martes, 6 de marzo de 2018

Coplas de la tabernera y los borrachos

David Teniers, el joven (1610-1690) - Escena en una taberna
En la tradición transmitida oralmente, y en el mundo folklórico en general, hay una serie de oficios a los que se les atribuyen características negativas. Si repasamos, por ejemplo, los cuentos folklóricos, hallamos con frecuencia una serie de tópicos repetidos invariablemente: los pastores tratados como ignorantes, los zapateros y molineros como cornudos, los sastres como cobardes, los taberneros y venteros como estafadores, los curas como lujuriosos, etc.

La importancia de las tabernas tradicionales no puede desligarse del concepto de sociabilidad en cuanto facilitadoras de encuentros en la vida cotidiana de sus parroquianos. La taberna es un espacio igualitario donde no suelen establecerse distinciones sociales siendo frecuentada por todo tipo de personajes de diferentes oficios. La no presencia habitual de la mujer en ellas es un claro ejemplo de discriminación social, al considerar este espacio como propio de los varones siendo su presencia mal considerada y asociada con lo pecaminoso o con la prostitución. Carlos IV, a finales del siglo XVIII, llegó a prohibir la asistencia de las mujeres a las tabernas e incluso prohibir su presencia en las cocinas a las menores de cuarenta años. Un aspecto interesante, si bien rebasa la pretensión meramente divulgativa de este blog, consistiría en repasar las distintas regulaciones municipales u ordenanzas sobre la apertura de las tabernas o la conveniencia de que tuvieran dos entradas o salidas, y analizar, de este modo, el papel otorgado a la mujer que se desprende de dichas normativas.

Las tabernas, en su doble vertiente de espacios de sociabilidad y generadores de conflictos por el efecto de la bebida, han propiciado la existencia de personajes característicos, como los borrachos o la figura ambivalente de la tabernera.

Tanto en los cuentos folklóricos, como en las coplas y refranes, se enjuician modelos de conducta que se corresponden con la aprobación o desaprobación colectiva. Todos estos personajes ofrecen una galería pintoresca de tipos folklóricos presentes también en las representaciones teatrales o musicales.

La extendida creencia de que en las tabernas se servía vino 'bautizado' se ha traducido en coplas y refranes como:

                                               Tabernera diligente
                                               de quince arrobas, hace veinte.

                                               Gasta la tabernera 
                                               buenos mantones
                                               a costa de borrachos 
                                               y jugadores.

                                               Gasta la tabernera
                                               pendientes de oro;
                                               los caños de la fuente
                                               lo pagan todo.

                                               Tabernera diligente
                                               de quince arrobas, hace veinte.

                                               La hija de la tabernera
                                               gasta pañuelos de lino;
                                               ya puede gastar de seda
                                               con el agua que echa al vino.

A modo de ejemplo, en el Diario de Madrid del día 24 de agosto de 1813 aparecen publicadas las "prevenciones que han de observarse en las tabernas de esta corte", de las que entresaco algunas de ellas:

Foto de Martín Santos Yubero (Madrid, 1935)
* El vino ha de ser puro, legítimo y de buena calidad, sin mezcla alguna.
* Se prohibe que las tabernas tengas pozos y mangas en que aclarar el vino; pues en el caso de que sea necesario aclararlo, solo se permite que se haga con tierra de Esquivias y huevos, derramando sin detención las heces que quedasen en la vasija en que se aclarasen.
* No se ha de permitir en la casa taberna juego de naipes, dados ni otro alguno así de los prohibidos, como de qualquiera otra clase que fuesen.
* La puerta o puertas de la taberna deberán estar descubiertas para evitar ocultaciones.
* Se prohibe que en los días y horas de trabajo se detengan en dicha casa taberna artesanos, oficiales y aprendices de qualquiera oficio; nunca hombres embriagados; y en ninguna ocasión se permitirá se detengan las mugeres en la citada taberna.
* La taberna se ha de cerrar en invierno (contando desde primero de octubre hasta fin de abril) a las diez de la noche, y en verano desde primero de mayo hasta fin de setiembre), a las once, sin permitir que quede en ella persona alguna más que las domésticas, pena de veinte ducados.
El pliego reproducido está editado en Sevilla, sin fecha, por la Imprenta de Aragón y Compañía.





