sábado, 15 de mayo de 2021

San Isidro, de labrador medieval a convertirse en patrono de los campesinos

Jusepe Leonardo Chabacier (ca. 1625-1630)
Si hay un santo que despierta controversias sobre su vida y milagros, al igual que sucede con otros tantos, no es otro que San Isidro. De familia pobre y humilde (lo que suele ser habitual en la biografía de los santos), Isidro trabajaba como peón de campo ayudando en la agricultura a la poderosa familia de los Vargas, dueños de ricas fincas cercanas a Madrid. Se cuenta que Isidro no comenzaba su jornada de trabajo antes de oír misa, por lo que sus compañeros le acusaron ante el patrón de que era un vago y se ausentaba del trabajo. El señor Vargas fue a observar su conducta en el campo comprobando que su trabajo de arar los campos guiando a los bueyes, lo realizaba un personaje invisible (quizás un ángel, apunta la iglesia), mientras Isidro se dedicaba a orar. La incomprensión del comportamiento de Isidro entre los campesinos, quedó suavizada posteriormente al señalar como acusadores no a los compañeros campesinos, sino al mismo demonio disfrazado de labrador.

Isidro, santo legendario, habría nacido hacia el 1082 y fallecido hacia el 1172, según se recoge en llamado Códice de San Isidro, conocido también como el Códice de Juan Diácono. Redactado en latín medieval donde se narra la vida de Isidro y algunos de sus milagros, fue descubierto en la madrileña Iglesia de San Andrés el año 1504 cuando se realizaba un inventario de bienes eclesiásticos. 

En dicho códice medieval, de finales del XIII, se dice que estaba casado y que tenía un hijo, pero no se cita en ningún momento el nombre de su mujer, aunque expresa que asistió como esposa sumisa y discreta a uno de los milagros más significativos de su marido y que le acompañó diligentemente en el momento de su muerte. 

A partir del siglo XVI se consideró fundamental otorgar una cierta visibilidad a la esposa del santo para engrandecer a su marido, donde mediante adiciones se le adjudicó el nombre de María Toribia, pasando luego a ser conocida como Santa María de la Cabeza, cuyo cambio de nombre es objeto de especulaciones de difícil aceptación documental histórica, apoyado tan solo desde un punto de vista legendario. Fue beatificada en 1697 y canonizada por Benedicto XIV en 1752, celebrado su festividad el 9 de septiembre.

Una de las fuentes posteriores más influyentes sobre la leyenda de San Isidro es, entre otras, la hagiografía sobre el santo compuesta por Alonso de Villegas en 1592 donde reinterpreta y añade milagros. La figura del santo fue recreada por el propio Lope de Vega por encargo de fray Domingo de Mendoza, alimentando la devoción al personaje entre las clases populares.

La leyenda de San Isidro está envuelta de imprecisiones, sobre todo por la gran cantidad de milagros posteriores atribuidos gracias a su intervención, entre los que destaca la mediación para la obtención de lluvias para las cosechas y ser benefactor de aguas milagrosas y medicinales, como se recuerda popularmente cada 15 de mayo en la famosa ermita de su nombre.

A raíz de la celebración del Concilio de Trento (1545-1563), en respuesta a la Reforma protestante de Lutero quien criticaba abiertamente el culto a los santos medievales por su falta de rigor histórico, la Contrarreforma incrementó su veneración valorando la difusión de reliquias. La ventaja de San Isidro frente al reparto y proliferación de reliquias es que su cadáver se conservaba incorrupto en un arca que sufrió también algunas vicisitudes y traslados, sepulcro conservado actualmente en la madrileña Real Colegiata de San Isidro desde el requerimiento de su traslado por el rey Carlos III en 1769.

El Isidro de Lope de Vega y su repercusión popular impresa

El incremento de la devoción popular al santo tiene mucho que agradecer al gran Lope de Vega. En 1599, pocos años después de la hagiografía de Alonso de Villegas, Lope de Vega, con apenas 19 años, publicó, a instancias del encargo de Fray Domingo de Mendoza su célebre composición narrativa en verso: Isidro. Poema castellano (sin especificar su santidad, algo que todavía entonces no era vigente), germen de las tres comedias posteriores dedicadas al santo. La literatura popular impresa, recogió enseguida determinados episodios y fragmentos recogidos en la obra de Lope, inspirando la proliferación de pliegos de cordel, aleluyas o estampas en siglos posteriores. Su Poema castellano está dividido en diez cantos donde se repasa la biografía del ilustre labrador junto con algunos de sus más renombrados y atribuidos milagros.

