Continuando con la entrada anterior comparto una serie de coplas sueltas alusivas al santo, con especial atención al conocido como «dance aragonés».
Espigando por acá y allá, comienzo con una serie de coplas alusivas al santo.
Como es sabido, san Pascual es patrón de Villarreal y de toda la provincia de Castellón, y a nivel general de las obras, asociaciones y congresos eucarísticos. Su asociación con el baile se recoge en esta copla de la tradición oral.
- Pascual, ¿qué estás haciendo?
- Bailando, Señor, de contento.
- ¿Con quién?
- Con el Santísimo Sacramento.
¡Alabado sea el Santísimo Sacramento!.
(a continuación se rezaba un padrenuestro y se bailaba con la imagen).
En su localidad natal se conserva esta canción de corro:
San Pascual, San Pascualillo,
que estás en ese cerrillo:
Guárdame las uvas blancas,
que me gusta mucho el vino.
Nuestro santo está en los cielos,
su cuerpo está en Villarreal,
la reliquia en Torrehermosa,
del glorioso San Pascual.
En Terrer (Zaragoza) se suele cantar esta estrofa:
San Pascual tiene un cordero
que lo lleva a apacentar,
lo mete por los sembrados
y a ninguno le hace mal.
¡Viva, viva San Pascual!
Entre todos los pastores
ninguno como Pascual,
metía el ganado a los trigos
y en ninguno hacía mal
Coplas sueltas extraídas de jotas que aluden a varias localidades donde se venera al santo.
En Torrehermosa nació
el glorioso San Pascual,
en Alconchel los milagros
y a morir en Villareal.
Humilde fraile Pascual
que tienes fina grandeza,
la diócesis de Sigüenza
te honra de modo especial.
Vámonos a San Pascual
a comer los cañamones,
que la gente de Fuentelsaz
conserva sus tradiciones.
En la localidad de Turmiel (pedanía de Maranchón, Guadalajara) se conserva esta ronda pastoril.
Naciste el día de Pascua
del Espíritu Santo Supremo
y por eso en el Bautismo
Pascualillo te pusieron.
Eras niño todavía
y ya guardabas ovejas
por tierra de Solanejas,
mientras rezas a María.
Respetabas los trigales
y nunca eran pisados,
hay que cuidar los ganados
y evitar enemistades.
Pastores los que hay ahora,
¿hacéis lo que hacía el Santo?
No, porque si lo hicierais
no era menester vedarlo.
Protege siempre a Turmiel
en cosechas ganados,
que el pueblo sea fiel
y todos agradecidos.
En la localidad de Albatera, del antiguo reino de Valencia, donde se halla muy extendida su devoción, se cantan estas coplas.
La calle de San Pascual / es una calle de postín,
donde se hace una fiesta / que nunca se le ve el fin.
Sus mujeres tienen garbo / para saberla regir,
y se sienten orgullosas / para poderle decir:
¡Viva San Pascual!, / ¡Viva San Pascual Bailón!,
esta calle que te quiere / hace la fiesta en tu honor.
¡Viva San Pascual!, / ¡Viva San Pascual Bailón!,
esta calle que te quiere / y te lleva en el corazón.
Vamos a cantar / con mucho fervor
vamos a decirle a San Pascual: / ¡Viva San Pascual!
¡Viva San Pascual!, / ¡Viva San Pascual Bailón!,
esta calle que te quiere / hace la fiesta en tu honor.
¡Viva San Pascual!, / ¡Viva San Pascual Bailón!,
esta calle que te quiere / y te lleva en el corazón.
¡Viva Albatera! / ¡Viva San Pascual!
San Pascual y el «dance aragonés»
En Torrehermosa, localidad donde nació el santo de la que es su patrón, hace años que se dejaron de practicar las danzas el día de la festividad de su paisano. Sin embargo, a través del trabajo de investigación desarrollado por Santiago Álvarez y por Raúl Conde: Dance de Torrehermosa (Zaragoza), publicado en Revista de Folklore, Tomo 26a. Núm. 306, año 2006, págs. 200-212, lograron rescatar del recuerdo de algunos de sus paisanos y ejecutantes cómo se desarrollaban estas danzas.
