jueves, 11 de julio de 2019

Abre el ojo y cierra la bolsa


La sabiduría popular, expresada en refranes, se hace eco de las consecuencias que supone el fiar. Tras un sucinto ejemplo de refranes populares doy paso a unas láminas ilustradas con reflexiones y versos sobre lo inconveniente de fiar.
   Confianza sin tasa empobrecerá tu casa
   El que fía y no sabe cobrar, pronto no tendrá con qué pagar
   Mal su bolsa defiende quien al fiado vende
   Ya no hay fiadores: matáronlos los malos pagadores
   Fiar equivale a regalar, y si no a regañar
   Hombre que fía, ciego sin guía
   Quien al fiado vende, la mitad de lo vendido pierde
   No hay nada más barato que lo fiado, si el comprador es hombre avisado
   Paga siempre al contado, que no es honra lo fiado





©Antonio Lorenzo

sábado, 6 de julio de 2019

Un noble caballero «galán de monjas» es despedazado por dos mastines


La figura arquetípica del «galán de monjas» ya se perfila en la curiosísima obra de Antonio de Torquemada (no confundir con el inquisidor Tomás de Torquemada) Jardín de flores curiosas, publicado por primera vez en Salamanca en 1570, donde en uno de los diálogos del tratado tercero que componen la obra, se nos narran los amores ilícitos de un caballero rico y principal que se trataba de amores con una monja y donde ya aparece el motivo de la «contemplación del propio entierro» y cómo el demonio, en figura de dos mastines, le acabaron despedazando.

Lope de Vega en La buena guarda (1610) cuenta la historia de la monja seducida que abandona el convento para seguir a su galán, pero sigue siendo muy devota, así que la Virgen se apiada de ella y toma su lugar en el convento, para que nadie note su ausencia, hasta que la monja vuelva arrepentida.

Agustín Durán, en el tomo II de su famosa recopilación Romancero general o colección de romances castellanos anteriores al siglo XVIII (números 1271 y 1272) reproduce dos anónimos pliegos sueltos con el título de Lisardo, el estudiante de Córdoba, que desarrolla parecido tema y donde el seductor Lisardo también contempla su propio entierro. Historia aprovechada posteriormente por Espronceda en El estudiante de Salamanca, aunque su desarrollo más acabado nos conduce al célebre Don Juan Tenorio, de Zorrilla, donde la figura de la monja enamorada resulta altamente sugerente y atractiva para la mentalidad romántica. El personaje del don Juan es una recreación, como se ha señalado repetidamente, de la figura creada anteriormente por Tirso de Molina en El burlador de Sevilla, donde su don Juan acaba abrasado en el infierno, mientras que el don Juan de Zorrilla muere tras arrepentirse y redimido por el amor.

El pliego reproducido es claramente deudor de la historia que ya venía apuntada en el libro de Torquemada y de su posterior desarrollo en obras de teatro y en pliegos sueltos. El impreso fue editado en Valencia por la imprenta de la viuda de Gerónimo Conejos.

Como señala Serrano Morales, José Enrique en su Diccionario de las imprentas que han existido en Valencia, desde la introducción del arte tipográfico hasta el año 1868; Valencia, Imprenta de F. Domenech, (1898-1899), pág. 89 y ss., anota que Jerónimo Conejos comenzó a imprimir hacia 1743. Tras su fallecimiento, en octubre de 1746, continuó con la labor impresora su viuda, fallecida probablemente hacia 1754 y continuada a su vez por sus herederos. El pliego, pues, aunque carece de fecha de impresión, hay que considerarlo anterior a 1754.

La misma historia en forma de pliego también fue editada posteriormente en Madrid por la imprenta de Andrés de Sotos, sin año, impresor que desarrolló su actividad entre los años 1764 y 1792 y del que reproduzco la xilografía de su edición.






©Antonio Lorenzo

miércoles, 3 de julio de 2019

Canciones entresacadas de obras teatrales o zarzuelas: "Los cuatro sacristanes" + "La cola del diablo" y otras [I]

Grabado de Carlos Enrique Pellegrini (Primera mitad siglo XIX)
El auge de la zarzuela propició el que sus más conocidos números fueran aprovechados para imprimirlos en hojas volanderas y que el público en general tuviera un fácil y económico acceso a los números más representativos.

