domingo, 5 de mayo de 2013

Controversias y debates (La riqueza y la pobreza)



Ya Durán, en su célebre e imprescindible «Romancero General o colección de romances castellanos anteriores al siglo XVIII» daba cuenta de este famoso pliego en el número 1348 de su segundo volumen, al que situaba dentro de la sección de romances vulgares de controversia, agudeza e ingeniosidad.

El gran colector y erudito no pudo sustraerse a la mentalidad de su época y se prodiga en unas moralizantes reflexiones donde alaba la antigua resignación religiosa (aludiendo a la que conoció a principios del siglo XIX), frente a la de su tiempo de mediados y finales del mismo siglo, donde el pobre esperaba su consuelo en la vida eterna y no perseguía la riqueza a toda costa.

En su comentario expresa lo siguiente:
«Aún a principios del siglo actual he visto pobres, orgullosos de serlo, considerarse como representantes de Jesucristo, y muy confiados de que en la gloria ocuparían un lugar preferente. Yo he visto a un mendigo expulsado de un café, que dijo estas palabras llenas de profundo sentimiento: “no me duele la afrenta que se me hace como hombre; pero me horroriza que la falta de caridad con que se me trata sea una ofensa hecha al mismo Jesucristo, a quien por resignado y pobre represento”».

Reproduzco un pliego, sin lugar de edición, pero de 1739.





El mismo pliego, más moderno, editado en Córdoba en la imprenta de don Rafael García Rodríguez, sin año.




Adjunto otra portada del mismo pliego, editado en Carmona, en la imprenta de don José M. Moreno, en 1851.




De parecida trama es otro pliego suelto, del que no he encontrado rastro, publicado con el número 1349 en Durán, titulado «Contienda y argumento entre un pobre y un rico», del que existe impresión el Córdoba en la imprenta de Rafael García Rodríguez, y cuyo comienzo es:

Atiendan pobres y ricos
a esta relación curiosa,
si quieren desengañarse
de lo que es mundo y su pompa…



Antonio Lorenzo


sábado, 4 de mayo de 2013

Controversias y debates (El cuatro y el tres)



Los números han sido desde siempre portadores y vehículos de analogías con otras realidades. En su aspecto humano, el número es símbolo que expresa la relación de nuestra vida y nuestra mente con la naturaleza. Es decir, con nuestra existencia y nuestras posibilidades y facultades. El símbolo opera por analogía mediante un proceso de significación y ordenación. En la Edad Media lo simbólico es parte fundamental de la teología, de la filosofía y de la mística. La función simbólica se cristianiza en el caso de los números, asociando a ellos determinados aspectos religiosos. Es el caso de estos pliegos donde el litigio de dos números tan significativos como son el cuatro y el tres sirve para afianzar conceptos y asociarlos al imaginario religioso católico.


En este pliego que publico, editado en Barcelona en la Imprenta 'El Abanico', sin año, se recoge un pequeño diálogo sobre las excelencias de ambos números en relación a aspectos religiosos e incluso cosmogónicos. El resto del pliego desarrolla y combina versos de variada índole, donde incluso baraja una hipotética jerarquía militar con Cristo de coronel y arcángeles y santos componiendo el resto del regimiento, todo ello aderezado con coplas y glosas de carácter amoroso que conforman una especie de desordenado mosaico festivo.





Publico un segundo pliego impreso en Madrid en la Imprenta de J. M. Marés, sin año, donde varía tanto la xilografía como el contenido. Aparte de la disputa entre el cuatro y el tres se recoge la disputa entre un moro y un cristiano, de honda tradición, junto a unas décimas a lo divino y una cuarteta glosada en alabanza a María, mucho más acorde con el sentido general del pliego.





Añado la portada de otro pliego sobre el mismo asunto con la particularidad de contar con una xilografía diferente, donde se ve a una dama tañendo la guitarra y apoyando su pie en una especie de taburete en extraña posición, junto a un caballero que parece acompañarse con una pandereta.




Publico también un facsímil moderno sobre las excelencias y virtudes del número cinco con forzadas analogías y referencias a determinados juegos, como el referido a una variante francesa del billar donde se denomina «chapot"a lo que en francés sería «chapeau».





