Las dos caras del disco de Festo |
Rembrandt - Palamedes ante Agamenón (1624) |
Grabado de Bartolomeo Pinelli (1781-1835) |
Las dos caras del disco de Festo |
Rembrandt - Palamedes ante Agamenón (1624) |
Grabado de Bartolomeo Pinelli (1781-1835) |
Del conocido establecimiento de Juan B. Vidal en la localidad de Reus, reproduzco este deteriorado pliego que recoge una recurrente despedida amorosa, acompañada a continuación por una burlesca canción a una fea presumida donde se trasluce su carácter misógino, tan frecuente en la literatura popular impresa de siglos pasados.
Despedida de dos «finos» amantes donde el enamorado expresa a su amada que su amor hacia él debe ser exclusivo y acusándola de deslealtad. A su vez, la enamorada reprocha a su enamorado su desconfianza y recelo, pero dice aceptar su marcha con gran sentimiento y desconsuelo.
El pliego fue impreso en Barcelona por la conocida imprenta de Estivill, en la calle de la Boria, taller al que dediqué una entrada que puede consultarse en el siguiente enlace:
https://adarve5.blogspot.com/2014/03/apuntes-sobre-impresores-y-estamperos.html
Xilografía del pliego editado en Valladolid por Santarén [s.a.] |
«En cuanto sacrificio, la Eucaristía es ofrecida también en reparación de los pecados de los vivos y los difuntos, y para obtener de Dios beneficios espirituales o temporales».
Pliego editado en Madrid por la conocida imprenta de la calle Juanelo donde se narra la curiosa historia de un «ladrón de mucho nombre», condenado a muerte por sus robos y que convenció al religioso que fue a confesarle, como era costumbre antes de proceder a su ejecución, el que colocase una silla sobre el altar de la capilla donde se encontraban. Tras ello, encaramándose el reo sobre los hombros del religioso y tras un formidable salto, alcanzó la ventana por la que accedió a los tejados para escaparse.
El religioso, al cabo de los años de este suceso, mientras recorría diversos pueblos predicando misiones, encontrándose extraviado en una noche tumultuosa, logró encontrar refugio gracias a la ayuda de un paisano que resultó ser el que fuera el reo condenado a muerte al que confesó veinte años atrás, que ahora se encontraba felizmente casado y en compañía de sus bellos ocho hijos.
El trasunto moral que se desprende de esta relación viene a recalcar la importancia del propósito de enmienda de nuestros pecados o errores cometidos en el pasado como forma de expiar una conducta inadecuada.
©Antonio Lorenzo
«Conozco que me engañó mi buen deseo. Dos años largos ha que ciño la corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fuesen extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como sufridos, sería el primero en combatiros; pero todos los qué con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación son españoles, todos, invocan el dulce nombre de la patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cual es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males. …Nadie achacará á flaqueza de ánimo mi resolución. No había peligro que me moviera a desceñirme la Corona si creyera que la llevaba en mis sienes para bien de los españoles, ni causó mella en mi ánimo el que corrió la vida de mi augusta esposa, que en este solemne momento manifiesta, como yo el vivo deseo de que en su día se indulte a los autores de aquel atentado. Pero tengo hoy la firmísima convicción de que serían estériles mis esfuerzos e irrealizables mis propósitos. Estas son, señores diputados, las razones que me mueven a devolver a la nación; y en su nombre a vosotros, la corona que me ofrecía el voto nacional».
(Fragmento del discurso de abdicación de Amadeo I ante las Cortes)
La lámina reproducida se hallaba en venta en la que parece ser la casa particular de Marcos Bargalló, distribuidor de este tipo de documentos y no sabemos si fuera además impresor o editor. Aunque no consta la fecha, todo parece indicar de que se trata del año 1873 tras la reciente abdicación del rey.
Pliego sin lugar ni fecha de impresión y de controvertida atribución temporal.
Cabe la duda de si nos encontramos con un pliego burlonamente manipulado y alterado, ya que es uno de los que el gran bibliógrafo, editor y bibliotecario José Sancho Rayón dio a conocer en una extraordinaria colección de reproducciones fotolitográficas donde precisamente figura el que nos ocupa.
José Sancho Rayón (1830-1900), pionero de las ediciones facsimilares y conocido como el Culebro en los ambientes literarios por sus ingeniosas manipulaciones, inició en 1871 su Colección de Libros españoles raros o curiosos, de gran interés bibliográfico, y de forma paralela sus famosas Reproducciones fotolitográficas, muy buscadas desde entonces y de alta cotización.
En la biblioteca de la Hispanic Society of America de New York se conserva un ejemplar que perteneció al Marqués de Jerez de los Caballeros, según extraigo del imprescindible estudio que Víctor Infantes dedicó a la figura de Sancho Rayón y que cito al final. Parece ser que el Marqués, aunque no hay certeza absoluta, mandó reproducir posteriormente este pliego de su propiedad, quizá como presente navideño hacia sus amigos, en una escasa tirada en las prensas sevillanas de Francisco Saña en 1890 y fijando su tirada en 60 ejemplares.
El Marqués de Jerez de los Caballeros (Manuel Pérez de Guzmán y Boza), fue el que compró gran parte de la biblioteca de Sancho Rayón tras su fallecimiento en 1900 y recomprada a su vez en 1902 por el hispanista y millonario americano Archer Milton Huntington. Gran parte de sus numerosas adquisiciones se conservan desde entonces en la Hispanic Society (fundada en 1904), que cuenta con copias únicas y primeras ediciones significativas de la historia literaria española, así como exclusivas pinturas de Sorolla y todo tipo de valiosos documentos.
En el texto de la cabecera del pliego se nos dice que fue compuesto por Lope de Sosa, natural de Salamanca. Del tal Lope de Sosa no hemos encontrado referencias verosímiles, puesto que se trata de un nombre muy común y frecuente en la época, algo que hasta ha dado título a la cabecera de una revista, como veremos.
El pliego procede, en esta ocasión, del conocido taller tipográfico murciano de Pedro Belda editado en 1858.
Esta habilidad de enfrentarse al contrario mediante argumentos razonados en alternancia dialogada fue práctica habitual en las enseñanzas universitarias medievales donde el alumno debía de ser capaz de defender su postura de forma razonable o, en su defecto, asumir argumentos contrarios sobre un determinado asunto.
Estos debates alegóricos han encontrado eco en los pliegos de cordel enlazando con tradiciones literarias antiguas. En este mismo blog ya dedicamos una serie de entradas a controversias entre diferentes cuestiones donde la disputa no tiene porqué dar lugar a una solución aceptada, sino que su interés reside propiamente en el desarrollo de la controversia. Con la etiqueta de «Controversias y debates», dedicamos unos ejemplos en anteriores entradas a las «Virtudes del día y la noche (a lo humano y a lo divino)», «Diálogo entre un moro y un cristiano», «Diálogo entre la riqueza y la pobreza», «Diálogo entre el trigo y el dinero», «Diálogo entre un marroquí y un español», «Diálogo entre el cuatro y el tres» o el «Diálogo entre al agua y el vino». Este último goza de una gran tradición literaria habiendo dado lugar a diversas composiciones latinas, francesas, españolas, etc., donde se manifiestan propósitos diversos: desde su relación con la eucaristía a la adulteración del vino con agua. Entre nosotros son conocidos los célebres «Denuestos del agua y del vino», considerado como antecedente del célebre poema anónimo del siglo XII «Razón de amor».
Este pliego, que recoge la contienda entre un pobre y un rico, fue impreso en Córdoba, sin año, en el taller de Rafael García Rodríguez, conocido impresor fallecido en 1844.