©Antonio Lorenzo

martes, 27 de febrero de 2018

Las ligas de mi morena + Las toreras de verano

Xilografía ilustrativa de otra edición del mismo tema
Un ejemplo más de la mezcla de "andalucismo" y "madrileñismo" en un mismo pliego de cordel. La canción andaluza Las ligas de mi morena, cuya letra corresponde a Luis Maraver y la música a Manuel Sanz, dedicada además a la reina Isabel II, alcanzó un notable éxito, pues era frecuente interpretarla en los entreactos o en los finales de los espectáculos teatrales. Así, tras la representación en Valencia de la comedia El rey de los primos, de Mariano Pina, se anunciaba en el cartel que:
Concluida la comedia cantará la señorita Revilla, en traje de majo andaluz, la linda canción nueva, conocida por Las ligas de mi morena. Seguirá el gracioso baile de medio carácter, denominado "variaciones tirolesas", etc.

Tras esa célebre canción se añade en el pliego el bonito tango titulado Las toreras de verano, en explícita alusión a las criadas y niñeras que buscan engatusar a los hombres de dinero mientras sus amos veranean fuera de Madrid. Se alude también a las relaciones de los amos señoritos con ellas en ausencia de sus mujeres.

Ángel Mª Cortellini Hernández - Salida de la plaza (1847)
El pliego está editado en Madrid, sin año, por la Imprenta Universal.





©Antonio Lorenzo

lunes, 19 de febrero de 2018

69 Adivinanzas con sus soluciones


La RAE iguala la adivinanza con el acertijo. Al acertijo lo define como enigma o adivinanza que se propone como pasatiempo. El enigma, a su vez, se considera como un enunciado de sentido artificiosamente encubierto para que sea difícil de entender o interpretar.

A pesar de la imprecisión de estos términos, la tradición popular española suele denominar "adivinanza" a los dichos que están en verso. Cuando están en prosa suelen denominarse "acertijos" y se reserva para "enigma" un significado de carácter más elevado o culto.

La estructura en verso (característica propia de la adivinanza) frente al acertijo u otros tipos de juegos verbales supone siempre un cierto esfuerzo intelectual, ya que las variedades de figuras léxicas (polisemia, calambur, antinomia, paradojas, alegoría, analogía, metáforas...), exigen un esfuerzo de interpretación para resolverlas.

Es sabido que las adivinanzas existen en todas las culturas y en todo tiempo y responden a la profunda necesidad de relacionar simbólica y metafóricamente elementos distintos de la naturaleza en un intento de interpretar esa relación.

 Según los especialistas José Luis Garfer y Concha Fernández (Acertijero antológico español, Ed. Anaya, 2010, pág. 9):
"Esquemáticamente podemos señalar que el acertijo es una prosa espontánea, lineal, racional, objetiva, abierta a todos los temas, menos creativa y dentro de una literatura más crítica. A su vez, la adivinanza se expresa en verso; más elaborada, pictórica y musical, resulta, ante todo, intuitiva, subjetiva, circunscrita a la creación estética, más enriquecedora y perteneciente a una literatura mucho más poética".
La adivinanza sería, pues, una subcategoría de carácter poético-tradicional del género más amplio del enigma.


Al margen de las discusiones sobre el carácter propio de la adivinanza, su función, y su inevitable ambigüedad respecto a otros juegos verbales, lo que nos nos interesa en nuestro caso es la relación de las 69 adivinanzas (enigmas, según el pliego) recogidas junto a sus soluciones o significados en este curioso pliego editado en Barcelona, sin que figure el año, por la imprenta de José Gorgas.





©Antonio Lorenzo

martes, 13 de febrero de 2018

Zarzuelas: La boda + Enseñanza libre

Valeriano Becquer - Baile popular (1866)
Continuando con la entrada anterior, reproduzco dos pliegos donde se recogen variados textos de la zarzuela titulada La boda, de la que no he encontrado datos, junto a otros correspondientes a la zarzuela Enseñanza libre, a los que se añaden otras composiciones ajenas a la obra.

