domingo, 30 de septiembre de 2018

Conversación entre un ermitaño y un viajero sobre la miseria de España


Interesante pliego donde se desarrolla una aguda conversación entre un ermitaño y un viajero aragonés en la "Provincia de Cataluña". En dicho diálogo se apuntan una serie de críticas sobre la situación que estaba atravesando España en esos momentos. Resulta difícil contextualizar la época de edición del pliego, aunque nos ofrece una serie de datos que puede alumbrarnos. En el diálogo se manifiesta la simpatía por la causa a Isabel II: "La cosa va muy bien en favor de la reina ISABEL", lo que nos hace pensar que pueda situarse en torno a la Primera guerra carlista (1833-1840).

La cabecera del pliego sitúa la conversación en la provincia de Cataluña, lo que nos da pie a una serie de puntualizaciones. En 1820 el gobierno liberal encargó a los técnicos Joaquín Bauzá y José Agustín Larramendi un estudio sobre la división provincial que no había prosperado en etapas anteriores. En marzo de 1821 se presentó el proyecto de división provincial en las Cortes, donde se establecía que España contaba con 47 provincias más Canarias. En la tramitación del proyecto en las Cortes, en 1822, hubo importantes reclamaciones y revisiones aumentándose las provincias a 51. Los nombres genéricos para cada demarcación fueron revisados por resultar equívocos. Así, la provincia de Cataluña se aplicaba solo a la provincia de Barcelona, Castilla a Burgos, Aragón a Zaragoza, etc.

Aprobado el decreto en enero de 1822 por las Cortes, no se pudo llevar a cabo por la insurrección absolutista de julio de 1822 junto a otros acontecimientos, declarando Fernando VII en octubre de 1823 la nulidad de todos lo acordado durante el llamado Trienio Liberal y recuperando la vieja división en intendencias.

Tras el fallecimiento del monarca, en septiembre de 1833, su esposa y reina regente (María Cristina) promovió de nuevo las reformas administrativas encargando a Javier de Burgos, nombrado ministro de Fomento, la nueva división administrativa provincial. El nuevo decreto se promulgó el 30 de noviembre de 1833, por el que administrativamente se dividía España en 49 provincias siendo considerado hoy en día como el impulsor definitivo de la reforma provincial. Una vez instauradas las diputaciones provinciales en 1835, pasaron a ser símbolo del régimen liberal (de ahí la denominación de la provincia de Cataluña en el pliego). El camino hacia las mancomunidades (gobierno de Maura), regiones (Primo de Rivera), hasta desembocar en el estado de las autonomías actuales se escapan a este pequeño intento de comentar la cita de la provincia de Cataluña como escenario de la conversación de estos dos personajes.

En el diálogo también se menciona de pasada la libertad de crítica y de prensa, tan cambiante y con numerosas reformas parciales desde las Cortes de Cádiz, protagonista a su vez de polémicas por sus posibles abusos y sus frecuentes cambios de normas. También se menciona de pasada la crítica del viajero sobre la vaguería de los frailes que viven del sudor de los demás y han empobrecido a la nación, así como los holgazanes que vivían de las riquezas provenientes de América. Tanto el viajero como el ermitaño reclaman una ley de libertad de imprenta, que la consideran precisa de todo buen gobierno.

El pliego, donde no figura el año ni el impresor, se vendía en la librería barcelonesa de Lluch, en la calle Libretería.

Tras la reproducción del pliego, añado un ventall o abanico que usa la misma imagen de cabecera del pliego donde también se plantea, si bien de una forma reducida, la situación de España en un diálogo entre un trajinero aragonés con un ermitaño profético. Ventall impreso en Barcelona, sin fecha, por Llorens.










©Antonio Lorenzo

No hay comentarios:

Publicar un comentario