Para saber más


Adjunto el enlace al que fuera mi primer artículo (1981) y que trataba precisamente sobre «La simbología del número en el folklore y en la canción tradicional».

                      http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=37

Para escuchar

http://www.ivoox.com/disputa-entre-tres-cuatro-audios-mp3_rf_2010916_1.html




Antonio Lorenzo



miércoles, 1 de mayo de 2013

Controversias y debates (El agua y el vino)


Las primeras manifestaciones en castellano de las controversias verbales guardan relación con los géneros análogos de la literatura provenzal y francesa.

El hispanista francés Morel Fatio halló en 1887 en la Biblioteca Nacional de París un manuscrito latino, de comienzos del siglo XIII, que contenía un pequeño poema que se ha dado en llamar «Razón de Amor con los denuestos del Agua y el Vino». En este pequeño poema convergen influencias trovadorescas mezcladas con elementos medievales que han dado lugar a numerosas interpretaciones.

El tema de las disputas entre el agua y el vino remonta a antiguas raíces populares. Resulta, pues, dificultoso el establecer una línea directa de influencias entre los debates latinos y los vernáculos. En el comienzo de los denuestos del Agua y el Vino este se queja de que el agua lo debilita, lugar común que encontramos ya en la Biblia y en gran cantidad de canciones y refranes.

En los denuestos del Agua y el Vino cada uno de los dos elementos o realidades distintas aporta sus razones para demostrar su superioridad sobre el otro. En este caso no hay propiamente vencedor ni vencido, puesto que la intención moralizadora se muestra evidente al erigirse el agua como elemento primordial del sacramento del Bautismo y el vino, convirtiéndose simbólicamente en la sangre de Jesucristo en la consagración.

De estos debates de fuentes medievales, como señalé en la entrada anterior, se han hecho eco los pliegos hasta al menos el siglo XIX.

Expongo un pliego donde un fino y tierno amante, mostrando una elocuencia pasmosa, trata de seducir a su dama exponiéndole las virtudes del agua con la intención de que le sirva «para ablandar tu dureza/mostrándote más humana».






Mucho más curioso y ajustado al tema resulta este otro pliego, del que publico solo la portada, ya que se encuentra muy deteriorado, conservado en la Biblioteca Digital de Castilla y León, cuyo título reza:
«Nuevo y curioso romance en que se refiere el pleito y público desafío que tuvo el agua con el vino, por saber cuál de los dos era de mayor utilidad y provecho».
Afortunadamente, el texto completo de este romance se ha conservado, aparte de por tradición oral, gracias a una copia impresa custodiada en el Museo Británico.

Dicha copia fue recogida en un raro volumen de poemas latinos atribuidos a Walter Mopes, recogidos y editados a su vez por Thomas Wright del Trinity College de Cambridge, y editado en Londres en 1841. De este libro reproduzco el texto completo del litigio.


Valladolid, Impr. F. Santarén, 1891




Aguadores y taberneros, del agua hacen dineros

La fama de los taberneros que «bautizaban» el vino es un lugar común en cuentos y refranes y también se recoge en los pliegos de cordel, del que adjunto portada de uno impreso en Córdoba en la Imprenta de Rafael García Rodríguez, S.A.

Adjunto, igualmente, la burlesca sátira festiva que sobre los taberneros hace Quevedo y algunos refranes alusivos.



                          Dijo el mosquito a la rana:
                          más vale morir en vino, que vivir en el agua.

                          El agua la vida acorta,
                          el vino la alarga y conforta.

                         Quien convida al tabernero,
                         o está borracho o no tiene dinero.

                         De vino aguado o agua envinada, no me des nada.

                         El vino y la verdad, sin aguar.

Para saber más

Dada la importancia del vino en la cultura tradicional recomiendo el libro de Ignacio Sanz «El vino en la cultura popular» (Ed. Castilla Ediciones, Valladolid, 1997), sobre cuyos variados textos se inspiró el grupo segoviano Nuevo Mester de Juglaría para su disco monográfico «La voz del vino» (Polygram Ibérica, 1990).




















Antonio Lorenzo