viernes, 25 de febrero de 2022

De almanaques, calendarios y predicciones [X]

 

Los impresores y libreros Gaspar y Roig, continuando con su labor editora, idearon en 1851 la creación de una nueva serie bajo el rótulo de "Biblioteca Ilustrada". Todo lo editado bajo dicha etiqueta, que tuvo un amplio recorrido, es una de las más importantes referencias editoriales del siglo XIX. Algunos de los principales títulos representativos que editaron fueron las Escenas matritenses (1851) de Mesonero Romanos y el Diario de un testigo de la Guerra de África (1859) de Pedro Antonio de Alarcón, así como las más destacadas obras de la literatura europea de entonces. Tras el fallecimiento de José Roig, la casa pasó a denominarse Gaspar Hermanos y, desde 1874, Gaspar editores, desapareciendo como editorial tan solo siete años después.

A lo largo de su amplio recorrido también editaron la revista El Museo Universal desde el año 1851 hasta el 1869, lo que supuso un antes y un después al incluir en ella gran contenido gráfico, lo que les permitió rivalizar con las mejores revistas ilustradas europeas a lo largo de sus trece años de existencia.

Nuestro interés se centra prioritariamente en los almanaques, poco atendidos o pasados de largo en los estudios sobre la historia de la literatura y de la prensa del XIX. Todo almanaque, al resumir los acontecimientos del año transcurrido y aventurar los sucesos posteriores, no puede desatenderse ni soslayar una visión política de la historia, aunque traten de mantenerse inocentes en ese sentido o ceñirse en exclusiva a lo propiamente literario. Los grabados incluidos, en suma, reflejan de una forma directa o alegórica acontecimientos y situaciones cotidianas propios de la época acompañados habitualmente por pequeños textos alusivos o aclaratorios a pie de página.

El almanaque es una especie de cajón de sastre donde cabe todo un conjunto heterogéneo de formas textuales muy variadas acompañadas de elementos gráficos, generalmente viñetas, a caballo entre la cultura escrita e impresa; un objeto cultural, en suma, con entidad propia y merecedor de estudio y evolución como fuente de información sobre asuntos generales que nos arrojan luz sobre sobre el año transcurrido y sus predicciones para el venidero.

En los estudios académicos consultados apenas aparecen muestras de las imágenes que incluyen, ya sean sobre la prensa periódica o de la literatura generalista, cuando resultan ser un elemento esencial y diferenciador de las numerosas publicaciones de entonces. La caricatura y la viñeta, dibujadas por eminentes ilustradores, como es caso del gran Francisco Ortego que es el autor de estas que reproduzco, tienen por sí mismas un significado propio para un lector de imágenes en una España con un enorme porcentaje de analfabetismo y donde las imágenes actuaban como un reclamo por sí mismas.

Como es obvio, el interés de este blog no pretende un estudio significativo de estos objetos culturales, sino que se reduce por dar a conocer una pequeña selección de viñetas ilustrativas incluidas en ellos tratando de contextualizar a grandes rasgos el año en cuestión del almanaque y seleccionando de entre los publicados aquel que parece resultar más significativo. La elección es obviamente subjetiva aprovechándonos de la digitalización de documentos antiguos disponibles en internet y el acceso al vaciado de publicaciones que antes exigía la presencia física en la biblioteca depositaria respectiva para su consulta.


Contexto histórico del almanaque

En el breve reinado de Amadeo I y en mismo año de su acceso al trono se convocaron elecciones generales para el 8 de marzo para dilucidar la división existente entre los partidarios del Antiguo Régimen ("monárquicos isabelinos" y "carlistas"), por el Partido Republicano Federal (Pi y Margall) y sobre todo por la Coalición Progresista Liberal (Unión Liberal, Partido Progresista y Partido Democrático), presidida por Serrano, donde también se encontraban otras formaciones menores ("moderados", "canovistas", "Montpensieristas"...). Fue la Coalición la que obtuvo los mejores resultados, siendo nombrado presidente del Congreso de los Diputados el progresista Salustiano de Olózaga.

Debido a la inestable situación política Práxedes Mateo Sagasta fue quien asumió la presidencia del gobierno el 12 de diciembre, cargo que ostentó hasta pasadas las nuevas elecciones convocadas para abril de 1872.

