martes, 20 de julio de 2021

Prevenciones para casarse según esta cartilla de casamientos

 

Este pliego, de tono burlón y satírico en airosas estrofas de seguidillas, constituye otro ejemplo más sobre la minusvaloración de la mujer tan extendida en el imaginario social de épocas no tan lejanas.

Considerado el matrimonio como clave para sostener y mantener el orden social, esta cartilla trata de prevenir a los mozos solteros sobre conveniencia de encontrar esposa y no dejarse llevar por las primeras impresiones o por las tretas femeninas.

Los mozos han de procurar mantenerse solteros todo el tiempo que puedan, pues 'el buey suelto bien se lame', pero si no queda otro remedio se ha de buscar una mujer 'ni muy guapa ni muy fea, 'ni muy gorda ni muy flaca', 'ni muy joven ni muy vieja'... en lo que podría resumirse como 'ni mucho ni poco'.

En una segunda parte, dedicada a las mujeres casaderas, se manifiesta la idea de que la única salida para la mujer es el matrimonio, reduciéndose sensiblemente los inconvenientes para encontrar pareja respecto a los varones, claro ejemplo del papel marginado de la mujer subordinada socialmente según el arraigado imaginario de la época.

                                                              "...que rabiéis por casaros
                                                            nadie se ofenda,
                                                            pues no tenéis, señoras,
                                                            otra prebenda:
                                                            y así es forzoso
                                                            que escuchéis mis avisos
                                                            y abráis el ojo".

Reeditado también por otras imprentas, como por la vallisoletana de Santarén, esta versión fue impresa en Madrid, sin año, por la Imprenta Universal de F. Hernández en la calle del Oso, 21, pral.





©Antonio Lorenzo

lunes, 12 de julio de 2021

Divertida relación de Marcos, el de Guadarrama

Xilografía del pliego editado en Madrid por Marés en 1867
 
Pliego reimpreso en numerosas ocasiones donde se nos cuenta la variedad de partos de todo tipo a los que tuvo que atender Marcos, el de Guadarrama, como consecuencia de los regalos que obtuvo por su casamiento. Tras apenas tres meses de casado tuvo que prestar su atención a los ocho partos que se sucedieron en el mismo día.

El interés del pliego reside también en la relación de los bailes que acompañaron al casamiento, así como la procedencia de las variadas comidas y bebidas.

Este divertido pliego proviene de la imprenta barcelonesa de los Herederos de Juan Jolis, sin año, aunque sabemos que su actividad impresora se desarrolló entre los años 1760 y 1770.




©Antonio Lorenzo


lunes, 5 de julio de 2021

Códigos sociales de urbanidad y de buenas maneras [V]


La conocida y difundida expresión «Tener más cuento que Calleja» ya figura como frase coloquial en el Diccionario de la Real Academia Española desde el año 2001 en el sentido de fantasear, ocultar o exagerar la realidad, con la idea subyacente de considerar en su conjunto la actividad de la que fuera famosa editorial de cuentos y de libros escolares durante prolongada trayectoria.

La Editorial Calleja fue una de las casas editoriales más importantes y significativas de la España de la Restauración. Fundada por Saturnino Calleja en 1876, mantuvo su actividad hasta 1958, pero el episodio más brillante de su trayectoria abarca de su fundación hasta 1929. La trascendencia de esta editorial puede considerarse crucial en la educación española a través de sus textos didácticos o libros escolares enmarcados en colecciones como «el Pensamiento infantil», «Lecciones de una madre», «Método completo de primera enseñanza cíclica o progresiva» (compuesta a su vez por diversas colecciones). Otro aspecto importante a destacar en su producción se refiere a los libros de lectura, ya fueran específicos para el aprendizaje de la misma o para dar a conocer obras clásicas de la literatura o cuentos populares.

El propio Saturnino Calleja fue un decidido promotor de este regeneracionismo pedagógico e impulsor de las tareas docentes de muchos maestros y en el desarrollo del hábito lector de niños y jóvenes mediante su lema de Todo por la ilustración, un eslogan cuyo doble sentido mostraba la interrelación necesaria entre la imagen y el saber, entre la apariencia bella y el contenido riguroso en su afán de deleitar e instruir.

Instruir deleitando, como se proclama en los numerosos títulos dedicados a la labor pedagógica escolar supone toda una declaración de principios de la filosofía educativa de Calleja, expresión retomada del Arte poética del poeta latino Horacio en el siglo I a.C, recogida en su Epístola a los Pisones, donde recomendaba a los poetas «prodesse et delectare».».

Estos libros de lectura utilizan las ilustraciones como soporte explicativo del texto, difundiendo de forma iconográfica los valores que intentan transmitir. Se trataba, en definitiva, de consolidar determinados patrones de conducta combinando de forma conjunta el texto y la imagen.

De los diferentes periodos que atravesó la conocida editorial, es fundamental el estudio: Ruiz Berrio, J. (dir.); Martínez Navarro, A.; Colmenar, C. y Carreño, M. (2002). La editorial Calleja, un agente de modernización educativa en la restauración. Madrid: UNED Ediciones.

Una de las colecciones de Calleja, iniciada en el último cuarto del siglo XIX, de la que se conocen numerosas partes y ediciones, es la conocida como El pensamiento infantil. Método de lectura conforme a la inteligencia de los niños. La tercera parte de esta colección es la que he elegido para compartir algunas de sus ilustraciones que he agrupado en imágenes dobles.









©Antonio Lorenzo