José Benlliure Gil (1858-1937) - La buenaventura a la novia |
Todo comienzo de año resulta propicio para preguntarnos sobre lo que nos deparará el futuro. Los pronósticos sobre la suerte que correrán las personas o los vaticinios de los fenómenos meteorológicos según determinados calendarios o almanaques son lugares comunes en estas fechas.
Ya en el siglo XVIII, las críticas formuladas por el erudito benedictino Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764) en su Teatro crítico universal (Tomo I, discurso VIII) consideraba estas prácticas y predicciones como falaces.
"La correspondencia de los sucesos a algunas predicciones, que se alega a favor de los Astrólogos, está tan lejos de establecer su arte, que antes, si se mira bien, la arruina. Porque entre tantos millares de predicciones determinadas, como formaron los Astrólogos de mil y ochocientos años a esta parte, apenas se cuentan veinte, o treinta que saliesen verdaderas: lo que muestra que fue casual, y no fundado en reglas el acierto. Es seguro, que si algunos hombres vendados los ojos un año entero, estuviesen sin cesar disparando flechas al viento, matarían algunos pájaros. ¿Quién hay (decía Tulio) que flechando aun sin arte alguna todo el día, no dé tal vez en el blanco? »Quis est qui totum diem jaculans, non aliquando collimet?» Pues esto es lo que sucede a los Astrólogos. Echan pronósticos a montones sin tino; y por casualidad uno, u otro entre millares logra el acierto".
En este mismo blog desarrollé, hace ahora dos años, una más extensa entrada sobre los almanaques, lunarios y pronósticos en general, que puede consultarse a través del siguiente enlace:
Reproduzco dos pliegos: el primero sobre el arte de echar las cartas, útil para las niñas enamoradas y casaderas, y el segundo sobre la explicación del signo según el mes de nacimiento.
©Antonio Lorenzo
muy feliz año y que el año venidero llegue repleto de luz y magia!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Buho Evanescente. Me uno a tus deseos para este recién comenzado 2018.
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