domingo, 7 de enero de 2018

Seguidillas a la mejor pastora + Calamidades de Francia, por el Gran Piscator de Salamanca

Diego de Torres Villarroel (1694-1770) "El Gran Piscator de Salamanca"
La vida del autor al que se refieren los pliegos es realmente controvertida y polémica. El autotitulado "Gran Piscator de Salamanca" no es otro que Diego de Torres Villarroel, un auténtico fenómeno cultural por sus diversas y polémicas facetas vitales y literarias. De obra dilatada y mal comprendida se le considera generalmente como un personaje extravagante, mucho más conocido por sus almanaques y profecías que por su obra propiamente literaria y autobiográfica.

Señalo someramente algunas pinceladas sobre su trayectoria vital y fecunda vida para contextualizar los dos impresos.

Nacido en Salamanca en 1694, comenzó a asistir a la escuela a temprana edad, donde pronto aprendió a leer y a escribir, siendo un niño de temperamento rebelde y aficionado a las picardías, según se desprende de su propia obra autobiográfica.

Hacia 1715 se ordenó de subdiácono (tardando treinta años en solicitar el presbiteriado). El estado sacerdotal no parece que le atrajese demasiado, pues fue acusado de escribir coplas satíricas y hasta fue encarcelado.

En septiembre de 1718 publicó en Salamanca su primer almanaque con el título Ramillete de los astros, donde ofrecía datos astronómicos, profecías y predicciones para el año entrante.

A partir se 1723, y tras el éxito de su primer almanaque, adoptó el seudónimo de Gran Piscator de Salamanca, donde vaticinaba, en los siempre esperados almanaques, hechos históricos: como la muerte de Luis I, hijo de Felipe V, el motín de Esquilache o la Revolución francesa, lo que le granjeó gran reputación de adivino y la general creencia de que era poseedor de facultades mágicas.

Fue tal el éxito de sus predicciones que fue criticado, entre otros, por el erudito benedictino Benito Feijoo y por el Padre Isla, al considerar los pronósticos como meras supersticiones que agradaban al vulgo, críticas que no le desagradaban y que incluso rebatía satíricamente.

Tras su traslado a Madrid, en 1723, se instaló en casa de la condesa de Los Arcos, donde estuvo indagando unos extraños ruidos que se oían en el palacio y eran achacados a los duendes. La condesa lo introdujo en distinguidas tertulias y durante su estancia en la capital fue publicando diversos folletos con sugerentes títulos: Viaje fantástico (1724), Correo del otro mundo (1725), El gallo español (1725), Cátedra de morir (1726), El ermitaño y Torres (1726), Libro de curiosidades y aventuras (1726), Reglas para torear y arte de todas suertes (1726), etc.

En octubre de 1726 regresó a Salamanca para opositar a la cátedra de Matemáticas y tras una serie de incidentes, que alargaría en demasía estas breves notas, tuvo que huir a Francia y también estuvo desterrado en Portugal en 1732, donde permaneció hasta noviembre de 1734 tras conseguir su declaración de inocencia

Consciente de las críticas que se vertían sobre su obra, él mismo recoge en sus Visiones y visitas de Torres con don Francisco de Quevedo por la Corte (1727) lo que opinaban otros sobre él:
"A mí me han llamado ladrón (que viví hurtando en una tropa de gitanos, y que si no me hubiera escondido en Portugal me hubieran ahorcado en la plaza de Salamanca como a Joaquinillo, el más famoso ratero, en la de Madrid); desvergonzado, indigno en las costumbres, tizón del infierno, blasfemo, lujurioso, pícaro, villano, bailarín alquilado, alcoranista, calvinista, luterano, hereje, sopón, sayón y otras innumerables injurias que se han eternizado en el bronce de la prensa".
El propio Torres advirtió con ironía y ciertas dosis de provocación al lector sobre las falacias de sus propias predicciones en el prólogo de su almanaque de 1736: Los pobres del hospicio de Madrid, lo que no coartaba la credulidad de sus múltiples seguidores.
"...Dieciséis años ha que te estoy predicando desde mis prólogos que no creas en las adivinanzas y acertijos de la astrología y eres tan obstinado que no sólo has creído a mis despropósitos, sino que has dado adoración a todos los zangarrones y patas de cabra que salen jurándoles de oráculos con su gorra, bigotes, anteojos y compases (...) Ni hay tal arte en el mundo, ni se enseñan semejantes locuras, porque todos los aforismos astrológicos son sueños, delirios y embustes (...) Ríete de mí y de los demás compositores de almanaques, porque el más sabio es un embaidor que sólo estudia en hurtarte el tiempo y el real de plata. Yo, por la misericordia de Dios, nada te debo, porque siempre te he vendido mis mentiras con desengaño".
En el verano de 1737, en su viaje de peregrinación a Santiago de Compostela, las gentes le consultaban sobre sus problemas y su fama fue aumentando a causa de sus predicciones.

