Paolo Veronese - Jesús entre los doctores (h. 1560) |
Este pliego, donde se nos cuenta la conversión de 25 bandidos por la elocuencia doctrinal de un niño de seis años, nos recuerda el episodio de Jesús entre los doctores. Obviamente, el contexto es muy distinto al igual que los personajes que intervienen, pero en los dos casos logra convencer y persuadir a los incrédulos oyentes con un conocimiento y elocuencia impropios de un niño.
En el caso de Jesús, donde se reúne con los doctores mientras sus padres le buscan sin saber dónde se encuentra (Lucas 2, 41-50) desarrolla una sorprendente superioridad teológica ante la mirada atónita de los doctores.
Al margen de los evangelios canónicos, en el evangelio apócrifo tardío donde se narra la infancia de Jesús conocido por el Evangelio árabe de la infancia, en el encuentro que mantiene Jesús con los sabios del templo les sorprende por sus conocimientos de toda clase de materias. Preguntado por uno de los sabios sobre si poseía nociones de medicina natural:
El pliego está editado en Madrid por el despacho de Marés en 1873.
Al margen de los evangelios canónicos, en el evangelio apócrifo tardío donde se narra la infancia de Jesús conocido por el Evangelio árabe de la infancia, en el encuentro que mantiene Jesús con los sabios del templo les sorprende por sus conocimientos de toda clase de materias. Preguntado por uno de los sabios sobre si poseía nociones de medicina natural:
“Y Jesús respondió con una disertación sobre la física, la metafísica, la hiperfísica y la hipofísica, sobre las fuerzas de los cuerpos y de los temperamentos, y sobre sus energías y sus influencias en los nervios, los huesos, las venas, las arterias y los tendones, y sobre sus efectos, y sobre las operaciones del alma en el cuerpo, sobre sus percepciones y sus potencias, sobre la facultad lógica, sobre los actos del apetito irascible y los del apetito concupiscible, sobre la composición y la disolución, y sobre otras cosas que sobrepujan la razón de una criatura”.En el pliego, el niño de seis años logra convertir a nada menos que a veinticinco bandidos mediante un desmesurado desarrollo expositivo sobre los efectos del pecado. Tras lograr su conversión a 'la observación de la ley de los Mandamientos santos' solicita licencia para retirarse a un monasterio de religiosos descalzos.
El pliego está editado en Madrid por el despacho de Marés en 1873.
Antonio Lorenzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario