sábado, 25 de noviembre de 2017

La boda de Juanillo y Juanita de mi pueblo


Este es un ejemplo más de pliego de carácter burlesco donde se narra la disparatada boda entre Juan Lanas y Juana, la «nieta de su abuelo». Es de destacar el inventario pobre y ridículo del ajuar, recurso poético que se mantiene en la tradición oral popular en forma de cantos folklóricos recogidos en cancioneros o por tradición oral. Estos inventarios de bienes absurdos son comunes en las composiciones de disparates, ya sirvan para inventariar un ajuar o dote de boda o como bienes disparatados dejados en testamentos.

Se añade al final un «bonito tango titulado el juicio de las mujeres y de las gallegas», que resulta verdaderamente ofensivo para la mujer en general, pero que hay que contextualizarlo en la mentalidad de épocas pretéritas.

El pliego está editado, sin fecha, en Madrid por la Imprenta Universal





©Antonio Lorenzo

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Noticia histórica del asedio a Gibraltar en 1779

Escuadra de Richard Howe (1726-1799) frente a Gibraltar (1782)
Esta curiosa estampa representa el tercer sitio de Gibraltar de 1779, en el que D. Antonio Barceló (1717-1797), destacado marino malloquín al servicio de la Real Armada Española, dirigió las operaciones navales contra los inglses utilizando unas lanchas de bombardeo diseñadas por él mismo. Incluye en la parte inferior de la hoja: "Noticia historica de Gibraltar", narrando brevemente desde su fundación hasta su toma por parte de los ingleses en 1704. En la lámina introduce unas claves alfanuméricas donde se indican baluartes, puertas, fuertes, navíos ingleses y españoles, etc. 

Este sitio de Gibraltar fue el tercer intento español por recuperar la soberanía de la roca. Barceló tenía su base de acción en Algeciras al mando de una flota de lanchas cañoneras y de otras embarcaciones.

El prestigio que alcanzó Barceló se refleja en una copla de la época, que dice: 

                                        Si el rey de España tuviera
                                        cuatro como Barceló,
                                        Gibraltar fuera de España
                                        que de los ingleses no.

Desde julio, las fuerzas españolas reforzados por un contingente francés pusieron sitio a la guarnición británica de Gibraltar, una base naval estratégica en el cruce entre el Mediterráneo y el Atlántico y ocupada por la «Royal Navy» en 1704. Fue el comienzo de una empresa que movilizaría medios gigantescos. Los franceses, dando su apoyo a los españoles en nombre de la alianza entre las dos familias de Borbón que reinaban en Versalles y Madrid, y también por las mismas razones estratégicas mencionadas anteriormente, esta base representaba una grave amenaza para los intereses franceses. Los defensores de la roca, bajo la dirección del gobernador inglés George Elliot tuvieron que soportar durante tres años un duro bloqueo y un bombardeo sostenido. Dicha resistencia ante tan largo asedio fue posible gracias a que el entonces sultán alauita Mohammed III proporcionara a los ingleses suministros bajo cuerda. 

Representación de la ciudad y la fortaleza de Gibraltar, asediada
 y bloqueada por los españoles en 1779 y 1780. En los medallones, retratos
de Langara (F) y Barceló (E) comandantes de los barcos españoles.  
El impreso, en cuyo reverso aparecen sendas canciones: "Canso den Barcelo", "Cansó de la Lianó" y "Cansó de la Josepa Hermosa", está editado, sin consignar la fecha,  por la imprenta barcelonesa de Campins y Pont. 







Añado un retrato de Antonio Barceló, de autor anónimo, y una estupenda vista de Gibraltar del año 1782.

Copia de 1848 conservada en el Museo Naval de Madrid

Vista de Gibraltar del año 1782
©Antonio Lorenzo

viernes, 17 de noviembre de 2017

Revista musical: Las de Villadiego


La proclamación en 1931 de la II República trajo consigo una serie de cambios y de reformas, tanto políticas como económicas y sociales. Estos cambios afectaron también a las representaciones teatrales que experimentaron una mayor apertura en cuanto a las manifestaciones de carácter frívolo escénico. Si repasamos las carteleras de los teatros de esos años o las noticias y críticas de la prensa de entonces, observamos una mayor apertura en lo que podemos llamar el erotismo teatral.

