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viernes, 26 de agosto de 2016

Relación burlesca de un jaque y sus hazañas

Hipolit Lipiński (1846-1884) - Tocador de zanfona
Interesante pliego sobre las hazañas de un jaque, donde por el tema tratado y el léxico empleado (mezcla de elementos burlescos, picarescos, rufianescos y hasta celestinescos), es muy probable que fuese compuesto en el siglo XVII.

Si repasamos someramente las distintas secuencias, vemos que comienza con el relato de su nacimiento, donde la matrona o partera, al cortarle el cordón umbilical, le predice su desgraciado futuro. Se detalla su aprendizaje con los bandidos de Sierra Morena, lo que recuerda a las jácaras por su contenido, aunque parodiándolas, y prosiguiendo con sus hazañas risibles, muy lejos del código de honor que suele caracterizar a los verdaderos jaques valentones, y sin ningún atisbo del mismo en nuestro protagonista.

Si bien aparece en la cabecera el término Sansón, este ha de entenderse como un guiño que parodia irónicamente la prodigiosa fuerza del célebre héroe judío en su venganza contra los filisteos, cuya historia se describe en el 'Libro de los Jueces' de la biblia hebrea, aunque aplicada en este caso de forma burlesca a nuestro protagonista, llamado Juan en el pliego.

Se trata, en suma, de un interesante pliego donde abundan expresiones habituales del léxico de germanía o jerga propia de los delincuentes: 'gorrona', 'daifa', 'coruja', 'olla', 'tronga'..., términos todos ellos habituales sinónimos de prostituta. Otros términos, como el apellido 'zorrible' no es sino un neologismo que hace referencia a zorra=borrachera; 'ermitaños', en lengua de germanía se refiere a salteadores de caminos; 'patacón', antigua moneda de plata; 'gabacho', despectivo de francés; 'gigote', especie de guiso de carne en manteca; 'baraja', en el sentido de disputa, etc.

La parodia sobre el escaso valor viril de nuestro protagonista, junto a su glotonería desbordada y su condición de marido sufridor y consentidor, son, entre otros, elementos característicos que hacen del pliego un ejemplo curioso de relación burlesca.

El pliego está editado en Córdoba, sin fecha, por la imprenta de Rafael García Rodríguez, hijo y heredero de Juan García Rodríguez de la Torre, de la que queda pendiente una entrada sobre su extensa actividad impresora de pliegos de cordel.





Antonio Lorenzo

sábado, 4 de mayo de 2013

Controversias y debates (El cuatro y el tres)



Los números han sido desde siempre portadores y vehículos de analogías con otras realidades. En su aspecto humano, el número es símbolo que expresa la relación de nuestra vida y nuestra mente con la naturaleza. Es decir, con nuestra existencia y nuestras posibilidades y facultades. El símbolo opera por analogía mediante un proceso de significación y ordenación. En la Edad Media lo simbólico es parte fundamental de la teología, de la filosofía y de la mística. La función simbólica se cristianiza en el caso de los números, asociando a ellos determinados aspectos religiosos. Es el caso de estos pliegos donde el litigio de dos números tan significativos como son el cuatro y el tres sirve para afianzar conceptos y asociarlos al imaginario religioso católico.


En este pliego que publico, editado en Barcelona en la Imprenta 'El Abanico', sin año, se recoge un pequeño diálogo sobre las excelencias de ambos números en relación a aspectos religiosos e incluso cosmogónicos. El resto del pliego desarrolla y combina versos de variada índole, donde incluso baraja una hipotética jerarquía militar con Cristo de coronel y arcángeles y santos componiendo el resto del regimiento, todo ello aderezado con coplas y glosas de carácter amoroso que conforman una especie de desordenado mosaico festivo.





Publico un segundo pliego impreso en Madrid en la Imprenta de J. M. Marés, sin año, donde varía tanto la xilografía como el contenido. Aparte de la disputa entre el cuatro y el tres se recoge la disputa entre un moro y un cristiano, de honda tradición, junto a unas décimas a lo divino y una cuarteta glosada en alabanza a María, mucho más acorde con el sentido general del pliego.





Añado la portada de otro pliego sobre el mismo asunto con la particularidad de contar con una xilografía diferente, donde se ve a una dama tañendo la guitarra y apoyando su pie en una especie de taburete en extraña posición, junto a un caballero que parece acompañarse con una pandereta.




Publico también un facsímil moderno sobre las excelencias y virtudes del número cinco con forzadas analogías y referencias a determinados juegos, como el referido a una variante francesa del billar donde se denomina «chapot"a lo que en francés sería «chapeau».





