jueves, 4 de julio de 2024
Memorial que presentaron las mocitas españolas por la falta de consortes
jueves, 27 de junio de 2024
Cartas del más allá aparecidas a un sacerdote y al papa
Quien llevare esta relación consigo, será libre del demonio y no morirá de mala muerte, y en la casa donde hubiese dicha relación no habrá vicion alguna ni cosa triste: la mujer que estuviese de parto trayéndola consigo con una Fé verdadera, parirá sin peligro, y en resumen, á todo cristiano que devotamente la lleváre en el pecho, le guardaré de rayos y centellas, incendios, ladrones, persecuciones, injustas, trabajos, tribulaciones, y en la terrible hora de su muerte interdederá por él mi Madre Santísima.
lunes, 17 de junio de 2024
Regocijo de las mozas por el licenciamiento de los soldados
https://adarve5.blogspot.com/2018/10/impresores-y-estamperos-populares-de.html
Sobre la visión y el papel dependiente de la mujer respecto al hombre y al matrimonio, tal como aparece en los pliegos conservados de la mitad del siglo XIX, dedicaré otros ejemplos significativos.
jueves, 6 de junio de 2024
La tía Girula, envenenadora de cuatro maridos
Fragmento de 'La poción de amor' (1903), pintura de Evelyn de Morgan (1855-1919) |
Su último y aunque avisado marido de sus correrías anteriores, fue un soldado, quien, tras castigarla por sus crímenes anteriores, logró que ella bebiera el veneno activo que tenía preparado para él, por lo que consiguió acabar con la vida de la tía Girula.
Estos histriónicos hechos, donde se combina el envenenamiento con su motivación, gozaron de una atractiva popularidad en amplios sectores de público al combinar el engaño y la premeditación con lo satírico. Tampoco faltan las clásicas advertencias a los solteros para que se muestren prevenidos y alertas ante las mujeres, con claras recomendaciones de carácter misógino, aunque envueltas en un ambiente chistoso común en tantas hojas volanderas.
El predominante estereotipo sobre la mujer en el mundo de los pliegos sueltos se basa preferentemente en el engaño y en la premeditación para conseguir sus fines. La imagen de la mujer envenenadora, como forma de violencia marginal causada por su desafección al marido, ya fuera para lograr prosperar económicamente o entablar una nueva relación con la figura del amante, sugiere y alimenta el entonces estereotipo imaginario sobre la mujer.
Tras este "chiste moderno", que no deja de producir cierta sorpresa por la presunta actualidad innovadora del propio título, se añade una carta enviada desde Orán por Perico Pata-Gorda a un amigo suyo advirtiéndole de las consecuencias que tiene el casarse con mujeres derrochadoras.
A pesar del tiempo transcurrido, la mujer envenenadora de sus maridos nos recuerda a una canción del último cuarto del siglo XX interpretada por Massiel y procedente del disco "Viva" del año 1975, con el título de Lady Veneno, con estructura musical de tango y con letra de Moncho Alpuente y música de quien fuera inolvidable compañero y amigo Carlos Montero, donde se narra la forma de deshacerse de los maridos molestos.
https://www.youtube.com/watch?v=waw_NT5ZnPg&ab_channel=MelissaSabrina
Yo tuve tres maridosy a los tres envenenécon unas cuantas gotasde cianuro en el café.Pero seguramente no me guardan rencorpues derechos marcharon hacia un mundo mejor.Mi vida es un infierno- se lamentó el primero-no he de librarme nunca del negro pluriempleo.Nos agobian las letras, las deudas y los plazosy me persigue, atroz, la sombra del infarto.Esto no es vida, essucumbir lentamente.Yo aceleré su largo camino hasta la muerte.Él me dijo: querida, excelente café,yo no sé qué le pones que me sabe tan bien.Yo tuve tres maridosy a los tres envenenécon unas cuantas gotasde cianuro en el café.Pero seguramente no me guardan rencorpues derechos marcharon hacia un mundo mejorMi segundo maridoera un rico banquero,con él no tuve nunca problemas financieros,más se volvió celoso,como un jeque orientaly se hizo insoportable la vida conyugal.Lo libré del insomnioy de sus consecuenciasy durmió el sueño eternoy las buenas conciencias.Él me dijo: querida, que bueno está el café,yo no sé qué le pones que me sabe tan bien.Pero volví a casarme,nunca he de escarmentar,y mi tercer maridofue un intelectual.Él quiso liberarmede todos mis prejuicios,suprimir de un plumazomis anteriores viciosy, para reformarme,me puso a trabajar,mientras él meditabatumbado en el sofá.Lo mandé incorruptibley puro al otro barrio,tal como vino al mundo,con los brazos cruzados.Yo tuve tres maridosy a los tres envenenécon unas cuantas gotasde cianuro en el caféPero seguramente no me guardan rencorpues derechos marcharon hacia un mundo mejor.
