miércoles, 4 de julio de 2018

La criada perversa y envenenadora


Este pliego es un ejemplo más de sensacionalismo y de utilización de fórmulas de adjetivación morbosa, tan recurrentes y apreciadas por la clientela popular de este tipo de impresos.

El modelo social y de conducta que se desprende sobre la figura de la criada en los pliegos de cordel es en general negativo. El protagonismo que adquieren suele estar asociado a la envidia hacia los señores a los que sirve, siendo su imagen representativa de lo negativo frente a lo positivo asociado a los señores o damas de carácter noble en el imaginario social. La dicotomía entre los defectos de las criadas y las virtudes de los señores a los que sirven se encuentra muy presente en la gran mayoría de impresos populares donde aparecen las primeras. Entre los "defectos comunes" atribuidos a las criadas en los pliegos podemos citar la envidia, la falta de humildad, la maledicencia y la indiscreción.

En el pliego que reproduzco la figura de la criada va mucho más allá, pues a causa de su desmedida ambición acaba cometiendo un execrable crimen envenenando al hijo del señor con quien se casó.

Para un estudio más detallado sobre el papel de las sirvientas en los pliegos de cordel, remito al estudio de Juan Gomis Coloma: Sirvientas en la literatura de cordel, o la criada como enemigo doméstico, en "Cuadernos de Ilustración y Romanticismo", Universidad de Cádiz, Nº 20 (2014).

El pliego reproducido es un reimpresión barcelonesa de José Torrás de 1861.





©Antonio Lorenzo