martes, 15 de enero de 2019

¡Guerra, guerra contra don Simón!


El catarro y la tos afectan a todo tipo de personas sin respetar ni distinguir género, edad o rango, y se manifiesta en cualquier tipo de situaciones o escenarios. Y todo ello, según el pliego, por culpa de un personaje estrafalario denominado don Simón, al que se identifica como la personificación del resfriado y la tos.

El tono general del pliego es de carácter satírico y burlón, todo ello salpicado de veladas alusiones, como la mención al afamado elixir de Hoffman. Este elixir, famoso al parecer como remedio contra el resfriado, fue elaborado por el médico alemán Friedrich Hoffmann (1670-1742), aunque en el pliego se alude burlonamente a su reelaboración por un boticario que añadió otros ingredientes con nulos resultados. La fórmula magistral de la cura del catarro queda resumida irónicamente a través de la frase del pliego: «No hay remedios que valgan aquí; a la cama, a sudar y chitón».

El pliego, impreso en Barcelona por J. Tauló en 1853, impresor que trabajaba para distintas firmas, se hallaba a la venta en la conocida Casa de Juan Llorens en la calle de la Palma de Stª Catalina.





©Antonio Lorenzo

miércoles, 9 de enero de 2019

Ilustraciones de crímenes en pliegos de cordel [I]


Resulta ampliamente conocida la presencia en los pliegos de cordel de elementos y motivos sensacionalistas en sus ilustraciones para atraer la atención de un público ávido de alimentar su morbosidad con este tipo de literatura popular impresa. Es más, la percepción general de la gente sobre qué imagen mental le sugieren los pliegos de cordel o coplas de ciegos, suele decantarse precisamente sobre la idea de que tratan aspectos relacionados con lo nauseabundo y lo morboso.

Por lo general no les falta razón, pero esa percepción no es sino un aspecto más de la amplia gama de temas que trata y recoge este mundo selvático de la literatura de cordel, como puede comprobarse en la variedad de «etiquetas» recogidas en este mismo blog.

Esta atracción por lo morboso, hacia lo desagradable o escabroso, forma parte de imaginario individual y colectivo de la condición humana. El morbo supone una atracción por lo desconocido y no es patrimonio exclusivo de las clases populares frente a la cultura de élite. Otra cosa es el análisis de cómo desde un centro de producción urbano se potencia como negocio y con fines de lucro la profusión de esta modalidad de cultura popular convirtiéndola en cultura de masas para que resulte rentable económicamente.

Todo lo relacionado con homicidios, violaciones, robos, agresiones, accidentes, etc. despierta un general interés en todo tipo de público. Esta atracción por lo morboso sobrevuela por todas las clases sociales, puesto que lleva aparejado el interés por conocer las motivaciones o móviles de los hechos entremezclado con alguna debilidad humana como la rabia, el odio, la envidia, el ansia de poder, la codicia, lujuria, etc.

El gusto por lo sensacionalista y lo truculento de este tipo de pliegos puede considerarse como antecedente del famoso semanario El Caso, que se mantuvo activo desde su fundación en 1952 hasta su desaparición en 1997, con gran éxito mediático durante más de cuarenta años.

Adjunto una primera selección.











