Pliego, sin fecha de edición, donde se recogen unas supuestas ordenanzas y estatutos del amor. Amparado bajo una apariencia irónica no se oculta la misoginia y discriminación que subyace y que se utiliza intencionadamente para provocar la sonrisa burlona y la aquiescencia de los varones.
La titulada como Carta constitucional incluye juicios de valor que, si los contemplamos desde una perspectiva actual, resultan ofensivos para la mujer, lo que daría pie para comentarlos y situarlos en un contexto de mentalidad general de épocas pasadas, lo que sobrepasa la intención de este blog que se limita a la difusión de estos impresos.
©Antonio Lorenzo
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