El pliego, que se encontraba a la venta en la librería Vidal de Reus, fue reimpreso por otros conocidos talleres, de los que adjunto al final un par de cabeceras.
martes, 28 de mayo de 2024
Atrocidades de los judíos narradas en tres pliegos sueltos
* No fíes del judío converso, ni de su hijo ni de su nieto.* Judío o mujer que jura, malicia segura.* El judío y la mujer, vengativos suelen ser.* Clérigo, fraile o judío no le tengas por amigo.* Judío, poca vergüenza, poca conciencia, y mucha diligencia.* Al judío, dadle un palmo y tomará cuatro.* El gato y el judío, a cuanto ven dicen mío.* Con judío chato, ningún trato, y aunque sea narigón, poca conversación.* Más judíos hizo cristianos el tocino y el jamón que la Santa Inquisición.* Judío para la mercaduría y fraile para la hipocresía.
martes, 21 de mayo de 2024
Testamentos burlescos y su pervivencia en la tradición panhispánica
Apunte u’té, señor escribano,apunte u’té con la pluma en la mano;apunte u’té unos pantalonesque no tienen ojales ni tienen botones;apunte u’té unos calzoncillosque no tienen pretina ni tienen fondillos;apunte u’té una camisetaque no tiene pechera ni tiene faldeta;apunte u’té unos zapatongosque hace quince o veinte años que no me pongo;apunte u’té el sillón de Agustínque no tiene espaldar ni tiene balancín.
A mis herederos que pongan cuidado,que se repartan lo que haya dejado.Estribillo:Ande escribano, escriba usted,con tinta y papel, que quede bien.que quede bien, bien arreglado,con tinta y papel que quede sellado:Tengo mi casa muy bien amueblada,de pulgas y piojos está tapizada.Tengo mi casa muy bien amueblada,de pulgas y chinches está entapizada.
Tengo mi catre de pabellón,de telarañas allá en el rincón.Tengo mi catre de pabellón,de telarañas allá en el rincón.
(Estribillo)Tengo unos quesos de muy buen comer,los tengo pintados allá en la pader (sic).Tengo unos quesos de muy buen comer,los tengo pintados allá en la pader (sic).
Tengo una Virgen de los Dolores,que nomás le quedan los puros colores.Tengo una Virgen de los Dolores,que sólo le quedan los puros colores.
(Estribillo)
Tengo seis pares de calcetines,que nomás le quedan los puros hilines.Tengo seis pares de calcetines,que nomás le quedan los puros hilines.
Tengo tres pares de zapatillas,que nomás le quedan las puras plantillas.Tengo tres pares de zapatillasque nomás les quedan las puras hebillas.
(Estribillo)
Tengo seis pares de camisetas,que nomás le quedan las puras jaretas.Tengo seis pares de camisetas,que sólo le quedan las puras jaretas.Tengo seis pares de calzoncillos,que nomás le quedan los puros ojillos.Tengo seis pares de calzoncillos,que sólo le quedan los puros ojillos.
(Estribillo)
Tengo seis pares de pantalones,que nomás le quedan los puros gorrionesTengo seis pares de pantalones,que nomás le quedan los puros gorriones
Tengo seis pares de sábanas rotas,que por donde quiera se ven las nalgotas.Tengo seis pares de sábanas rotas,que por donde quiera se ven las nalgotas.
Tengo un sombrero de jipi y japa,que nomás le queda la pura tapa.Tengo un sombrero de jipi y japa,que sólo le queda la pura tapa.
(Estribillo)
Tengo mi saco de muy buen tricot,de pelo de cama la gata me dio.Tengo mi saco de muy buen tricot,de pelo de cama la gata me dio.
