jueves, 30 de julio de 2020

San Pascual Bailón, centinela de España y patrón de los cocineros [V]


Los exvotos gráficos mexicanos que vengo reproduciendo, conocidos como «retablitos», se encuentran en claro retroceso y en trance de desaparición, por lo que es importante su valoración y protección.

Desde un punto de vista temporal se conocen desde el siglo XVIII, aunque su máxima proliferación se sitúa en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. No obstante, y como puede observarse en alguno de los reproducidos en esta entrada, nos remiten a fechas mucho más cercanas.

A medida en que las fechas anotadas en estas manifestaciones son más tardías se observa que reflejan un contexto social mucho más cercano al actual. La temática que expresan es variopinta e invita a un estudio más pormenorizado, sobre todo en relación con la figura de la mujer, donde san Pascual interviene en lograr que su peticionaria se convierta en una chef profesional; que la suegra alabe las habilidades culinarias de la recién casada; que consiga enamorar al capataz; que el marido deje de pegar a su mujer o el agradecimiento por el auge del negocio emprendido de un restaurante, pizzería, repostería, etc.

En esta entrada añado quince ejemplos más de estos exvotos o retablitos que vienen a completar, junto a los reproducidos en las entradas anteriores, un conjunto representativo de cuarenta de ellos donde se solicita y se concede la petición formulada al santo.

En una siguiente entrada me detendré en la curiosa historia de cómo la figura de san Pascual se asocia también con el culto a la Santa Muerte.

«Dolores Corona estaba enamorada del capataz del rancho. Le pidió ayuda a San Pascualito y pudo enamorarlo con su buen sazón por lo que le dedica el presente retablito con mucha fe y deboción. Tecamachalco, Puebla».
«Angel Andrade no sabia guisar y se le ocurrió abrir la olla express cuando estaba todavia caliente dandose una quemadota con los frijoles agradece con mucho fervor en el presente retablo a san Pascual Bailon de que ya se curó».
«La señora María da infinitas gracias a San Pascual Bailon porque su esposo Ausencio ya no le pega y porque ya dejo de tomar y ahora viven muy felizes los dos por ello te pide de todo corazón vendigas su matrimonio siempre. 25 de octubre de 1989. Pueblo de Ixtlahuca».
«Dedico el presente exvoto a San Pascual Bailón agradeciéndole el que mi abuela Petra me haya inculcado desde niña el amor a la cocina, pues ella tenía un gran sazón y me lo heredó, por lo cual descubrí mi vocación y ahora, que soy una chef profesional, llevo con orgullo el sabor de la comida tradicional mexicana a todo el mundo. Catalina Muñoz. Oaxaca, México».
«Agradesco de corazón a San Pascual por el milagro de que mi comida le guste a la gente y se vaya muy contenta».
«Doy gracias a San Pascual patrono de los cocineros, porque gracias a su divina inspiración, soy muy buena repostera. Y junto con mi hija, hago galletas y pasteles para mantener a mi familia y nos esta llendo muy bien».
«Al joven Marcos Garzón le apasionaba la cocina y puso su pizzeria agradece con mucho fervor a san Pascualito de que le ha ido muy bien pues ha tenido muchas ventas por lo que pone este testimonio».
«La señora antonia Gutierrez estaba en su cocina y salió a dar de comer a sus cochinos y le dio un enfriamiento en su pecho que la puso cravida y se encomendó a san Pascualito y se alivio en agradecimiento dedica el presente retablito. Cholula, 1935».
«Le estaba yo enseñando a guizar a mija porque ya se me va a matrimoniar pero nos distrajimos platicando y no nos dimos cuenta que con la lumvre tan fuerte ya se nos estaba quemando la casuela de los frijoles y asta la cosina inboque a san Pascualito Bailon su ayuda y con una olla de agua que le eché pudimos apagarlo y no pasó a mayores por lo que le doy las gracias. Ignasia Romero – Zacatlan Puebla – 1949».
«Laura y Catalina peña estaban muy mal económicamente y como son muy buenas reposteras se les ocurrió vender pasteles. Dan gracias a San Pascual Bailon Patrono de los cocineros porque ahora ganan suficiente dinero para mantenerse y ahorrar para los malos tiempos ademas de darse uno que otro gusto».
«Alicia Ramos le pone el presente retablo con mucho fervor a san Pascual Bailon en donde se hace patente su agradecimiento por ayudarle a ganar el concurso de galletas artesanales en la feria del pueblo y ya es famosa en todo el estado».
«Pongo el presente retablito a san Pascualito bailon porque me ayudó a que me salieran bien las tortillas porque se quemaban ya que iba a venir mi suegra y hasta ya le gusta mis gisos por lo que le doy gracias. Gregoria Xicotencatl Tlaxcala 1938».
«Dedico este retablo como muestra de gratitud a San Pascual Bailón por haberme dado la sazón correcta en mis platillos y una buena mesera para el éxito de mi fonda. Chef Patiño».
«A la señora bernarda aguado le pico un pinacate en un ojo que su cara se le incho tanto que no se le conosia inploro a san Pascualito con mucha debosion y al poco tiempo sano llena de agradecimiento pone el presente retablito. Atolinga, 1911».
«Mi hijito se puso grabisimo de una pulmonía y el doctor me dijo que lo mantuviera abrigado y yo me llebe la cuna a la cocina que es calientita y se lo encomendo a San Pascual Bailon y al dia siguiente mi niño ya estaba mucho mejor por lo que le dedico este retablo a San Pascual bendito».

