domingo, 18 de mayo de 2014

Coplas del bolero donde se declara cómo el bolero tiene engañadas a las danzarinas boleras

Baile de majos
De la imprenta madrileña de Agapito Fernández Figueroa, de la calle de las Aguas, reproduzco este interesante pliego donde se recogen los consejos que ofrece el Bolero quién, a modo de narrador omnisciente, describe cómo las danzarinas boleras de los castizos barrios madrileños de Lavapiés, Chamberí, Barquillo y Maravillas, se las componen para 'limpiar la faltriquera' a los mocitos incautos y advirtiendo a éstos para que no se casen con ellas si no quieren verse pobres y sin fortuna.

El pliego concluye con la clásica petición al auditorio de algunas monedas para el pobre que lo ha cantado.

“…Compre este papel,
pues aquí se vende,
compre este papel
todo aficionado:
compre este papel
y afloxe la bolsa:
compre este papel
quien le haya gustado”.

Aunque en el pie de imprenta no figura la fecha puede deducirse por el tono y el asunto que se corresponde con las modas de la ya bien entrada segunda mitad del siglo XVIII o de los primeros años del XIX, donde el llamado 'majismo' imperaba en el Madrid de aquel tiempo. El bolero, que comenzó como réplica de la contradanza francesa, acabó convirtiéndose en lo que sería una escuela clásica de danza. De origen popular, el bolero pasó de la calle a los salones de baile de las clases adineradas, cosa que no sucedió con otros bailes populares como la jota o el fandango, por ejemplo.

El 'majismo madrileño', como movimiento popular, guarda una estrecha relación con el 'andalucismo o majismo andaluz' donde los majos y majas aparecen repetidamente como personajes centrales en las tonadillas del siglo XVIII, de tanto éxito en la capital. El majo o maja pertenecen a las clases populares madrileñas. Su etimología parece provenir de los 'mayos' y 'mayas', fiesta donde se celebraba la llegada de la primavera de honda y antigua raigambre. Del majismo, como fenómeno popular urbano frente al rural, surgieron luego otras variantes como el 'manolismo', los 'chisperos' y 'curtidores', con características superpuestas propias, pero que nos alejaría del tema que tratamos.

El majo madrileño no es propiamente el 'guapo matón' o el 'bravo arriscado' que suele aparecer en la literatura de ambiente andaluz, aunque guarden cierta relación, sino que se trata de personajes ataviados a 'lo goyesco', de finas y afectadas maneras, tan bien ilustradas en las pinturas y tapices de Goya. Boleros, seguidillas y fandangos se convirtieron en los bailes de moda desde la década de 1750 en adelante. El majismo, en fin, puede considerarse también como una reacción patriótica frente a lo extranjero.

Recojo algunas citas textuales entresacadas de la interesante y muy desconocida obra del hispanista y erudito alemán Adolf Friedrich von Schack (1815-1894) donde comenta ciertos aspectos que vienen al caso y que resultan de interés por las fechas en que fueron escritas.


"El Bolero, que se diferencia de los anteriores por la mayor viveza de sus movimientos, de cuya particularidad viene su nombre, debió inventarse hacia el año de 1780 por D. Sebastián Cerezo, celebérrimo bailarín de aquel tiempo. Añádanse también á éstos La Jota aragonesa, que se baila por tres personas; Las Sevillanas; Las Manchegas, especie de bolero; El Chairo, etc.".
"Lope de Vega se queja, en La Dorotea, de que hayan caído en tal desuso bailes antiguos, como La Gibadina y La Alemanda, que ya en su tiempo no se conocían bien; y dos siglos después hace lo mismo otro celoso defensor de las costumbres nacionales españolas contra los afrancesados, respecto de La Zarabanda, La Chacona, El Escarramán, El Zorongo y otros de este jaez . No nos es posible dar hoy una descripción acabada de estos bailes, de que tanto hablan los antiguos escritores españoles; pero por lo que puede rastrearse de sus indicaciones aisladas, se asemejaban en lo esencial al tipo común, de donde salieron La Jota, El Bolero, El Fandango y otros de la misma especie, más ó menos licenciosos".
"En poco tiempo se extendieron las seguidillas desde la Mancha, su patria, por todas las provincias españolas. El Fandango, El Bolero, La Tirana, El Polo y otros bailes más sonados en los últimos tiempos que la seguidilla, son modificaciones ligeras de ésta, y tan parecidas a ella, que es necesario tener una vista muy ejercitada para distinguirlos".
[Adolf Friedrich von Schack: 'Historia de la literatura y del arte dramático en España', (1845-1846), tomo II].