«Las fiestas de San Pascual Baylón son las fiestas patronales de esta localidad. Los danzantes eran ocho y se acompañaban de mujeres para la fiesta, además de la música: dulzaina, tamboriles y banda de música para el festejo. Se bailaba siempre el día de San Pascual Baylón. Pilar Gutiérrez explica: “no sé de dónde venían estas danzas, pero la gente muy mayor del pueblo contaba que ya las bailaban”. Las danzas se practicaban el día de la fiesta, por la mañana en procesión por las calles del pueblo y por la tarde en la plaza. “Pero a misa ya íbamos vestidas de danzantes”, aclara Pilar. Las mujeres cumplían la misma función que los hombres, salían el mismo día a bailar, pero a diferencia de los hombres, no ejecutaban paloteo».
Todos estos datos se refieren a la manifestación cultural del llamado dance aragonés. ¿Qué es el dance aragonés? El dance aragonés es un hecho cultural propio y peculiar de Aragón, de mucho mayor interés que el «baturrismo» costumbrista o el imaginario folklórico de la jota, ejemplos de un manipulado e interesado etnocentrismo.
El dance aragonés consiste básicamente en una representación teatral donde se entremezcla el baile con la música y donde pueden incluirse «pastoradas» o representaciones dialogadas de sucesos entre pastores («mayoral» y «rabadán», es decir, entre el pastor principal y el responsable de uno o más hatos de ganado); controversias entre moros y cristianos o entre un ángel y el diablo como personificaciones del bien y del mal; danzas de palos, arcos o cintas..., todo ello bajo una latente inspiración de tipo religioso. Se trata, pues, de una especie de teatro popular donde no es necesario que aparezcan todas las manifestaciones mencionadas, pero que, en todo caso, constituye todo un conglomerado de elementos diversos como claro ejemplo representativo y símbolo genuino del folklore aragonés. No es infrecuente tampoco el que se acompañe con dichos referidos al santo o a la vida local y acompañados de críticas.
En los últimos años viene produciéndose una revitalización del dance tratando de convertirlo a modo de señas de identidad de la cultura popular aragonesa, ya sea resucitando textos olvidados o bien innovando la indumentaria o el acompañamiento musical.
En los últimos años viene produciéndose una revitalización del dance tratando de convertirlo a modo de señas de identidad de la cultura popular aragonesa, ya sea resucitando textos olvidados o bien innovando la indumentaria o el acompañamiento musical.
Hay que recordar que muchos dances han perdido la representación teatral de loas y dichos, aunque conservan algunos bailes
La controversia entre lo considerado como «autentico» y digno de conservarse y lo «renovado», creo que resulta estéril respecto a cualquier manifestación popular, sea del tipo que sea, ya que responde a un proceso vivo y cambiante, por lo que carece de sentido tratar de fosilizarlo museísticamente.
A pasar de su extensión he creído oportuno, tanto por su interés y por ser muy desconocido, el copiar íntegramente el dance dedicado a san Pascual en Torrehermosa del excelente trabajo recopilatorio mencionado más arriba.
En una posterior entrada me detendré en otros aspectos de san Pascual como protagonista y patrón de los cocineros.
En una posterior entrada me detendré en otros aspectos de san Pascual como protagonista y patrón de los cocineros.
IV.– COREOGRAFÍA DEL
DANCE
1
MÚSICA: (Todos)
Con muy grande devoción
con alegría y contento
digamos mil alabanzas
al Santo del Sacramento.
(Sale el Demonio por la
izquierda)
DEMONIO: (Voz infame,
Terrible acento)
Yo no sé qué temor es el
que siento
pues me parece que he
sentido
que nombran al
Sacramento.
¡Grande es el coraje que
siento…!
(El rumor murió otra
vez…)
MÚSICA: (Todos)
Celebran a San Pascual
con regocijo y contento,
elogiando sus virtudes
y sus milagros diciendo.
DEMONIO:
El corazón se me abrasa
de rabia y envidia muero
Yo he de vengar mi
rencor
con este maldito pueblo
convirtiéndolo en
cenizas
y llevando a mi brasero
a todos sus moradores.
Sus campos en breve
tiempo
yo los tengo que asolar
y si cojo a alguno de
estos
que quieren hacer
función
los he de llevar al
infierno.
MÚSICA: (Todos)
Es la gloria de este
pueblo,
el que nos libra del mal
al que le teme el
demonio:
¡El glorioso San
Pascual!
DEMONIO:
¡Qué tormento me
confunde!
¡Qué aflicción es la que
siento ,
al escuchar las
canciones
que me dan mayor
tormento!
2
¿y he de oír que ese
pastor
es la gloria de este
pueblo
siendo el que más me
atormenta
y el que deshace mis
hechos?
Aquel que lo enfermo yo
él lo pone pronto bueno
a aquel que es cojo, lo
sana,
le da vista al que yo
ciego
une lo que yo desuno
y en todo me da
tormento.
