martes, 27 de marzo de 2018

Tres pliegos sobre las mujeres chismosas

José Jiménez Aranda (1837-1903) -  Conversación en un  patio de Sevilla
Asociar el chisme a lo femenino no deja de ser un estereotipo o prejuicio al relacionarlo con la mujer como si fuera un rasgo propio. En la tradición popular abundan dichos y refranes que nos previenen sobre las personas murmuradoras y difusoras de secretos.

Repasemos algunos:

* A poco barruntar, mucho preguntar
* Júntanse las comadres y arde en chismes la calle
* Quien la casa de su vecino otea, no ve la suya que se bambolea
* Quien te cuenta las faltas de otro, las tuyas tiene al ojo
* El chismoso chismorrón, no gusta de la noticia, sino del notición
* No lo diré al que me escuche; pero no se me quedará en el buche
* Con quien mucho murmura, no hay honra segura
* Donde hay viejas, hay chismes y consejas
* Muchos desean oír peer, para arrimarse a oler
* No quieras mucho averiguar, que a veces quien escarba halla lo que no quisiera hallar
* Por mucho querer saber, suele salir a la luz del día lo que no era menester
* A quien mucho quiere saber, poquito y al revés
* ¿De dónde vienes arañada? -De la casa de la suegra de mi cuñada
* Va la moza al río y cuenta lo suyo y lo mío
* Dios nos libre de ojos claros de vecino, de viña junto al camino, de mujer parladora y de fuego junto al lino

Reproduzco tres pliegos dedicados a las mujeres chismosas que se comentan por sí solos. El primero de ellos está editado en Madrid, sin fecha, por la Imprenta Universal, finalizando con una burlona oración de un borracho.





En este segundo pliego, la chismosa, consciente de sus cotilleos, solicita satíricamente el "callarse por caridad". El pliego fue editado en Barcelona, sin año, por Ignacio Estivill.

J. Philips - Cotilleos en el pozo (Ca. 1870)





El tercer pliego está dedicado curiosamente a una beata chismosa que, una vez cumplidas sus devociones se dedica a criticar y a murmurar.

Como puede observarse, la semejanza con el texto del pliego anterior es notoria.

El pliego está editado en Madrid, en 1854, por la Imprenta de Marés, donde aparece al final una "Canción nueva del desgraciado".





©Antonio Lorenzo

No hay comentarios:

Publicar un comentario