©Antonio Lorenzo

viernes, 24 de julio de 2020

San Pascual Bailón, centinela de España y patrón de los cocineros [IV]


Continuando con la entrada anterior, a la que seguirá una siguiente con más ejemplos de exvotos pintados o «retablitos» como se conocen en México, he elegido en exclusiva ejemplos donde interviene san Pascual Bailón como concesionario de las peticiones recibidas. Todos ellos presentan diferencias en cuanto a su forma o petición de favores, algunos ciertamente hilarantes, pero en su conjunto constituyen brillantes ejemplos de religiosidad popular.

Para la iglesia oficial estos exvotos o retablitos vienen a ser como una especie de «piedrecita en el zapato», al considerarlos como desviaciones de la ortodoxia oficial, ya que a través de ellos se establece una relación directa entre la petición del devoto, la concesión del favor y el agradecimiento como complemento explicativo. De esta manera, el exvoto es también una manera de hacer pública la intervención divina por el favor recibido. La ausencia de sacerdotes en la representación de este tipo de testimonios gráficos confirma las características no institucionales de este tipo de manifestaciones al establecerse un contacto directo entre lo humano y lo divino sin intermediarios. 

Los exvotos, en general, causan fascinación por su variedad temática y su original representación visual y artística unida a su carga expresiva como testimonio histórico, fundamentalmente protagonizado por los estratos sociales populares o clases subalternas, por utilizar la feliz expresión de Gramsci.

Aún a riesgo de resultar insistente, en una posterior entrada continuaré mostrando más ejemplos de estos exvotos populares por considerarlos de gran interés sociológico.

Ejemplos de «retablitos»  


«Desde el río se vinieron unos cocodrilos hasta mi cocina y se quedaron ahí muy contentos, yo no sabía como sacarlos y no podía cocinar a gusto por miedo a que me arrancaran una pierna, le recé a San Pascualito Bailón para que me ayudara a recuperar mi cocina y él mandó una bendición a mi escoba que pareció brillar de pronto y supe que era un milagro y desde arriba de una silla les di de escobazos a los saunos que huyeron muy asustados por el poder bendito de mi escoba y doy gracias».
«Leonorilda glez. sufría mucho porque cuando comía cualquier cereal o Harina, no dejaba de pedorrearse, aclamó a San Pascual Bailón y logró curarse, despues de mucho rezar, agradece mucho el favor en este retablo».
«Estando en su cosina asiendo un mole Petra Sanches de repente una rata se le subió por las patas asta la ingle le da infinitas gracias en este retablo a san Pascual Bailon que no la mordió. Puebla, 1917».



