viernes, 30 de marzo de 2018

La mala noche del pobre Juan Lanas con su mujer cercana al parto


Con el apelativo de ser un "Juan Lanas" se alude a la consideración de un hombre apocado y de poca personalidad, fácil y sencillo de engañar y, como marido, dominado por su mujer.

El pliego recoge la mala noche que pasó el pobre Juan al regresar a su casa tras un árduo y duro trabajo, encontrándose con su mujer próxima al parto. La burla a su pobre condición se manifiesta por los continuos recados de su esposa y de la comadrona para preparar el inminente parto, lo que le impide cenar y descansar.

Tras un enorme trasiego de encargos nace al fin una niña, y la comadrona aprovecha una y otra vez para encargar al pobre Juan Lanas una serie de "mandaos" para atender a su esposa y a su nueva hija.

Con el título de Juan Lanas se conoce también una zarzuela, de un solo acto, ambientada en Lisboa, con libreto de Francisco Campodrón y música del Maestro Caballero (Manuel Fernández Caballero). Estrenada en el madrileño Teatro de la Zarzuela el 10 de marzo de 1857.



Las características del personaje de Juan Lanas son el motivo central de la comedia Un Juan Lanas, en un acto, de Manuel María del Campo, ambientada en Aranjuez, para ser representada en el Teatro Príncipe, de Madrid, el 9 de noviembre de 1848.


La intención última del autor del pliego no es otra que la de señalar las mañas de las mujeres para conseguir lo que desean de los hombres, tal y como se desprende de los últimos versos:
                                    A todos los que han oído
                                    las coplas, dice Juan Lanas,
                                    no se fien de mujeres,
                                    pues ya conocen sus mañas.
                                    Yo que me he fiado
                                    muy mal lo he pasado,
                                    como antes dijo.
Y el recitador de las coplas, dirigiéndose al público que lo escucha, acaba solicitando unas monedas por vender sus coplas.
                                  Y las coplas aquí finalizo;
                                  si leerlas quisieren
                                  todos mis amigos,
                                  echen mano luego
                                  a los bolsillos;
                                  ninguno se enoje,
                                  tomen el papel,
                                  y dos cuartos aflojen por él.
El pliego, cuyo texto se atribuye a un imaginario "licenciado Gorrión", está editado en Madrid, sin fecha, por la prolífica imprenta de Marés y Compañía.





©Antonio Lorenzo

martes, 27 de marzo de 2018

Tres pliegos sobre las mujeres chismosas

José Jiménez Aranda (1837-1903) -  Conversación en un  patio de Sevilla
Asociar el chisme a lo femenino no deja de ser un estereotipo o prejuicio al relacionarlo con la mujer como si fuera un rasgo propio. En la tradición popular abundan dichos y refranes que nos previenen sobre las personas murmuradoras y difusoras de secretos.

Repasemos algunos:

* A poco barruntar, mucho preguntar
* Júntanse las comadres y arde en chismes la calle
* Quien la casa de su vecino otea, no ve la suya que se bambolea
* Quien te cuenta las faltas de otro, las tuyas tiene al ojo
* El chismoso chismorrón, no gusta de la noticia, sino del notición
* No lo diré al que me escuche; pero no se me quedará en el buche
* Con quien mucho murmura, no hay honra segura
* Donde hay viejas, hay chismes y consejas
* Muchos desean oír peer, para arrimarse a oler
* No quieras mucho averiguar, que a veces quien escarba halla lo que no quisiera hallar
* Por mucho querer saber, suele salir a la luz del día lo que no era menester
* A quien mucho quiere saber, poquito y al revés
* ¿De dónde vienes arañada? -De la casa de la suegra de mi cuñada
* Va la moza al río y cuenta lo suyo y lo mío
* Dios nos libre de ojos claros de vecino, de viña junto al camino, de mujer parladora y de fuego junto al lino

Reproduzco tres pliegos dedicados a las mujeres chismosas que se comentan por sí solos. El primero de ellos está editado en Madrid, sin fecha, por la Imprenta Universal, finalizando con una burlona oración de un borracho.