El primer tema que recoge el pliego reproducido es el titulado La Colasa, que no es otro que un conocido chotis que forma parte de la revista musical o pasatiempo cómico-lírico Las de Villadiego, con letra de Emilio G. del Castillo y José Muñoz Román y música de Francisco Alonso, que se estrenó en el madrileño Teatro Pavón el 12 de mayo de 1933.

Dicho estreno estuvo protagonizado por Celia Gámez, entonces en lo más exitoso de su carrera como actriz y bailarina, cuya interpretación del chotis «La Colasa», también conocido como «Tabaco y cerillas» alcanzó un enorme éxito. La revista combinaba diversos estilos dando cabida, entre otros, a un fado, una habanera, un pasacalles y hasta un blues o un foxtrot. El éxito de esta revista fue tal que se mantuvo durante tres temporadas sucesivas en Madrid, aparte de sus giras por provincias.

Un antecedente con el mismo título, pero de 1884, es el juguete en dos actos y en verso de Calisto Navarro y Ricardo Caballero, estrenado en el madrileño Teatro Martín el 1 de febrero de 1884.



En el terreno político el régimen republicano otorgó nuevos derechos cívicos y jurídicos  a la mujer, lo que acrecentó la emancipación femenina y se tradujo en la liberalización de los cuerpos en las salas teatrales.

Durante la época republicana son muchas las obras de tono galante y pícaro que se representaron. Los cantables usaban con abundancia juegos de palabras de doble sentido y su puesta en escena se acompañaba con gestos y ademanes sugerentes que se fueron diluyendo durante el transcurso de la Guerra Civil, aunque más adelante retomaría fuerza de nuevo, si bien en unos horarios más intempestivos y conviviendo con el equívoco y ambiguo término del llamado "teatro culto"

En una de las revistas, aparecida en octubre de 1930, con el simpático nombre nombre de ¡Tararí!, publicada durante todo el periodo republicano hasta junio de 1936, se recoge una gran cantidad de informaciones, fotos y entrevistas dedicadas al mundo del espectáculo.

De dicha revista adjunto una foto donde se ilustra una de las escenas de la obra.


La exhibición del cuerpo femenino para el lucimiento personal de las vedettes y coristas significó un filón rentable de negocio donde una complaciente censura permitía esas picardías y el doble uso del lenguaje que se trasladaba incluso a los títulos de las obras, como: Las insaciables, Las cariñosas, Las luchadoras del amor, El 69 duplicado, El conejito de Atanasia, La isla de las almejas, El morrongo de Maruja, etc.

Los números cantables o bailables alcanzaron un éxito inusitado y esa es una de las razones por la que los avispados editores de pliegos de cordel incluyeran sus textos y los recogieran en este formato volandero y efímero para el uso y disfrute de un amplio sector de público.

Merecería dedicar una mayor atención los números musicales que alcanzaron vida propia y que, desgajados de las obras originales, adquirieron un protagonismo que hizo olvidar su procedencia consolidándose como canciones independientes.

Al acabar la guerra civil, la dictadura militar y su nuevo régimen impusieron una rígida censura que afectó a todos los espectáculos y en particular a la revista: al texto, a la música del género y a las vedettes que tendrían que taparse el escote, alargar los maillots y cubrir sus piernas con mallas, para preservar la moralidad y el decoro.

La revista, en suma, fue el género teatral más popular y frecuentado en la posguerra donde podían reconocerse ecos de la zarzuela, del sainete lírico, de la comedia ligera y hasta de un folklore de sentido nacionalista y de consumo, especialmente de corte andalucista o de jotas aragonesas. Este género teatral tuvo un enorme éxito, pues se cultivaba lo satírico y se apuntaban críticas, más o menos disimuladas, sobre la realidad cotidiana.


El pliego es, obviamente, «moderno» teniendo en cuenta la fecha del estreno de la revista y cuya pretensión no es otra que la de recoger los textos de algunos de los números musicales de más éxito.





©Antonio Lorenzo