El pliego que reproduzco contiene una serie de canciones provenientes de diferentes obras y autores. La revista bufo-política Los cuatro sacristanes, en un acto y en verso, fue estrenada en el madrileño Jardín del Buen Retiro en julio de 1875, siendo el autor del libreto Ricardo de la Vega y José Acebes de la música. El mismo Ricardo de la Vega estrenó al año siguiente La muerte de los cuatro sacristanes como continuación de la primera. Contextualizando el título los cuatro sacristanes simbolizan al clero clero carlista que pretendían casarse con España (Concha España), algo que al final hizo con don Justo Moral. Estas comedias hay que entenderlas como sátiras y críticas políticas enmarcadas en la agitada época de la Restauración borbónica en el último tercio del XIX, como se recoge en el himno dedicado a Alfonso XII.

Antes de dar paso al pliego, reproduzco las carátulas con la información de las zarzuelas elegidas para confeccionar el impreso.




El pliego se encontraba a la venta en la tienda de Borrás e impreso en la ciudad de Palma de Mallorca en 1876 por Bartolomé Rotger.





©Antonio Lorenzo

miércoles, 26 de junio de 2019

Tiranas y polos en la España del primer tercio del XIX


Si hay un claro referente en cuanto a la recopilación de bailes y coplas de finales del XVIII no podemos prescindir de la innovadora obra de Juan Antonio de Iza Zamácola (Don Preciso) (ca.1758-ca.1826): Colección de las mejores coplas de seguidillas, tiranas y polos que se han compuesto para cantar a la guitarra, Madrid, 1799. Dicha obra hay que entenderla en su contexto como un alegato y defensa tradicionalista frente a los bailes extranjerizantes. No hay que olvidar que su publicación se produce en una época políticamente convulsa con la vecina Francia, que a pesar de los pactos de colaboración acabaría desembocando en la llamada Guerra de la Independencia.

La relación del pliego con esta obra es indudable, pues una gran cantidad coplas incluidas en el impreso coinciden con las que se encuentran recogidas en la colección de Don Preciso.

La tirana es un género musical que puede presentarse en forma de canto o de baile, preferentemente durante el último cuarto del siglo XVIII, donde fue paulatinamente sustituyendo a las seguidillas en la parte final de la llamada tonadilla escénica. La tirana, seguramente de ascendencia gaditana, se caracteriza por su marcado tempo ternario de ritmo rápido y sincopado. A finales del XVIII vinieron a sustituir a las seguidillas en el número final de las tonadillas. Son el antecedente de la llamada escuela bolera, germen embrionario del flamenco con el que guarda relación, según han documentado prestigiosos investigadores.

Don Preciso escribe:
«Por este tiempo se veía ya en las provincias de Andalucia otro género de bayle que llamaban Tirana, la qual, al paso que se cantaba con coplillas de quatro versos asonantados de ocho sílabas, se baylaba con un compás claro y demarcado, haciendo diferentes movimientos á un lado y otro con el cuerpo, llevando las mujeres un gracioso juguete con el delantal al compás de la música al paso que los hombres manejaban su sombrero o el pañuelo, á semejanza de las nociones que conservamos de los bayles de las antiguas Gaditanas; pero el demasiado abuso que se iba notando en su execucion llevó este bayle á cierto libertinage contrario á las buenas costumbres, de que resultó que le desterráron por fin de los saraos y funciones decentes.Sin embargo baxo el nombre general de Tiranas siguiéron los aficionados y músicos componiendo multitud de canciones para la guitarra, que á poco tiempo se cantaban por toda clase de personas con tanta aficion, que pasaron á Petersburgo, Viena y otras Cortes de Europa, donde el célebre maestro español Don Vicente Martin hizo fanatismo insertándolas en sus óperas».
Hay que subrayar que esta proliferación de títulos sobre formas musicales: como el zapateado, cachirulo, zorongo y olé, fandango, seguidillas, el canario, baile del candil, playeras, jaleos, etc., no mantienen un único esquema cerrado, sino que manifiestan un carácter híbrido, de recreación y préstamos de elementos comunes e influencias mutuas dentro del marco de la lógica variabilidad espacio-tiempo.

No deja de resultar interesante la equiparación o simbiosis que establece Don Preciso entre la música popular y la música nacional, en cuanto que las identifica y concibe ambas como lo nuestro, lo propio y como lo característico de la «esencia española».

En cuanto al polo, originario también del sur de la península, se trata de una forma musical que aparece en el último tercio del siglo XVIII. Escritores y viajeros describen el polo como canto y como baile. Desde finales del XIX y hasta bien entrado en el siglo XX, se asocia el polo con el calificativo de gitano o flamenco, lo que viene a consolidar la hipótesis de la recreación del polo por el pueblo gitano según los datos recopilados de un tiempo a esta parte en hemerotecas y archivos, lo que permite considerarlo como un estilo flamenco. 

El pliego, en fin, recoge una serie de coplas etiquetadas como tiranas y polos. No en vano, el impreso está editado en Valencia en la temprana fecha de 1819, época de decadencia de la tonadilla escénica, tan profusamente estudiada por Subirá en su monumental obra en cuatro volúmenes: La Tonadilla escénica (1928-1932). Anteriormente a su estudio las tonadillas eran consideradas como canciones independientes sin tener en cuenta el armazón dramático que las acompañaba en secciones, lo que hizo añadir al gran investigador el término «escénico» para delimitar el género. Subirá establece el nacimiento de la tonadilla escénica en 1751; un periodo de crecimiento entre 1757 y 1770; su época de esplendor a partir del año 1771; un largo periodo de decadencia del género (1791-1810) y un periodo de ocaso y olvido (1811-1850), motivado entre otras razones por la influencia de la música italiana.

El pliego fue impreso en Valencia en la imprenta de Domingo y Mompié  en el 1819.





©Antonio Lorenzo

jueves, 20 de junio de 2019

Milagro de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres


La Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad de Cáceres desde 1906 y cuya festividad se celebra actualmente el primer domingo de mayo, oficia en este pliego como intercesora en la repentina curación del padre de seis hijos que se hallaba en trance de muerte. La devoción de su mujer, postrada de rodillas frente a su imagen, hizo que la virgen se apareciese envuelta en un hermoso y claro resplandor devolviendo la salud a su marido.

La imagen de la patrona cacereña fue tallada entre los años 1620 y 1626, al parecer en Sevilla, en madera de nogal y de cuerpo entero llevando al niño Jesús en su brazo izquierdo.

En el siglo XVIII, aprovechando un saliente de la roca en la llamada Sierra de la Mosca, se levantó el santuario que alberga su culto convirtiéndose en lugar de peregrinación para miles de personas que acuden a venerar la imagen.

Los hechos relatados en el pliego, editado en Cáceres en 1858 por la imprenta de Concha y compañía, no lo sitúan en la provincia de Cáceres, sino en el pueblo pacense de Fuente de Cantos.

Tras el recurrente pliego sobre la veneración a imágenes añado un poema de José María Gabriel y Galán, poeta de temática conservadora y tradicionalista, dedicado a la Virgen del Castillo. Los versos de este autor, ampliamente reconocido y admirado por las capas populares tanto de Salamanca como de Extremadura, se mantienen en la memoria de la gente popular, quienes recitan muchos de sus versos siendo altamente valorados por los habitantes de estas regiones.








©Antonio Lorenzo


viernes, 14 de junio de 2019

Partos asombrosos y nacimientos extraordinarios [V]


El interés de los pliegos por los sucesos sensacionalistas queda bien reflejado en esta relación que recoge la ajetreada vida de las gemelas siamesas Millie y Cristina. El fenómeno de los gemelos, y más si son siameses compartiendo algún miembro como en este caso, siempre ha suscitado fascinación y alimentado tabúes sobre muchos y variados aspectos.