Entre los años 1738 y 1743 decidió recoger en una colección de varios tomos sus obras sueltas, refundidas de nuevo, corregidas y aumentadas.

Por si todo esto fuera poco, el multifacético personaje también escribió obras dramáticas y zarzuelas para ser representadas como entretenimiento en el ámbito doméstico de casas nobles, como La armonía en lo insensible y Eneas en Italia, o Juicio de Paris y robo de Elena, conteniendo números musicales e integradas en su volumen  misceláneo Juguetes de Thalía donde reúne piezas de teatro breve en forma de comedias jocosas, poemas satíricos y sainetes. Haciendo gala de una escasa consideración sobre sus escritos de juventud ¿falsa modestia? escribió en el prólogo:
"Los más de los juguetes cómicos que contiene este libro, los escribí cuando era un mancebo ignorante, bullicioso y apasionado a las huelgas, las distracciones y entretenimientos inseparables de la primera edad. Cuanto hay en él, lo escribí mandado; y por acreditarme de dócil y obediente, no se me dio nada parecer majadero".

En febrero de 1745 fue ordenado presbítero, al tiempo que atravesó un quebranto de su salud, pidiendo su jubilación en el 1750.

Los últimos años de su vida los pasó organizando sus escritos en el salmantino Palacio de Monterrey, como administrador del duque de Alba. Su fallecimiento se produjo el 19 de junio de 1770.

Su controvertida figura se ha asociado, si bien de forma un tanto distorsionada, con la imagen de hombre extravagante debido a lo heterogéneo de su dilatada producción literaria y a sus obras de carácter autobiográfico.

Se ha señalado que una de sus famosas predicciones fue la de vaticinar en 1756 la Revolución francesa de 1789, según se recoge en la reimpresión del pliego que reproduzco al final, aunque recientes estudios sospechan de que dichos versos son apócrifos y escritos posteriormente por un desconocido autor, quien, bajo las siglas P. F., glosó una supuesta décima original atribuida a Torres, pero que no se ha podido acreditar.

[P.F. Calamidades de Francia, pronosticadas por el Dr. D. Diego de Torres: Glosa de una décima, en que este autor vaticina las actuales turbulencias que afligen á aquel infeliz Reyno, con la especificacion del año en que tomáron pie. Cadiz: Don Manuél Ximenez Carreño (1790?)]

                                            Cuando los mil contarás
                                            con los trescientos doblados
                                            y cincuenta duplicados,
                                            entonces tú lo verás,
                                            mísera Francia, te espera
                                            tu calamidad postrera
                                            con tu rey y tu delfín,
                                            y tendrá entonces su fin
                                            tu mayor gloria primera.


Al analizar los distintos versos se ha querido interpretar la asociación del año 1790 (deducidos de los versos) con el fin de la monarquía francesa que comenzó con la Revolución del año anterior:

                                       1000 + (300*2) + (50*2) + (9*10) = 1790











Reproduzco dos pliegos de diferente factura: el primero de ellos, reimpreso por la conocida imprenta barcelonesa de los Herederos de Juan Jolis, sobre temática religiosa navideña y acabada con las iniciales O.S.C.S.R.E. (que corresponden a la frase latina de acatamiento a la autoridad de la iglesia: «Omnia Submitto. Correctione Santae Romanae Ecclesiae»); y el segundo, otra reimpresión sobre la famosa y apócrifa glosa de la décima de Torres Villarroel pronosticando la Revolución francesa. Este pliego se hallaba en venta en la casa del librero Joaquín Gasset, frente al Colegio de San Carlos (o de los Ochenta, por el número de alumnos becados o elegidos de forma arbitraria por los obispos) en Cervera (provincia de Lérida). Hay que recordar que las constituciones de dicho colegio datan de noviembre de 1772.










