domingo, 6 de junio de 2021

Códigos sociales de urbanidad y de buenas maneras [II]

 

Para comenzar esta nueva entrada nada mejor que reproducir el resumen del trabajo elaborado por Pilar Ballarín para contextualizar el papel de la mujer en los tratados de urbanidad del siglo XIX.
«En España, a lo largo del siglo XIX, al tiempo que se sentaban las bases del sistema nacional de educación se definía el nuevo orden social de esferas separadas entre hombres y mujeres que caracterizará al patriarcado contemporáneo, cuestiones ambas imprescindibles para la realización del proyecto político liberal burgués. La escuela de niñas fue la encargada de promover y legitimar el modelo de mujer útil al nuevo Estado y al desarrollo económico desde el gobierno del hogar». La asignatura de «Ligeras nociones de higiene doméstica» que estableció la Ley Moyano en 1857 junto con la reorientación que se dio a las «labores propias del sexo» hacia la utilidad familiar, se consideran en este trabajo como los instrumentos clave para el alejamiento de las mujeres del mercado laboral y la devaluación de los trabajos que éstas desempeñan».

[«La escuela de niñas en el siglo XIX: La legitimación de la sociedad de esferas separadas», en Historia de la educación. Revista interuniversitaria, N.º 26, 2007, ediciones de la Universidad de Salamanca, págs. 143-168].
Uno de los tratados de urbanidad más populares para las niñas del último tercio del siglo XIX y principios del XX, es el escrito por Pilar Pascual de Sanjuán. Tal fue su popularidad que se siguió reeditando hasta mediados del siglo XX.

Pilar Pascual de Sanjuán (Cartagena, 1827-Barcelona, 1899) fue una pedagoga de acusada vocación humanística y acrecentado sentimiento religioso. De ser maestra rural en sus inicios, pasó posteriormente a regir la Escuela Práctica Agregada a la Normal de Maestras, de Barcelona. Convertida en figura relevante por sus escritos fue nombrada Socia de Honor de la Sociedad Barcelonesa de Amigos de la Instrucción.

Contexto histórico-social

La obra pedagógica de Pilar Pascual se desarrolla especialmente en la segunda mitad del siglo XIX. Se trata de un periodo convulso de grandes transformaciones económicas y sociales, donde se produce el derrocamiento de Isabel II y su salida al exilio tras el éxito de la Revolución de 1868, "La Gloriosa". La proclamación como rey de Amadeo I de Saboya en enero de 1871. La declaración de la I República española en 1873. Pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 a favor del hijo de Isabel II, Alfonso XII, dando paso a un corto periodo de reinado (1875-1885), e iniciando un largo periodo histórico conocido como Restauración.

La primera ley educativa integral y racional en España fue la Ley de Instrucción Pública de 1857, conocida como Ley Moyano, por ser entonces ministro de Fomento durante el reinado de Isabel II don Claudio Moyano Samaniego. Dicha ley tuvo un periodo de vigencia extremadamente largo y ha incidido profundamente en la estructura de la enseñanza primaria. Con esta ley se intentaba solucionar el grave problema de analfabetización en España. Con la Ley Moyano, se implantan los grandes principios del moderantismo histórico. Estos son la gratuidad relativa para enseñanza primaria, la centralización, la uniformidad, la secularización y la libertad de enseñanza limitada.

La Ley Moyano establece que la enseñanza sea obligatoria de los 6-9 años, posteriormente en 1909 se prolonga hasta los 12 años. El Estado cubre la gratuidad entre los 6-9 años, solo a aquellos que demuestren que no la pueden pagar.

La Primaria se estructura en dos etapas:

• Elemental de 6-9 años
• Superior de 9-12 años

La enseñanza principal de estos estudios «comprende las nociones rudimentarias de más general aplicación a los usos de la vida».

La Primera Enseñanza era impartida en las escuelas gratuitamente. Aun así, son los niños de familias de clase media los que realmente van a la escuela. Los de clase baja, debido a los problemas económicos de sus familias, hacía que los niños resultasen mucho más útiles como mano de obra.

Por otra parte, los niños de clase alta eran educados por institutrices en sus propias casas. Las institutrices vivían con la familia que las contrataba y se encargaban de la educación de los menores de la familia.



Pilar Pascual desarrolló una fructífera carrera de publicaciones, al margen de sus colaboraciones en revistas variadas. Se le han contabilizado una treintena larga de títulos: desde Los albores de la vida. Obra dedicada a las niñas (1863), Barcelona, Librería de Juan Bastinos e hijo, hasta Noches de estío. Cuentos para niñas y niños (1897), Barcelona, Antonio J. Bastinos. A lo largo de todos estos años publicó numerosos títulos que tuvieron gran repercusión y numerosas ediciones, como Flora o la educación de una niña (1881), Barcelona, Imprenta y Litografía de Faustino Paluzie.


De la amplia bibliografía de sus escritos pedagógicos creo de interés, aún a riesgo de que pueda resultar excesivo para una entrada de blog, la reproducción completa de su Breve tratado de urbanidad para las niñas (Barcelona: Imprenta de Paluzie, 1884), reeditado posteriormente y donde cada lector puede extraer sus propias conclusiones. Para ello, he unido cada dos páginas en una doble con el fin de que resulte más cómodo su acceso y consulta.



















©Antonio Lorenzo

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