Antonio Lorenzo

sábado, 10 de mayo de 2014

Seguidillas divertidas arregladas a la música del día


De la imprenta vallisoletana de Julián Pastor, de la que apenas hemos obtenido datos, sabemos que ya editaban desde el año 1833 y que estuvieron establecidos en la calle cantarranas, 26 y en la calle del cañuelo, 13. Su producción de pliegos de cordel no parece que haya sido muy abundante, aunque sí editaron varios reglamentos sobre la 'Caja de Socorros agrícolas de Castilla la Vieja' (1846), donde los labradores acreditados podían solicitar préstamos y guardar su producción durante determinados plazos, así como textos sobre lingüística y gramática castellana, textos de carácter legal, e incluso un drama histórico en cinco actos de nombre 'Sáfira' (1842) de la escritora Manuela Cambronero de La Peña o el 'Catecismo de la doctrina cristiana' (1839) con explicaciones del Astete que convienen igualmente al Ripalda, sin olvidar un curioso álbum patriótico escolar con motivo de la guerra de Marruecos de 1859.


 Sin llegar a la abundante producción de pliegos de la Casa Santarén, editaron de forma ocasional algunos pliegos o reimpresiones de otros. Uno de ellos es el que reproduzco donde se recogen unas seguidillas, con tintes pícaros y misóginos, 'arregladas a la música del día' de la que nada se puede precisar. En el pliego no figura ni el año de edición ni la dirección del establecimiento. 






Antonio Lorenzo

domingo, 4 de mayo de 2014

Elogio en décimas al famoso torero Pedro Romero por la acción que practicó dando muerte a un toro que subió a los andamios evitando muchas desgracias


En el número de la prestigiosa revista taurina La Lidia del 13 de abril de 1882, Luis Carmena y Millán (1845-1904) contestaba al artículo 'Desde la talanquera' del Doctor Thebussen (de nombre real Mariano Pardo de Figueroa (1828-1918), afamado cervantista, ocasional colaborador taurino, filatélico y gastrónomo), con el escrito titulado 'Un hecho notable de Pedro Romero' donde aportaba unas curiosas y desconocidas décimas que encontró en un pliego de cordel sobre el célebre torero rondeño y que constituyen el motivo de estas líneas y que paso a reproducir por su interés. 

Antes de ello, transcribo del citado artículo las opiniones de Luis Carmena sobre el afamado diestro y su distinta manera de concebir el toreo frente al practicado por su antagonista sevillano Pepe-Hillo.

“Todas las biografías del ínclito matador rondeño, se deshacen en elogios del aplomo, la pericia, el valor, las facultades, en fin, del que fue considerado en su época como el ‘Fénix de los toreros’. Son objeto preferente de sus investigaciones y juicios, las competencias de nuestro héroe con el renombrado Hillo, ídolo de chisperos, manolas y tablajeros, así como de la parte más corrompida de la aristocracia; conviniendo todos en que el arte metodizado y el valor sereno del Sr. Pedro, triunfaban siempre de los gallardos y fogosos arrebatos de su adversario, que explican su desastroso fin acaecido en el coso madrileño a los once días del mes de Mayo de 1801”.

“… Hay, sin embargo, un suceso, de que ni historiadores ni biógrafos han dado cuenta, cual es el de la muerte que dio a un toro que subió a los andamios y estuvo a punto de causar numerosas desgracias. Cayó en mis manos hace poco tiempo un pliego en 4.º, de cuatro páginas, sumamente raro, impreso a fines del siglo pasado, en que se celebra aquel acto de arrojo; y aunque han sido inútiles hasta ahora mis pesquisas para precisar si el suceso acaeció en la Plaza de Madrid o en alguna provincia y determinar con exactitud el año, ofrece, en mi sentir, el documento interés suficiente para que sea conocido y contribuya en adelante a ilustrar las biografías del diestro”.

Retrato de Pedro Romero por Goya
La revista La Lidia (1882) fue la revista más importante del periodismo taurino español del siglo XIX. En dicha revista, editada con importantes adelantos técnicos para la época como la cromolitografía a todo color, recogía en sus artículos la reseña de las corridas efectuadas, no sólo en Madrid sino también en las principales ferias de provincias, hasta su infortunada desaparición el 25 de noviembre de 1900 tras 18 años ininterrumpidos de información taurina.

