miércoles, 11 de marzo de 2015

El valiente Juan García Nebrón


De la prolífica imprenta cordobesa editora de pliegos de don Rafael García Rodríguez, de la que tengo pendiente dedicar una entrada exclusiva, reproduzco este pliego, sin año, donde se nos narran las aventuras y fechorías del bravo Juan García Nebrón, nacido en la malagueña localidad de Cañete la Real. Traficante de tabaco y de sedas se va deshaciendo de todo aquel que se le pone por delante hasta que finalmente cae preso. Ya en la cárcel da cuenta de todas las muertes anteriores de las que ha sido ejecutor y gracias a la intercesión de dos ilustres hermanas marquesas logra que se le conmute la pena de muerte por la de cadena perpetua. 











Antonio Lorenzo

viernes, 6 de marzo de 2015

Estragos del vino



Del conocido impresor barcelonés Ignacio Estivill, al que dedique una anterior entrada que puede consultarse a través del siguiente 'enlace', reproduzco este pliego, fechado en 1846, donde se nos narran las terribles consecuencias que sufrió el matrimonio formado por Domingo y Juana a causa de la afición al vino de la mujer, con el resultado del marido desesperado que se arrojó por el balcón y su mujer a un pozo, dejando desamparadas a sus tres hijas

La historia entra de lleno en el tremendismo propio de esta clase de pliegos, pero al que se une en este caso la magnífica xilografía que lo ilustra y acompaña.






Antonio Lorenzo

domingo, 1 de marzo de 2015

Apuntes sobre impresores y estamperos populares: Pedro Belda, de Murcia


Son pocos los datos de que disponemos sobre la literatura murciana de cordel, a lo que se une la escasez y dispersión de documentos recogidos tanto en las bibliotecas públicas como privadas a pesar de las pesquisas y el interés por estas 'menudencias de imprenta' de figuras señeras como lo fue el bibliófilo ciezano Antonio Pérez Gómez (1902-1976).

Utilizo datos entresacados de los libros Antología de la literatura de cordel en la Región de Murcia (siglos XVIII-XX, de Juan González Castaño y Ginés José Martín-Consuegra, Editora Regional de Murcia, 2004, y de José Pío Tejera y R. de Moncada (1846-1902): Biblioteca del murciano o ensayo de un Diccionario biográfico y bibliográfico de la Literatura de Murcia, dispuesto y compilado por... , obra premiada por la Biblioteca Nacional en concurso público en 1896.


















Si atendemos en exclusiva a los impresores de pequeños opúsculos establecidos en la capital murciana en el siglo XIX, donde aparte de los pliegos de cordel, que exigían escasa inversión y tenían facilidad de venta, editaban también bandos, novenas, sermones, edictos o folletos de todo tipo, podemos citar a la viuda de Santamaría y a su hijo José, establecidos en 1820 en Murcia en la calle de la Platería número 20, aunque ya contaban con establecimiento abierto cuatro años antes en Lorca. Aparte de otras actividades los Santamaría editaron pliegos de cordel hasta 1854. Otros impresores de pliegos fueron José Carles Palacios, con imprenta abierta en 1841, Antonio Molina, instalado desde 1851 o Fermín Guirao, con establecimiento conocido entre 1849 y 1858. Pero si hubo una imprenta dedicada preferentemente a los pliegos de cordel y estampería general en la capital murciana en la segunda mitad del siglo XIX fue sin duda la de Pedro Belda.

La cronología de la actividad impresora de Pedro Belda, y a la luz de los datos consultados, podemos establecerla de la siguiente forma:

- Durante unos tres años regentó el establecimiento tipográfico de los Herederos de Teruel. El iniciador de esta imprenta fue don Felipe Teruel, quien desarrolló su actividad impresora en la segunda mitad del siglo XVII, entre 1781 y 1799, pasando luego a su viuda, Antonia Ramírez, quien se hizo cargo del taller entre 1781 y 1799. El hijo de ambos, Juan Vicente Teruel, siguió regentando la imprenta entre 1800 y 1822, al que sucedieron los Herederos de Teruel, editores entre 1824 y 1855. 

- Tras regentar durante esos primeros años la imprenta de los Herederos de Teruel y conseguido su traspaso se estableció por su cuenta a partir de 1857 y editando con continuidad hasta al menos 1895 en la calle de la Lencería, nº 20 de la capital murciana.

Como ejemplo de lo editado en el taller de Pedro Belda en 1858, este pliego característico de la jactancia propia de los pliegos de jaques y valientes. En este caso el protagonista es un tal Pepito el jerezano, ejemplo de un andalucismo trasnochado, reimpreso en numerosas ocasiones.






©Antonio Lorenzo