Si logro poner discordia
entre parientes y deudos
en haciendo su novena
se quedan todos
contentos.
Vivo me atormenta mucho
y más me atormenta
muerto,
pues con sus golpes me
infunde
gran temor y mucho
miedo.
Con sólo sentir sus
golpes
a muchos que ya los
tengo
por míos, vuelven en sí
y de nuevo van viviendo,
dan ásperas penitencias
que sólo en mirarlas
tiemblo.
Hasta los mismos herejes
muchos, los golpes
sintiendo
se van a la Cristiandad
haciendo vida de nuevo
tan cristiana y tan
perfecta
que es de cristianos
ejemplo.
Todo aquel que es su
devoto
acercarme a él no puedo
porque en nombrando a
este santo,
pronuncian al mismo
tiempo
que los libre y los
defienda
por el Santo Sacramento,
y poniendo tan fianza,
luego salen de su empeño
pues más quiero
confundirme
en mi profundo brasero
que oponerme con ninguno
que lo pongan con empeño
3
Pero mi grande soberbia
no me deja estarme
quieto,
mi avaricia por
consiguiente
mi envidia por lo mismo
pues nunca me veo harto
de oponerme contra el
cielo.
Me confunde si le hacen
fiestas,
me avergüenzo si las veo
y para poder vengarme
pongo yo todos lo medios
y formo dos mil astucias
y hago doscientos
enredos.
Muchísimos me salen mal
pero otros me salen
buenos
pues ya no puede ninguno
darme mayores tormentos
que los que yo me tomé
por oponerme soberbio
con Dios, ¡con el mismo
Dios!
Que me arrojó a los
infiernos…
Mas! ¡ay de mi!
que otra vez el ruido
siento…
MÚSICA (Todos):
El diecisiete de mayo
el glorioso San Pascual
subió a ver su enamorada
a la patria celestial.
DEMONIO:
Mayor pena aún
quieren mis
desconsuelos.
¡yo de oír las alabanzas
de ese que hoy subió a
los cielos
de ese pastor que jamás,
pude a la culpa
vencerlo,
y al que, para mayor
rabia,
hoy le venera este
pueblo
con muy solemne función!
Pues yo estorbarla
pretendo.
Aquí me vengo a
esconder,
y si sale alguno de
ellos
lo he de agarrar y
llevar
a los profundos
infiernos.
(Se esconde el Demonio)
GRACIOSO:
¡Gracias a Dios que he
llegado!
aunque bien cansado
vengo
porque he olido a
función
y me he venido corriendo
y ya que me he sosegado
voy a ver si vino tengo.
(Echa mano a la bota del
vino)
Que la bota en la
mochila
parece que hace poco
peso.
Aun tiene pena echar un
trago
me voy a echar trago y
medio
porque con un trago solo
no se me calienta el
cuerpo.
¡Ay, bota de mis
entrañas
cuánto en estima te
tengo,
porque mientras tienes
vino
yo estoy loco de
contento!
¡Qué guapamente me sabe
4
el licor de este pellejo
del campo de Cariñena!
Precioso es porque es
bueno
a fe de que sabe bien,
mejor que guardar
borregos,
mejor que ramonear
cabras,
mejor que andar por los
cerros.
(Sale el primer Danzante
que dice:)
DANZANTE:
Pastor, di, ¿qué estás
hablando?
¿No sabes en dónde
estás?
GRACIOSO:
¿Dónde estoy?…Yo no me
acuerdo
¿Pues no estoy en
Torrehermosa?
¿Esta gente no es el
pueblo?…
Yo me presumo que el
vino
se me ha subido al
cerebro.
DANZANTE 1º:
¡Y bien que se te ha
subido,
pedazo de majadero!…
¿No sabes que está todo
el mundo
aguardando que, con
celo,
a nuestro Pascual Bailón
le digamos mil
requiebros?
¿No lo ves en esas andas
que está elevadito al
cielo,
las manos en oración,
adorando al Sacramento?…
GRACIOSO:
¡Sí que es verdad, como
hay Dios,
que es San Pascual el
que veo.
Es él mismo!… ¡No hay que
hablar
que duda no tengo en
ello!
DANZANTE 1º:
Vaya, vaya, pastor, yo
me voy
a decir a mis compañeros
que salgan a la función.
GRACIOSO. :
¡Márchate, yo aquí me
quedo!
DANZANTE 1º:
Pues me voy, ¡Quédate en
paz!
GRACIOSO:
y con muchísimo sosiego.
¡Oh glorioso San
Pascual,
oh, pastor de mis
corderos
el que me guarda las
cabras,
los machos y los
borregos.
Yo he de estar en la
función
y estoy loco de
contento!
¡He de bailar y brincar
y decirte con anhelo:
Viva, viva San Pascual,
el santo del Sacramento!
¡Viva por todos los
siglos
presentes y venideros!
(Sale el DEMONIO)
DEMONIO:
¡Detén tu maldita
lengua!
¡Desiste ya de tu
intento!
Porque si no te detienes
pedazos te haré al
momento.
GRACIOSO:
¿A mi? ¿Pues qué mal te
hago yo,
Grande negro?,
¿Qué cuidado te da a ti
que yo le esté diciendo
al glorioso San Pascual
que viva siglos enteros
si es él el que me ha
guardado
casi siempre los
borregos
porque yo siempre me he
estado
tendido largo en el suelo?
¿Por qué no le he de
alabar
y decirle mil
requiebros?
DEMONIO:
Pero mira tú, pastor,
¿qué piensas hacer con
esto?
¿Piensas tú que ese
pastor
se va a poner tan
contento
porque digas !Viva,
viva!?
¡Qué va a vivir, si está
muerto!
GRACIOSO:
¡No me vengas con
embrollos
que yo no soy
embrollero!
soy devoto, a San
Pascual,
lo quiero como a mí
mismo
le canto yo mil
canciones
y le digo mil requiebros
y aún le había de
abrazar
como no estuviera lejos!
Muerto está, sí que es
verdad,
pero su alma está en los
cielos
gozando de Jesucristo
por los siglos
sempiternos.
¡Viva, viva San Pascual,
el santo del sacramento!
DEMONIO:
¡Calla infame y
atrevido!
¡Ven conmigo a los
infiernos
a arder en eternas
llamas
en los profundos
infiernos!
GRACIOSO:
¡“Gloriosísimo” San
Pascual
que me lleva a los
infiernos
este “grandismo”
demonio!
¡Ay, que me ahoga por el
pescuezo!
¡Favoréceme Pascual!
¡Envíame un ángel bello!
(Aparece el ángel)
ÁNGEL:
¡Detente, furia
infernal!
¡Detente, monstruo
soberbio!
¿Por qué, atrevido, te
atreves
a estorbar que en este
pueblo
se haga fiesta a San
Pascual
siendo un santo de los
buenos
un santo que se titula
“el santo del
Sacramento”?
Santo de gran devoción,
Santo que elevado al
cielo
6
yo mismo le descubría
el “Santismo”
Sacramento;
santo lleno de virtudes
y de gran merecimiento.
Santo de grandes
milagros
pues golpea estando
muerto.
DEMONIO:
No siento que sea santo,
sólo siento, sólo siento
que tanto lo solemnicen
los vecinos de este
pueblo,
y que no pueda
estorbarlos
es mi mayor sentimiento.
El ver que le dicen
Vísperas ,
misa, danza y paloteo,
y que a mí ya me
desprecian
es mi mayor desconsuelo,
pues yo quiero que me
elogien,
me hagan fiestas y
torneos
y digan ¡Viva el
demonio!
y con eso me contento.
ÁNGEL:
¡Vete de ahí, fiero
dragón,
a los profundos
infiernos
a arder en eternas
llamas
por los siglos
sempiternos!
¡Vete, falso engañador,
vete de aquí, dragón
soberbio!
Pues con ti ¿Quién como
Dios?
estarás en los
infiernos!
DEMONIO:
Yo me voy. Pero venganza
he de tomar de este
pueblo.
ÁNGEL:
¡Vete que yo sólo valgo
siempre para defenderlo!
GRACIOSO:
¡Vete con dos mil
demonios
a los profundos
infiernos!
¡Maldita la falta que
haces
alrededor de este
pueblo!
ÁNGEL:
¡Vaya pastorcito amigo,
ve, dile a tus
compañeros
que salgan a hacer la
danza
al santo del Sacramento!
¡Quédate en paz que me
voy!
GRACIOSO:
¡Adiós, adiós ángel
bello,
adiós y Dios te lo pague
y el santo del
Sacramento!
(Salen ocho danzantes y
el Grandioso delante
de ellos. Se ponen en
dos filas delante del santo y
el Gracioso en medio de
ellos, con el zurrón lleno
de palos para palotear,
poniéndose en la derecha
los impares y a la
izquierda los pares).
GRACIOSO:
Ya se nos ha ido el
demonio
a revolver sus calderas.
Ya nos hemos quedado
solos
juntamente con el pueblo
y con San Pascual
Bailón.