Las décimas que reproduzco están sacadas y escaneadas directamente de la revista, aunque sabemos que fueron reeditadas por la Unión de bibliófilos taurinos, fundada en 1954, y que entre sus actividades figuraba la edición de materiales taurinos en cuidadas ediciones y de tiradas limitadas a 200 ejemplares, por lo que resultan de difícil acceso a un público general. La edición lleva por título 'Dos pliegos de cordel', que no he logrado ver, al cuidado de Diego Ruiz Morales y editada en Madrid en 1965.

4º menor, 21 p. Edición numerada y nominada de 200 ejemplares. Papel hilo, barbas. Rústica, Intonso. Edición de un impreso sin fecha, de fines del s. XVIII, con las décimas Elogio al famoso Pedro Romero, y los versos Lamentos a la muerte de Josef Delgado, impreso en 1801. El nombre del autor no figura en la portada; pero el escrito introductorio está firmado D.R.M. 






Si Luis Carmena y Millán se lamentaba de no haber podido precisar la plaza donde supuestamente se produjeron estos hechos, ha venido en nuestra ayuda una noticia aparecida y encontrada en el Diario Noticioso, Curioso-Erudito y Comercial Público y Económico, primer diario español fundado por Francisco Mariano Nipho (1719-1803), que concebido como periódico generalista apareció en 1758 y se mantuvo hasta 1918, si bien con diferentes cabeceras y contenidos, como el Diario de Madrid o el Diario Oficial de Avisos de Madrid.

En dicho diario se contemplaban noticias y opiniones junto a secciones fijas, textos en verso, noticias de ventas y alquileres y curiosidades de todo tipo.

Pues bien, en el número del viernes 5 de octubre de 1787 se recogía la venta de este pliego en la librería de Arribas, situando la acción del diestro rondeño en la plaza de Cádiz, lo que nos ilumina sobre el lugar y la fecha aproximada de la edición de este curioso pliego.





Antonio Lorenzo

lunes, 28 de abril de 2014

Apuntes sobre impresores y estamperos populares: de Juan Jolis a la Viuda de Pla + Afectos de un amante para pintar la hermosura de su dama


Las composiciones impresas como el romancero, las imágenes, aleluyas y gozos, adquirieron una gran importancia en Cataluña durante el siglo XVIII y XIX. A pesar de que todavía son escasos o parciales los estudios sobre estas pequeñas imprentas dedicadas a esta actividad sabemos que en los últimos años del siglo XVII y principios del XVIII existía un numero considerable de imprentas que continuaron con su negocio hasta bien avanzado el siglo XIX. Obviamente, se aprecian cambios en el gusto del público que va variando, aunque muy lentamente, con el paso tiempo, lo que acrecienta el interés de estas publicaciones efímeras como soporte y canalización de la llamada ‘cultura y mentalidad popular’. 

Lo que parece cierto es que la edición, distribución y venta de esta mercancía de pliegos significó un aceptable negocio si consideramos su desarrollo y duración temporal. Frente a las quejas de escritores y editores, digamos profesionales, estos pliegos carecían por lo general de cualquier tipo de licencia de impresión y la repetición de los temas antiguos, aunque remozados y adaptados a los nuevos tiempos, continuaban siendo vigentes y apreciados por el público consumidor. 

El impresor Juan Jolis, padre (Juan Jolis San Juan), se estableció en Barcelona sobre el año 1676 especializándose en la decoración de impresos y en los tacos de boj para ilustrar las pequeñas ediciones de su establecimiento de romances, láminas impresas y decoradas de la Virgen o de los santos que se vendían en las puertas de las iglesias, así como la edición de folletos de encargo. 

Juan Jolis se casó con María Oliver en 1676, de cuyo matrimonio nacieron siete hijos, de los cuales, el llamado también Juan como el padre, nacido en 1697, continuó con el establecimiento de su padre al fallecer éste en 1705, hasta el año 1759. 

Los herederos de Juan Jolis, que aparecen en los pies de imprenta, corresponden al periodo donde se hizo cargo del establecimiento Isabel, hija del fundador y hermana a su vez de Juan. Isabel Jolis falleció paralítica en el año 1770 y el negocio lo continuó el impresor Bernat Pla, que era trabajador de la casa y que adquirió la colección de los apreciados tacos de madera para ilustrar los pliegos, así como los distintos tipos de letras. 

Bernart Pla muere en el año 1801 y la imprenta pasa a manos de su viuda, que editó entre 1801 a 1827. 

A su vez, los herederos de la Viuda de Pla, editan con ese nombre desde alrededor de 1820 hasta aproximadamente 1860. 