El proceso de canonización de San Isidro comenzó de forma oficial en 1592 teniendo en cuenta sobre todo la producción narrativa de su vida y milagros, así como lo transmitido por tradición oral con todo lo que conlleva de adiciones y alteraciones sobre su biografía histórica. Conseguir testimonios veraces, ya sea de San Isidro o de cualquier otro santo, es una cuestión de fe, no de documentación fidedigna, y así hay que entenderlo.

Isidro fue beatificado en 1619 por el papa Paulo V, siendo canonizado posteriormente por el pontífice Gregorio XV en 1622. El Papa Juan XXIII extendió el patronazgo de San Isidro a los agricultores y campesinos españoles por la Bula Agri Culturam dada en Roma el 16 de diciembre de 1960. Esta declaración sirvió para extender su culto a muchas localidades agrícolas, no sólo de España, sino del mundo entero.

Las celebraciones por la canonización contribuyeron a volver a inspirar a Lope otras comedias dedicadas al santo: San Isidro Labrador de Madrid, La niñez de san Isidro y La juventud de san Isidro, de honda repercusión popular.

La edición facsimilar que he manejado de la original obra de Lope de 1599 pertenece a mi colección particular y fue editada en 1935 con motivo del tercer centenario del fallecimiento de Lope de Vega por la Academia del Instituto de San Isidro, tan célebre en la capital madrileña, 



La obra de Lope alcanzó enorme popularidad, siendo reimpresa en numerosas ocasiones y fuente de inspiración de algunos pliegos de cordel, como señaló acertadamente la gran estudiosa María Cruz García de Enterría fechando un pliego de 1606 recogido en su Catálogo de los pliegos poéticos españoles del siglo XVII en el Brithish Museum de Londres, Pisa: Giardini Editori e Stampator (1977).

No es este el lugar, claro está, para profundizar en la biografía o en la repercusión devocional del santo, sino la de contextualizar y reproducir alguna de las muestras recogidas en la literatura popular impresa.


Auca moderna con la vida del santo en imágenes y la celebración festiva en su día





Son muchos los folletos y revistas que dedicaron sus páginas a resaltar imaginativamente la vida de San Isidro. Un ejemplo de ello es el folleto con la cabecera de «Vidas ejemplares» dedicado a nuestro santo. Fue editado en México en forma de comic por la editorial Novaro, establecida desde el año 1954, formando parte de una amplia colección, con el número 27. Reproduzco el comienzo de la vida del santo, donde se cuenta la inverosímil y alucinante intervención del santo en la victoria de los cristianos sobre los musulmanes en la batalla de las Navas de Tolosa.




En su variada iconografía suele aparecer vestido de campesino o agricultor conduciendo un tiro de bueyes mientras un ángel lo reemplaza en el arado o bien rezando arrodillado. Entre las herramientas o aperos de labranza que lo acompañan puede aparecer una podadera, una guadaña, una laya con la que puede hacer brotar una fuente o una gavilla de espigas. También es recurrente la representación del conocido milagro del pozo, donde, según la tradición, mientras se encontraba labrando en el campo su hijo se precipitó al interior de un pozo por un descuido de su mujer, siendo recuperado sano y salvo por la intervención de Isidro al hacer que el agua del pozo subiera milagrosamente hasta el brocal llevando al niño hasta la superficie.

El milagro del pozo - Anónimo (siglo XVII)

El milagro del pozo, por Alonso Cano (ca. 1639) Museo del Prado
San Isidro en oración, por Bartolomé González Serrano (1622)

Hornacinas a San Isidro y a Santa María de la Cabeza en el Puente de Toledo de Madrid (1735)

NOTA: En este año de 2021, la Comunidad de Madrid ha procedido a declarar las Fiestas Patronales de San Isidro como Bien de Interés Cultural, según se recoge en el Boletín Oficial de la Comunidad (B.O.C.M.) y que puede consultarse a través del siguiente enlace:


Francisco de Goya - La pradera de San Isidro (1788)

©Antonio Lorenzo

3 comentarios:

  1. Magnífica entrada!! y preciosa esa pradera de Goya, tan colorida y distinta a la pintura negra de la romería

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  2. Este post dedicado a San Isidro, es de tal calidad, cantidad, que no recuerdo haber visto algo tan amplio y magnífico, lleno de información, grafica y escrita sobre el santo, que he dejado un enlace de esta tu entrada en mi blog: La Zarza Online en el día d San Isidro.
    Gracias, Antonioo

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  3. Muchas gracias, Manolo, por tu comentario. En realidad, solo pretendía dar a conocer algunos aspectos menos conocidos del santo.
    Aprovecho para recomendar a los lectores que visiten, disfruten, rememoren y aprendan en tu hermoso y trabajado blog donde adquiere gran importancia lo que en definitiva nos mueve: la memoria.
    https://zarzadepumareda.blogspot.com/
    Un fuerte abrazo.

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