«Me gusta la comida picante, pero mi Conchita siempre se le pasaba y le echaba harto chile a sus guisos. Le pedí su divina ayuda a San Pascualito porque yo ya no aguantaba las enchiladotas que me daba y ahora mi mujer ya sabe la medida correcta de chile para sus guisos. Casiano Hernández, Puebla, México».
«El dia 28 de junio de 1972 Paquito Gonzalez se hecho la cazuela de dulce de perón irviendo y tubo feas quemaduras. Su mamacita, doña Luz Castrejon de Gonzales se lo encomendo a San Pascual Bailon para que por su divina intervensión el niño se curara de las quemadas. Da gracias al santo por el milagro de que su niño sanara asombrosamente rápido y que quedara muy bien».
«La monja Marcela Gonzalez pone el presente retablo a San Pascual Bailon en agradecimiento por su ayuda en la elaboracion del excelente rompope que fabrican ya que su venta es una gran ayuda para el convento. Puebla, 1920».
«Cuando llegué a trabajar a casa de la familia Sánchez tuve muchos problemas con Rosa, la anterior cocinera, ya que me agarró envidia porque yo tenia mejor sazón que ella, haciéndome maldades en mi comida. Le doy las gracias infinitas a San Pascual Bailón de que mis patrones se dieron cuenta y la regañaron antes de cometer una injusticia conmigo, dejándome ya por fin en paz. Filomena Salazar, Zacatlán, Puebla».
«No se como se nos metieron unos diablos del maíz a la cocina y se la pasaban haciendo travesuras, rompían los platos y las cazuelas, derramaban el aceite y hasta desbordaban el fuego de la estufa poniendonos en peligro de incendio; le rezamos a San Pascual Bailón pidiendo su ayuda y el santo nos mando un hermoso gato negro y como los diablos tienen miedo de los gatos salieron huyendo al verlo, ahora el gato vive en la cocina y ya ni se acetan».
«El demonio de la gula se había apoderado de todos en mi casa y comíamos sin freno todo lo que teníamos a nuestro alcance y estabamos engordando tanto que yo ya no cabía en mis vestidos y pedí ayuda a San Pascual Bailón, el santo se conpadecio de nosotros y nuestra hambre voraz disminuyó gracias a que el santo echo al demonio fuera de nuestra cocina y ahora ya comemos mucho menos y estamos bajando de peso».
«El Padre Macario Mendoza pone el presente retablo a san Pascual Bailon dandole infinitas gracias de que ya se curo del Fuerte Tifo que padeció y ahora ya puede disfrutar de los sabrosos chiles en nogada que hacen las monjas del convento. Puebla, 1917».
«Ramira Tecanguey tenia muchas dificultades con su suegra por que no sabia cosinar se encomendó a san Pascualito y ora cosina tan sabroso que hasta su suegra se chupa los dedos con sus guisos por tan singular beneficio le da infinitas gracias. Puebla, 1914».

«Mis patrones me pidieron que hiciera en mole a dos guajolotes, pero yo sentía rete feo matarlos. Le agradezco a San Pascualito de que pude convencerlos de guizar otra comida y hasta me los regalaron por lo que estoy muy contenta pues me los llevé a mi jacalito. Carmela Jimenez. Oaxaca, México».
«La señora agapita mendez tenia muchos problemas con su suegra por no saber guisar aclamo a san pascualito y ara guisa muy sabroso por lo que agradese y lo baila y pone este retablito. Puebla, 1946».
«La Señora gregoria carreto pone este Retablito a San Pascualito en agradecimiento de La ayuda que le a dado siempre en su cosina para que no la corriera la patrona. Atlixco 25 de junio del año de 1907».

«Hago patente mi agradecimiento en el presente retablo a san Pascual Bailon por que me concedió que mis guisos tengan un gran sazón especialmente el mole poblano y los chiles en nogada. Puebla, 1910».
©Antonio Lorenzo

sábado, 18 de julio de 2020

San Pascual Bailón, centinela de España y patrón de los cocineros [III]


Cuenta la leyenda que San Pascual se dedicaba a recoger las sobras de las comidas para ayudar a los pobres, curaba enfermos y atendía a las gentes necesitadas. Se dice también que al estar en la cocina experimentaba una gran alegría y emoción y se ponía a bailar, lo que le distraía de los guisos que preparaba, por lo que los ángeles estaban pendientes de que no se le quemaran otorgando a sus recetas una buena sazón.

