martes, 25 de enero de 2022

De almanaques, calendarios y predicciones [IV]

Librería de los editores Gaspar y Roig en la madrileña calle del Príncipe

El 15 de enero de 1857 apareció el primer número de la revista El Museo Universal que prolongó su andadura hasta el año 1869. La revista fue quincenal en un principio pasando posteriormente a ser semanal a partir de 1860 en números de ocho páginas y a tres columnas como periódico de ciencias, literatura, artes, industria y conocimientos útiles e ilustrado por los mejores artistas españoles con profusión de láminas y grabados. Su finalidad era de tipo enciclopédico literario y no político, a diferencia de los numerosos periódicos que circulaban por entonces.

La casa editorial y editora de la revista se fundó en 1845 por el grabador y empresario José Gaspar y Maristany junto a José Roig Oliveras constituyendo una importante y avanzada casa editorial de absoluta referencia en la segunda mitad del siglo XIX. Su rico fondo está compuesto por una gran variedad de temas que iban de lo religioso a lo jurídico junto a obras de carácter histórico, diccionarios, manuales y novelas. La colección Biblioteca Ilustrada de Gaspar y Roig supuso un avance fundamental tanto en la edición como en la difusión de sus de obras editadas. Tras el fallecimiento de José Roig, la casa pasó a denominarse Gaspar Hermanos y, desde 1874, Gaspar editores. Tan solo 7 años después desaparecía la editorial, habiendo sido una de las más importantes del siglo XIX.

Desde el primer número de la revista El Museo Universal en 1857 supuso todo un avance progresista intelectual por la cantidad de colaboradores y autores destacados entre los que se encontraban los hermanos Bécquer, Pedro Antonio de Alarcón, José Zorrilla, Gaspar Núñez de Arce, Francisco Pi y Margall y tantos otros.

En sus primeros años de vida jugó un papel relevante su director, Nemesio Fernández Cuesta, por la gran cantidad de artículos resumiendo la actualidad social y artística. De obligada referencia es el desarrollo de las ilustraciones y dibujos que acompañan toda su trayectoria con reconocidos ilustradores y dibujante como Francisco Ortego, Bernardo Rico, Daniel Urrabieta, etc.

En esta entrada quiero detenerme y prestar la atención que se merece el Almanaque Literario de El Museo Universal para el año 1862. La famosa revista decidió editar y regalar a sus suscriptores un almanaque para el 1862 junto a unos billetes de rifa para tres cuadros de regalo, siempre y cuando los suscriptores estuviesen al día de los pagos y habiendo renovado su suscripción. La noticia del regalo del almanaque literario para todo el año entrante ya vino recogida en el número publicado el 1 de diciembre de 1861 acompañada de esta una curiosa y satírica ilustración como reclamo.


Las ilustraciones que aparecen en el almanaque, al igual que las incluidas en la revista matriz, no dejan de ser un complemento significativo de la oferta cultural de entonces y que gozan de un indudable interés para la historia visual, gráfica y cultural de nuestro país.

Las ilustraciones constituyen un recorrido transitorio o pasajero, pero de interés para comprender y contextualizar lo sucedido en su combate contra el olvido. Atando los cabos de la memoria que iluminan las imágenes antiguas se nos impulsa a rescatar un pasado lejano de lo que en su día fue tal vez un acontecimiento memorable que merece ser redescubierto desde el presente. Lo efímero de la imagen se convierte en un aliciente para configurar y esclarecer una época de acontecimientos que no vivimos pero que no dejan de ser un legado para su estudio e interpretación.


En las variadas ilustraciones incluidas en el almanaque aparecen referencias a la presencia de moros en Madrid, algo que merece una contextualización de los acontecimientos históricos de aquel año ya que aún se hallaban muy presentes las consecuencias del primer conflicto contra el imperio marroquí (1859-1860).

El primer gran combate entre los dos ejércitos se produjo el 1 de enero de 1860, conocido como la batalla de los Castillejos, lo que supuso la primera victoria de las tropas españolas, continuada por la toma de la plaza de Tetuán y posteriormente por la victoria en la batalla de Wad-Ras. El 26 de abril se firmó el Tratado de Wad-Ras donde España se declara vencedora de la guerra, obteniendo una serie de compensaciones económicas y políticas lo que puso fin a esta primera etapa de los conflictos de España con Marruecos.

Es a finales de 1861 cuando se publicó el almanaque para el año 1862 en la etapa de la conocida como Unión Liberal, en pleno reinado de Isabel II, que estuvo presidida por Leopoldo O'Donnell desde el 30 de junio de 1858 hasta el 2 de marzo de 1863.

Tras la firma del tratado de paz, Muley-el Abbas, hermano del nuevo sultán de Marruecos Sidi Mohammed Ben Abderrajman, acudió en 1861 a Madrid para reunirse en recepción con la reina Isabel II donde le ofreció numerosos regalos. La presencia de la llegada a Madrid de la comitiva marroquí y la recepción de la reina Isabel II el 6 de octubre de 1861, se recogió en estas ilustraciones en la misma revista El Museo Universal.

El tratado de comercio celebrado entre España y Marruecos fue firmado en Madrid el 20 de noviembre de 1861.



El dibujante y litógrafo francés del siglo XIX Gustave Janet (1829-1898), también ilustró la recepción de Isabel II a la comitiva de Muley-el-Abbas que fue publicada en la prensa extranjera.


Es en este contexto donde hay que enmarcar estas curiosas ilustraciones del almanaque donde adquieren protagonismo los moros que vinieron en comitiva a Madrid donde en sus andanzas aprovecharon para visitar circos, museos y teatros que fueron dibujadas con intencional sesgo humorístico.

Tras ellas, reproduzco el almanaque profético para damas y galanes, predicciones propias de un almanaque y, a continuación, incluyo dos pliegos sueltos de cordel donde se recogen las supuestas conversaciones entre Muley-el Abbas y el emperador de Marruecos, donde el primero exalta de forma laudatoria los valores del ejército adversario.







El almanaque incluye también las previsiones para damas y galanes dependiendo de su mes de nacimiento.



Pliegos de cordel

Los dos pliegos reproducidos solo se entienden si tenemos en cuenta estos primeros acontecimientos conflictivos entre España y Marruecos. Bajo la forma de pasillo, consistente en una breve pieza dramática dialogada, de estructura sencilla y en un solo cuadro, el califa Muley-el Abbas, consciente de la inferioridad de las tropas marroquíes en su enfrentamiento con las tropas españolas, alaba ante el emperador marroquí las virtudes del ejército español en cuanto a su disciplina, destreza, orden y valentía, así como la conveniencia de pactar la paz con España. En el segundo pasillo se ratifica el tratado de paz contra las insurrecciones de algunas cabilas rifeñas y se alaba el pacto acordado.

Obviamente son pliegos propagandísticos para exaltar la grandeza de España y la conveniencia de los tratados ante sus populares lectores.

Dentro del entramado complejo en las diferentes fases del conflicto, estos pliegos vienen a corroborar una de las visiones laudatorias y tozudez sobre el honor nacional en estos primeros acontecimientos, no siempre compartidos ideológicamente por su intencionalidad y vertientes documentales por sus contemporáneos, si nos atenemos a los planteamientos desarrollados por novelistas sobre esta primera perspectiva literaria, algo que nos llevaría muy lejos de la mera intención expositiva de este blog en cuanto a reivindicar la importancia de la literatura popular impresa como fuente auxiliar del conocimiento histórico y de escasa atención por parte de los investigadores hasta fechas relativamente recientes.









©Antonio Lorenzo

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