Grabado de Brueghel el Viejo - "Siempre hay un camino hacia el dinero de un hombre rico" |
Dentro del amplio espectro de temas que recoge la literatura popular impresa, son abundantes los pliegos que recogen burlas, chanzas o chascos a determinados personajes, como el que reproduzco a continuación
En este caso, las dos mujeres que participan en el engaño a este acaudalado caballero que viene de La Habana y está dispuesto a casarse con una dama de su condición, parecen alejarse a primera vista del prototipo de una mujer sumisa y entregada.
El pliego trata del clásico «indiano» que es la denominación coloquial del emigrante español a América y que regresa rico y con notable fortuna a la vuelta a su lugar de origen. El tópico nos presenta a este personaje como pretencioso y haciendo gala de su fortuna construyendo casas o palacetes e incorporando algunos elementos coloniales como signos de su paso por tierras americanas.
El impreso desarrolla las argucias de dos señoritas para quedarse con el dinero de tan extrafalario personaje. Si en un principio parece dar la impresión de que las señoritas asumen un papel transgresor y resolutivo respecto al papel otorgado a la mujer en la mayoría de los pliegos, un detenido análisis alimenta la visión de una mujer sobre la que hay que desconfiar por sus facultades de engañadoras y manipuladoras y por su avaricia por "cazar" a los hombres, lo que viene a reforzar el tópico de los "valores morales" característicos de la mujer en estos impresos.
El tema del papel de la mujer en la llamada cultura popular no está en absoluto definido, pues se pueden entresacar ejemplos de todo tipo e incluso contradictorios (hablo especialmente de los pliegos de cordel), ya sea de la visión de una mujer sumisa o bien de una mujer fuerte y transgresora de los valores convencionales. Creo que tan sugerente tema no permite sacar conclusiones definitivas (pues hay ejemplos para todas las hipótesis, aunque su mayoría otorgan a la mujer un papel ciertamente secundario respecto al varón). De hecho, los ejemplos de mujeres fuertes y resolutivas (vid. las entradas dedicadas en este mismo blog a algunas de las «mujeres vengadoras») no dejan de ser excepciones sobre la visión de la mujer en los impresos populares.
El general, la visión y el papel de sumisión con el que suele presentarse a la mujer en estos impresos, cae dentro de un marco moral institucionalizado. Pero junto a esa visión también hay ejemplos de "mujeres fuertes" (masculinizadas y activas) que parecen enfrentarse a esa moral tradicional y abren la puerta a un cierto erotismo, entremezclado con humor y rebeldía, como consecuencia de su marginada situación.
El pliego que reproduzco está editado en Madrid, por Marés y Compañía, en el año 1873.
El pliego trata del clásico «indiano» que es la denominación coloquial del emigrante español a América y que regresa rico y con notable fortuna a la vuelta a su lugar de origen. El tópico nos presenta a este personaje como pretencioso y haciendo gala de su fortuna construyendo casas o palacetes e incorporando algunos elementos coloniales como signos de su paso por tierras americanas.
El impreso desarrolla las argucias de dos señoritas para quedarse con el dinero de tan extrafalario personaje. Si en un principio parece dar la impresión de que las señoritas asumen un papel transgresor y resolutivo respecto al papel otorgado a la mujer en la mayoría de los pliegos, un detenido análisis alimenta la visión de una mujer sobre la que hay que desconfiar por sus facultades de engañadoras y manipuladoras y por su avaricia por "cazar" a los hombres, lo que viene a reforzar el tópico de los "valores morales" característicos de la mujer en estos impresos.
El tema del papel de la mujer en la llamada cultura popular no está en absoluto definido, pues se pueden entresacar ejemplos de todo tipo e incluso contradictorios (hablo especialmente de los pliegos de cordel), ya sea de la visión de una mujer sumisa o bien de una mujer fuerte y transgresora de los valores convencionales. Creo que tan sugerente tema no permite sacar conclusiones definitivas (pues hay ejemplos para todas las hipótesis, aunque su mayoría otorgan a la mujer un papel ciertamente secundario respecto al varón). De hecho, los ejemplos de mujeres fuertes y resolutivas (vid. las entradas dedicadas en este mismo blog a algunas de las «mujeres vengadoras») no dejan de ser excepciones sobre la visión de la mujer en los impresos populares.
El general, la visión y el papel de sumisión con el que suele presentarse a la mujer en estos impresos, cae dentro de un marco moral institucionalizado. Pero junto a esa visión también hay ejemplos de "mujeres fuertes" (masculinizadas y activas) que parecen enfrentarse a esa moral tradicional y abren la puerta a un cierto erotismo, entremezclado con humor y rebeldía, como consecuencia de su marginada situación.
En general, el papel de la mujer en la literatura popular impresa creo que, más que suponer una crítica al orden convencional establecido, viene a reforzarlo por contraposición e inversión de roles y se alinea, a la inversa, reforzando el discurso dominante. Desde este punto de vista, la aparente transgresión puede considerarse como un acertado recurso literario para validar y consolidar, si bien a la contra, los valores hegemónicos.
Obviamente, el tema da para mucho y no es este el lugar adecuado para desarrollarlo, sino tan solo un espacio para apuntar estas ideas y la complejidad de los distintos niveles de aproximación y los discursos múltiples que sugieren.El pliego que reproduzco está editado en Madrid, por Marés y Compañía, en el año 1873.
©Antonio Lorenzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario