jueves, 24 de diciembre de 2020

Cancionero muy gracioso del Santísimo Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo

 

Pliego sin lugar ni fecha de impresión y de controvertida atribución temporal.

Cabe la duda de si nos encontramos con un pliego burlonamente manipulado y alterado, ya que es uno de los que el gran bibliógrafo, editor y bibliotecario José Sancho Rayón dio a conocer en una extraordinaria colección de reproducciones fotolitográficas donde precisamente figura el que nos ocupa.

José Sancho Rayón (1830-1900), pionero de las ediciones facsimilares y conocido como el Culebro en los ambientes literarios por sus ingeniosas manipulaciones, inició en 1871 su Colección de Libros españoles raros o curiosos, de gran interés bibliográfico, y de forma paralela sus famosas Reproducciones fotolitográficas, muy buscadas desde entonces y de alta cotización. 

En la biblioteca de la Hispanic Society of America de New York se conserva un ejemplar que perteneció al Marqués de Jerez de los Caballeros, según extraigo del imprescindible estudio que Víctor Infantes dedicó a la figura de Sancho Rayón y que cito al final. Parece ser que el Marqués, aunque no hay certeza absoluta, mandó reproducir posteriormente este pliego de su propiedad, quizá como presente navideño hacia sus amigos, en una escasa tirada en las prensas sevillanas de Francisco Saña en 1890 y fijando su tirada en 60 ejemplares.

El Marqués de Jerez de los Caballeros (Manuel Pérez de Guzmán y Boza), fue el que compró gran parte de la biblioteca de Sancho Rayón tras su fallecimiento en 1900 y recomprada a su vez en 1902 por el hispanista y millonario americano Archer Milton Huntington. Gran parte de sus numerosas adquisiciones se conservan desde entonces en la Hispanic Society (fundada en 1904), que cuenta con copias únicas y primeras ediciones significativas de la historia literaria española, así como exclusivas pinturas de Sorolla y todo tipo de valiosos documentos. 

En el texto de la cabecera del pliego se nos dice que fue compuesto por Lope de Sosa, natural de Salamanca. Del tal Lope de Sosa no hemos encontrado referencias verosímiles, puesto que se trata de un nombre muy común y frecuente en la época, algo que hasta ha dado título a la cabecera de una revista, como veremos.

Sea como sea, y dejando al margen disquisiciones bibliográficas que nos alejan del propósito meramente divulgador del blog, el interés del pliego se acrecienta por dar a conocer unas hermosas coplas referentes al nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo.

Tras su reproducción añado unas interesantes referencias sobre el mismo publicadas en la revista mensual La Basílica Teresiana, editada en Salamanca, correspondiente al mes de diciembre de 1920 y reseñadas por A.G.B. Dichas iniciales corresponden seguramente al propio director de la publicación y catedrático de la universidad: don Antonio García Boiza (1885-1950). Añado a continuación la fuente de donde se extrajo la referencia inicial que nos ocupa.





De la revista La Basílica Teresiana, reproduzco el artículo de Antonio García Boiza, donde comenta la consulta y reproduce las coplas sacadas de la revista jienense Don Lope de Sosa, coincidente precisamente con el nombre del supuesto autor de las coplas.







Estas coplas aparecieron transcritas un año antes (1919), junto con la reproducción en facsímil de la portada de este «Cancionero gracioso» en la revista comentada anteriormente Don Lope de Sosa. Dicha revista, que recoge todo tipo de aspectos culturales de la provincia de Jaén en esos años, la fundó Alfredo Cazabán Laguna en 1913, de la que se editaron un total de 216 números hasta el año de su desaparición en 1930. Se trata, sin duda, de una revista imprescindible para conocer el legado histórico y cultural de Jaén y su provincia, de la que reproduzco la portada del primer número y que afortunadamente puede consultarse de forma completa a través del siguiente enlace:



Si cotejamos las coplas del pliego con las reproducidas en la revista La Basílica Teresiana (copiadas a su vez del número de diciembre de 1919 de la revista Don Lope de Sosa), observamos que el número de coplas reproducidas es considerablemente mayor que las que integran el pliego. Ello viene a alimentar las sospechas de que el pliego reproducido es una adaptación posterior de un dudoso original y donde las coplas no parecen, además, proceder de una misma pluma.