Para saber más


Adjunto el enlace al que fuera mi primer artículo (1981) y que trataba precisamente sobre «La simbología del número en el folklore y en la canción tradicional».

                      http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=37

Para escuchar

http://www.ivoox.com/disputa-entre-tres-cuatro-audios-mp3_rf_2010916_1.html




Antonio Lorenzo



martes, 6 de diciembre de 2022

Curiosos enigmas para recreo de los discretos


Acerca de los enrevesados y fascinantes juegos de ingenio trataré de seguir un cierto orden cronológico sobre las recopilaciones más significativas donde aparecen enigmas, adivinanzas o acertijos, compilaciones de las que echamos en falta un estudio riguroso, clasificatorio y comparativo de este tipo de obras destinadas básicamente al entretenimiento. En relación a los enigmas que aparecen en los pliegos de cordel que reproduzco al final, me detengo de una forma muy superficial en algunas de las obras de la primera mitad del siglo XIX que guardan relación con los contenidos de los pliegos.

Agustín Pérez Zaragoza es uno de los autores más conocidos de la época fernandina, pues aparte de su célebre novela de horror titulada Galería fúnebre de espectros y sombras ensangrentadas, dio a la estampa una colección en el año 1821 titulada 👉El remedio de la melancolía: la floresta del año 1821, o colección de recreaciones jocosas e instructivas, donde se recogen en 4 vols. todo un conjunto de agudezas, sentencias, problemas de aritmética, juegos de sutileza y baraja, chistes y cuentecillos, etc. El conjunto de esta obra es una traducción de materiales franceses adaptados a las costumbres españolas. Estas misceláneas estaban destinadas al entretenimiento y la diversión para uso colectivo en reuniones familiares o tertulias, aspectos poco tenidos en cuenta por los estudiosos, pero de indudable interés para comprender más y mejor la vida cotidiana de la época como ejemplos característicos de la circulación cultural en los los ámbitos de sociabilidad casera.

Diez años más tarde, en enero de 1831, Mariano de Rementería y Fica publicó en Madrid un 👉Manual completo de juegos de sociedad o tertulia, y de prendas, donde tiene cabida un pequeño repertorio de enigmas en prosa y en verso. La obra es una traducción del francés de una obra anterior según expresa el propio Rementería. 
Esta colección se ha formado del tratado, que con el título que lleva, pu­blicó en francés madama Celnart, aña­diendo otros juegos tomados de otra obrita titulada: Le savant de societé; y aun añadiendo otros pormenores, y aco­modando las charadas y demás juegos al giro de la lengua española, para lo que ha sido a veces necesario inventar más bien que traducir.  No me detendré en hablar de la utilidad de esta colec­ción, ya en el campo, y ya en el seno de los hogares domésticos, procurando una variedad de juegos que no se limitan únicamente a una mera distracción, si­no que algunos de ellos, como dice el prólogo del original, ejercitan la me­moria, animan la elocución, precisan a saber una multitud de cosas relativas a la mitología, literatura, historia, ciencias naturales, etc.
La otra obra a la que hace referencia, Le savant de société, se publicó en Francia en 1802 con este título y reeditada posteriormente con asiduidad.


A su vez, y un año más tarde del Manual de Rentería, Pérez Zaragoza dio a la luz una interesante obra que guarda relación con el mundo de los enigmas y adivinanzas en dos volúmenes de 1832 con el título 👉El entretenimiento de las náyadas. Colección curiosa y divertida de 329 charadas o enigmas, puestas en quintillas, para dar una honesta distracción a las señoritas, y hacer más dulces sus labores en el invierno. En la anteportada figura también el título Recreo de damas del gran tono, o sea delicia de lechuguinos y lechuguinas.

«Este librito que ofrezco a las damas [...] se dirige principalmente a proporcionarlas un placer inocente, capaz de poderlas distraer en aquellos momentos tristes o enojosos que suelen abatir su espíritu y ser funestos a su corazón. Su lectura debe ser también para ellas de utilidad, pues el mismo deseo de adivinar los objetos que en sí envuelven las charadas las hará discurrir, analizar, cultivar su ingenio, despertar entre unas y otras la grata emulación, descubrir el discernimiento de los petimetres, novios y demás concurrentes a su sociedad, y en fin, tendrán una diversión, en las largas y fastidiosas noches del invierno, que entretenga su imaginación [...] Aquí tenéis, virtuosas niñas, y vosotros jóvenes amables, una distracción inocente, útil y curiosa, que no os fastidiará»... (vol. I, pp. 12 y ss.)
En sucesivas entradas comentaré o daré noticia de significativas recopilaciones posteriores que guardan relación con los pliegos y que contienen entretenimientos de agudeza de ingenio. Reproduzco dos de ellos.