En este segundo pliego, la chismosa, consciente de sus cotilleos, solicita satíricamente el "callarse por caridad". El pliego fue editado en Barcelona, sin año, por Ignacio Estivill.

J. Philips - Cotilleos en el pozo (Ca. 1870)





El tercer pliego está dedicado curiosamente a una beata chismosa que, una vez cumplidas sus devociones se dedica a criticar y a murmurar.

Como puede observarse, la semejanza con el texto del pliego anterior es notoria.

El pliego está editado en Madrid, en 1854, por la Imprenta de Marés, donde aparece al final una "Canción nueva del desgraciado".





©Antonio Lorenzo

miércoles, 21 de marzo de 2018

Zarzuela: Boccaccio + Canciones de los polvos


Este pliego recoge los más conocidos cantables de la zarzuela Boccaccio. La obra fue estrenada en el madrileño Teatro de la Zarzuela el 12 de diciembre de 1882. Dicha zarzuela es una adaptación de la opereta vienesa de igual título, situándose la acción en la Florencia de 1340.

Los libretistas alemanes originales de la obra fueron Camillo Walzel y Franz Friedrich Richard Genée, y la música compuesta por Franz von Suppé. La original opereta cómica en tres actos se estrenó en Viena el 1 de febrero de 1879 con el título de Boccaccio, o el príncipe de Palermo. La adaptación y estreno en España, a los tres años de su representación alemana, se explica por el auge de un tipo de obra ligera de carácter cómico, donde se alternaban diálogos con el canto y la música instrumental. En este género primaba lo satírico y burlesco con escasa o nula relación con la realidad, por lo que su trama rozaba frecuentemente con lo inverosímil o disparatado.

Entre la segunda mitad del siglo XIX  y en la primera mitad del siglo XX,  la zarzuela recibió una influencia de la opereta de corte ligero, no solo de la que se desarrollaba en Francia, sino también de la vienesa, produciendo obras como la que nos ocupa.

Si leemos las distintas críticas de la obra, no parece que fuera acogida con gran entusiasmo por el público. No obstante, la edición en pliego de parte de los cantables, así como el argumento de la obra podía adquirirse en un quiosco vallisoletano en 1903 a un precio de 10 céntimos.


El arreglo musical de la opereta, en su versión española, corresponde al maestro Nieto y la adaptación del texto a don Luis Mariano de Larra.

Don Luis Mariano de Larra fue hijo del célebre escritor y periodista don Mariano José de Larra y de su mujer, doña Josefa Wetoret Velasco, con la que contrajo matrimonio en 1829, matrimonio del que nacería en 1830 su primogénito Luis Mariano. Al poco de su nacimiento el matrimonio se separó, y cuando el niño contaba con apenas siete años, su padre se pegó un tiro la noche del 13 de febrero de 1837 a raíz de su desengaño amoroso con Dolores Armijo.

Luis Mariano de Larra destacó por su obra teatral, sus novelas y libretos de zarzuelas (siendo la más conocida y destacada El barberillo de Lavapiés). Alejado paulatinamente de la corte, su figura fue cayendo en el olvido falleciendo en 1901 a los 71 años.


El pliego procede de la imprenta de Damián Vilarnau y podía adquirirse en la casa de los sucesores de Antonio Bosch y en la tienda de M. Borrás en la isla de Palma de Mallorca. El pliego incluye también en catalán unas 'canciones de los polvos' donde se critica a las mujeres que, atendiendo a las nuevas modas, se embadurnaban la cara y el cuerpo con polvos en la creencia de resultar más atractivas.

Tras el pliego, adjunto un coloreado "ventall" o abanico donde una de sus planas se dedica a la obra que nos ocupa.







©Antonio Lorenzo