©Antonio Lorenzo

viernes, 4 de enero de 2019

Canciones pastoriles para cantar en las Pascuas de Navidad


Ante la pregunta de hasta cuándo hay que felicitar las Pascuas y consultando el diccionario de la Real Academia Española, no deja de resultar curioso que el término pascua remita a una serie de acepciones que resultan alejadas, en algún caso, del lenguaje popular. La cuarta y última acepción se refiere a la más extendida en el uso del lenguaje cotidiano, donde se identifica la palabra pascua, (aunque siempre en plural, con fiestas), al periodo comprendido desde el nacimiento de Jesús hasta la epifanía o adoración de los Reyes. La tercera acepción se identifica en el diccionario con el Colegio Apostólico, esto es, con Pentecostés (la venida del Espíritu Santo a los cincuenta días tras la Semana Santa), acepción alejada igualmente del lenguaje popular, al igual que ocurre con la primera acepción donde se alude a la fiesta de la Pascua judía, siendo la Pascua cristiana, conmemoración central del cristianismo y referida a la pasión, crucifixión y resurrección de Jesucristo, la que debería figurar como la primera teniendo en cuenta nuestra tradición católica.
1. f. Fiesta, la más solemne de los hebreos, que celebraban a la mitad de la luna de marzo, en memoria de la libertad del cautiverio de Egipto.
2. f. Pascua de Resurrección.
3. f. Cada una de las solemnidades del nacimiento de Cristo, del reconocimiento y adoración de los Reyes Magos y de la venida del Espíritu Santo sobre el Colegio Apostólico.
4. f. pl. Tiempo desde la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo hasta el día de Reyes inclusive
.
En definitiva, no se felicita la Pascua en Navidad, sino las Pascuas (siempre en plural), y asociadas a las fiestas navideñas.

Todo esto no es sino un pequeño ejercicio de digresión, meramente teórico, para dar paso al pliego, que es a la postre de lo que se trata, con canciones pastoriles «para cantar en las Pascuas de Navidad», impreso en este caso en el taller barcelonés de Ignacio Estivill en 1851.





©Antonio Lorenzo

lunes, 31 de diciembre de 2018

Villancicos constitucionales (1820)

Celebración del restablecimiento de la Constitución de Cádiz
en la Plaza Mayor de Madrid (1820)
Curioso impreso donde se conmemora el primer año de libertad española en el 1820 tras una oscura y lamentable etapa. Para contextualizar a grandes rasgos la fecha y el impreso creo conveniente situar en el tiempo las tres etapas señaladas por la historiografía del reinado de Fernando VII (1814-1833).
* El sexenio absolutista (1814-1820)
* El trienio liberal (1820-1823)
* La década ominosa o absolutista (1823-1833)
Fernando VII, tras regresar de su exilio en 1814, procedió a restablecer las instituciones del antiguo régimen aboliendo la liberal Constitución de Cádiz ("La Pepa") de 1812, restaurando el carácter ilimitado del poder del rey, anulando la libertad de imprenta, etc., al tiempo que se procedió a la persecución de los liberales, que en buena medida fueron arrestados o tuvieron que exiliarse. Una etapa negra, en definitiva, con recortes de libertades, sin programa concreto de gobierno y con grandes prerrogativas para la influyente «camarilla», formada por hombres de confianza del rey absolutista: nobles, clérigos reaccionarios, consejeros aprovechados, etc. 

Las conspiraciones liberales, para tratar de restablecer el espíritu de la Constitución de 1812, no tuvieron el éxito esperado, entre ellas las de Espoz y Mina (1814), Porlier (1815), Lacy (1817) y otras. Sin embargo, en un pronunciamiento protagonizado por el militar Rafael del Riego el 1 de enero de 1820 en Cabezas de San Juan (Sevilla), con parte de las tropas que iban a embarcar para sofocar a los sublevados americanos, proclamó de nuevo la Constitución de 1812.

Es precisamente la fecha de 1820 la que aparece en el encabezamiento del pliego invitando a conmemorar el primer año de la retomada libertad liberal y el respeto a la Constitución. Así lo refleja el estribillo del coro junto al regreso hacia una religión de los humildes, aludiendo implícitamente al estamento religioso que apoyaba decididamente la vuelta al absolutismo y a la vieja alianza entre el "altar y el trono".

Rafael del Riego
El pronunciamiento de Riego tuvo éxito debido a una serie de circunstancias y factores ajenos al propio golpe, aunque en poco tiempo logró el consenso mayoritario y el apoyo popular.