7
Preciso es que le digáis
lo que sepáis, malo o
bueno,
porque yo soy tan
borrico
que no entiendo nada de
esto.
Solamente sé el responso
porque muchas veces rezo
para que pazcan las
cabras,
las ovejas y borregos.
Pero eso para acabar
al santo se lo diremos
Dile tú algo a San
Pascual
ya que estás aquí el
primero.
DANZANTE 1º:
Nosotros Pascual Bailón
diremos lo que sabemos,
y pues comienzo yo
contaré tu nacimiento.
Que naciste en
Torrehermosa
lo sabemos por muy
cierto.
Tu padre Martín Bailón.
Tu madre, Isabel Jubero.
De que eras niño de
fajas
te ibas arrastrando po’l
suelo
te metías en la iglesia,
a adorar al Sacramento.
De que tu madre se iba
13/27de casa para otro
puesto
y tú te quedabas solo
no llegaba pobre alguno
que se fuera
descontento.
Les dabas todos los
panes,
no partidos sino enteros
tu madre cuando venía,
se encontraba muchos de
ellos
con el pan debajo el
brazo
y, entonces, iba
corriendo,
diciendo: “Señor, ¿qué
es esto?
¡Muchacho, no des los
panes
que para comer
tenemos!”.
Y va aprisa al cernedor,
ninguno echaba de menos
Ya vista de los
portentos
te abrazaba y te decía:
“Pascualico de mi alma,
eres un santo del cielo.
¡Bendito sea tal hijo!”
y yo, con grande
contento
diré que sea bendito
el santo del Sacramento!
GRACIOSO:
El primero se ha
portado,
ha dicho mucho y en poco
tiempo,
pues ha dicho de este
santo
su niñez y nacimiento.
¡Habla tú, ahora, el
segundo,
y párate tú el primero!
DANZANTE 2º:
Yo glorioso San Pascual
tu vida iré prosiguiendo.
Tus padres en Alconchel
de siete años te
pusieron
a servir para pastor
8
en casa de un tío
vuestro.
Y como eras tan humilde
lo abrazabas muy
contento
por ser el oficio
humilde
y el ganado ser lo
mismo.
Iba creciendo Pascual
en edad y, al mismo tiempo,
crecía en la santidad
y con muy crecidos
medios.
Vayamos si no a
Alconchel
a preguntar a los cerros
las veces que a San
Pascual
vieron elevado al cielo.
Preguntad a los altillos
y también a los Vallejos
que ellos dirán de
Pascual
mejor que yo, lo que
vieron.
Si ellos pudieran hablar
dirían aquesto mismo:
¡Cuántas veces lo hemos
visto
de rodillas en el suelo
y cuantas en oración.
Cuántas elevado al
cielo,
cuántas con las
disciplinas,
cuántas falto de alimento
pues, de ayunar, no
tenía
sino el armazón del
cuerpo!
Huía de la compañía
de todos los de su
tiempo
y se metía en los montes
más solitarios y
espesos.
Ayunaba la Cuaresma
y, de lo demás del
tiempo,
tres días a la semana,
comiendo por alimento
solamente al medio día
un poquito de pan seco.
¡Cumbres altas de
Alconchel
cuántas veces en tu
suelo
arrodillado Pascual,
los ojos fijos al cielo
hasta ver alguna
estrella
y entonces, todo
suspenso,
en un soberano éxtasis
elevado en alma y
cuerpo,
las manos puestas en
cruz,
“se te” rasgaban los
cielos
y los ángeles bajaban
en custodia al
Sacramento,
en trono majestuoso
de gloria, del mismo
cielo,
y así pasaban los días
y tu ganado contento
porque alrededor estaba
muy pacífico y muy
quieto.
También desde aquellos
altos
se alcanzaba a ver muy
lejos
una ermita de la Virgen
de la Sierra ya sabemos
que desde allí oía misa
9
todos los días contento
a pasar las
trasnochadas.
En el tiempo del
invierno
salía de casa del amo
a las orillas del pueblo
y estaba en oración
con grande
acompañamiento
porque bajaba la Virgen
y con ella ¡qué
contento!
dándole mil alabanzas.
Así pasabas el tiempo.
Volvías a casa del amo
y te recogías luego
no a dormir como pensaban
porque no tenías sueño
que el amor te lo
quitaba
del “Santísimo”
Sacramento.
Esta fue tu juventud
¡Oh, Pascual Bailón
Jubero!
y por tu vida tan santa
espero me deis los
medios
para poder imitaros
por el Santo Sacramento.
