
Con el arte de birlibirloque y mediante el juego de esta eterna lotería, como se apunta al final del pliego, el organizador del mismo se postula como capacitado para encontrar novios o maridos a toda solterita o viuda que confíe en él y dé crédito a sus habilidades. A su llamada, nada menos que 26 mujeres se pusieron en en fila para que a cada una de ellas se les proporcione una respuesta personalizada en su búsqueda de novio o marido.
Por arte de birlibirloque, usado como locución adverbial, aunque caída en desuso, se entiende que algo suceda de un modo inexplicable o como un arte de magia para conseguir determinados fines.
La Real Academia incorporó en 1817 dicha expresión como derivada de la contracción birliqui birloque aludiendo al arte de engañar "birlar" o estafar escamoteando con sigilosa destreza y astucia y ayudado con una gran ligereza de manos propia de los estafadores callejeros conocidos como los trileros.
Cada una de las 26 mujeres expone los motivos de su búsqueda a la espera de la respuesta adecuada a su solicitud y donde se tienen en cuenta las personales características de cada una de las mujeres, todo ello dentro de un contexto satírico y burlesco y donde no falta tampoco lo denigratorio.
La situación de la mujer en la España del siglo XIX y hasta bien avanzado el siglo XX se centraba básicamente en encontrar un marido para sentirse protegida y que les resultase rentable. La búsqueda de maridos por las jovencitas, ya fuera por propia voluntad o bien por decisión urdida por sus padres, resulta notoria en muchos pliegos de cordel de la época, con la pretensión de situarlas convenientemente para su vida futura. Consideradas las mujeres como seres inferiores y dependientes de los hombres son aspectos ya bien estudiados en relación con motivos económicos, religiosos o políticos junto a las motivaciones culturales propias de la época. El papel de la mujer en la historia no ha acabado de consumarse, ya que se encuentra envuelto con otros nombres o disfraces que ocultan la realidad que ha venido padeciendo la mujer.
En los pliegos es frecuente la búsqueda por las mocitas de un marido que fuera militar y a ser posible con cierta graduación donde la mujer se convertiría en ángel del hogar, en un claro régimen patriarcal de valores y de claro antifeminismo. Este estereotipo de la mujer queda reflejado en este y en otros muchos otros pliegos de cordel donde subyacen las críticas a las condiciones particulares propias de entonces. La búsqueda de marido también se propagó a través de representaciones propias del teatro breve, como en la comedia en un acto y en prosa titulada Nuevo método de buscar marido, impresa en el año 1858 y representada por primera vez en el Teatro Principal de Málaga el 23 de julio de 1855.
En la época en la que vivimos, ya no es necesario consultar a un adivino sobre cómo encontrar pareja estable y sana, puesto que, como curiosidad y ejemplo, ya es algo que puede consultarse a través de las redes sociales como, entre otras: Siete consejos para encontrar pareja según la Inteligencia Artificial.
El pliego reproducido fue impreso en Madrid por Marés y Compañía en la calle Juanelo, 19, quien ejerció su labor impresora en dicha calle entre los años 1870 y 1875.
©Antonio Lorenzo





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