En esta nueva entrada recojo una pequeña muestra de magníficos ejemplos de exvotos ilustrados, donde la tradición popular mexicana asocia a nuestro santo con la cocina y como protector ante todo tipo de males. En sucesivas entradas continuaré con más ejemplos de exvotos populares y con la curiosa y sorprendente asociación de San Pascual con el culto a la Santa Muerte (también denominado San Pascual Bailón o Santo Esqueleto, ya que se le representa de esa manera).

El exvoto es una ofrenda que los fieles dedican a Dios, a la Virgen o a los santos como señal o recuerdo de un beneficio recibido. Son un claro testimonio de la cultura popular que la iglesia católica ha tratado de impedir su propagación en los nuevos tiempos al considerarlos como elementos supersticiosos y que se apartan de su doctrina oficialista. En México, grandes artistas han sabido valorar estas manifestaciones populares por su originalidad, colorido, creatividad, su rudimentaria técnica y el humor que rebosan. Entre los más conocidos podemos citar a Roberto Montenegro, Diego Rivera o Frida Kahlo.

Los exvotos mexicanos, a modo de relatos visuales, son una fuente importante para el conocimiento de la historia cultural y del imaginario colectivo. Son fuente también de una historia no-oficial que trasciende al elemento puramente religioso, pues estos retablos derrochan imaginación y creatividad convirtiendo determinados acontecimientos en ejemplos visuales donde todos los finales son felices. 

En España, los exvotos se asocian con objetos colgados en la pared o en el techo del templo o capilla, generalmente trenzas, muletas, piernas, manos, brazos, pechos, etc., generalmente de cera, lo que proporcionaba un trabajo añadido a cereros, pintores o carpinteros. Poco a poco, sobre todo en el último cuarto del siglo XX, la iglesia se ha ido desprendiendo de estos objetos de devoción popular. Pero en el fondo, la idea que subyace en el afán de apartar paulatinamente por la iglesia estos objetos es que, a través de ellos, se establece una relación directa entre el ser sobrenatural y el ser humano: petición de favores, otorgación de los mismos y gracias por su concesión, haciendo de la intervención clerical algo totalmente prescindible.

Los exvotos en forma de retablo, como los que nos ocupan, suelen contener un pequeño espacio dedicado a la Virgen o al santo en cuestión; otro, de índole narrativo, donde se explica figurativamente el motivo del mismo y una parte escrita o explicativa.

La asociación de San Pascual con los cocineros obtuvo un gran eco en la Nueva España donde lo consideraron como santo protector de los fogones y de los accidentes en las cocinas. Durante el periodo del virreinato las cocineras lo invocaban para contar con su protección antes y después de cocinar. También se hallaba presente en las cocinas conventuales donde se preparaban los guisados y se le rezaba antes de iniciar para que nunca faltase comida. No en vano hay unas muy conocidas invocaciones:

               San Pascual Bailón, atiza mi fogón y concédeme una buena sazón.
                                                     
                                                        San Pascual Bailón,
                                                        báilame en este fogón.
                                                       Tú me das la sazón
                                                        y yo te dedico un danzón.

                                                       San Pascual, San Pascualillo,
                                                       tú te encargas del caldillo
                                                       mientras yo me tomo un vinillo

En Nuevo México también se cuenta que San Pascual, cuando estaba inmerso en la cocina, mientras se dedicaba a bailar invocaba a varios santos para que viniesen en su ayuda:

                                         Te lo pido Santa Elena, que la comida me quede buena
                                         San Efrén, que me salga todo bien
                                         Santa Ada, que no dejen nada
                                         Santa Leonor, que tenga buen sabor
                                         Santa Eloísa, que se haga todo deprisa
                                         Virgen de los Dolores; que tenga buenos olores
                                         San Benito, que salga bien el pozolito
                                         San Simón, no se te olvide el limón
                                         Santa Teresa, que esté todo listo en la mesa
                                         Santa Rosa, que la salsa no quede picosa
                                         Santa Tomasa, que me salga bien la masa
                                         San Federico que me quede rico
                                         San Mateo que no sepa feo
                                         San Marcial que no se me pase de sal
                                         San Sansón que todo quede sabrosón.

