Un entretenimiento para damas y galanes ociosos de la primera mitad del siglo XIX fueron las barajas o juegos de naipes. En este caso reproduzco una baraja compuesta por un conjunto de naipes donde se representan figuras aisladas de caballeros y damas. En cada una de los caballeros se plantea una pregunta y en la de ellas una respuesta. Al repartirlas a azar se originaba una situación más o menos comprometida que, de seguro, sería motivo de diversión y de imaginativas combinaciones.
Ante preguntas como: ¿Querrá V. que sepan de nuestro amor? o ¿Me querrá V. más que al otro? o ¿Puedo creer lo que V, me diga?; lo que podría originar respuestas como: "Lo veremos más despacio" o "No me da V. mucho gusto", entre otras muchas combinaciones.
El dibujante de esta peculiar baraja fue José Aparici (1773-1838), más conocido por sus cuadros de temas históricos de carácter patriótico, y por el grabador José Asensio (1759-ca. 1820). Está datada en los primeros años del siglo XIX, sin que podamos precisar más, y se conserva en el Museo de Historia de Madrid (antiguo Museo Municipal).
La baraja con preguntas y respuestas ha gozado desde antiguo de una gran aceptación. Antes de dar paso a una pequeña selección de la baraja que nos ocupa, reproduzco un ejemplo de otra, más moderna, donde la estructura y el desarrollo del juego parece similar.
Entresaco algunas de las preguntas que se incluyen en ellas: ¿Cómo lograré lo que deseo? ¿Amas con frenesí? ¿Sabes guardar un secreto? ¿Quieres que te mimen? ¿Quieres que te besen?... preguntas que, combinadas con determinadas las respuestas, producirían situaciones hilarantes y seguramente embarazosas en algún caso.
Selección gráfica de la baraja de comienzos de siglo
©Antonio Lorenzo
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