miércoles, 21 de diciembre de 2016

Desposorios de María Santísima con el patriarca San José

Collage de San José
Hace ahora cuatro años, en uno de mis primeros escarceos por este mundo de las bitácoras, dediqué una entrada a los desposorios de María y José, del que adjunto el enlace.


Retomo de nuevo el tema y reproduzco sendos pliegos de cordel: el primero, por primera vez; y el segundo, con un distinto ejemplar de mejor definición.

El primero de ellos es el editado en Córdoba por Luis de Ramos y Coria, cuya actividad impresora se desarrolló entre los años de 1765 y 1825.





El segundo, ya lo reproduje hace cuatro años en edición de Barcelona por Cristina Segura, viuda de Llorens. Lo reproduzco de nuevo utilizando otro ejemplar donde se aprecia mejor tanto la xilografía como el texto.





©Antonio Lorenzo

domingo, 18 de diciembre de 2016

Gallego cambia esposa por burra de leche y cinco duros más

Léon-Augustin Lhermitte (1844-1925) - La paga de los segadores (1882)
Las primeras connotaciones negativas sobre el gallego ya aparecen en las recopilaciones de refranes, como la de Diego García de Castro, en el último tercio del siglo XV, Seniloquium. Refranes que dizen los viejos, así como en posteriores recopilaciones de refranes, como las de Fernán Nuñez, Pedro de Vallés, Francisco Espinosa o Gonzalo Correas. Obviamente, no es sino un ejemplo más de los muchos que podíamos enumerar donde se muestra la exclusión o el desprecio que el grupo mayoritario siente por aquellos que considera diferentes. En el refranero castellano el gallego representa el pobre rústico frente al oriundo de Castilla, lo que también podría extenderse a los vizcaínos, montañeses, asturianos o a los judíos.

En una anterior entrada daba cuenta de un pliego de cordel que trataba sobre el fingido parto de un gallego.

http://adarve5.blogspot.com.es/2015/02/el-hombre-prenado-el-parto-del-gallego.html

Este estereotipo se consolida en el siglo XVI en el imaginario popular y puede rastrearse fácilmente en las numerosas citas que aparecen en las obras de los grandes clásicos como Cervantes, Lope, Tirso, Góngora o Quevedo.

Desde el punto de vista popular, la imagen despectiva del gallego, el asturiano o pasiego hallan eco en los cuentos populares y, curiosamente, en las letras de los villancicos cantados por Navidad, de los que buena parte de ellos aparecen reiteradamente en los pliegos de cordel.

Antes de dar paso al pliego he considerado de interés el reproducir la descripción del segador gallego en la célebre obra Los españoles pintados por sí mismos, publicada por primera vez en Madrid en dos tomos durante 1843 y 1844. En dicha obra, donde intervinieron las mejores plumas de la época, se trataba de reflejar los tipos, comportamientos y hábitos de los habitantes de las distintas regiones, constituyendo un importante documento de la literatura costumbrista de la época.





Traigo como ejemplo el chasco ocurrido entre seis gallegos, cambiando uno de ellos a la esposa por una burra de leche y 5 duros más. En el pliego no aparece ni año ni lugar de edición.




©Antonio Lorenzo

domingo, 11 de diciembre de 2016

Mujeres vengadoras: Atrocidades de la valerosa dama llamada Espinela (5ª parte)

"La valerosa Espinela" (Madrid, Imprenta de Marés, año 1849)
Añado un ejemplo más de "mujeres vengadoras" recogidas en los pliegos de cordel (también en  ocasiones por tradición oral) y a las que dediqué anteriormente 4 entradas. Se trata en este caso de la "nueva relación y curioso romance" de la valerosa dama llamada Espinela.

http://adarve5.blogspot.com.es/2013/03/mujeres-vengadoras-1-parte.html
http://adarve5.blogspot.com.es/2013/03/mujeres-vengadoras-2-parte.html
http://adarve5.blogspot.com.es/2013/03/mujeres-vengadoras-3-parte.html
http://adarve5.blogspot.com.es/2013/03/mujeres-vengadoras-4-parte.html

Agustín Durán, en su Romancero General o Colección de romances castellanos anteriores al siglo XVIII, ya lo recoge en su tomo II (1851) con el número 1330. A su vez, Flor Salazar lo engloba en el apartado de 'mujeres autosuficientes' y proporciona un ejemplo recogido por tradición oral y difundido por León y Santander (El Romancero vulgar y nuevo, Fundación Ramón Menéndez Pidal, Madrid, 1999, nº 74, pág, 124), si bien con un comienzo que se aparta del impreso que reproduzco, aunque figura en otros.