©Antonio Lorenzo

martes, 2 de enero de 2018

La fortuna y el amor por medio de la baraja + La buenaventura según el mes de nacimiento

José Benlliure Gil (1858-1937) - La buenaventura a la novia
Todo comienzo de año resulta propicio para preguntarnos sobre lo que nos deparará el futuro. Los pronósticos sobre la suerte que correrán las personas o los vaticinios de los fenómenos meteorológicos según determinados calendarios o almanaques son lugares comunes en estas fechas.

Ya en el siglo XVIII, las críticas formuladas por el erudito benedictino Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764) en su Teatro crítico universal (Tomo I, discurso VIII) consideraba estas prácticas y predicciones como falaces.
"La correspondencia de los sucesos a algunas predicciones, que se alega a favor de los Astrólogos, está tan lejos de establecer su arte, que antes, si se mira bien, la arruina. Porque entre tantos millares de predicciones determinadas, como formaron los Astrólogos de mil y ochocientos años a esta parte, apenas se cuentan veinte, o treinta que saliesen verdaderas: lo que muestra que fue casual, y no fundado en reglas el acierto. Es seguro, que si algunos hombres vendados los ojos un año entero, estuviesen sin cesar disparando flechas al viento, matarían algunos pájaros. ¿Quién hay (decía Tulio) que flechando aun sin arte alguna todo el día, no dé tal vez en el blanco? »Quis est qui totum diem jaculans, non aliquando collimet?» Pues esto es lo que sucede a los Astrólogos. Echan pronósticos a montones sin tino; y por casualidad uno, u otro entre millares logra el acierto".
En este mismo blog desarrollé, hace ahora dos años, una más extensa entrada sobre los almanaques, lunarios y pronósticos en general, que puede consultarse a través del siguiente enlace:


Reproduzco dos pliegos: el primero sobre el arte de echar las cartas, útil para las niñas enamoradas y casaderas, y el segundo sobre la explicación del signo según el mes de nacimiento.








©Antonio Lorenzo

sábado, 30 de diciembre de 2017

Graciosos villancicos que cantan las colegialas de Loreto por Nochebuena

Giorgione (h. 1477-1510) - La adoración de los pastores
Este pliego recoge los villancicos que cantaban las colegialas de Loreto de esta corte en Nochebuena. Para contextualizar el impreso, creo de interés ofrecer algunas referencias sobre este Real Colegio según los datos entresacados, entre otros, de la Historia del Real Colegio de Nuestra Señora de Loreto, de José María Quesada Varela.

En un memorial conservado en el Archivo del Palacio Real, se nos informa de que el Colegio Real de Nuestra Señora de Loreto fue fundado por el rey Felipe II en el año 1581 destinado a la educación de las niñas pobres. Según su deseo expreso, el monarca: "mandó" comprar unas Casas en la Plazuela de Antón Martín de esta Corte, para la Fundación de un Recogimiento de Niñas.

Sobre los primeros años de andadura del Colegio, en el siglo XVI, apenas se conserva documentación. Fue en el siglo XVII cuando creció considerablemente en edificios, alumnado y aparato administrativo. Las primeras Constituciones del Real Colegio se publicaron en el año 1637, según se recoge en la documentación conservada en Archivo del Palacio Real fechada en 1738 en tiempos del reinado de Felipe V. Según estos documentos, la imagen de Nuestra Señora de Loreto se trajo a Madrid desde Roma por el franciscano fray Juan García de Jesús en 1587, y regalada por el rey al orfanato. La talla se hallaba hasta depositada entonces en el oratorio del papa Sixto Quinto, de quien tomó su advocación el colegio.