El rasgo más característico del breve reinado de Amadeo I (enero 1871-febrero 1873) fue la permanente inestabilidad social y política: tres elecciones generales y seis gobiernos en apenas dos años.

España tampoco fue ajena en 1871 a las consecuencias de la Guerra franco-prusiana (1870), a la caída del régimen de Napoleón III, la proclamación de la república en Francia (septiembre de 1870) y los acontecimientos de la Comuna de París de 1871, donde se instauró el primer gobierno de la clase obrera (del 18 de marzo al 28 de mayo de 1871) siendo todos ellos momentos de crisis política y social en el país vecino coincidiendo también con la indefinición política de entonces y el advenimiento al trono español de Amadeo I. 

Es en este contexto histórico, tan convulso políticamente, es cuando se editó el nuevo almanaque para el venidero año de 1872.

El resumen del año 1871 en el almanaque fue escrito por Manuel de Palacio (1831-1906) quien fuera un renombrado periodista, dramaturgo y conocido escritor de sátiras en verso de políticos de entonces, lo que le supuso numerosos pleitos por injurias y difamación. Fundador también, junto a Luis Rivera, del conocido periódico satírico Gil Blas (1864-1870). En su resumen del año lamenta el asesinato de Prim en diciembre del año anterior, los acontecimientos políticos externos y la esperanza puesta en el proclamado nuevo rey Amadeo I, quien juró la Constitución el día 2 de enero del año en curso.



Las predicciones para el nuevo año 1872 se recogen en el almanaque de forma irónica como se aprecia en las viñetas entresacadas.







Como curiosidad, los versos que figuran al pie de la viñeta "Uno que saldrá en las próximas", fueron muy repetidos y adaptados con variantes según la intencionalidad perseguida, apareciendo en muchas publicaciones de la prensa escrita y perdurables también como expresión oral. Su procedencia creo encontrarla en el drama romántico El trovador, de Antonio García Gutiérrez, estrenada en el madrileño Teatro del Príncipe el 1 de marzo de 1836. Dicha obra alcanzó una gran proyección por el trasfondo histórico del conflicto entre la figura del noble tradicionalista (Don Nuño) frente al humilde trovador (Enrique), enfrentados ambos por los amores de la dama Leonor, enamorada del trovador. 

Nuño: ¿Dónde vais?
Manrique: Al campo, Don Nuño voy
donde probaros espero,
que si vos sois caballero...
caballero también soy.

Estos versos originales del enfrentamiento recogidos en la obra fueron reconducidos y adaptados según las diversas situaciones tanto en los escritos como en la memoria a modo de versos con sentido figurado.








©Antonio Lorenzo

sábado, 19 de febrero de 2022

De almanaques, calendarios y predicciones [IX]

Este Almanaque enciclopédico español ilustrado para 1871 estuvo a cargo del periodista y escritor Julio Nombela. La distribución de sus apartados corresponde a grandes rasgos con los anteriormente editados bajo la etiqueta de «enciclopédico».

Julio Nombela (1836-1919), fue un prolífico periodista, dramaturgo y escritor de oficio de la segunda mitad del siglo XIX, aunque poco reconocido en la actualidad. Novelista abierto a los gustos del público de entonces y gran activista en las empresas periodísticas en las que participó. Colaboró en numerosas publicaciones de distintos periódicos con ideología dispar, como El Clamor Público, La Iberia o La Esperanza, como redactor en 1856 en el influyente Diario Español, donde a lo largo de dos años y medio fue el encargado de las revistas de teatros, así como de la gacetilla y el folletín. También fue redactor del Correo de la Moda, La España Musical y Salones y Teatros, Periódico para todos, El Correo de Ultramar, etc., lo que nos da idea de su enorme actividad en la prensa de la época. Ello se explica por la dificultad de mantener un elevado número de lectores de cara a sus resultados comerciales debido a la proliferación de periódicos que aparecían o desaparecían en un escaso periodo de tiempo, a lo que se unía el sesgado carácter partidista de diferente signo.