Tengo mi capa de tela muy fina,que nomás le queda la pura esclavina.Tengo mi capa de tela muy fina,que solo le queda la pura esclavina.
Tengo un sombrero de pelo e' conejo,que nomás le queda el puro parentejo.Tengo un sombrero de pelo e' conejo,que solo le queda el puro parentejo.
(Estribillo)
Mi desayuno de por la mañana,lo tengo metido debajo e' la cama.Mi desayuno de por la mañana,lo tengo metido debajo e' la cama.
A usted doy las gracias,señor escribanopor el testamentoque bien me ha arreglado.
EL TESTAMENTO
Apunte usted, señor escribano,la pluma en la mano y apunte usted.Un testamento que voy a hacerde lo que dejo a mi mujer:
Cuatro pares de zapatonesque ya no les quedanmás que los tacones.Apunte usted, señor escribano ...
Una Virgen de la Soledadque ya no le quedamás que la mitad.
Apunte usted, señor escribano ...
Un Señor San Agustínque ya no le quedamás que su tilín.
Apunte usted, señor escribano ...
Un sombrero de cuero'e conejoque ya no le quedamás que el barboquejo
Apunte usted, señor escribano ...
Una imagen de Santa Teresaque ya no le quedamás que la cabeza.
Apunte usted, señor escribano ...Una camisa de rica estopillaque ya no le quedamás que la aletilla.
Apunte usted, señor escribano ...
Una patita de una mesitaque son recuerdosde mi abuelita.
Apunte usted, señor escribano ...
El motivo testamentario también se ha utilizado como recurso desde un punto de vista más literario. Es el caso del sugerente testamento escrito por Pablo Antonio Cuadra (1912-2002), poeta nicaragüense, ensayista, crítico de arte y de literatura, dramaturgo y quien fuera gran cultivador de temas indigenistas.
EL TESTAMENTO
Llegó la abuela
con su pausado balanceo de navío.
Cuando ella entraba
la Historia con un fru-frú de páginas innumerables en el ruido
de sus enaguas.
Sus ojos gobernaban por decretos
de dulces mimos
y maternas severidades,
pero esta vez avanzó cargando la mansedumbre con fatiga,
se sentó quejumbrosa
en el monárquico taburete de las amonestaciones
y puso su canasta de tejedora al pie de la silla.
— Hija mía Juliana —murmuró—: este delantal de bambas
es para que bailés al Doctor Jerónimo en nombre de tu raza.
Sé que te gusta el baile y la tremolina
¡bailá, muchacha! ¡que no se acabe
el ritmo de este pueblo! El día
que nuestros huesos pierdan su música
seremos desplazados por extranjeros.
— Y a vos, Celedonio, te dejo el puño
de plata del bastón de tu padre.
Eres el mayor y tengo años de esperar
que presidas al Cabildo
con la vara de Alcalde en la mano. ¿Qué te pasa
muchacho? ¿Se hizo horchata
tu sangre de cacique? ¡A la casa
de tu padre el pueblo entraba
y salía a buscar sus palabras!
—A Dámaso díganle que le dejo la cutacha del abuelo.
Está colgada del clavo.
Nunca la saqué de su vaina pero el muchacho es levantisco
y anda metiéndose en problemas.
Me gustan sus azares. Dámaso
es un peligro, pero no será por él
que mi pueblo acepte el yugo.
—Y a vos, rinconero, que te gusta fatigarte con letras,
te dejo este libro de cantos
que cantaron tus antecesores.
¡Que no se rompa el hilo! ¡Escribe!
¡Pobre muchacho; Cuando tu padre sembraba
y te daba el arado
nunca trazaste un surco derecho! Te dejo
indefenso contra el hambre
¡pero mi pueblo necesita soñadores!
—Y a vos, Lupita, que te estás quedando suelta sin tu voluntad,
te dejo mi canasta de tejidos con algunos ahorros en el fondo.
A ver si te cambiás de peinado y te empolvás y hacés un esfuerzo.
Lupita; ¡no hay que ser tan pasiva, hija mía!
enciende lirios, enciende pájaros,
quema el borde de la noche,
el oficio de la mujer es encender el cielo
de estrellas en el ojo del varón.
...¿A dónde vamos si se apaga la aventura?
Y se recostó en el taburete cansada de su testamento
y se quedó suavemente dormida.
Y nunca despertó.