Según diferentes legajos conservados se anota en ellos que entre los años de 1671 y 1687 se conceden "tres Mercedes de vino y aceite, a favor del Colegio de Loreto, libre de derechos Reales y municipales, hechas por el Corregidor de Madrid a favor del Colegio de Loreto, por las que dio su permiso para que puedan entrar (en el colegio) 37 arrobas de vino y 20 de aceite".

También se recogen copias de documentos anteriores donde se indicaba el tipo de alumnas que podían ingresar en el colegio.
"No se admitirá Niña alguna en este Colegio, que tenga menos de diez, o de ocho años, ni mas de doze, porque demás hedad pueden ser de notable detrimento à las otras, y de menos servir de embarazo".
Se primaba en la admisión a las que "viven expuestas a mayores peligros, como son las huérfanas de Padre, y Madre y sin parientes honrados que puedan cuidar de ellas. Y en iguales circunstancias, deberán siempre ser preferidas las huérfanas, hijas de Ministros de mis Consejos de dentro, y fuera de la Corte: de Militares, y Criados de mi Real Casa..."

Quedaban prohibidas las lecturas de comedias o novelas, y se estimulaba el celo para que no entrara en el colegio ninguna de estas obras "licenciosas"; de tal modo, que la diversión quedaba constreñida al conocimiento de alguna canción y al uso de instrumentos musicales, siempre y cuando el texto o el tono de la cancioncilla no fuesen deshonestos o indecentes. Sin duda se prefería que aprendieran letras de temática religiosa. 

En 1868, tras el derrocamiento de Isabel II, en la "Gloriosa Revolución", se incautaron los bienes de la Corona, entre ellos los que pertenecían al Colegio de Loreto, reorganizándose su funcionamiento por Decreto de la República, con fecha 31 de julio de 1873 autorizado por Nicolás Salmerón.

Ante el deterioro del edificio original, de la calle de Atocha, se decide derribarlo, lo que sucedió entre 1882 y 1884, y edificar, en la actual calle O'Donnell (entonces extrarradio), un nuevo edificio para el colegio, inaugurándose, tras su lentísima construcción, en 1893.

Durante la guerra civil la imagen de la virgen de Loreto estuvo oculta en un piso para evitar su profanación al ser desalojadas las monjas del edificio.

En los años cuarenta del pasado siglo, la original talla de Nuestra Señora de Loreto, que se conservaba depositada en un colegio de la Congregación de Hijas de María de la Asunción por los acontecimientos ocasionados por la guerra civil, fue devuelta al Real Colegio de Loreto.

Detalle de la Virgen de Loreto, talla original de Giovanni Battista Montano (1534-1621)

Hoy en día es un colegio concertado que atiende alrededor de 800 alumnos.

Fachada del actual colegio concertado
La festividad de la Virgen de Loreto o Nuestra Señora de Loreto se celebra el 10 de diciembre, siendo patrona de las Fuerzas Aéreas españolas acogiéndose a la declaración del papa Benedicto XV, el año 1920, como patrona de todos los aeronautas.

El pliego está editado en Madrid, sin fecha, por la imprenta de Marés y Compañía. Tras su reproducción no me resisto a copiar el Título primero de las Constituciones del Real Colegio de Loreto del 15 de octubre de 1718.