           La Espinela (estrófico)/(é-a)
Ninguno niegue su patria   sin tener impedimento,
que es muy grande desventura   la de un pobre forastero.
Yo nací dentro de Roldas,   me llevaron a la iglesia,
y en el sagrado bautismo   me pusieron Aspinela,
y mis padres me criaron,   me pusieron a la escuela
y en breve tiempo aprendí   contar y leer, que es ciencia
para una mujer bastante   si es que de ello se aprovecha. [...]
Las distintas versiones del pliego no coinciden sobre el lugar de nacimiento de nuestra heroína. La mayor parte de ellos sostienen que era natural de Caspe, del "Reyno de Aragón". Otros pliegos, los menos, sitúan su nacimiento en la malagueña Ronda, tal vez para enmarcarla en un terreno característico de hombres arriscados y de honda tradición bandolera para subrayar su temeridad y valentía.

Hija de nobles padres (tópico recurrente) se enamoró y propuso matrimonio a un vecino que la rechazó por no ser de su altura social. Tras su desengaño amoroso, se viste de hombre y sorprende a su vecino cortejando a una mujer, matando a los dos. En la versión de su nacimiento en Caspe, huye primero a Huesca y posteriormente a Pamplona, donde adopta el nombre de Raimundo y se alista como soldado en el penal de Ceuta. Tras cometer otro nuevo crimen continúa por Marbella y Málaga. Haciéndose acompañar por un valenciano (extremeño en otras versiones) que le ayudó en una refriega y que no parece sospechar de la supuesta condición varonil de su compañero, parten hacia Salobreña, Alpujarras, Alcolea, Monte Júcar y Archidona, cometiendo continuados crímenes. Al llegar a Riogordo, la justicia mata al valenciano acompañante y detienen a Espinela llevándola a Sevilla (Granada en otros pliegos) donde desvelando su condición de mujer es juzgada y condenada a morir en la horca. Previamente se arrepiente de su vida y hechos, lo que es otro tópico en estos pliegos, concluyendo con la habitual moralina de advertencia sobre el fin que espera a los que se alejan de lo convenido socialmente.

Inmaculada Casas, en El éxito de lo marginal. Historia de la prensa popular en España (1750-1850). Localización, catalogación y análisis del discurso, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2011, pág. 90, sugiere que en este tipo de romances donde la mujer adopta actitudes y conductas atribuidas generalmente a los hombres (valentía, arrojo, fiereza, etc.), puede insinuar un solapado intento de reivindicación igualitaria femenina.
"La descripción heroica de los asesinatos cometidos por estas doncellas de capa y espada podría asociarse a un intento por parte del autor por fomentar la rebeldía entre las mujeres, pero la moraleja final siempre está presente, “escarmentad, pecadores, / mujeres, vivid alerta, / que quien anda en malos pasos / este es el fin que le espera", lo  cual  refuta  dicho  argumento. Sin  embargo, aunque  no  existiera  esa  intención, sospechamos que estos relatos pudieron contribuir de algún modo a que las españolas de la época fueran tomando conciencia de la posibilidad de un sistema social y político no patriarcal y en el cual, ellas tuvieran una mayor participación".
Reproduzco el pliego impreso en Barcelona, s.a., por los Herederos de Juan Jolis, editores de pliegos entre 1760 y 1770.





Adjunto xilografías del mismo pliego y de otros impresores.

Edición de Córdoba: imprenta Rafael García Rodríguez, s.a.

Edición de Valencia: hija de Laborda, s.a.

Edición madrileña: Imprenta de la calle Juanelo, s.a.

Edición de Sevilla: Imprenta y librería de José Gª Fernández, s.a.

Edición desconocida: s.l. y s.a.

Edición de Valencia: imprenta Ildefonso Mompié, 1837
©Antonio Lorenzo