domingo, 12 de julio de 2015

Horroroso asesinato cometido a Pablo Sapiens y a su esposa


La familia Borrás monopolizó en la segunda mitad del siglo XIX las publicaciones efímeras de la ciudad de Palma y del resto de la isla. Las referencias más antiguas de que disponemos, teniendo en cuenta los cambiantes pies de imprenta, nos remiten a Mateu Borràs, con tienda en la calle del Sindicato, núm. 139. Posteriormente lo encontramos en la Plaza del Call, núm. 10 y en la caseta de madera situada en la Cuesta del Teatro.

Mateu Borràs i Campins compitió con el otro conocido impresor balear Josep Gelabert según se deduce de las noticias aparecidas en el 'Diario de Palma' (16-X-1875) sobre la edición del 'auténtico calendario zaragozano arreglado expresamente para las Baleares y otros', que ambos impresores reivindicaban como propio.

La casa Borrás editó tanto en castellano como en catalán y los últimos datos que tenemos son reediciones de sus pliegos por otros impresores, como por los 'Sucesores de Antonio Bosch' en Barcelona donde figura la imprenta de M. Borrás en la calle Carmen, 60 o las reediciones madrileñas del 'Despacho de Marés y Compañía', en la calle Juanelo, 19.

Alguno de los pliegos salidos de la imprenta de M. Borrás en castellano incluyen una relación sobre todo aquello que puede encontrarse en su tienda, de lo que transcribo un ejemplo.
Se hallará un variado surtido en Historias, Folletos, comedias y sainetes de más de 2000 títulos. Romances, Décimas glosadas, Trovos y cantares etc. Gozos y oraciones á varios santos, novenas y libritos devotos, libritos de cuentos y chistes, tanto en mallorquín como en castellano. Libretas en blanco y rayadas, papel y sobres, lapiceros, libros de reducciones y de cuentas hechas. Calendarios, santos, soldados y aleluyas.
También se escriben cartas y memoriales y toda clase de documentos. -Cuesta del Teatro.- Casita de madera.
El pliego que reproduzco, con profusión de detalles sobre el crimen que narra, salió de la imprenta barcelonesa de M. Borrás, sin año.





Antonio Lorenzo

domingo, 5 de julio de 2015

Un niño de seis años convierte a 25 bandidos

Paolo Veronese - Jesús entre los doctores (h. 1560)
Este pliego, donde se nos cuenta la conversión de 25 bandidos por la elocuencia doctrinal de un niño de seis años, nos recuerda el episodio de Jesús entre los doctores. Obviamente, el contexto es muy distinto al igual que los personajes que intervienen, pero en los dos casos logra convencer y persuadir a los incrédulos oyentes con un conocimiento y elocuencia impropios de un niño.

En el caso de Jesús, donde se reúne con los doctores mientras sus padres le buscan sin saber dónde se encuentra (Lucas 2, 41-50) desarrolla una sorprendente superioridad teológica ante la mirada atónita de los doctores.

Al margen de los evangelios canónicos, en el evangelio apócrifo tardío donde se narra la infancia de Jesús conocido por el Evangelio árabe de la infancia, en el encuentro que mantiene Jesús con los sabios del templo les sorprende por sus conocimientos de toda clase de materias. Preguntado por uno de los sabios sobre si poseía nociones de medicina natural:
“Y Jesús respondió con una disertación sobre la física, la metafísica, la hiperfísica y la hipofísica, sobre las fuerzas de los cuerpos y de los temperamentos, y sobre sus energías y sus influencias en los nervios, los huesos, las venas, las arterias y los tendones, y sobre sus efectos, y sobre las operaciones del alma en el cuerpo, sobre sus percepciones y sus potencias, sobre la facultad lógica, sobre los actos del apetito irascible y los del apetito concupiscible, sobre la composición y la disolución, y sobre otras cosas que sobrepujan la razón de una criatura”.
En el pliego, el niño de seis años logra convertir a nada menos que a veinticinco bandidos mediante un desmesurado desarrollo expositivo sobre los efectos del pecado. Tras lograr su conversión a 'la observación de la ley de los Mandamientos santos' solicita licencia para retirarse a un monasterio de religiosos descalzos.

El pliego está editado en Madrid por el despacho de Marés en 1873.





Antonio Lorenzo

domingo, 28 de junio de 2015

Ejemplar castigo a un caballero avariento al que se lo llevaron los demonios a los abismos


Pliego dieciochesco fechado en 1758 y editado por la imprenta valenciana de Agustín Laborda, impresor que desarrolló su actividad entre 1746 y 1774, siendo continuada por su viuda (Vicenta Devis) a partir de 1780, según se desprende de los pies de imprenta donde aparece como Viuda de Agustín Laborda. Dicha viuda editó hasta 1819, año probable de su fallecimiento, ya que a partir de 1820 figura en los pies de imprenta el nombre de Hija de Agustín Laborda (María Teresa Laborda y Devis).

El enunciado del pliego trata de predisponer el ánimo del oyente o lector y atraer su atención al fijar lo sucedido en la fecha del 4 de marzo de 1757, un año antes de la fecha de edición. En realidad es una variante que no se aparta de la práctica habitual que observamos en una gran cantidad de pliegos al usar expresiones indeterminadas, pero cercanas, para situar convenientemente los hechos, como las conocida expresión formulística 'caso sucedido en el presente año'. En esta ocasión, y dado que la edición del pliego se data al año siguiente de los hechos narrados, su finalidad es actuar como reclamo comercial de cara a los virtuales compradores. Si a todo ello añadimos la justificación moral del castigo al caballero por su avaricia y soberbia y su no arrepentimiento, ya tenemos los ingredientes adecuados para despertar la atención del público.

La acción se sitúa en Toledo durante el reinado de Fernando VI actuando como mediador un ángel del cielo enviado por Dios en traje de sacerdote para anunciarle su muerte si proseguía en su actitud. El caballero desoye sus consejos por lo que unos demonios se llevaron su alma en un jumento. La desmesura es tanta que hasta intervienen dos gigantes 'echando llamas de fuego'. El pliego es ejemplo recurrente de los castigos ejemplares acompañados generalmente de terribles padecimientos.






Antonio Lorenzo