La Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad de Cáceres desde 1906 y cuya festividad se celebra actualmente el primer domingo de mayo, oficia en este pliego como intercesora en la repentina curación del padre de seis hijos que se hallaba en trance de muerte. La devoción de su mujer, postrada de rodillas frente a su imagen, hizo que la virgen se apareciese envuelta en un hermoso y claro resplandor devolviendo la salud a su marido.
La imagen de la patrona cacereña fue tallada entre los años 1620 y 1626, al parecer en Sevilla, en madera de nogal y de cuerpo entero llevando al niño Jesús en su brazo izquierdo.
En el siglo XVIII, aprovechando un saliente de la roca en la llamada Sierra de la Mosca, se levantó el santuario que alberga su culto convirtiéndose en lugar de peregrinación para miles de personas que acuden a venerar la imagen.
Los hechos relatados en el pliego, editado en Cáceres en 1858 por la imprenta de Concha y compañía, no lo sitúan en la provincia de Cáceres, sino en el pueblo pacense de Fuente de Cantos.
Tras el recurrente pliego sobre la veneración a imágenes añado un poema de José María Gabriel y Galán, poeta de temática conservadora y tradicionalista, dedicado a la Virgen del Castillo. Los versos de este autor, ampliamente reconocido y admirado por las capas populares tanto de Salamanca como de Extremadura, se mantienen en la memoria de la gente popular, quienes recitan muchos de sus versos siendo altamente valorados por los habitantes de estas regiones.
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