El encabezamiento revolucionario protagonizado por Rafael del Riego acabó con su ajusticiamiento el 7 de noviembre de 1823, siendo previamente arrastrado en un serón por las calles de Madrid hasta llegar al patíbulo, situado en la Plaza de la Cebada, donde fue ahorcado y posteriormente decapitado.

Rafael del Riego, convertido en todo un símbolo del liberalismo, ha dado nombre y título al famoso himno republicano.

Ilustración del pintor Juan Alaminos López
Tras el éxito del pronunciamiento de Riego el rey se vio obligado a acatar la Constitución que previamente abolió, también a suprimir de nuevo Inquisición, a decretar una amnistía y a convocar elecciones, dando paso a la etapa conocida como el Trienio liberal (1820-1823), que recuperó en gran parte, mediante leyes y disposiciones, lo establecido en la Constitución de 1812.

El fracaso del Trienio se precipitó por la acción sucesiva de movimientos contrarrevolucionarios y por la posterior invasión francesa conocida por los Cien Mil Hijos de San Luis en abril de 1823, al que se sumaron refuerzos de voluntarios realistas que consiguieron devolver al rey su poder absoluto. 

Se iniciaba la llamada década ominosa o absolutista.



©Antonio Lorenzo

jueves, 27 de diciembre de 2018

Dos pliegos navideños de la imprenta barcelonesa de Jolis


Dos pliegos de temática navideña impresos en el taller de la conocida saga de impresores barceloneses Jolis, ambos del siglo XVIII.

De la entrada que dediqué a esta conocida saga entresaco su evolución impresora.


Un resumen de la actividad de esta importante y duradera imprenta es como sigue: 
* Juan Jolis (padre), edita entre 1680 y 1705
* Juan Jolis (hijo), edita entre 1706 y 1759
* Herederos de Juan Jolis (hijo), editan entre 1760 y 1770
* Bernat Pla edita entre 1770 y 1801
* Viuda de Pla edita entre 1801 y 1827
* Herederos de la Viuda de Pla editan entre 1820 y 1860 aproximadamente.
[Los datos ofrecidos son deudores del estudio de Enrique Rodríguez Cepeda: Romancero impreso en Cataluña (imprenta de J. Jolis a Viuda Pla), Tomo I, Madrid, Ediciones José Porruá Turanzas, 1984].









©Antonio Lorenzo

lunes, 24 de diciembre de 2018

Seguidillas al nacimiento del niño Jesús + Baile de los pastores de Belén y las gitanas de Egipto


Dos pliegos recordatorios del nacimiento de Jesús.

De la imprenta barcelonesa de Ignacio Estivill [s.a.] un pliego conmemorando por seguidillas el nacimiento del niño Jesús.

Para saber más sobre este prolífico linaje de impresores, adjunto el siguiente enlace:

http://adarve5.blogspot.com/2014/03/apuntes-sobre-impresores-y-estamperos.html

El segundo pliego, carente de pie de imprenta, aunque por sus características parece impreso en el siglo XVIII, tiene la curiosa particularidad de proponer un tono musical a las coplas. Es un claro ejemplo de adaptación de melodías folklóricas preexistentes, como sugiere el último de los villancicos, para cantarse «por el tono del Chulito andar», que imaginamos sería conocido por el público. 









©Antonio Lorenzo

jueves, 20 de diciembre de 2018

Interpretación simbólica de la baraja: pliegos, cuento y canción [IV]


En el recorrido que venimos desarrollando sobre el motivo de la interpretación simbólica de la baraja, vemos cómo ha traspasado fronteras convirtiéndose en un clásico referente folklórico que ha adoptado diferentes formas de expresión, ya sea a través de láminas sueltas, pliegos y folletos de cordel o canciones ocasionales.

Si en ejemplos anteriores hemos repasado su trayectoria por pliegos españoles, brasileños y por las noticias aparecidas en la prensa de diferentes países, un ejemplo más es este folleto editado en Florencia en 1911, si bien en esta ocasión, el soldado Ricart, Ricaurte, Richard, Andrés o Federico, se ha reconvertido en un soldado prusiano.

