martes, 11 de julio de 2017

Coplas sevillanas que cantan los estudiantes en sus días de tuna


Este pliego, reimpreso en numerosas ocasiones por diferentes imprentas, recoge una serie de coplas para ser cantadas por los estudiantes en la tuna. Excepto la que da título al pliego, bajo la denominación de «coplas sevillanas», las otras coplas añadidas, bajo la etiqueta de «nueva canción» o «trovos nuevos», no dejan de ser ejemplos de añadidos para completar el impreso y que pueden encontrarse integrados en otros muchos. Este tipo de añadidos forman parte de lo que podríamos llamar genéricamente «cancionero de cordel», y suelen tener un marcado ambiente andalucista tratando de imitar en ocasiones rasgos fonéticos de un pretendido acento andaluz.

En la excelente recopilación y estudio del «Cancionero de estudiantes de la tuna» se encuentra recogidas las coplas que comienzan «con un manteo raído/con negra capa raída», usadas en el pliego reproducido bajo el título de «coplas sevillanas».

Dichas coplas están consideradas en el cancionero como anónimas, si bien he podido averiguar y contrastar que en realidad deben su autoría a Miguel Agustín Príncipe, formando parte de las «poesías ligeras, festivas y satíricas», editadas en Madrid en el año 1840 por la imprenta de Boix.

Miguel Agustín Príncipe (Caspe, 1811-Madrid, 1863), fue un polifacético autor de dramas, comedias, fábulas en verso castellano, colaborador periodístico de artículos costumbristas y poeta satírico. Como catedrático de la universidad zaragozana de Literatura e Historia, escribió también el tratado «Arte métrica elemental», lo que explica su dominio de la versificación.

Estas coplas, en su versión original, están construidas en forma de «espinela» (dos «redondillas» unidas por dos versos de enlace: abba/ac/cddc). En el pliego reproducido se hallan reconvertidas en cuartetas octosilábicas y con variaciones y modificaciones con respecto a las originales.

Sin duda debieron de alcanzar cierto éxito, pues se reeditaron por diferentes imprentas y sus coplas sufrieron las variaciones típicas de los habituales trasiegos entre los distintos impresores.




El pliego está editado en Barcelona, sin año, por la imprenta de Llorens, creemos que alrededor de 1864. Sobre la actividad industrial del inicial Juan Llorens tan solo conocemos datos parciales deducidos de los diferentes pies de imprenta a lo largo de su actividad productora y distribuidora. En el pliego figura en el colofón la Imprenta de Llorens, sin especificar si se refiere aún a Juan Llorens o a su hijo Antonio, al que traspasó el negocio.

El pliego concluye con unos «trovos nuevos para divertirse los mozos solteros» donde se desliza un erotismo velado que nos recuerda a los desenfadados «cuplés» que tanto éxito obtuvieron en el primer tercio del siglo XX con sus letras sicalípticas de doble sentido.

                              Le pregunté a una señora
                              qué instrumento le agradaba,
                              y me respondió risueña
                              de la flauta estoy prendada.





©Antonio Lorenzo

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