Nombela, ilusionado en un principio por el triunfo de La Gloriosa, participó activamente en distintas publicaciones que la ensalzaban, aunque con el paso del tiempo fue decantándose hacia una ideología conservadora como consecuencia del rumbo que iban tomando los acontecimientos. Nombela acabó defendiendo el régimen foral e identificándose paulatinamente con la causa carlista como defensora de la tradición española y participando en ella activamente, pues hasta llegó a ser secretario del general carlista Ramón Cabrera, lo que indica todo un perfil acomodaticio y contradictorio en su evolución política respecto a sus posiciones ideológicas expresadas con anterioridad.

Las perspectivas para el año 1871 en España no parecían ser alentadoras desde un punto de vista político, puesto que en el anterior año transcurrido el gobierno seguía siendo provisional y transitorio en su búsqueda del restablecimiento de la monarquía como forma de gobierno aprobada y restablecida en la Constitución de 1869, mientras la regencia del gobierno recaía por entonces en el general Serrano.

El jefe de gobierno de entonces era el general Prim, asesinado tras un atentado el 27 de diciembre de 1870. Gracias a su mediación se aprobó la Constitución de 1869 y la elección el 16 de noviembre del que sería el nuevo rey de España, el hijo de Víctor Manuel II de Italia, Amadeo I de Saboya, quien juró la Constitución el día 2 de enero del nuevo año 1871.

Al anunciarse el almanaque con la etiqueta de enciclopédico distribuye su contenido en diferentes apartados, tras las habituales referencias al santoral, las fiestas movibles, estaciones, eclipses, etc. La distribución de los distintos apartados o secciones del almanaque enciclopédico son los siguientes:

Almanaque astronómico
Almanaque religioso
Almanaque científico
Almanaque artístico
Almanaque estadístico    
Almanaque de Madrid
Almanaque político
Almanaque recreativo
Almanaque poético
Almanaque de las damas
Almanaque cómico

En el Juicio del año, sección común en los almanaques para el año que va a comenzar, el autor aboga de forma ilusionada por alcanzar un cristianismo generalizado, y en el caso español por lograr la disolución de los partidos y el encuentro de un rey conciliador que una a los españoles en el respeto a la ley.


En la sección dedicada al almanaque religioso se ofrecen noticias y detalles sobre la convocatoria del I Concilio Vaticano (1869-1870) convocado por el papa Pío IX. Su primera Sesión se celebró el 8 de diciembre de 1869 concluyendo el 20 de octubre de 1870, donde se declaró, entre otras cuestiones y con controversias entre sus miembros, cuyas discusiones debían mantenerse en secreto, la infalibilidad del papa cuando se pronuncie ex cathedra, sobre la doctrina de fe y las costumbres, algo que obligatoriamente debe ser aceptado por toda la iglesia católica. Todo el desarrollo del concilio estuvo marcado por la notable ausencia de comunicados oficiales en el desarrollo de las distintas sesiones.

El almanaque, dada su ideología conservadora, recalca la defensa de la fe católica y de la justicia de un mundo civilizado a través de una pormenorizada descripción de su comienzo y transcribiendo la primera alocución pronunciada por el santo padre el día 8 de diciembre.

Pero algo que despierta la curiosidad y la atención en este apartado del almanaque es la pormenorizada relación que ofrece con la lista de los donativos hechos a su santidad con motivo del concilio, de los que no me resisto a entresacar algunos de ellos como ¿ofrenda? o para ¿sufragar? los gastos del mismo.
* Un roquete bordado por las señoras de Santiago de Cuba.
* Un magnífico pescado de oro con la boca llena de rubíes, y metido en una caja llena de oro, regalado por el Arzobispo de Nueva-York. 
* Riquísimas piezas de oro y plata nativos de gran peso, tasadas en 100.000 pesos fuertes, por el Obispo de California. 
* Una magnífica campanilla de bronce dorado, que servirá para las sesiones del Concilio, ofrecida por un eclesiástico de Rímini. 
* Las señoras de esta república [Venezuela] han enviado á Su Santidad multitud de pendientes, collares, anillos, pulseras y aderezos de gran riqueza y mérito artístico. 
* Un canastillo con un búcaro de flores de filigrana de plata, y 7.000 francos en oro, ofrecidos por las señoras de Lima. 
* M. Maupin, Obispo de la Reunión (América), ha entregado al Padre Santo 400 libras del mejor café de la isla de Borbon, regaladas para Su Santidad por diferentes productores. El mismo señor Obispo ha ofrecido á Su Santidad 100 libras de miel verde, que no se encuentra más que en ciertas localidades 
de la isla de Borbon, y cuya miel es una de las mejores del globo. 
* Las Hijas de María de Santa Rufina (Italia) han ofrecido á Su Santidad una casulla magníficamente bordada y un roquete con arreglo al modelo de los que usa Su Santidad. 