GRACIOSO:
Por cierto que San Pascual
no era nada de mi genio
porque yo eso de ayunar
en nombrarlo y tiembla
el cuerpo.
Soy amigo de comer,
de beber y estar
durmiendo
y de llenar bien la bota
para echarme buen
refresco.
¡Este también se ha
portado!
Ha hablado mucho y muy
bueno
Pero párate tú ahora
que enseguida hable el
tercero.
DANZANTE 3º:
Y yo ¿qué diré de ti
glorioso santo del
cielo?
Si hemos de contar tu
vida
vamos el tajo siguiendo.
Te "fuistes" a
Balconchán
preguntaste si había amo
Le hallaste y te dijo
así:
“Mi ganado está muy
flaco
encargártelo quería
y no te doy más salario
que la mitad de la cría
sea bueno o sea malo”.
Aceptastes el ajuste
e hiciste carta de trato
y te encargaste de él
y a casa se volvió el
amo.
Siempre estabas de rodillas
con el rosario en la
mano,
con el libro en la
mochila
y la disciplina al lado,
10
de la Virgen una imagen
llevabas en el cayado
e invocándola te ponías
delante de ella elevado.
Dabas la merienda a
pobres ,
y tú estabas ayunando
y se volvía a llenar
la mochila sin pensarlo.
Por tu afectuosa oración
echaban hierba los
campos,
no era por tu interés
sino porque eras un
santo.
Aunque entre trigos
andabas
nunca se vieron pisadas
y si, por casualidad,
daban algunos bocados
lo quitabas y envolvías
y era lo mejor del
campo.
Pastores los que hay
ahora:
¿hacéis eso y otro
tanto?
¡No lo “hacís”! que si
lo hicierais
no era menester vedarlo.
Cumpliste el año fiel,
llegó el día del
contrato
y habiendo criado mucho
de esta suerte dijo el
amo:
“Amigo Pascual Bailón
de tu parte estoy
contento,
ya sabes, hay mucha
cría,
el trato cumplir no
puedo.
Te daré de este lugar
el mejor de los
salarios”.
Y respondió San Pascual:
“Lo que pido es lo
pactado
y si no lo quiere dar
¡Quédese con Dios
nuestro amo!”.
Se fue ya Pascual
Bailón,
lo echó de menos el
ganado,
se apartaron los
corderos,
la mitad bueno con malo,
y echaron a la matraca:
se fueron detrás del
santo.
El amo con grandes voces
decía: “Pascual, el
santo,
vuélvete y llévate todos
que así te pago el
salario”.
GRACIOSO:
¡Caramba! ¡Seguro estoy
que tras de mí no
“hubían” marchado,
pues en viéndome al
“lau” de ellos
se van con doscientos
diablos
y aquel que no se va
pronto
le tiro buen garrotazo!
¡Vaya, tú calla,
tercero,
y habla tú que eres el
cuarto!
DANZANTE 4º:
Pues yo como los
corderos
me voy a “d’ir” tras del
santo
para ver en lo que para,
y diré lo que ha pasado.
Fuiste al Reino de
Valencia
y en él fue tu gozo
tanto
11
que te hiciste religioso
de San Francisco
descalzo.
Allí ¡oh glorioso San
Pascual!
el hábito te bajaron
San Francisco y Santa
Clara
te lo dieron por su
mano.
Allí entonces
principiaste
a ser humilde y callado
y a estar en la oración
eras muy aficionado
que, aunque estabas en
la huerta
con la legona cavando
al levantarla hacia
arriba
te quedabas elevado.
Se sabe que no dormías
de noche, sino era un
rato
y ese, jamás te tendías
pues estabas recostado.
Del glorioso San
Francisco
eres el mismo retrato
en la humildad y
pobreza,
en la obediencia y
postrado,
sois Luis en la castidad
porque eres muy puro y
casto.
Alcántara en la
esperanza
pues en ti nunca ha
faltado
cilicios y disciplinas
y de cada escapulario
un Diego de caridad
y en toda virtud
estando,
que a todos los
consolabas
con lo divino y lo
humano.
Sois, glorioso San
Pascual
de ciencia infusa dotado
sínodo, luego doctor
teólogo consumado,
profeta y predicador
sin haber nunca
estudiado
el humano entendimiento
19/27de alcanzar
ciencia, abogado.
Os ruego, santo
glorioso,
que pues dais favores
tantos
nos des paz, buenas
cosechas
y aumentos de los
ganados.