Un resumen de la actividad de esta importante y duradera imprenta es como sigue: 

     * Juan Jolis (padre), edita entre 1680 y 1705 
     * Juan Jolis (hijo), edita entre 1706 y 1759
     * Herederos de Juan Jolis (hijo), editan entre 1760 y 1770
     * Bernat Pla edita entre 1770 y 1801
     * Viuda de Pla edita entre 1801 y 1827
     * Herederos de la Viuda de Pla editan entre 1820 y 1860 aproximadamente.
[Los datos ofrecidos son deudores del estudio de Enrique Rodríguez Cepeda: Romancero impreso en Cataluña (imprenta de J. Jolis a Viuda Pla), Tomo I, Madrid, Ediciones José Porruá Turanzas, 1984]. 
Para ilustrar con un ejemplo de mi colección reproduzco uno de los pliegos editados por la imprenta de Jolis que nos habla de los afectos de un amante para pintar la hermosura de su dama. 

Tanto la orla como el florero que ilustra el colofón del romance nos hace pensar que se trata de uno de los pliegos del taller de Juan Jolis, padre, aunque también pudiera corresponder a la etapa impresora de su hijo del mismo nombre, que heredó los tipos y los tacos de boj. Por otra parte, los dibujos de la portada del pliego son característicos del taller de Jolis: el caballero caminante con capa y espada, la dama que lleva una flor en la mano y el músico con capa y sombrero.






Antonio Lorenzo

jueves, 24 de abril de 2014

Penas de amor [Serie El cantor de los amores, Nº 15]


De la tardía imprenta de Antonio Llorens de Barcelona, este pliego, sin año, de la serie 'El cantor de los amores', Nº 15, con la curiosa y rara particularidad de incorporar la partitura musical.







Antonio Lorenzo

sábado, 19 de abril de 2014

Trovos nuevos + Chasco de una dama a un militar


De la imprenta Santarén de Valladolid reproduzco otro pliego, editado en 1859, con un surtido de coplas para cantar. El pliego incluye también el chasco que ha dado una dama a un militar, que es una adaptación y amplificación de La semana mal empleada, incluida en el pliego que ilustraba la entrada 'Apuntes sobre impresores y estamperos populares', dedicada a la tipografía vallisoletana, y que recogió y cantó la chilena Violeta Parra un siglo más tarde.

El trasiego de composiciones y coplas entre los pliegos es frecuente, incluso entre diferentes ciudades e imprentas, lo que nos da una idea aproximada sobre los gustos del público al mantenerse vigentes durante un tiempo prolongado.







Antonio Lorenzo



lunes, 14 de abril de 2014

Apuntes sobre impresores y estamperos populares: La Casa Santarén de Valladolid


La Casa Santarén, en Valladolid, puede considerarse como una de las más importantes editoras y distribuidoras de pliegos de cordel, puesto que su actividad impresora abarca todo el siglo XIX llegando hasta mediados del siglo XX. 

El establecimieno tipográfico Casa Santarén fundado por don Fernando Santarén Martínez en Valladolid en el año 1800, mantuvo una actividad ininterrumpida hasta su fusión, en 1913, con el rotativo ‘El Norte de Castilla’ y con la Imprenta Castellana, aunque no decayó su actividad como librería y papelería general hasta 1961. 

En sus más de ciento cincuenta años de actividad el establecimiento pasó de la inicial calle de la Valseca hasta situarse más adelante en los soportales de la plaza Fuente Dorada (anteriormente Espadería). 

La época más floreciente, en cuanto a editores de pliegos de cordel, hay que situarla en torno a 1840, propiedad ya entonces de Dámaso Santarén Varela, hijo del fundador. El negocio continuó por el hijo de éste último, Fernando Santarén Román que se hizo cargo del mismo en 1858. 

Las prensas de Santarén no sólo editaban pliegos de cordel que se distribuían a centenares por todas las provincias, sino que entre sus variadas publicaciones se encuentran obras de carácter religioso o didáctico, sainetes, seguidillas, novenas y obras de cáracter político. 

Un ejemplo de su actividad es el pliego que reproduzco, editado en 1847, que contiene además una composición titulada ‘La semana mal empleada’ de la que he localizado una versión chilena recogida e interpretada por la gran Violeta Parra, de lo que comentaré algo más adelante.