El relato que se nos ofrece sigue la estructura narrativa habitual: durante la misa, un soldado, en este caso prusiano, reflexionaba con una baraja de cartas. Reprendido por su sargento fue conducido frente al Mayor para que le impusiera un castigo. Tras escuchar sus convincentes explicaciones, el Mayor lo absolvió de la condena que había establecido de que pasara corriendo diez veces "diez vueltas de varas" en medio de 200 hombres que lo azotan con varillas.







El romance-canción de la baraja de los naipes

La baraja de los naipes es uno de los temas que aparecen con frecuencia en los cancioneros peninsulares como explicación "a lo divino" de las cartas de la baraja. Agustín Durán ya incluyó en el Tomo II de su Romancero general (Biblioteca de Autores Españoles, XVI, nº 1323, págs. 353-355), una versión anónima, procedente de un pliego suelto anterior al siglo XVIII, base de los estudios comparativos sobre el motivo que nos ocupa.

Antonio Cea Gutiérrez, en su valioso trabajo: «El pliego en verso de tema religioso como repertorio devocional público y privado», en: Díaz G. Viana, Luis (coord.), Palabras para el pueblo. Vol. II, Madrid, CSIC, 2001, pp. 87-222, analiza un nutrido repertorio de pliegos de temática religiosa, entre ellos, el de La baraja del soldado, cuyo texto atribuye, erróneamente en mi opinión, a Lucas del Olmo. Es sabido que Lucas del Olmo, a pesar de las escasas noticias biográficas de que disponemos, fue un prolífico autor de versos de temática religiosa que fueron recogidos en numerosos pliegos de cordel, pero en este caso no se le puede atribuir la autoría de la baraja del soldado, y mucho menos de que podría esconder algún episodio de la vida del autor, según hipótesis no descartada del investigador, que parece otorgar credibilidad a uno de los versos del pliego donde se dice: «según consta por experiencia», y que podría referirse a una primera época de Lucas del Olmo como soldado dado a los juegos y luego de clérigo.

La supuesta autoría del romancista ciego jerezano Lucas del Olmo del romance de la baraja, proviene de que dicho título, asociado a su nombre, aparece como prohibido en un edicto del 20 de diciembre de 1872, según lo recoge Carbonero y Sol, León, (Índice de los libros prohibidos por el Santo Oficio de la Inquisición española, desde su primer decreto hasta el último, que espidió en 29 de mayo de 1819, y por los Rdos. obispos españoles desde esta fecha hasta fin de diciembre de 1872, Madrid, imprenta de Antonio Pérez Dubrull, 1873). Este reconocido autor de romances solía acreditar su autoría en el encabezamiento de sus composiciones o en el epílogo con el recurrente motivo de pedir perdón por sus faltas. Las distintas versiones impresas que conocemos no ofrecen referencia alguna de su autoría, por lo que ponemos en duda de que fuese el autor de un motivo folklórico de tan prolongada vida tradicional y referente de tantos pliegos y noticias fuera de nuestras fronteras.

Sería prolijo el citar versiones que, a modo de romance-canción seriada, aparecen en los cancioneros más conocidos, pero, por señalar algunos de ellos, encontramos versiones en los cancioneros de Dámaso Ledesma (Cancionero salmantino, p. 60); M. García Matos (Cancionero popular de la provincia de Madrid, II, p. 113); Javier Asensio (Romancero General de La Rioja, págs. 929 y ss.); Agapito Marazuela (Cancionero segoviano, p. 78); Pedro Echevarría Bravo (Cancionero musical manchego, p. 446); J. Manuel Fraile Gil (Tradición oral y zambomba, págs. 663 y ss.), etc.