GRACIOSO:
De todo lo que éste ha
dicho
como hay Dios, que me ha
gustado,
y más cuando le suplica
que conserve los
ganados.
Cállate tú y que hable
otro.
DANZANTE 5º:
Pues no sé “pon de” va
el tajo
yo tengo que andar
“muchismo”
si he de seguir a este
santo
porque se nos fue de
España
a hacer un grande
mandato.
San Pascual pasó a la
Francia
y en ella muchos
trabajos,
porque estaba toda llena
de herejes mahometanos.
12
Que en una cierta
ocasión
te cogieron un atajo
de herejes y te decían:
“Papista, escucha aquí
un rato:
¿es verdad, dinos,
papista,
se dice entre los
cristianos
que está en aquel
redondel
vuestro Dios
Sacramentado?”.
Esto que oyó San Pascual
el corazón le dio un
salto;
les empezó a predicar
de Jesús Sacramentado,
y ellos, en vez de hacer
caso
de su sermón, la
emprendieron
todos juntos a cantazos;
pero lo que San Pascual
sentía en aquel trabajo
fue no morir y ser
mártir
de Jesús Sacramentado.
GRACIOSO:
En todito ce por be
soy al revés de este
santo
soy amigo de comer
y de no pasar trabajos.
y los sermones que yo
echo
es cuando estoy enfadado.
porque echo dos mil
maldiciones
“arrevueltas” con cien
ajos.
Pero dejad esas cosas
y sexto, ¡vesles
hablando!
DANZANTE 6º:
Yo, glorioso San Pascual
voy a remachar el clavo
pues voy a contar de ti
de tu muerte los
milagros.
Ya volviste de tu viaje
y al tiempo caíste malo
estando en Villarreal
con un dolor de costado.
Llegué el día de tu
muerte
a diez y siete de mayo
estando diciendo misa,
después de haber
expirado.
al tiempo que la campana
hacía señal de cuando
alzaban el sacramento,
difunto le has adorado.
Lo mismo fue alzar la
Hostia,
la cabeza levantando
también abriste los ojos
adorando y humillado.
Y al otro día siguiente
estándose celebrando,
los abrías, y otra vez
a aquel Sacramento Santo
que en la misa se
celebra
cuando lo estaban
alzando,
otra vez tú lo adoraste
abriendo los ojos
claros.
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GRACIOSO:
¿Con que San Pascual se
ha muerto
y aunque muerto está
rezando?
Tanta es ya la
inclinación
que no sabe estar
holgando
¡Qué poco correré yo
cuando me estén
enterrando!
Con qué ahora, estando
vivo,
eso lo tengo olvidado…
¡Vaya, séptimo danzante,
dí tú, si has de decir
algo!
DANZANTE 7º:
¿Y ya muerto San Pascual
qué diré yo de este
santo?
Los golpes que dio
después
y de ello los
resultados.
Estando diciendo misa
en el mismo altar del
santo,
al tiempo de alzar la
Hostia,
no pudiendo ya adorarla,
daba golpes en la urna:
la Hostia daba otros
tantos.
Los golpes que dais en
muerte
son anuncios de
milagros,
pronósticos de desdichas
o de enmiendas de
pecados.
De sentirlos, los
herejes
se confiesan,
humillados;
los pecadores se
enmiendan
y otros se van
consolados,
no solamente su cuerpo
pues en cualquier otro
lado,
del glorioso San Pascual
si delante arrodillados,
decían con devoción:
“Por siempre sea alabado
el Santísimo
Sacramento”,
daba tres golpes bien
claros.
Hasta en algunas
estampas
de un cuerpo
Sacramentado
y con fervor le decía:
“Por siempre sea alabado
el Santísimo,
Sacramento”
daba golpes alterando
como también quería
decir esto el mismo
santo.
¡Aún podía decir más
pero bastante he contado
pues verás que, ha tanto
muerto
casi estaba vivo el
santo
y no dejó su fervor
aún después de
sepultado!
GRACIOSO:
¡Más golpes has dado tú
que doy yo con mi
cayado,
cuando cojo alguna cabra
y le doy mil garrotazos!
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Preciso es que rastro
alguno
de este santo no ha
quedado.
¡Vaya, tú, para acabar
dí si acaso sabes algo!
DANZANTE 8º:
Yo diré de San Pascual
sus virtudes y milagros;
lo mucho que nos alcanza
con Jesús Sacramentado.