La noticia que recogía la revista en su número de diciembre del año 1919 es la siguiente:




Para saber más

Infantes, Víctor: Las reproducciones fotolitográficas de Sancho Rayón: una colección de burlas bibliográficas, Valencia, Albatros, 1982. Utilizo la reedición de este clásico estudio actualizado y revisado: Madrid, Turpin editores, 2016.

©Antonio Lorenzo

domingo, 20 de diciembre de 2020

Tiempo de Adviento. Preparación al parto de María [III]

 

Continuando con las dos entradas anteriores donde se recogía igualmente la devota preparación al parto de María Santísima, añado esta otra publicación, con sus correspondientes oraciones y la suma de indulgencias ganadas, tal y como hemos comentado en las anteriores entradas.

El pliego procede, en esta ocasión, del conocido taller tipográfico murciano de Pedro Belda editado en 1858.





©Antonio Lorenzo


viernes, 18 de diciembre de 2020

Contienda entre un pobre y un rico


Una antigua herramienta básica de conocimiento en la época medieval consistía en el debate entre dos posturas, en principio antagónicas, con el fin de desarrollar sus ventajas e inconvenientes. Entre sus fuentes o antecesores podemos remontarnos a los diálogos de Platón y a los debates hispánicos medievales de las universidades, donde de forma alegórica y como forma de aprendizaje, los alumnos debían establecer una dialéctica entre dos cuestiones tratando de buscar la verdad mediante un razonamiento adecuado para defender sus postulados.

Esta habilidad de enfrentarse al contrario mediante argumentos razonados en alternancia dialogada fue práctica habitual en las enseñanzas universitarias medievales donde el alumno debía de ser capaz de defender su postura de forma razonable o, en su defecto, asumir argumentos contrarios sobre un determinado asunto.

Estos debates alegóricos han encontrado eco en los pliegos de cordel enlazando con tradiciones literarias antiguas. En este mismo blog ya dedicamos una serie de entradas a controversias entre diferentes cuestiones donde la disputa no tiene porqué dar lugar a una solución aceptada, sino que su interés reside propiamente en el desarrollo de la controversia. Con la etiqueta de «Controversias y debates», dedicamos unos ejemplos en anteriores entradas a las «Virtudes del día y la noche (a lo humano y a lo divino)», «Diálogo entre un moro y un cristiano», «Diálogo entre la riqueza y la pobreza», «Diálogo entre el trigo y el dinero», «Diálogo entre un marroquí y un español», «Diálogo entre el cuatro y el tres» o el «Diálogo entre al agua y el vino». Este último goza de una gran tradición literaria habiendo dado lugar a diversas composiciones latinas, francesas, españolas, etc., donde se manifiestan propósitos diversos: desde su relación con la eucaristía a la adulteración del vino con agua. Entre nosotros son conocidos los célebres «Denuestos del agua y del vino», considerado como antecedente del célebre poema anónimo del siglo XII «Razón de amor». 

Este pliego, que recoge la contienda entre un pobre y un rico, fue impreso en Córdoba, sin año, en el taller de Rafael García Rodríguez, conocido impresor fallecido en 1844.





©Antonio Lorenzo


domingo, 13 de diciembre de 2020

Tiempo de Adviento. Preparación al parto de María [II]

 
Adjunto un folleto devocional preparatorio para el nacimiento de Jesús en tiempo de Adviento. Editado en Reus el año 1892 en el que, aparte de su función devocional, nos ofrece interesantes noticias paralelas: me refiero a las indulgencias otorgadas por el papa Pío VII (plenaria) en noviembre de 1804 y otras parciales por un nutrido grupo de eclesiásticos según aparecen en nota tras la «Oración a la Virgen Santísima». En dicha nota se concede un determinado número de indulgencias según la cantidad de Ave Marías rezadas y por cada «bendito». Siguiendo esa práctica se pueden llegar -nada menos- que a un total de ¡cincuenta y ocho mil y ocho días de indulgencias!, lo que supondría adquirir un buen remanente de cara a las posibles penas temporales del purgatorio.

Es bien sabido que las indulgencias y su práctica no son aceptadas por la iglesia protestante al carecer de fundamento bíblico. A ello se añaden los numerosos abusos económicos a que dieron lugar, por lo que fue una práctica rechazada por la Reforma protestante desde el siglo XVI. En 1517 Lutero clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus famosas noventa y cinco tesis donde se desestimaba la práctica de las indulgencias, entendidas a modo de «ventas de perdones», y esbozaba lo que sería su doctrina sobre la salvación basada únicamente en la fe.

La indulgencia se refiere a una cantidad determinada de días o de años según la cual se cancela una cantidad de pena de Purgatorio equivalente con lo que hubiese sido cancelado, en la presencia de Dios, por la práctica de tantos días o años según la antigua disciplina penitencial. En este caso, la computación no pretende ser exacta, sino más bien posee un valor relativo.

Las indulgencias concedidas pueden ser plenarias o parciales. Por indulgencia plenaria se entiende la remisión de toda pena temporal merecida por el pecado, de tal modo que ya no es necesaria ninguna otra expiación en el Purgatorio. La indulgencia parcial, en cambio, condona sólo una parte de la pena.

El papa, como cabeza suprema de la iglesia en la tierra, es el que puede otorgar todo tipo de indulgencias y teniendo la potestad (solo él) de otorgar indulgencias plenarias. En el folleto se consigna que el papa Pío VII concedió el 27 de noviembre de 1804 indulgencia plenaria a todo aquel que cumpliese con las condiciones de las prácticas señaladas durante estos días dedicados a la preparación del santísimo parto de María Santísima.

Creer en el poder de las indulgencias supone admitir la existencia del Purgatorio (del latín «purgare», limpiar, purificar). Una especie de estado intermedio entre el cielo y el infierno o condición de castigo temporal para aquellos que, dejando esta vida en gracia de Dios, no han quedado completamente libres de faltas veniales respecto a la ley de Dios.

El folleto se completa con unas «Coplas al Sagrado Nacimiento» y con unas populares «Seguidillas al Nacimiento del Niño Jesús».









©Antonio Lorenzo


lunes, 7 de diciembre de 2020

Tiempo de Adviento. Preparación al parto de María [I]

Tríptico de la Anunciación por Robert Campin, ca. 1427–1432

Con el Adviento se inicia el año litúrgico cristiano. Se trata de un periodo de preparación espiritual para la Navidad cuya duración oscila entre los 22 y 28 días, pues lo integran los cuatro domingos anteriores a la festividad de la Natividad. El término Adviento proviene del latín adventus que significa llegada o venida. Es por tanto un periodo de espera y de preparación para la venida de Cristo.

El significado teológico original del Adviento se ha prestado a distintas interpretaciones, pero el Calendario Romano, actualmente en vigor, conserva la doble dimensión teológica y constituyendo al Adviento como un tiempo de esperanza gozosa:
«El tiempo de Adviento tiene una doble índole: es el tiempo de preparación para las solemnidades de Navidad, en las que se conmemora la primera venida del Hijo de Dios a los hombres, y es a la vez el tiempo en el que por este recuerdo se dirigen las mentes hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estas dos razones el Adviento se nos manifiesta como tiempo de una expectación piadosa y alegre». (Calendario Romano, Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario).
Talla en madera de N. Sra. de la Expectación, de Francisco de Sierra

Los pliegos de cordel también se han hecho cargo de este tiempo de gozosa espera del que reproduzco una muestra editada en la localidad valenciana de Játiva en 1874.


©Antonio Lorenzo

martes, 1 de diciembre de 2020

Bonito tango de las elecciones españolas

Pliego editado por la imprenta reusense Las Circunstancias, sin año. Las críticas a la manipulación de las elecciones quedan reflejadas en las distintas composiciones que ofrece. El arraigo del llamado tango americano y su relación con los bailes y con la diversión que proliferaban entonces en los cafés cantantes de las capitales, apuntan al sentido satírico y desenfadado de las composiciones.