Las hermanas Millie y Christine McCoy nacieron un 11 de julio de 1851 en Carolina del Norte. Sus padres, Jacob y Monimia, quienes habían tenido otros siete hijos normales, eran esclavos de un herrero llamado Jabez McKay, quien no tardó en venderlas, junto a su madre, a un empresario circense para exhibirlas en los espectáculos que regentaba. Presentadas como «Las siamesas de Carolina» acabó vendiéndolas a un rico comerciante que las exhibió en pases privados a diversas personalidades. 

Tras una serie de peripecias acabaron puestas en libertad en Inglaterra, donde la esclavitud ya estaba prohibida, bajo la custodia de su madre. Las dos gemelas fueron poco a poco ingresando notables cantidades de dinero por exhibirse en espectáculos. Recibieron clases de protocolo, música, canto y baile, llegando a ser presentadas como «El ruiseñor de las dos cabezas».

Contratadas por P. T. Barnum, adquirieron enorme prestigio y popularidad participando en giras internacionales donde cantaban canciones escritas especialmente para ellas, al tiempo que una tocaba la guitarra y la otra el piano.

Contentas con su condición, en ningún momento se plantearon el separarse, puesto que con el dinero que les pagaban ayudaron al resto de sus hermanos, haciendo donaciones a instituciones benéficas y patrocinando, incluso, un colegio para niños negros.

Tras cumplir los treinta años se retiraron de tan ajetreadas giras. Millie enfermó de tuberculosis muriendo en octubre de 1912, y su hermana Christine a las pocas horas después, a la edad de 61 años.

Fue tal la popularidad de las hermanas que aparecen en numerosos grabados y estampas, como en el pliego reproducido, así como en el «ventall» o abanico catalán que también adjunto, junto a otras imágenes y muestras de su paso por el mundo.





©Antonio Lorenzo

lunes, 10 de junio de 2019

Partos asombrosos y nacimientos extraordinarios [IV]


Este pliego se aparta del estilo habitual de los mismos en cuanto a su lenguaje y autoría. El pliego está firmado por Calixto Navarro (hijo), autor del que nada sabemos ni si desarrolló su labor escritora en otros ámbitos.

El autor del impreso es hijo del que fuera prolífico escritor zaragozano Calixto Clemente Navarro y Mediano (1847-1900), al que se le atribuyen cerca de trescientas obras. Colaborador de músicos como Bretón, Valverde o Fernández Caballero, se dedicó a escribir profesionalmente obras teatrales, juguetes cómicos, monólogos, comedias y zarzuelas, así como a desempeñar funciones de empresario en los teatros madrileños Novedades y Recoletos. Acusado también de firmar obras ajenas y de disponer de «negros» para la elaboración de obras que luego supervisaba o revisaba el texto que luego se atribuía.

También fue precursor de integrar en sus representaciones cuplés sicalípticos a la usanza francesa, por lo que fue ampliamente denostado por párrocos, asociaciones familiares o gobernadores civiles, aunque no se consiguió su neutralización, ya que prosiguió de forma imparable, así como la cada vez más notoria presencia de bailes extranjerizantes.

Calixto Navarro (hijo) nació en 1877 o 1879, según se deduce de los escasos datos que dio a conocer su padre en unos apuntes autobiográficos:
«Me casé en 1875, fui padre en el 77; reincidí el 79 y tuve la inmensa desgracia de perder a mi madre en el 86. Rodeado de mi padre, mi mujer y mis dos hijos, vivo como puedo».
Calixto (hijo), comienza el pliego con el conocido recurso de falsa modestia de autoempequeñecerse por no ser poeta, sino un mísero coplero. Tras un largo preámbulo critica la intención desmesurada de procrear hijos mientras se detiene en alabar, con erotismo solapado, el atractivo físico de la figura de la mujer. Tras alguna opinión de carácter social pasa a relatarnos el parto de los seis gemelos, lo que aprovecha para obsequiarnos con el siguiente consejo:
                          «¡Echar mano al cuenta gotas
                          y cerrar el grifo tiempo!
                          Que aunque es muy grande este mundo
                          ya apenas en él cabemos.
                          Disminuir los bautizos!
                          ¡¡¡A ver si hay huelga de clérigos!!!»
 




©Antonio Lorenzo