Título Primero: de la edad y calidad que han de tener las Niñas Huérfanas que se reciben en el Real Colegio de Nuestra Señora de Loreto.
Constitución I: Primeramente ordenamos, y mandamos, que las niñas que fueren recibidas en el dicho Colegio hayan de ser de ocho años de edad, hasta doce; y si fueren más o menos, no podrán ser recibidas sin la dispensación especial nuestra y de nuestros sucesores en los oficios de Limosnero y Capellán Mayor, concurriendo para ello urgentes causas y conveniencias del aumento de la Casa y del servicio de Nuestro Señor.
 Constitución II: Ítem ordenamos y mandamos, que en primer lugar sean recibidas en el dicho Real Colegio las Niñas que fueran huérfanas de padre y de madre, y pobres de solemnidad, hijas de los criados de su Majestad, de su Real Familia y que sigan en el Real Casa y Corte, y de los soldados que le hubieren servido en la Guerra y de otros Ministros pertenecientes a su Real Servicio. En segundo lugar serán recibidas las que fueren naturales de esta Villa y Corte de su Majestad, y de todo este arzobispado de Toledo. Y en tercer lugar, cualquiera otras huérfanas pobres; con tal condición, que en defecto de estas calidades y circunstancias pueda el Capellán Mayor, que por tiempo fuera, dispensarlas, teniendo causas razonables para ello.
Constitución III: Ítem ordenamos, y mandamos, que en el dicho Real Colegio aya un número determinado de niñas, el cual sea treinta y tres, en reverencia a los treinta y tres años de la edad de Jesucristo; pero permitiremos que si la casa se hallare en tal estado, que pueda sustentar más, se podrá el número hasta el competente, reservándolo y cometiéndolo a la discreción y arbitrio del Capellán Mayor, que por tiempo fuere, para que consideradas las circunstancias de la necesidad y de la comodidad de la Casa, ordene lo que más conviniere al servicio de Dios, y aumento de ella.
Constitución IV: Ítem ordenamos y mandamos que las huérfanas que huvieren de ser recibidas en el dicho Colegio, lo sean por orden y mandamiento expresso nuestro, firmado de nuestra mano, ó del Capellán Mayor que por tiempo fuera, y no de otra manera.
Constitución V: Ítem mandamos, que el ávito que traxeren ordinariamente las dichas huérfanas sea azul, de que usaran siempre, y especialmente cuando salieren a comulgar, ó en público fuera de las clausura para pedir limosna, ó por alguna otra diligencia, que conduzca a su aumento, porque así corresponde a la pobreza y modestia del trage en todo a la que profesan.
Constitución VI: Ítem ordenamos y mandamos que qualquiera de las niñas que huviere de ser recibida en dicho Real Colegio, aya de llevar, y lleve su cama en que duerma; con tal condición, que si dentro de seis meses desde el día de la entrada, saliere de dicho Colegio, aya de quedar la dicha cama para la dicha Casa, y beneficio de ella; y lo mismo se ha de entender si muriere en dicho Real Colegio, en qualquier tiempo que sea; pero si fuere tan pobre, que no tenga cama, se le dará de limosna.
Constitución VII: Ítem ordenamos y mandamos, que cuando alguna de las dichas huérfanas saliere de dicho Colegio para acomodarse al servicio de alguna persona, aya de ser con pública Escritura, otorgada a favor de la dicha huérfana, en que se obligue a la dicha persona lo que pareciere justo, y aquello en que se conviniere con el Administrador del dicho Colegio para su remedio, de que dará cuenta de ello al Capellán Mayor que por tiempo fuere para que se execute con su beneplácito y sabiduría.
Constitución VIII: Ítem ordenamos y mandamos que el dicho Colegio haya un libro en donde el Administrador, en que se asienten las niñas, que se fueren reciviendo, con día año y mes y año, qué edad tienen, el nombre de su padre, qué oficio tuvieron y asimismo se asentará en dicho libro el día, mes y año en que saliere o se acomodare escribiendo el nombre del escribano ante quien se otorgó la escritura a favor de dicha huérfana.
©Antonio Lorenzo

domingo, 24 de diciembre de 2017

Villancicos que se cantan en Cádiz por Nochebuena

Tomás Muñoz Lucena (1860-1943) - Cantando villancicos

Los cantares navideños en Andalucía, y más concretamente en los pueblos de la provincia de Cádiz, se mantienen y gozan de un fuerte arraigo. Son muy conocidas las llamadas «zambombas», tal y como se conocen a las tradicionales reuniones familiares y de amigos en localidades como en Arcos o en Jerez de la Frontera, donde al villancico tradicional se le han ido acomodando formas y ritmos flamencos como la bulería o los tangos. Las costumbres festivas navideñas, especialmente de los jerezanos y junto a la integrada comunidad gitana, han perfilado y enriquecido estas originales muestras de religiosidad popular con un carácter propio que últimamente se quiere vender como «villancico flamenco», en lo que no ha sido sino la recreación y resignificación de antiguos cantares, coplas o romances tradicionales conservados por tradición oral.