El primer pliego carece de pie de imprenta y el segundo está editado en Madrid por la Imprenta Universal, sin año.









©Antonio Lorenzo

martes, 6 de febrero de 2018

¡Arza y dale!... El tango del morrongo y otras composiciones


Para entender la reciente historia musical hispana no podemos prescindir del cuplé. El pliego que reproduzco se hace eco del conocido Tango del morrongo, al que podemos considerar como prototipo de cuplé picaresco, con letra de doble sentido que a nadie se le escapaba, lo que producía un simulado rechazo por las gentes conservadoras que no dudaban en criticarlo públicamente, pero que no se perdían los espectáculos donde se escenificaban estas desenfadadas canciones.

El pliego recoge los números más característicos de la revista Enseñanza libre, con libreto de Guillermo Perrin y Miguel Palacios y con música de Gerónimo Giménez. Dicha revista, bajo el rótulo de "Apropósito cómico-lírico" en un acto y cinco cuadros, se estrenó en el madrileño Teatro Eslava el  día 11 de diciembre de 1901. La obra puede considerarse perteneciente al llamado género sicalíptico, que, según su etimología: del griego sicon (higo) y aleifo (untar, frotar) podría traducirse con la sugerente expresión de "frotarse el higo". 


El famoso morrongo (con ritmo de tango en la obra impresa), e interpretado como cuplé sicalíptico, alcanzó tanto éxito que ha sido escenificado repetidamente por famosas cupletistas y actrices.
                                Arza y dale,
                                yo tengo un morrongo
                               que cuando en la falda
                               así me lo pongo,
                               ¡arza y toma!
                               yo tengo un minino
                               de cola muy larga,
                               de pelo muy fino;
                               si le paso la mano al indino
                               se estira y se encoge
                               de gusto el minino;
                               y le gusta pasar aquí el rato;
                               ¡ay! arza que toma,
                               qué pícaro gato.
                               ¡Ay, qué fino!
                               ¡Ay, qué fino,
                               el pelito que tiene el minino!
                               ¡Ay, morrongo!
                               ¡Ay, qué contento si aquí me lo pongo!
                               ¡Ay, qué fino, qué fino, qué fino,
                               el pelito que tiene el minino;
                               qué contento si aquí me lo pongo!
                               ¡Ay, morrongo, morrongo, morrongo!
La obra original también recoge otros números corales, como este "couplet" del ratón o "tengo un novio que es hortera".



El famoso Tango del morrongo se ha cantado en múltiples ocasiones: desde su estreno por María López Martínez en 1901, han sido muchas las intérpretes que, con mayor o menor fortuna, lo incorporaron a su repertorio, desgajado de su primitivo espectáculo teatral: como María Conesa, Amalia Molina, Mapy Cortés, Marujita Díaz, Nati Mistral o Carmen Sevilla, quien lo interpretó en una escena (censurada, por cierto, en su proyección española) de la película Una mujer de cabaret (1974).

Como ejemplo de "género ínfimo", como también se conoce (impropiamente) a este tipo de obras de teatro musical, en su largo recorrido de algo más de cien años ha vuelto a resucitar con notable éxito en mayo del pasado año (2017) en el madrileño Teatro de la Zarzuela, fusionando Enseñanza libre con La gatita blanca, con música igualmente de G. Giménez y estrenada esta última en 1905. Los textos han sido adaptados para un público del siglo XXI fundiendo las dos obras originales en un espectáculo acorde con las supuestas expectativas revitalizadoras de un estilo y una época.

