miércoles, 10 de mayo de 2023

Ventajas de la vida de un soldado respecto a la de un labrador

 

Pliego dividido en dos partes donde se nos ofrece un recorrido sobre las ventajas de dedicarse al ejército como soldado en contraposición a la precaria situación de un jornalero o a la algo mejor de aldeano, de posición social inferior a los hidalgos, y aunque en su día consiguiera llegar a serlo por conseguir una saneada economía nunca sería bien visto ni bien recibido en la corte, lo que viene a reforzar la diferencia de trato según el nacimiento o la actividad desarrollada en el imaginario colectivo.

El sargento, mediante un extenso coloquio con el soldado, hace hincapié en las ventajas de incorporarse al ejército como forma de asegurarse el sustento, la vestimenta y el alojamiento, pudiendo ser tratado con honor o premiado por sus servicios sin descartar las posibilidades de ascenso, ya fuera en época de paz o de guerra en contraposición a la dura vida del labrador en su aldea.

La labor tipográfica del siglo XVIII alcanzó una notable calidad debido a la competencia entre las distintas imprentas. Este pliego, fechado en 1770, fue impreso en el taller de Antonio Marín. Antonio Marín, impresor zaragozano y maestro tipógrafo, desarrolló su actividad impresora en Madrid a partir del año 1726 dirigiendo la imprenta establecida en el propio palacio cuando aún era infante Carlos III, quien fuera posteriormente rey de España tras regresar de ejercer su reinado en Nápoles en 1759. Fue afamado Impresor de Cámara de la Real Academia de Bellas Artes y editor de numerosos encargos oficiales, tanto de reales provisiones como de ordenanzas militares. Era hermano de la madre de quien fuera luego el más renombrado y reconocido impresor, Joaquín Ibarra, recordado por su magnífica edición del Quijote en el año 1780. Tras la muerte de Antonio en 1770 se hizo cargo del taller su hijo Pedro Marín quien continuó con la reconocida actividad de la imprenta.








©Antonio Lorenzo

lunes, 1 de mayo de 2023

Máximas, proverbios y refranes por "El buen Sancho de España" [Mayo]

 

Continuando con ejemplos de refranes propios de la sabiduría popular recogidos en la temprana obra de José María Sbarbi y Osuna (1834-1910), Colección metódica de máximas, proverbios, sentencias y refranes, publicada en 1862, aunque oculto bajo el pseudónimo de "El Buen Sancho de España", entresaco lo relativo al mes de mayo bajo las etiquetas de meteorognosia (conocimiento de los fenómenos atmosféricos), labranza, zootecnia, moral, economía, higiene y administración.











©Antonio Lorenzo

jueves, 27 de abril de 2023

Chasco del gallego con un estudiante vestido de dama

 

Pliego procedente del taller madrileño de José María Marés, del año 1851, donde se narra el chasco sufrido por un gallego de vuelta a su Galicia natal, tras licenciarse de su regimiento, al tratar de seducir a un pícaro estudiante disfrazado de dama.

El pliego continúa con la relación burlesca de la vida y trabajos que pasan los arrieros.




©Antonio Lorenzo

lunes, 24 de abril de 2023

Durmiendo tres noches con este papelito... tendrás novio

 

Trovos amorosos editados en Madrid por la imprenta de José María Marés en 1852, con instrucciones para las niñas que no tengan novio y la propuesta para conseguirlo.




©Antonio Lorenzo

miércoles, 19 de abril de 2023

Pasillo jocoso de la visita del hospital

Ilustración del pliego editado en Madrid por José María Marés en 1846

Un ejemplo más de la relación entre el teatro breve con los pliegos de cordel es este pliego reimpreso con asiduidad por distintos talleres de la geografía española. El más antiguo que he localizado es el proveniente del taller madrileño de José María Marés en 1846, aunque el que reproduzco fue reimpreso posteriormente en Carmona, aunque no figura la fecha, por la conocida imprenta de José María Moreno.

El pliego comienza con la conversación entre el médico y el enfermero a causa del temprano fallecimiento de un enfermo y la ajetreada vida de entonces de ir de hospital en hospital, lo que da pie al médico a comentar la idea generalista de que si muere el enfermo es que el médico es un animal y, si por el contrario, logra vivir, ello es debido, no a la intervención médica sino al milagro de San Blas.

Tras su llegada al hospital general el médico comienza a atender a diversos pacientes donde se desarrolla un simple y satírico diálogo según los síntomas del enfermo ante las preguntas del médico y sus recetas histriónicas, donde tras tomar el pulso y preguntar por los síntomas a cada paciente aconseja o receta toda una serie de prácticas que sin duda provocan la risa de los espectadores, como las píldoras mercuriales, sanguijuelas, el mondongo de un borrico con dos fanegas de sal, las nalgas de una beata que antes se debe quemar, los polvos de la marquesa o los de la caja de fray Blas, etc.

El pasillo, como subgénero impreciso y ambiguo del teatro breve está relacionado con el teatro por horas y con el llamado género chico. Se trata de una breve pieza teatral que busca preferentemente la risa y el regocijo de los espectadores. Estas piezas populares resultan relevantes para comprender la interacción de teatro y público del siglo XVIII en adelante, como queda recogido en numerosos pliegos de intencionalidad lúdica y poco estudiados en su conjunto. Dentro de los subgéneros teatrales del siglo XIX, los libretistas suelen emplean de forma caprichosa distintas denominaciones, como pasillo, cuadro de costumbres, episodio, etc., lo que manifiesta su carácter híbrido.

