lunes, 12 de agosto de 2013
domingo, 11 de agosto de 2013
sábado, 10 de agosto de 2013
viernes, 9 de agosto de 2013
A una ingrata [El cantor de las hermosas, Nº 1]
La serie «El cantor de las hermosas», con la que inauguro
esta primera entrada, constituye un verdadero mosaico de temas, autores,
impresores y propietarios que se fueron sucediendo a lo largo de tiempo de una
forma inconexa y anárquica que hace difícil un seguimiento ordenado de su
producción.
No es la intención de este blog el hacer un estudio
pormenorizado de la trayectoria de estos pliegos, fuera de mi alcance además,
sino el mostrar y reproducir parte de mi colección para el interesado en estas
muestras tan injustamente despreciadas o
ignoradas por la crítica literaria oficial.
La serie «El cantar de las hermosas» guarda una estrechísima
relación con la editorial barcelonesa de Antonio Bosh y sus sucesores, como se
deduce de los pies de imprenta de cada uno de los pliegos de esta serie.
El editor e impresor Antonio Bosch, nacido en la localidad
gerundense de Tortellá en 1818, trabajó un tiempo en la imprenta de Piferrer
(muy activa e importante durante el siglo XVIII y hasta bien avanzado el XIX)
para, más tarde, en 1848, abrir su propio negocio que trasladó en 1868 a la
calle del Bou de la Plaza Nueva en su período de máxima expansión. En 1875 traspasa
su actividad a sus sucesores Pedro Vidal y Joan Pera, siendo el primero de ellos
el que continuará con el negocio de impresión.
La temática general de estos pliegos tardíos se reduce en casi
su totalidad a asuntos amororos y románticos. Algunos de sus autores han
logrado ser identificados por los estudiosos, pero, en general, se trata de
autores de tercera o cuarta fila cuyas dotes versificadoras resultan francamente
mejorables. Pero no es la intención de quien esto escribe el criticar o valorar
literariamente el contenido de los pliegos, sino el contribuir a un mejor
conocimiento de esta literatura, puesto que literatura es, y a clarificar en
parte el intrincado mundo de la recepción y apropiación de esta literatura
efímera por amplias capas de la población en el último cuarto del siglo XIX.
Comienzo con el primer pliego numerado de esta serie del año
1859.
Antonio Lorenzo
domingo, 4 de agosto de 2013
El conde de Montecristo
Fotograma de «La venganza del conde de Montecristo»,
dirigida por Kevin Reynolds en 2002
|
La famosa
novela «El conde de Montecristo», de Alejandro Dumas (padre) fue publicada originalmente
en Journal des Débats en dieciocho partes. La publicación se extendió desde el
28 de agosto de 1844 hasta el 15 de enero de 1846. Primero fue publicada en
París por Pétion en 18
volúmenes (1844-1845). Las versiones completas de la novela en el francés original
fueron publicadas durante el siglo XIX.
La figura contradictoria de Edmundo Dantés pasa de ser una figura trágica tras su encarcelamiento hasta mostrar un irrefrenable deseo de venganza.
Un rapidísimo resumen de la novela es como sigue:
Tras llegar
a Marsella como primer oficial, Dantés releva a su patrón como capitán tras la
muerte de éste. Prometido con la joven Mercedes no llega a casarse debido a que
es arrestado poco antes de la boda por ser sospechoso de bonapartismo. Llevado
ante el procurador Villefort, este lo declara inocente al principio pero, para
protegerse a sí mismo de una posible acusación bonapartista debido a una vieja
relación entre el antiguo patrón de Dantés y su padre, acaba por enviarlo al
Castillo de If. Todo este plan sale adelante gracias a la ayuda de Danglars,
compañero de Edmundo en el barco, y Mondego, un banquero que está enamorado de
su prometida, la catalana Mercedes.
Abandonado a
su suerte, Edmundo pasa años en las mazmorras del Castillo de If, donde se
planteó el suicidio. Sin embargo, sus sentimientos de venganza superan a su
desesperación y logra fugarse gracias a la ayuda de un viejo abad llamado
Faria. Éste le enseña desde matemáticas a historia y preparan la venganza
contra los que condenaron a Edmundo. Tras
escapar, Edmundo es rescatado por unos contrabandistas, a los que se unió
haciendo negocio en la isla de Montecristo hasta convertirse en un hombre rico.
Decidido a obtener su venganza y bajo una nueva identidad -luego desarrollaría
dos más-, viaja a Marsella donde encuentra a su prometida casada -a él se le
suponía ejecutado por traición- y a los objetivos de su venganza. Es entonces
cuando comienza su largo plan.
Castillo de If en Marsella |
Nueve años
más tarde, Edmundo aparece en París como el Conde de Montecristo y, con todo su
dinero y experiencia en el mundo de los negocios, logra crear un entramado
capaz de arruinar a sus enemigos, con Villefort loco, Mondego muerto por su
propia mano y Danglars apresado por un bandido italiano.
El pliego que reproduzco está editado en Barcelona por la
imprenta de Ignacio Estivill en 1848, esto es, apenas unos años después de
su primera publicación lo que da idea de su enorme éxito y popularidad. Parece
ser que existe otra edición barcelonesa, anterior a la de Estivill, de 1846, editada
por la Imprenta de Miguel Borrás que no he logrado localizar.
Escrito en forma de romance y con un poder admirable de
síntesis, resulta curioso cómo utiliza la cursiva para llamar la atención y
resaltar a primera vista la «catalanidad» de la prometida de Edmundo, lo que
puede interpretarse como un recurso comercial ante sus más cercanos compradores
catalanes.
Reproduzco también la portada de los tres pliegos editados
en Valladolid por la imprenta de Dámaso Santarén en 1856.
De las
innumerables ediciones de esta novela doy un ejemplo de edición cuidada y
lujosa sufragada por la célebre marca de puros “Montecristo”, junto a otras
ediciones baratas destinadas al gran consumo
Teniendo en cuenta el éxito de la novela de Dumas un
empresario catalán encargó en 1848 a Víctor Balaguer y a su colaborador
Francisco Luis de Retes su adaptación para ser representada en el
teatro. Las dos primeras adaptaciones, luego refundidas en una, se estrenaron
en el Teatro del Liceo el 2 y el 3 de septiembre de 1848.
La edición refundida en un sola sesión de tres actos y un
prólogo, para evitar su representación en dos noches distintas, se estrenó el 6
de julio de 1849 en el Teatro Principal.
«El abate Faria y Edmundo Dantés o el conde de Montecristo» fue el título de otra adaptación posterior de la novela a cargo de José Nieto y José
Guardia estrenada en el Teatro Principal de Gracia en noviembre de 1903.
La historia de Edmundo Dantés ha sido llevada al cine y la
televisión en numerosas ocasiones y su papel ha sido interpretado por actores
como Gérard Depadieu, Richard Chamberlain o James Caviezel.
Reproduzco, para finalizar, algunas muestras de las bellas ilustraciones que acompañan a una edición conjunta en 5 volúmenes de Londres y New York de 1888.
Reproduzco, para finalizar, algunas muestras de las bellas ilustraciones que acompañan a una edición conjunta en 5 volúmenes de Londres y New York de 1888.
Antonio Lorenzo
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