Por su parte, la sección dedicada al almanaque artístico se detiene principalmente en la pintura y en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona, con especial mención al pintor Mariano Fortuny.

Respecto al teatro de 1870, en el almanaque se critica el éxito del "can-can", conocida danza de origen francés y asociado a las clases trabajadoras, a la que califica con la etiqueta de "mercantilismo", alabando, por el contrario, el teatro de corte clásico, la ópera y la zarzuela. 

Se lamenta también sobre los tiempos vividos que no son propicios en las naciones al propósito del desarrollo del arte, más preocupadas por las armas para apoyar con ellas sus ambiciones o justificar sus debilidades.

Exposición de Bellas Artes en Barcelona 

En el almanaque estadístico se recoge toda una serie de datos de superficie, población y situación de la Hacienda y presupuestos de ingresos y gastos de los países de Europa y del resto de los continentes. También da noticia y balance de nacimientos y defunciones según el aumento o disminución de las distintas provincias españolas junto al número de matrimonios por provincia, según diferentes censos anteriores. Visto desde nuestra perspectiva actual, no son datos que despierten un interés significativo, salvo la curiosidad de los nacimientos provinciales ya fueran "legítimos" o "ilegítimos" según el estado civil de los padres, tanto de varones como de hembras. También se recoge estadísticamente un listado de las defunciones provinciales clasificadas según fueran casados, solteros o viudos.


En la sección del almanaque de Madrid se recoge la historia de algunos lugares y edificios emblemáticos ilustrados con bellos grabados, de los que reproduzco algunos.

Convento de Las Calatravas

Estanque del Buen Retiro

Plaza de Oriente

Teatro y Circo de Madrid (demolido en 1876)

El almanaque político es el que mayor interés despierta por las intrigas y posicionamientos entre los dos grandes partidos: los afortunados que ocupan destinos oficiales y aquellos que intentan despojarlos de sus regaladas poltronas para apoderarse de ellas. En su resumen, comienza:
«Al comenzar el año1870 hallábase el general duque de la Torre [Francisco Serrano] ocupando la regencia de España; Prim era ministro de la Guerra, y los unionistas, progresistas y demócratas formaban la mayoría de la Cámara Constituyente.
En aquella fecha estaba terminada la Constitución democrática que hoy nos rige, y solo faltaba coronar la obra nombrando el monarca que ha de ocupar el trono de San Fernando, para que terminara de una vez una interinidad tan peligrosa como contraria a los intereses de la patria, a su comercio, a su industria y, en una palabra, a su prosperidad».
La búsqueda de un candidato consensuado al trono de España fue una de las principales preocupaciones políticas de los partidos de entonces en la idea de tratar de dar una cierta estabilidad a la nación. Barajando los nombres y las distintas posibilidades de los aspirantes se desarrolla en este apartado los pros y los contras de cada uno de ellos y donde se hace un repaso de la política exterior de 1870, con especial atención a la insurrección cubana.

Entresaco algunos grabados incluidos en esta sección de los entonces aspirantes al trono español.



Poco interés tienen las secciones dedicadas al almanaque recreativo y poético desde un punto de vista actual, con poemas y letrillas variopintos con especial dedicación y homenaje a José Zorrilla como referente.

En el almanaque de las damas se considera la bondad como la mejor cualidad moral para toda mujer, educada por sus madres como cualidad de "inapreciable valor cuando adorna al sexo débil".
«No es suficiente que la mujer se parezca á los ángeles en la belleza, preciso es también que en la bondad se les asemeje...
El primer trabajo que debe emprender la madre que quiera hacer bondadosa a su hija es torcer su voluntad cuando esta sea producto de los caprichos tan frecuentes en la niñez».
Pero son las disposiciones sobre la nueva ley del matrimonio civil las que merecen una mayor atención y detenimiento: 
[...] La nueva ley civil a que nos referimos tiene su fundamento en la libertad de cultos consignada en el programa de la revolución de Setiembre, y es una consecuencia lógica de aquel precedente. 
Sin embargo, en nuestra opinión no comprendemos la necesidad del establecimiento de la libertad de cultos en un país donde todos somos católicos, ni por consecuencia la urgencia de la promulgación de una ley de matrimonio que, sin aumentar ventaja alguna al ciudadano, le da ocasión a grandes molestias y no deja por otra parte de introducir alguna perturbación en los ánimos de las personas adictas a sus antiguas y venerandas costumbres. [...] (pág. 157-158)
Tras este apresurado repaso general extraigo de la última sección, correspondiente al almanaque cómico, algunos de sus grabados.