Este otro pliego, editado en Málaga y perteneciente al Fondo Hazañas de la Universidad de Sevilla, pliego del que también se conoce otra edición sevillana procedente del taller de Joseph Padrino, quien desarrolló su actividad entre 1748 y 1745. El texto del pliego se dice compuesto por Juan García Valero, hijo de la villa de Arahal. Poco se sabe de este personaje como versificador de aceptación popular, aunque se le cita en otros pliegos sueltos editados por diferentes impresores e imprentas, donde figura su supuesta autoría, como en Relación nueva de muger. La vengada madrileña o Cobrar la fama es nobleza, y desempeñar su agravio...





©Antonio Lorenzo

martes, 2 de enero de 2018

La fortuna y el amor por medio de la baraja + La buenaventura según el mes de nacimiento

José Benlliure Gil (1858-1937) - La buenaventura a la novia
Todo comienzo de año resulta propicio para preguntarnos sobre lo que nos deparará el futuro. Los pronósticos sobre la suerte que correrán las personas o los vaticinios de los fenómenos meteorológicos según determinados calendarios o almanaques son lugares comunes en estas fechas.

Ya en el siglo XVIII, las críticas formuladas por el erudito benedictino Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764) en su Teatro crítico universal (Tomo I, discurso VIII) consideraba estas prácticas y predicciones como falaces.
"La correspondencia de los sucesos a algunas predicciones, que se alega a favor de los Astrólogos, está tan lejos de establecer su arte, que antes, si se mira bien, la arruina. Porque entre tantos millares de predicciones determinadas, como formaron los Astrólogos de mil y ochocientos años a esta parte, apenas se cuentan veinte, o treinta que saliesen verdaderas: lo que muestra que fue casual, y no fundado en reglas el acierto. Es seguro, que si algunos hombres vendados los ojos un año entero, estuviesen sin cesar disparando flechas al viento, matarían algunos pájaros. ¿Quién hay (decía Tulio) que flechando aun sin arte alguna todo el día, no dé tal vez en el blanco? »Quis est qui totum diem jaculans, non aliquando collimet?» Pues esto es lo que sucede a los Astrólogos. Echan pronósticos a montones sin tino; y por casualidad uno, u otro entre millares logra el acierto".
En este mismo blog desarrollé, hace ahora dos años, una más extensa entrada sobre los almanaques, lunarios y pronósticos en general, que puede consultarse a través del siguiente enlace:


Reproduzco dos pliegos: el primero sobre el arte de echar las cartas, útil para las niñas enamoradas y casaderas, y el segundo sobre la explicación del signo según el mes de nacimiento.








©Antonio Lorenzo

jueves, 22 de diciembre de 2022

El chasco de la lotería


El pliego titulado El chasco de la lotería guarda una estrecha relación temática con un antiguo sainete del siglo XVIII. En realidad, se trata de dos sainetes: El día de lotería y el titulado El chasco del sillero, y segunda parte del día de lotería, aunque este último más bien viene a ser una continuación independiente en parte del primero, que fue el más representado y alcanzó un mayor éxito en los teatros madrileños de la Cruz y del Príncipe en el último cuarto del XVIII, aunque en ambos casos la lotería constituye su eje temático.


Aunque en ellos no figura su autor, se sabe que corresponden al prolífico sainetista Sebastián Vázquez. En los teatros madrileños estrenó dicho autor alrededor de 80 sainetes entre 1774 y 1798, muchos de ellos puestos en escena también en los primeros años del siglo XIX, lo que da idea de la repercusión popular de los mismos y su buena acogida por parte del público. La mayoría de sus personajes forman parte de las clases populares (majos y majas, ciegos, tartamudos, criados, jardineros, peluqueros y un variopinto número de artesanos como zapateros, silleros o cesteros). Su repetido eje temático se basa en la forma de conseguir comida o dinero a costa ajena, todo ello entremezclado con juegos verbales, riñas, chascos o cortejos desiguales como eficaces recursos cómicos que lograban la diversión del público.

Autor también de tonadillas escénicas, en sus representaciones también se daba cabida al baile, al canto y a la música. Algunos sainetes suelen comenzar con canciones tratando de enmarcar la historia dentro de un ambiente que fuese reconocible enseguida por el público, como ocurre en el caso de El día de lotería: "Todo sea festejo, todo alegría, que esperamos nos caiga la Lotería".


Tanto los sainetes señalados como el pliego reproducido giran alrededor de la lotería y del chasco. En ambos aparece un pícaro estudiante proponiendo unos números mediante una serie de estratagemas y de cálculos que aseguraba que serían premiados, engañando y logrando de esta forma conseguir toda una serie de ventajas para él.

El teatro breve, mal considerado como un género menor en el sentido de vulgar, guarda una estrecha relación con un determinado tipo de pliegos de los que carecemos, que yo sepa, de un estudio pormenorizado. En la relación de los sainetes con la música, sobre todo durante la segunda mitad del siglo XVIII, habría que incorporar y dar una mayor atención también a los pliegos de cordel desde una perspectiva interdisciplinar.