Otras coplas donde se considera en México a San Pascual Bailón como patrono de los cocineros son las siguientes:
                                                     Ay, San Pascual Bailón
                                                     que por ollas y cazuelas
                                                     brincas, corres, casi vuelas,
                                                     dale a mi pipián sazón.

                                                    Ay, San Pascual bendito
                                                    yo te brindo mi oración
                                                    y el corazón se me vuela
                                                    ponle amor a mi cazuela.

Ejemplos de exvotos pictóricos populares


En esta entrega traigo unos cuantos ejemplos donde, aparte del relato visual que muestran, es necesario leer con atención la parte explicativa, de descuidada ortografía, pero que resultan sumamente atractivos y no tienen desperdicio

Para un lector español peninsular hay palabras o expresiones que nos resultan ajenas o desconocidas y necesitarían de una contextualización, pero con los medios de los que ahora disponemos es fácil (y curioso) indagar sobre ellas.

«Estando en su cosina asiendo un mole de encargo Petra Sanches al momento de moler los chiles se machucó una chichi en el metate que le quedó muy fregada y como no se curaba aclamó a San Pascualito y se curó por lo que da grasias. Puebla, 1920».
«Mi marido se jubiló y por entretenerse le dio por cocinar y cosinaba orrible y nos traía a todos enfermos del estómago. Yo tenía miedo de que nos envenenara. Gracias a San Pascual Bendito se aburrió por fin de cocinar y mejor se dedicó a la jardinería».
«Mi marido Filemón murió hace muchos años y sin embargo sigue viniendo cada año el día de su cumpleaños a probar la comida que le preparo y que tanto le gusta y le doy gracias a San Pascual Bailón por hacerme una buena cocinera y darme la oportunidad de seguir viendo a mi querido esposo aunque de esta peculiar manera que así no lo olvido».
«El convento de las hermanas dominicas agradecen de todo corazón a San Pascual Bailón porque tuvieron un buen pedido de rompope y de mole que unos extranjeros les hicieron y quedaron encantados con su sazón. Cholula, Puebla».
«A Federica Villegas no se le daba el aser chiles en nogada por más esfuerzos que asia por lo que le pidió a San Pascualito le concediera aserlos sabrosos y como así fue le da infinitas gracias. Puebla, 1920».
«Los diablos del fuego se habían apoderado de mi estufa y cada vez que yo cocinaba se producían enormes y poderosas llamaradas, temiendo quemarme le recé muchas oraciones a San Pascual Bailón y le pedí que me ayudara a expulsar a aquellos demonios de mi cocina. San Pascual me escuchó y en sueños me aconsejó echar agua bendita en la estufa, eso hice y todo se resolvió, los diablos no volvieron a molestar».
«Mis hijos crecieron y se fueron a vivir lejos y mi esposo casi nunca está en casa por lo que yo me sentía muy sola hasta que encontré un perrito abandonado y lo traje a casa para cuidarlo, me sentí tan bien de tener a quien darle mi cariño que empecé a recoger perros y gatos sin hogar y soy muy feliz alimentándolos y acariciándolos y viendo como se ponen regordetes y lustrosos con un poco de cuidado y amor y doy las gracias a San Pascual por este milagro».
«Yo soy una pésima cocinera y mi mamá decía que no me hiba a casar, pero gracias a San Pascual encontré a un marido que cocina maravillosamente y que además cocinar es su pasión y nos prepara a mi y a mis hijos deliciosos platillos. Doy gracias a San Pascual Patrono de los cocineros».
«Sofia le pidió a San Bailon por su marido cuando este estuvo en altamar a punto de ser devorado por los tiburones. Veracruz. Mx. 1879».

«A Camila Garcia le encargaron un mole y su chilpayate perdió dos guajolotes agradece con mucho fervor a San Pascual Bailon de que ya los encontraron aunque no está segura de que sean los mismos».
©Antonio Lorenzo