María Conesa

Amalia Molina
María Conesa
Pilar Cohen

Mapy Cortés
Julita Fons
El pliego no solo recoge el célebre tango, sino que incorpora, utilizando su peculiar estructura, otros textos de parecida intención y añadiendo, para completar, una polca dedicada a las mujeres del día y una "Americana de los templaos" (sic), que no es otra sino la conocida habanera de la zarzuela Los timplaos, con música también de G. Giménez y a la que dediqué una entrada en este mismo blog:








©Antonio Lorenzo

martes, 30 de enero de 2018

Couplets de la zarzuela "Tragaldabas" + Coplas de las elecciones + Sucesos de la isla de Cuba

Xilografía coloreada impresa por Pellerin en Epinal (ca. 1840)
El pliego que reproduzco recoge los cantables más característicos de la zarzuela Tragaldabas, zarzuela en un acto y tres cuadros en prosa, original de Eduardo Villegas y música de Tomás López Torregrosa. Fue estrenada en el madrileño Teatro Eslava la noche del 23 de noviembre de 1893.


La obra se representó un año más tarde en el desaparecido Teatro Duque de Sevilla. Extraigo la crítica aparecida en El Arte Andaluz (revista semanal de espectáculos) (Sevilla, 4 de noviembre de 1894, nº 18), donde no parece que fuera del agrado del crítico, según se desprende de la crónica aparecida.


El pliego recoge los pasajes más conocidos de la obra, pero creo que resulta de bastante más interés las Coplas de las elecciones y los Sucesos de la isla de Cuba integrados en el pliego. Estos efímeros impresos populares aportan una valiosa información muy poco tenida en cuenta, como ya he señalado en otras ocasiones, tanto por historiadores como por sociólogos. 

En las Coplas de las elecciones se critica abierta y satíricamente  los desmesurados gastos de las elecciones a diputados mientras nuestros soldados morían en la guerra de Cuba. En dicha relación se critican también los tejemanejes que impidieron al marqués de Cabriñana, es decir, a Julio de Urbina, para que fuese elegido como diputado a Cortes como candidato independiente en 1898. Se alude también al pucherazo promovido por el señor de Fustigueras (Alberto Bosch y Fustigueras), que fue alcalde de Madrid y autor, por cierto, de un Manual de Astronomía popular (1880), junto a Romero Robledo como instigadores  para alterar las elecciones a diputados.

El marqués de Cabriñana, en carta dirigida al pueblo de Madrid, se expresaba del siguiente modo:
"Madrid no ha conseguido lo que se proponía, a pesar del supremo esfuerzo realizado, y los autores de las inmoralidades municipales, que dieron lugar a la inolvidable manifestación de protesta de todo un pueblo, han impedido que yo vaya a las Cortes, para que queden impunes y en el silencio sus desvergüenzas y procacidades."
Por contextualizar someramente la mención que se hace en las citadas coplas de las elecciones, solo unos apuntes. En ellas se hace una mención al embargo que sufrió el marqués de Cabriñana. Dicho embargo vino como consecuencia de un malogrado intento de sobornarle a propósito de unos terrenos de su propiedad incluidos en un proyecto de ordenación urbana. En todo este conglomerado de influencias y cargos electorales sobrevolaba como trasfondo la guerra colonial cubana, los intereses especulativos de la banca y los monopolios industriales y comerciales, así como el desarrollo urbanístico del suelo.

La revista satírica El Motín, creada en 1881 con el subtítulo de "periódico satírico semanal" dedicó al controvertido Romero Robledo unas burlonas caricaturas que no me resisto a reproducir:


El pliego recoge también unos Sucesos de la isla de Cuba, donde se ensalza la figura del general Valeriano Weyler (1838-1930) por su proximidad a las tropas que embarcaban para sofocar la insurrección de los cubanos y su decisión de acabar con la guerra. Sin embargo, la opinión generalizada en torno a su figura, lo considera como un dirigente cruel y brutal, al que acompaña la terrible fama de haber promovido una política de exterminio a través de la llamada "reconcentración" de la población campesina en las ciudades, medida de extrema violencia que ocasionó miles de muertos y pérdidas colosales en la agricultura, lo que motivó enfermedades y una pobreza generalizada en la isla.

Weyles fue retirado de Cuba el 31 de octubre de 1897 por Práxedes Mateo Sagasta tras sustituir a Antonio Cánovas del Castillo, asesinado el 8 de agosto del mismo año.





©Antonio Lorenzo