La Iglesia Católica conmemora la festividad de San Esteban el día siguiente a la Navidad. La única fuente de información de primera mano sobre la vida y muerte de San Esteban son los Hechos de los Apóstoles. Los Hechos constituyen el quinto libro del Nuevo Testamento después del evangelio de San Lucas. El libro de los Hechos puede ser considerado como una historia del cristianismo primitivo. La mayoría de los estudiosos sitúan la datación de este libro en torno a los años 70-80 posteriores a la crucifixión de Cristo. Al ser más tardío y posterior al evangelio de San Lucas hace que su veracidad historiográfica resulte menos fiable.
Fra Angelico - San Pedro consagra a Esteban como diácono |
En los Hechos se narra la
constitución por parte de los Apóstoles de los que pueden ser considerados los
primeros siete diáconos de la Iglesia de Jerusalén. De acuerdo con el capítulo
6 Esteban era uno de los siete hombres de la iglesia primitiva en Jerusalén
nombrados para servir como diácono.
"Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana. Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las masas. Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo; mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.» Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía; los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos". (Hechos de los apóstoles 6:1-6)
[El santo de cada día. Ed. Luis Vives, Zaragoza, 1949, tomo VI]
Tras una disputa con los miembros
de una sinagoga de los "libertos romanos", Esteban es denunciado por
blasfemia contra Dios y contra Moisés, así como por hablar mal contra el Templo
y la Ley. Esteban es juzgado ante el Sanedrín (asamblea o consejo de sabios) y
una vez condenado es apedreado hasta la muerte por una turba enfurecida, que se
siente alentada por Saulo de Tarso, quien más tarde sería conocido como San Pablo
el Apóstol. Después de su conversión al cristianismo, Pablo hace referencia en
sus escritos a que estuvo presente en el martirio de Esteban.
En la primera de las imágenes que publico puede apreciarse a Saulo (Pablo) cuidando de la ropa de sus agresores, pero sin participar en su lapidamiento.
Martirio de San Esteban. Autor: Vicente Juan Masip. España, s. XVI |
Lapidación de San Esteban por Rembrandt |
Grabado de procedencia desconocida |
Grabado de procedencia desconocida |
Icono representando el martirio de San Esteban |
Publicamos, a continuación, unos gozos dedicados a fomentar su devoción. En el primero de ellos se indica que es el abogado contra las tempestades de piedra y granizo [sic].
Gozos a San Esteban protomartir. Alcoy, Impr. José Martí, 1870 |
Tradicionalmente se le suele representar como un hombre joven, sin barba, con una tonsura y las vestiduras propias de diácono. En otras imágenes, como en la que encabeza esta entrada pueden verse sobre su cabeza unas piedras, en clara alusión a su martirio.
La ubicación de la tumba y de los
restos de San Esteban se ignoraron durante siglos, hasta que en el 415 un cierto
sacerdote llamado Luciano supo por revelación que el sagrado cuerpo estaba en
Caphar Gamala, un poco más al norte de Jerusalén. Las peripecias y el traslado
de sus restos y reliquias, aunque ciertamente sugerentes, rebasan con mucho el propósito de esta entrada.
Antonio Lorenzo
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