Por contextualizar el tema de la lotería conviene recordar que su promulgación como juego se produjo el 30 de septiembre de 1763 mediante un Real Decreto firmado por el Marqués de Esquilache durante el reinado de Carlos III. Esta lotería inicial, copiada de la ya existente en Nápoles, venía a ser una especie de impuesto encubierto para aportar ingresos al estado. En sus inicios, la llamada" Lotería primitiva" o "De números", no se asemeja en nada a la que conocemos actualmente. Durante esa duradera etapa el jugador debía realizar tres elecciones: elegir tres números sobre los que deseaba apostar, decidir sobre el tipo de modalidad de apuesta y la cantidad a apostar. Sobre un total de noventa números, de los que cinco serían los premiados, el jugador debía escoger tres de ellos conocidos como el "terno", que en caso de premiarse correspondería en la actualidad a "tocar el gordo".

La forma de jugar a la lotería primitiva de entonces era complicada al coexistir varias modalidades de combinaciones de apuestas, por lo que aparecieron una serie de manuales para jugadores, ya que el riesgo de pérdida económica de los jugadores no resultaba desdeñable según la modalidad elegida, al igual de la que asumía por entonces la Real Hacienda.

Estas modalidades de la lotería propiciaron a que avispados personajes tratasen de sacar beneficios asesorando a los jugadores incautos mediante cábalas y suposiciones.

La nueva modalidad de juego de la lotería "moderna" frente a la "primitiva" fue aprobada en 1811 por las Cortes de Cádiz cuyo funcionamiento es similar al que conocemos actualmente mediante billetes fragmentados en décimos. Su primer sorteo se formalizó el 4 de marzo de 1812 conviviendo con la anterior "primitiva" que fue suprimida definitivamente en 1862.

En el sainete El día de lotería el pícaro estudiante trata de convencer a los vecinos de un barrio popular la conveniencia de que apuesten a los números 6, 15, 90, 1 y 86, pues según sus técnicas secretas y a través de los sueños creía vaticinar los resultados. Los vecinos, al comprobar más adelante que no han acertado y que los premiados han sido el 20, el 9, el 70, el 7 y el 5, hay unas vecinas que se conforman, pero hay otra que se confunde y cree que ha ganado "un terno" hasta el punto de proceder a arrojar por el balcón muebles y enseres viejos pensando que los podrá sustituir por otros nuevos (de ahí la expresión de "tirar la casa por la ventana"). Al comentarle su marido "no hay terno, ni un número he acertado", ella se desmaya.

En cuanto al pliego, al igual que sucede en los sainetes, aparece la figura del estudiante que trata de persuadir a los jugadores de la importancia de seguir sus consejos para conseguir un feliz resultado. Al margen del contexto que sirve de escenario escénico, el estudiante se basa en estratagemas y cábalas para embaucar a las gentes sencillas. Si atendemos al desarrollo del pliego, el estudiante sostiene que los cuatro números que propone como premio seguro son el 40, 90, 23 y 18, tal y como aparecen reseñados en la cabecera del pliego bajo la ilustración.

«Me dijo por reglas fijas
que el cuarenta era seguro
aun cuando no entrase en rifa,
y que los signos celestes
de Acuario, Cáncer y Libra
el noventa señalaban
y que sin falta saldria.
El Géminis con el Leo
el veinte y tres determinan
y el Escorpión, Tauro y Virgo
el diez y ocho...»

Vemos, pues, cómo esos primeros tiempos de la lotería primitiva dieron lugar a la confección de sainetes para resaltar las cábalas, sueños y augurios de los pícaros como recurso escénico y humorístico que gustase a amplias capas de la población.

Una cábala muy famosa fue la publicada en Madrid en 1850 por un desconocido A.Q.R, con el título Misterios de la Lotería Primitiva ó el gitano Cabalista del siglo XIX, donde vaticinaba éxitos seguros e infalibles basados en las cartas de la baraja.

«Suerte y felicidad, ventura y riqueza para todos. El presente y novísimo tratado que se publica, contiene los números infalibles para el año actual de 1850 y próximo de 1851, en los que cierta y seguramente cuatro ó mas ternos y una quinterna, según profecia del gitano cabalista. Además contiene el modo único de jugar á la lotería; juego de cartas para sacar números para todas las estracciones; preceptos y máximas que han de seguir en adelante todos los que se interesen en la loteria; la gran cábala descubierta por el gitano; la combinación triangular y la jugada del diablo; con otras noticias, misterios y secretos de este gran juego: en fin, suerte, felicidad y riqueza para todos ofrece el gitano cabalista. Por D.A.Q.R. Madrid, 1850. Imprenta de D.J.M. Marés; Librería de la Publicidad. Un cuaderno en 8º marquilla».




Para acabar, y como dijo el gitano cabalista: ¡Suerte y felicidad, ventura y riqueza para todos!


©Antonio Lorenzo