El pasillo, de estructura más sencilla y simple que la de el sainete, busca despertar la hilaridad de los espectadores o lectores de estos impresos populares mediante un rudimentario diálogo. Estos pliegos no tienen como última finalidad su representación dentro de un teatro, sino también en la calle con la posible participación del público.





©Antonio Lorenzo

sábado, 8 de abril de 2023

Consideraciones sobre la pasión y muerte de Jesucristo

 

Un ejemplo más de los muchos pliegos editados con motivo de la pasión y muerte de Cristo es el impreso por José María Marés en Madrid, en 1851. El pliego comienza con los muy conocidos versos de El rastro divino [Índice General del Romancero, IGR nº 1537], del que se conocen numerosas versiones con variantes o añadidos al ser utilizados también como oración de gran popularidad en todo el ámbito panhispánico.

Las muchas muestras recogidas oralmente como oración suelen acabar más o menos con los siguientes versos:

Quien esta oración dijera   todos los días del año 
sacará un alma de pena   y la suya del pecado. 
Quien la sepa y no la diga,   quien la oiga y no la aprenda, 
el día del juicio verá   lo que se contiene en ella. 





©Antonio Lorenzo

viernes, 7 de abril de 2023

Vida, pasión y muerte de nuestro Redentor Jesús


La temática de contenido religioso en los pliegos de cordel es muy extensa. En la literatura popular impresa no solo abundan sucesos que relatan crímenes pasionales, burlas y chanzas de contenido satírico o composiciones y canciones de moda entresacadas de representaciones teatrales, sino que también existe gran número de pliegos de contenido religioso con fines más o menos devocionales que resultaban fáciles de vender al tener buena acogida.

La Semana Santa es uno de los períodos que sustentan muchas de estas composiciones donde se hace hincapié en todo el recorrido de la Pasión de Cristo y donde también aparecen elementos de contenido pagano o supersticioso o con referencias a los evangelios apócrifos. Es por ello que la temática religiosa en los pliegos de cordel han de estudiarse no solo desde un punto de vista generalista, sino también desde una perspectiva particularizada, ya que en ellos aparece una extensa variedad y multiplicidad de elementos que sobrepasan y van más allá de la enseñanza ortodoxa del catolicismo.

La continua reedición y reimpresión de los pliegos por distintos talleres, en las que no suele figurar el autor de las composiciones hace difícil, salvo escasas excepciones, atribuirlos a un determinado autor. Todo ello va asociado a que fuesen recitados y aprendidos de memoria lo que dificulta aún más su atribución a su origen o autoría.

Independientemente del contenido socialmente admitido por las enseñanzas de la iglesia, nos movemos en un mundo donde sus contenidos entremezclan variados aspectos al descansar en lo que solía ser un acto colectivo de lectura, memorización y de recitados varios.

La vida, pasión y muerte de Cristo es uno de los temas recurrentes en este tipo de composiciones de los que reproduzco este disperso recorrido en el pliego editado en Valencia por la hija del conocido impresor Agustín Laborda, de nombre María Teresa Laborda y Devis, continuadora de la tradición impresora familiar entre 1820 y 1830, según datos obtenidos del Diccionario de las imprentas que han existido en Valencia desde la introducción del arte tipográfico hasta el año 1868, de José Enrique Serrano y Morales, Valencia, Imprenta de F. Domenech, 1898-1899.









©Antonio Lorenzo

jueves, 6 de abril de 2023

Recorrido de la pasión de Cristo en veinticuatro horas

 

Como comenté en una entrada anterior, el Reloj de la Pasión de Jesucristo fue ideado por San Alfonso María de Ligorio (1696-1787), sacerdote y religioso italiano, obispo católico y fundador de los redentoristas, como una meditación de la pasión de las últimas 24 horas de Jesús en la tierra.

Fue beatificado el 15 de septiembre de 1815 y canonizado por el papa Gregorio XVI el 26 de mayo de 1839. En 1871, Pío IX lo declaró doctor de la Iglesia.

A principios del siglo XX, Luisa Piccarreta (1865-1947), tras experimentar a los 17 años un «éxtasis religioso», similar a santa Teresa de Jesús, quedó postrada en la cama durante el resto de su vida recibiendo la eucaristía en su misa diaria y experimentando visiones a lo largo de los 64 años siguientes hasta su fallecimiento.

Luisa Piccarreta publicó, a través de su confesor y guía espiritual Aníbal María de Francia (1851-1927), el libro Las horas de la pasión, fruto de sus revelaciones y de sus propias experiencias, según se dice. 

Juan Pablo II canonizó a Aníbal María de Francia el 16 de mayo de 2004. Luisa sigue esperando su posible canonización como santa de la Iglesia católica.

El Reloj de la Pasión, ya sea recitativo o cantado, se ha recogido también por tradición oral debido a que se ha incorporado a la devoción popular de muchas localidades. Se canta o recita el Jueves Santo donde se repasa hora a hora la vida de Jesús. Se trata de un ejemplo más de los cánticos piadosos populares que alimentan el fervor religioso de la Semana Santa.





©Antonio Lorenzo