de los romances que publicaron distintas imprentas, como la sevillana de Francisco de Leeffdael, cuya actividad se sitúa entre 1700 y 1717, continuada por su viuda hasta 1733, donde se publicaron al menos 16 romances de Lucas del Olmo.



La autoría de esta relación del jerezano Lucas del Olmo creo que puede darse por segura si la cotejamos con la temática de otros romances de su autoría, de los que ofrezco una breve relación:
- Curiosa relacion, en la qual se explica la Creacion del Mundo y Fabrica del Hombre: repartiendo por los dias de la semana las obras de cada dia...
- Curioso romance, en que se declaran las festividades de el año : comparando cada santo con una flor
- De las excelencias de la Santisima Cruz: nueua relacion y curioso romance, en el qual se refieren las excelencias de la Santisima Cruz...
- Nueua relacion, y curioso romance, donde se declaran las plagas de Egypto : con todo lo demas que vera el curioso
- Nueuo, verdadero, y curioso romance, en que se representa la vanidad del mundo, y sus engaños, con el triste paradero de la muerte
- Nueva relacion, y curioso romance en que se refiere la Creacion del Mundo, y la Fabrica del Hombre, repartida por los dias de la Semana...
- Romance nueuo de esta sagrada historia, en que se declara la Oracion del huerto, la prision del Señor : y lo que padecio en casa de Anas, Cayfas, Herodes y Pilatos
- Verdadera relacion, y curioso romance: en que se da cuenta, y declaran las Festividades del año, comparando cada Santo con una flor, de las quales flores se compone un ramillete hermoso ... / compuesto por Lucas del Olmo Alfonso...

En el pliego editado en Córdoba por la imprenta de Rafael García Rodríguez (semejante también al editado en Madrid en la calle Juanelo o al valenciano del impresor Laborda), que contiene sólo la segunda parte, se observa que no concuerda con la ofrecida en otras ediciones, ni en los 'incipit' ni en el desarrollo discursivo de la argumentación, por lo que cabe pensar que son debidas a distintas plumas. Reproduzco la portada.


En una posterior entrada comentaré otros pliegos que contienen un Romance a las virtudes de la noche, con lindo estilo, junto a otras composiciones.

Antonio Lorenzo

lunes, 16 de noviembre de 2015

Santos protectores y sanadores: santa Catalina de Alejandría, protectora de las jóvenes casaderas y de los filósofos ( y II)


Al margen de la famosa rueda dentada, atributo característico en la iconografía de santa Catalina, otra de las escenas donde se la representa es en el legendario episodio tardío de su disputa con los doctores o filósofos.

La disputa con los filósofos

Bajo la presidencia del emperador Majencio (Maximino, según otros), quiso hacer renegar de su fe a Catalina a través de las consideraciones de cincuenta filósofos y bajo su atenta mirada. Catalina argumentó victoriosamente sus convicciones a través de un ángel enviado por dios como encargado del proporcionarle las respuestas adecuadas, aunque también puede que sea una paloma la que le sople al oído y le asista en sus argumentos.

El caso es que, haciendo gala de una extraordinaria elocuencia, consiguió la conversión unánime de todos los doctores al cristianismo, lo que irritó sobremanera al emperador Majencio quien condenó a todos ellos a morir quemados en la hoguera.





Más curiosa es la representación donde puede verse a Catalina pisoteando de forma alegórica la cabeza del emperador o bien hiriéndole en la lengua con la espada. En este último caso, la cabeza resulta tan parecida a Osama bin Laden, el denostado líder de Al-Quaeda, que la santa se adelantó en siglos en quitárselo de encima al mismísimo presidente Barack Obama. En fin, ya sea tocado con corona o turbante (hay quienes lo identifican con uno de los filósofos derrotados), viene a representar simbólicamente su victoria moral y el triunfo de la santa ante el infiel.




Selección de grabados




El desposorio místico




Otro de los aspectos con los que suele adornarse la iconografía de santa Catalina guarda relación con la leyenda tardía de su desposorio místico con Jesús. No es el único caso de estos desposorios, pues también se conocen los de santa Rosa de Lima, santa Catalina de Siena o santa Teresa de Jesús. Se considera el desposorio místico como la unión espiritual entre un alma limpia y purificada de pecados con Cristo. A través de la meditación y la oración se va encontrando gradualmente la intimidad con dios mediante un proceso más o menos largo hasta alcanzar la unión espiritual en el matrimonio.

La formalización del matrimonio místico, donde suele contar con la presencia de san José, se formaliza simbólicamente mediante un intercambio de anillos entre el bebé y la santa como puede apreciarse en algunas de las escenas de su iconografía.



















Santa Catalina en el folklore musical infantil

La tradición musical infantil ha conservado un romancillo, recogido en múltiples versiones en todo el ámbito hispánico, bien en su forma independiente o 'contaminada' con otros temas, como el también famoso 'Marinero al agua' o el menos conocido de la 'Devota de la Virgen en el yermo'.

La versión 'vulgata' narra cómo Catalina es torturada por su padre (caracterizado como un perro moro y siendo su madre una renegada) por negarse a abjurar de su condición cristiana. Tras la consabida alusión a la rueda de navajas suele concluir con la llegada de un ángel con la corona y la palma del martirio con el anuncio de que tiene la gloria ganada.

Las versiones españolas suelen situar la escena en Galicia, Burgos, el reino de Navarra o más frecuentemente en Cádiz. Reproduzco, como ejemplo, una versión, contaminada con 'Marinero al agua', recogida en 1982 en el pueblo segoviano de Gomezserracín.

              En Cádiz hay una niña    que Catalina se llama,
  2         su padre es un perro moro,    su madre una renegada.
             Todos los días de fiesta    su padre la castigaba
  4         porque no quería hacer    una rueda de navaja.
             La rueda ya estaba hecha,    Catalina arrodillada.
  6         - Levántate, Catalina,    que Dios del cielo te llama
             - ¿Qué me querrá Dios del cielo    que tan aprisa me llama?
  8         Si me querrá pa las cuentas    de la semana pasada. -
             Al subir por la escalera    había un charquito de agua.
  10       - ¿Quién me dará un venenito    para pasar este agua?
             - Yo te doy todo mi oro,    yo te doy toda mi plata.
  12       - Yo no quiero ni tu oro,    yo no quiero ni tu plata,
             yo quiero cuando te mueras    tu corazón y tu alma.
  14       - Mi corazón pa María,    que es la reina soberana,
             el alma para mi Dios    que me la tiene encargada,
  16       los brazos pa el sacristán,    pa que toque las campanas;
             las tripas para el tripero,    pa que las mida por varas.

Según una muy interesante contribución sobre este tema del recopilador chileno Julio Vicuña Cifuentes (Romances populares y vulgares recogidos de la tradición oral chilena, Imprenta Barcelona, Santiago de Chile, 1912), señala que el romance hispánico deriva de una conocida canción francesa traducida en tiempos recientes al castellano. No me resisto a reproducir escaneadas las páginas de su libro:




Santa Catalina en los gozos, novenarios, oraciones y estampas populares




















































Santa Catalina y los curanderos o saludadores

Santa Catalina también se encuentra relacionada con aquellas personas que tiene poderes sanadores o de curanderismo. Ese supuesto don privativo para curar enfermedades, tanto de personas como de animales, se achaca a una señal especial en su nacimiento. Entre las más conocidas se encuentra el ser el séptimo hijo varón o hembra de un matrimonio cuyos hermanos fueran todos del mismo sexo; ser el mayor de dos hermanos gemelos y, en lo que nos concierne, nacer con una especie de rueda en el paladar o en otras partes del cuerpo o por tener un supuesto crucifijo grabado bajo la lengua, por lo que adquirían esa facultad de curar enfermedades a través de su aliento o saliva.

Pero estas facultades debían ser aprobadas y certificadas por los obispos o por los visitadores eclesiásticos del tribunal de la inquisición, quienes les otorgaban una licencia para desarrollar sus actividades, evitando de esta forma que sus poderes provinieran de un pacto con el demonio.

Benito Jerónimo Feijoo, en su denodada lucha por desterrar las supersticiones populares, escribió sobre los saludadores, en su discurso primero del tomo tercero de su Teatro crítico universal (publicado entre 1726-1739) el siguiente extracto, texto que puede leerse completo accediendo al enlace que facilito. 



Refranes y dichos

- Para santa Catalina, toda madera arraiga (el mes de noviembre es adecuado para plantar árboles)
- Por santa Catalina, nieve en la cocina (donde ya comienza el frío más intenso)
- Por santa Catalina, prevente de leña y harina (para pasar mejor el invierno)
- Por santa Catalina, buena sardina

- Por santa Catalina, todo su aceite tiene la oliva (en relación a la cosecha y recogida de la aceituna)
- De santa Catalina a Navidad, un mes cabal
- Por santa Catalina, el frío se afina
- Por santa Catalina mata tu cochina
- Santa Catalina nos libre de muerte repentina
- Por santa Catalina, el gallo con la gallina
- Viniendo niebla por santa Catalina, año feliz en todo vaticina
- Por santa Catalina, del trigo que no sembraste haz harina


Las representaciones de discos solares con forma de ruedas para simbolizar el astro rey se relacionan, según algunos investigadores, con los cultos solares anteriores a la romanización practicados desde antiguo en la península. Ejemplo de ruedas solares dentadas son las conocidas estelas del valle de Buelna en Cantabria (símbolos patrimoniales de Cantabria) conocida también por 'La rueda de santa Catalina' o de 'La Virgen', lo que plantea otros interrogantes sobre su funcionalidad y sus fuertes componentes espirituales y simbólicos.

Breuil H.: La rueda de Santa Catalina de Barros (Santander). En: Bulletin Hispanique, tomo 17, n°4, 191, p. 291





En otro orden de cosas, también se asocia el nombre de Catalina con la luna, como en la conocida expresión 'al sol le llaman Lorenzo y a la luna Catalina', tal vez por su forma redondeada que se asemeja una rueda.


Antonio Lorenzo