Violeta Parra: autora, recopiladora e intérprete

La gran autora y folklorista chilena Violeta Parra, artista total y siempre recordada, aprendió la composición titulada en el pliego como ‘La semana mal empleada’, de boca de la anciana doña Florencia Durán, vecina de Alto Jahuel, en la comuna de Buin, a escasos kilómetros de la capital Santiago, que contaba 94 años en 1956, fecha de la grabación del tema por Violeta, según se desprende de la información contenida en las notas del mismo. 

La semejanza del texto de la refalosa cantada por Violeta como soporte de la danza, derivada sin duda del pliego tras más de cien años de diferencia, es indudable. Obsérvese también las variaciones textuales respecto al pliego, así como alguna incongruencia. 

Hay que hacer notar la gran profusión de canciones seriadas (en este caso utilizando los días de la semana) en toda tradición musical folklórica. 

Transcribo el texto cantado por Violeta, con el título de ‘La inhumana’ y adjunto el enlace donde puede escucharse:



El lunes por la mañana
saliendo a pasear Inés
me encontré con la inhumana
y dije postrado a sus pies:
Señorita, si me admite
el corazón le daré.
Y me contestó enfadada,
"hoy día no puede ser,
mañana al anochecer."

El martes, segundo día,
a su puerta me paré
muy atento, muy afable,
muy alegre y muy cortés:
Señorita, si me admite
el corazón le daré.
Y me contestó enfadada,
"hoy día no puede ser,
mañana al anochecer."

El miércoles por la tarde
saliendo yo del café
iba con su madre al lado,
ay de mí si le diré:
Señorita, lo prometido de ayer.
Y me contestó enfadada,
"hoy día no puede ser,
mañana al anochecer."

El jueves a mediodía
saliendo de trabajar
al encontrarla me dijo,
señor, déjeme pasar.
Señorita, lo prometido de ayer.
Y me contestó enfadada,
"hoy día no puede ser,
mañana al anochecer."

El viernes por la mañana
en su puerta me paré
hasta llegar a decirle
lo prometido de ayer:
Señorita, si me admite
el corazón le daré.
Y me contestó enfadada,
"hoy día no puede ser,
mañana al anochecer."

El sábado de ocho siglos
se permite trabajar
bajo la Iglesia romana
el domingo al descansar,
caballero vaya a andar.
Señorita, lo prometido de ayer.
Y me contestó enfadada,
"hoy día no puede ser,
mañana al anochecer.

Chingana o lugar de diversión en Chile donde se bailaba y festejaba (1854)

La refalosa (o resbalosa) es una danza de pareja suelta y con pañuelo y en cuya ejecución se ‘arrastran’ (cepillan o escobillan) los pies hacia adelante y hacia atrás como resbalando (refalando). Los estudiosos consideran que la danza (proveniente de la zamacueca) llegó a Chile desde el Perú y que durante la segunda mitad del siglo XIX se extendió también hacia la Argentina.



Se trata de una danza de carácter festivo y picaresco propia sobre todo de la zona central del país, aunque se extendió hasta el archipiélago de Chiloé.

Esta antigua danza, junto con otras como la sajuriana o el cachimbo, han ido cayendo en desuso frente a la cueca, como indiscutible danza nacional del pueblo chileno.


Antonio Lorenzo


sábado, 5 de abril de 2014

Voleros (sic) nuevos para cantar los aficionados a la biguela (sic)


El pliego que reproduzco, aunque no figure en él la fecha de impresión, es anterior a 1852, fecha en que la imprenta de Estivill pasó a manos de su nieto, que se estableció en la calle de San Pablo y en la del Conde del Asalto (véase la entrada 'Apuntes sobre impresores y estamperos populares: La Casa Estivill de Barcelona').






Antonio Lorenzo


martes, 1 de abril de 2014

A una hermosa. Seguidillas boleras [Serie 'El cantor de los amores', Nº 17]

Antigua postal romántica

La serie 'El cantor de los amores', que comenzó a editarse en 1863, no alcanzó el éxito de su precedente 'El cantor de las hermosas', que inició su andadura diez años antes, en 1853. La nueva serie 'El cantor de los amores' apenas alcanzó, según los catálogos manejados, un total de 17 ejemplares diferentes frente al mucho más crecido número de la serie dedicada a las hermosas. El carácter amoroso y alambicado de las composiciones parecía agotado y los impresores como Llorens fueron buscando otro tipo de novedades que les ayudasen a vender su precaria mercancía.

En cambio, en esta serie aparece una novedad muy interesante como es la de incluir la partitura musical en el propio contenido del pliego, lo que constituye una rareza de la que sólo conozco otro ejemplo que reproduciré en otra entrada.







Antonio Lorenzo