Por medio de San Pascual
logran salud los
quebrados,
pies y piernas muchos
cojos,
y los mancos cobran
manos,
cura de las calenturas,
de aflicciones y trabajos,
de dolencias y miserias,
y para acabar temprano,
de todas enfermedades
que padece el ser
humano,
con su dulce, invocación
se destierra de los
campos
toda la malignidad,
y también a los casados
les alcanzáis sucesión
pues nada sabríais
negarlo;
de suerte que el que le
pide
por Jesús Sacramentado
con el corazón contento
y el con el alma
humillado
como sea cosa buena,
luego logran alcanzarlo;
y yo, en nombre de todos
los del pueblo y
acercados,
los que vienen a esta
fiesta,
os pido de corazón ,
les “dis” paz por muchos
años
y también buenas
cosechas
y les guardes sus
ganados ,
y a los de nuestro
pueblo
os pido, glorioso santo,
nos “dis” salud muy
cumplida,
mucho aumento de ganado
mucho pan y mucho vino ,
y, sobre todo, os
rogamos
por la paz de nuestra
España
y por el Rey soberano,
triunfo cumplido a las
armas
en todos nuestros
estados
por el señor cura del
pueblo
y el mayordomo del
santo,
por la señora Justicia
y todos sus congregados,
y los que hacemos la
danza
pues quedamos convidados
a hacer otra, si Dios
quiere,
a este glorioso santo.
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GRACIOSO:
Ya habéis dicho toda su
vida,
sus virtudes y milagros,
y habéis rogado por
todos
a este gloriosa santo.
Preciso es digáis ahora,
un verso con mucho
agrado,
que caiga en copla muy
bien,
a Jesús Sacramentado,
porque de él fue san
Pascual
un serafín humillado,
siempre diciéndole
elogios,
cantándole himnos y
salmos,
¡Vaya, dilo tú, el
primero
y yo los iré guiando
invocando a San Pascual!
DANZANTE 1º :
Comenzaré yo el primero:
Estando Jesús cenando
lo quiso sacramentar
con lo divino y lo
humano.
DANZANTE 2º:
Hizo del vino su sangre
y del pan hizo su cuerpo
y a todos los comulgó
dándoles el alimento.
DANZANTE 3º:
¡Oh rico manjar del
alma!
¡Oh, sano santo
alimento!
Aquel que lo come en
gracia
tiene una prenda en el
cielo.
DANZANTE 4º:
En este día, Jesús
quiso, como Rey supremo,
pagarte nuestro rescate
pero con inmenso precio.
DANZANTE 5º:
Sepamos siempre la fe
de tal celestial
misterio
dando fuerzas al sentido
para siempre creer en
ellos.
DANZANTE 6º:
¡Cantad todos de
continuo!
¡Decid todos: “Santum
ergo
Sacramentun veneremus”.
Termino!
DANZANTE 7º:
¡Gloria sea al Padre
Eterno!
¡Gloria al Hijo
Soberano!
Que para la vida eterna
se nos da Sacramento.
DANZANTE 8º:
(Se repiten los versos
7º en el manuscrito)
GRACIOSO:
Ya “habis” acabado
todos,
y bien que os “habis”
portado
pero aún falta que decir
el responso a nuestro
santo.
y con cuidado decirlo,
que yo os iré guiando.
(RESPONSO AL SANTO)
¡Oh, gran Pascual,
portentoso
en prodigios y señales,
que en méritos
resplandeces
y haces gracias
celestiales,
de esta vida en los
peligros!
Socorre a los miserables
y, al que te invoca cual
debe,
haz que cuanto implora
alcance.
Tú que en la urna (y
elogios)
con tus golpes
admirables
das anuncios de sucesos
ya adversos, ya
favorables,
de esta vida en los
peligros
socorre a los miserables
y al que te invoca cual
debe
haz que lo que cuanto
implore
alcance.
Ruega al Señor por
nosotros,
Pascual Bailón
admirable,
para que de las promesas
de Cristo digno nos
halle.
¡Señor, oid mis
oraciones
por medio de Pascual
alcance
y pon: concordia en la
tierra
y los gozos celestiales!
¡Bien está! ¡Bien lo
“habis” hecho!
¡Ya “habis” dicho lo
bastante!
Ahora, todos postrados
y con San Pascual
delante
pedimos que nos perdonen
las faltas, que son muy
grandes.
SAN PASCUAL:
En Torrehermosa nací
y me marché a Villarreal,
pero nunca olvidaré
a mi pueblo natural.
Devotos que visitáis
la imagen de San
Pascual,
en el cielo y en la
tierra
nunca os olvidará.
A los hijos de mi cuna,
los miro con atención,
dándoles mil parabienes.
y también la bendición.
©Antonio Lorenzo