Si nos detenemos en la búsqueda de información sobre el taller de la imprenta editora del pliego, resulta fundamental el estudio de Enric Aguadé, Impressors i Llibreters a Reus: 1720-1900, Edicions del Centre de Lectura, Reus, 1996, sobre las imprentas de la localidad y donde ofrece noticias de nada menos que setenta y cinco empresas establecidas en Reus a lo largo del periodo estudiado al servicio de diferentes intereses.

Al carecer de fecha de impresión resulta dificultoso contextualizar las composiciones. En la última de ellas se menciona de forma laudatoria a Nicolás Salmerón, pero la intensa vida política de don Nicolás hace difícil enmarcar en un periodo concreto la «Bonita americana de la crítica española».

       Si en España hoy nos gobernara
       el señor Nicolás Salmerón
       no habría tantos empleados
       en las oficinas de nuestra nación.
Hay que tener en cuenta que durante el Sexenio Revolucionario (1868-1874) se celebraron cinco procesos electorales: en 1869, 1871, 1872 (abril y agosto) y en 1873; son siete legislaturas y dos de ellas constituyentes: las de 1869-1871 y las de1873-1874. La crítica del pliego a la manipulación de las elecciones puede considerarse de carácter general.


Esta primera experiencia republicana termina el 3 de enero de 1874 tras el golpe de estado del general Pavía, que allana el camino al pronunciamiento de Martínez Campos el 29 de diciembre de ese mismo año y devuelve la monarquía a la dinastía de los Borbones en la figura de Alfonso XII, hijo de Isabel II. Se inicia un nuevo período histórico, conocido como Restauración. Días antes se inauguró el periódico Las Circunstancias, fundado por José Güell y Mercader, partidario de Castelar, el 15 de diciembre de 1874. Vino a sustituir al periódico republicano El Clamor del Pueblo tras su supresión por orden gubernativa.

Las Circunstancias, a lo largo de sus 63 años de dilatada trayectoria y manteniéndose hasta el inicio de la Guerra Civil en 1936, pasó de definirse como un órgano republicano federal a un diario republicano generalista y renunciando con el tiempo a identificarse con alguna corriente republicana. El título de Las Circunstancias aludía a su provisionalidad tras la censura al precedente nombre original del Clamor del pueblo, aunque esta inicial provisionalidad acabó consolidándose en su nombre definitivo.

Como portavoz del republicanismo mayoritario el periódico mantuvo en su trayectoria una gran trascendencia en la ciudad de Reus, ya que en sus páginas colaboraron personalidades políticas y culturales de reconocido prestigio. La información local era atendida con especial interés, así como las noticias más generalistas a cargo de su red de colaboradores y corresponsales. Durante el periodo de la II República fue el diario reusense más valorado por la pequeña burguesía y por los republicanos catalanistas y liberales. Con el estallido de la Guerra Civil dejó de publicarse, siendo su último número el correspondiente al 13 de diciembre de 1936.

A lo largo de su dilatada existencia su primer taller impresor fue la Imprenta Reusense de Esteve Pàmies. Tras una serie de cambios de imprentas editoras, la viuda de quien fuera también impresor Francesc Vidiella, junto a su socio Pau Casas, se establecieron como imprenta propia en el carrer de la Girada, 21, figurando como taller editor de Las Circunstancias desde el año 1894. La viuda Vidiella tenía, a su vez, parentesco con Josep Vidiella Gomis, fallecido en 1901, quien fuera un político republicano y director de la publicación durante un breve periodo. Fue también vicepresidente de la Diputación provincial de Tarragona e integrante del partido posibilista.

La Imprenta Las Circunstancias, a quien se debe el pliego, fue el taller encargado de la edición del periódico durante una de sus etapas. Las relaciones entre los impresores y los editores de periódicos fueron siempre muy estrechas. Algunos talleres de imprentas solían dedicarse también a la confección y distribución de folletos y pliegos de cordel ya que, debido al relativo bajo coste de su producción, aseguraba de alguna forma unos ingresos modestos pero constantes. A ello se une el que los talleres de imprenta solían ser de carácter familiar manteniéndose por generaciones. Es en este contexto donde hay que situar este pliego impreso por el taller impresor de Las Circunstancias encargado de imprimir el periódico durante un prolongado periodo.





©Antonio Lorenzo