Velázquez - Retrato del bufón Juan de Calabazas (detalle) |
Curioso pliego donde se nos narra por coplas de seguidillas la estrambótica boda de Juan Pichote con su prometida Moño al Trote junto a sus estrafalarios invitados, así como el portentoso embarazo de catorce meses y sus consecuencias.
La locución 'ser más tonto que Pichote', de interpretación similar a otras como 'ser más tonto que Abundio' o 'ser más tonto que Perico el de los palotes' o 'ser más tonto que el que asó la manteca', suelen ir asociadas a situaciones absurdas para expresar exageraciones como ser tan tonto que:
'cuando iba a vendimiar se llevaba uvas de postre'
'vendió los arcos para comprar flechas'
'vendió la moto para comprar gasolina'
'vendió los zapatos para comprarse los cordones'
'le hizo una zancadilla a los trenes'
'vendió su oreja porque la tenía repetida'
Se han propuesto, bien es cierto que con escaso éxito, diferentes interpretaciones sobre el origen de algunas de estas expresiones atribuyendo a personajes reales o imaginarios su simpleza o pocas luces. Nuestro Juan Pichote del pliego bien pudiera haber contribuido a fijar la expresión, o en su caso a reafirmarla, como ejemplo de personaje bobo y torpe.
La última copla tiene una clara marca de oralidad o de palabra hablada:La locución 'ser más tonto que Pichote', de interpretación similar a otras como 'ser más tonto que Abundio' o 'ser más tonto que Perico el de los palotes' o 'ser más tonto que el que asó la manteca', suelen ir asociadas a situaciones absurdas para expresar exageraciones como ser tan tonto que:
'cuando iba a vendimiar se llevaba uvas de postre'
'vendió los arcos para comprar flechas'
'vendió la moto para comprar gasolina'
'vendió los zapatos para comprarse los cordones'
'le hizo una zancadilla a los trenes'
'vendió su oreja porque la tenía repetida'
Se han propuesto, bien es cierto que con escaso éxito, diferentes interpretaciones sobre el origen de algunas de estas expresiones atribuyendo a personajes reales o imaginarios su simpleza o pocas luces. Nuestro Juan Pichote del pliego bien pudiera haber contribuido a fijar la expresión, o en su caso a reafirmarla, como ejemplo de personaje bobo y torpe.
Mañana por las plazas
saldré unos ratos,
a vender los romances
tres por seis cuartos.
El pliego, del que conocemos otras ediciones, está impreso en Madrid (s.a.) por la Imprenta Universal.
Antonio Lorenzo
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