martes, 22 de agosto de 2017

Nuevas seguidillas voleras (sic) con sus estrivillos (sic) para la guitarra

Antonio Mª Esquivel (1806-1857) - Baile bolero (ca. 1830)
La escena costumbrista que ilustra esta entrada nos muestra a una pareja bailando un bolero, acompañados por un guitarrista y junto a otros asistentes que observan o hacen palmas. Ello nos da idea de la popularidad que alcanzó el bolero, tanto en ambientes burgueses como rurales. La escena está ambientada en Sevilla, ciudad natal del pintor antes de marchar a Madrid. Esta lámina, junto con otras producciones de parecido estilo y época, estaban destinadas a satisfacer la necesidad de atracción de los viajeros extranjeros que acudían a la capital hispalense en busca de los tópicos costumbristas que imperaban, y que han permanecido en el imaginario colectivo a lo largo de los años.

Ya he comentado en entradas anteriores dedicadas a las seguidillas y a sus variantes, la importancia de este baile y su enorme difusión. Las seguidillas dieron paso al bolero, de ritmo más lento y de una mayor complicación coreográfica. La Escuela Bolera, en definitiva, es el resultado de la reelaboración y recreación artística de los bailes populares. No en vano extraigo dos ilustrativas y esclarecedoras citas del Compendio de las principales reglas del baile, traducido del francés por Antonio Cairón, y aumentado de una explicación exacta, y método de ejecutar la mayor parte de los bailes conocidos en España, tanto antiguos como modernos, en el temprano año de 1820:

"Lo que llamamos «seguidillas manchegas» es sin diferencia alguna lo mismo que el bolero, pues consta de las mismas pasadas, de los mismos estrivillos [sic], y bien parados, y todo se ejecuta en el mismo género de combinación, y en igual número de compases del mismo tiempo de «tres por cuatro». Solo la diversidad que tiene, es únicamente la de bailarse las manchegas con mayor precipitación, y el serles más características las mudanzas simples que las dobles. A corta diferencia así se bailaba el bolero al principio de su invención".

Y sobre el bolero:

"Este es el baile español más célebre, el más gracioso y el más difícil tal vez de cuantos se han inventado: en él se pueden ejecutar todos los pasos tanto bajos como altos; en él se puede mostrar la gallardía del cuerpo, su desembarazo, su actividad en las mudanzas, su equilibrio en los bien-parados, su oído en la exactitud de acompañar con las castañuelas".

El pliego utiliza un común desarrollo de la estrofa de cuatro versos que responde a la clásica medida ABAB: el primero y tercero heptasílabos y el segundo y cuarto pentasílabos. Es frecuente que esta clásica estrofa de seguidilla se complete con el llamado «bordón» o estribillo de tres versos.

El pliego que reproduzco a continuación está editado a finales del siglo XVIII o en los primeros años del siglo XIX, pues, aunque no figura en él la fecha de edición, sabemos que la viuda de Escuder, nombrada en el colofón del impreso, se refiere a Rosa Compte (viuda desde 1793 del impresor Cristòfol Escuder), quien se hizo cargo, junto a su hija Rosalía, del taller tipográfico que regentaba su marido. Rosa Falleció en 1818 en Lérida a los 76 años.





©Antonio Lorenzo

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