©Antonio Lorenzo

viernes, 11 de febrero de 2022

De almanaques, calendarios y predicciones [VIII]

 

El almanaque editado para el año 1869 por el periódico El Cascabel, continúa básicamente con la misma estructura y recorrido que los anteriores.

1869 fue un año muy agitado políticamente. Tras el derrocamiento de Isabel II y su forzosa salida al exilio, se formó un gobierno provisional que convocó elecciones para el 15 de enero, aunque bajo sufragio universal solamente masculino. Dichas elecciones fueron las primeras tras la revolución La Gloriosa del año anterior, lo que marcó un antes y un después en la historia del liberalismo español. La revolución estuvo encabezada por los generales Juan Prim y Francisco Serrano, poniendo fin al gobierno de Narváez, jefe del Partido Moderado.

Las Cortes Constituyentes comenzaron sus sesiones el 11 de febrero de 1869. La Constitución se promulgó solemnemente el 6 de junio de 1869 donde se recogía un importante catálogo de derechos y libertades.

El almanaque que nos ocupa, editado a finales del año anterior, recoge de forma subrepticia los cambios que se iban produciendo, pero sin llegar a tomar clara posición, aunque el ideario del periódico y de su director Carlos Frontaura era básicamente moderado y monárquico. Tanto las ilustraciones, algunas del reconocido ilustrador y dibujante Francisco Ortego, al que dedicaré particulares entradas, como los textos que las acompañan, expresan preocupación por los acontecimientos pasados y temores por el futuro que habrá el año 1869 al que va dedicado el almanaque.

Las viñetas humorísticas de carácter costumbrista era una forma de evitar la censura respecto a aquellas otras de carácter político que fueron adquiriendo un mayor protagonismo tras la revolución Septembrina. En el Decreto del 23 de octubre de 1868 ya se establecía que «todos los ciudadanos tienen derecho a emitir libremente sus pensamientos por medio de la imprenta, sin sujeción a la censura ni a ningún requisito previo», algo que favoreció muy notablemente la aparición de numerosas publicaciones donde la caricatura adquirió una importancia cada vez mayor. El esfuerzo de las publicaciones para llamar la atención de sus lectores se basaba en gran medida en los dibujos que incluía formando parte de la estrategia comercial.

Como mi interés se centra principalmente en la evolución de los almanaques, entresaco del editado para 1869 unos ejemplos muy comedidos respecto a los cambios políticos, a los que añado algunas recomendaciones publicitarias.

En uno de los dibujos de los recuerdos del año 1868, reproducido más abajo, se nos informa sobre la compañía imperial japonesa. Por contextualizar algo que desde nuestra perspectiva actual nos puede resultar extraño conviene recordar que esa compañía imperial japonesa se refiere a la occidentalización del entonces teatro japonés en el Periodo Meiji (1868-1912), referido a los 45 años del reinado el emperador japonés donde el país, como potencia emergente, desarrolló una importante modernización y occidentalización de las artes escénicas que rompían con los esquemas clásicos y que difundieron por numerosos países, entre ellos en el nuestro. Tanto su sofisticado vestuario, grandiosas tramoyas, aparatosa escenografía con personajes voladores, uso de trampillas, etc., no fue bien acogido por el público de entonces, de ahí que se renombrara en el dibujo como la «compañía imperial de los demonios».

Todo ello guarda relación con el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación firmado por España y Japón el 12 de noviembre de 1868, a caballo entre la Revolución Meiji en Japón y la Revolución Gloriosa en España, apenas mes y medio antes del exilio de la reina a París. No hay que olvidar que en aquellas fechas España seguía manteniendo una presencia territorial nada desdeñable en Asia-Pacífico.














©Antonio Lorenzo