Las fiestas navideñas por bulerías, a las que sin duda han contribuido las grabaciones discográficas con la incorporación de guitarras flamencas, zambombas, cañas rocieras, palmas, cajas y diálogos coreados, otorgan a estas manifestaciones escénicas de una peculiar forma de interpretar este acervo popular enriqueciéndolo melódica y rítmicamente. Hay que señalar, sin embargo, que estas representaciones aflamencadas del repertorio navideño bajoandaluz no dejan de ser, a la postre, un reclamo comercial exportable, un imaginario estético teatralizado por grupos más o menos profesionales y que ya poco tienen que ver con el ancestral repertorio tradicional que se desarrollaba en un espacio de socialización participativo.

La identificación de la zambomba de Jerez, en su reciente dimensión aflamencada, fue declarada por la propia Junta de Andalucía en el año 2015 como Bien de Interés Cultural (léase más bien comercial), al considerarse  como «una de las expresiones culturales navideñas de mayor interés etnológico de la comunidad autónoma». Ni qué decir tiene que  la comercialización de estas manifestaciones aflamencadas como reclamo turístico, acompañadas de la dulce repostería, de pestiños, botellas de anís  y vinos de la tierra, ha solapado al verdadero y ancestral villancico tradicional que, en forma de canciones, coplas o romances, se desarrollaba de forma espontánea y participativa entre amigos, familiares y vecinos en los patios de las antiguas corralas, y ajeno a su actual reinvención como "industria cultural" exportable, promovidas por las agencias de viaje o las propias instituciones como aliciente turístico y nuevas formas de negocio. Rastreando por internet, en este mismo año (2017) se pueden disfrutar en hermandades, peñas, bares, cofradías, etc. de Jerez, desde el 17 de noviembre en adelante,  de más de ¡¡250 zambombas!!

Para saber más y para tener una visión de conjunto del papel desempeñado por la zambomba, recomiendo el fundamental libro de José Manuel Fraile Gil: Tradición oral y zambomba, Ed. Lamiñarra, Pamplona, 2016.

El pliego que reproduzco, editado en 1856 en Madrid por la imprenta de J. María Marés, no recoge, obviamente, la forma de interpretar los villancicos que integra, pero sí recoge el texto del conocidísimo "Antes de las doce a Belén llegar", con estructura del viejo zéjel, recogido en innumerables ocasiones e interpretado, al llegar a su conocido estribillo, de forma comunitaria.




©Antonio Lorenzo

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Villancicos en catalán y en castellano


No resulta extraño el que los pliegos de cordel editados en imprentas catalanas, y que contienen canciones o relaciones de diverso tipo, se editen en las dos lenguas. Es el caso de estos villancicos editados en Barcelona por la conocida imprenta de Llorens, de dilatada actividad impresora de impresos populares.

Añado, tras la reproducción del pliego, una lámina con motivos navideños para ser usada como "ventall" o abanico.






©Antonio Lorenzo

lunes, 18 de diciembre de 2017

Coplas nuevas en alabanza del nacimiento del hijo de Dios


Estas coplas nuevas en alabanza del nacimiento del hijo de Dios están impresas en el taller de José Padrino en el año de 1819. Parece ser que José Padrino se instaló como librero e impresor en la sevillana calle Génova hacia 1748. La actividad de esta imprenta se prolongó hasta al menos la primera mitad del siglo XIX conservando en los pies de imprenta el nombre de José Padrino. Obviamente, se trata de distintas generaciones que se fueron sucediendo durante muchos años, con ligeros cambios de nombre, como "herederos de José Padrino" y su vuelta al de "imprenta de Padrino", haciéndose cargo del taller María del Carmen Padrino a partir de 1821.



©Antonio Lorenzo

sábado, 16 de diciembre de 2017

Nuevos villancicos del Sagrado Nacimiento

Jacopo Comin "Tintoretto" (1519-1594) - La Natividad 
Muchos pliegos de cordel recogen escenas y coplas sobre el nacimiento de Jesús. En este caso, reproduzco uno de ellos, editado en Madrid, sin fecha, por la Imprenta Universal.





©Antonio Lorenzo