Se trata de un tema que no tiene una funcionalidad concreta, ya que puede encontrarse como canción de ronda, de mayo, de Cuaresma, Semana Santa o de Navidad. Como romance-canción ha perdido ya su referencia al soldado reprendido por su sargento en misa (lo que es común en los pliegos que hemos desarrollado) convirtiéndose en un simple recordatorio nemotécnico de números e imágenes para glosar determinados aspectos religiosos y presentando escasas variaciones entre las distintas versiones cantadas.

Adjunto un enlace de youtube donde puede escucharse una interpretación de la baraja de los naipes de la localidad cacereña de Casares de Las Hurdes.


Nos hallamos, pues, con la presencia de al menos dos subtradiciones: la tal vez la originaria procedente de los pliegos y las versiones más simples y cantadas cuya referencia a la historia que la sustenta se ha perdido. Es el ejemplo de un pliego editado en Madrid por J. Mª Marés en 1857 que completa la conocida canción mística de la divina peregrina: «Camino de Santiago / con grande halago / mi Peregrina / la encontré yo...» (recogida también por tradición oral), con una Salve a María Santísima y con estas coplas de la baraja para cantar a lo divino.


En el Pan-Hispanic Ballad Projectsitio web de la Universidad de Washington, coordinado por Suzanne H. Petersen, se recogen versiones orales de la interpretación de la baraja.

https://depts.washington.edu/hisprom/optional/balladaction.php?igrh=0470


Explicación de la baraja por un coyote a su hijo

Como ejemplo curioso, y aunque se trata de una interpretación ajena a la que venimos desarrollando, considero de cierto interés ofrecer la noticia de la interpretación de las cartas de la baraja por un coyote a su hijo.

El folleto está editado en México en 1827 y presenta un estilo discursivo burlesco y sarcástico al que se une una finalidad más de opinión que de carácter informativo. En este folleto, situado en el marco de la independencia colonial americana, se recoge la explicación alegórica de un coyote (como se conocía entonces a los comerciantes de procedencia hispana que traficaban con mercancías) a su hijo en tiempos convulsos. y sostenedores de los intereses de la antigua metrópoli.

El término coyote designaba por aquella época al "criollo, hijo de europeo", aunque anteriormente se utilizaba para referirse a determinados cruces raciales del tipo: "hijo de barcino y mulata", "hijo de mestizo e india", "hijo de chamizo y mestiza", "cruce de indio y coyote", "cruce de mulato y chamizo"..., todos ellos asociados al sistema clasista de la Nueva España. Los coyotes se identificaban preferentemente con los españoles y las llamadas "gallinas" con los mexicanos.


Puede consultarse la transcripción completa que he realizado del folleto a través del siguiente enlace, del que entresaco algunas referencias, aunque su contextualización exigiría un mayor detenimiento y se aparta del propósito divulgador de este blog.


Ante el interés del hijo para que su padre le enseñe la simbología de las cartas de la baraja, este le responde del siguiente modo:
«A mí no me conviene, hijo mio, ni debo enseñarte á jugador, sino á hombre de bien, á buen vasallo del rey nuestro sr. y á comerciante de las indias, que es como se gana mucho dinero en breve tiempo, y con seguridad, cuyo saber consiste en comprar barato y vender caro á los bobos americanos».
El folleto va desarrollando una interpretación de carácter político de cada palo y carta de forma sarcástica y con claro contenido ideológico.
«P: Pues bien, voy á concluir. Estas cuatro sotas representan otras tantas mujeres de Fernando VII tres de matrimonio y una fuera de él. La de espadas simboliza á la que murió tísica: la de oros es la rica portuguesa que también murió: la de copas es la actual y la de bastos es un emblema de la Macanás con quien tubo sus buenos ratos en Marcella.
Los cuatro caballos representan muy bien á los tres borbones y al duque del Infantado, pues todos ellos por animales, no han sabido, ni sabrán gobernar en España, entendiéndose que el de espadas figura á Fernando que todo lo quiere componer con las armas.
Los cuatro reyes figuran otros tantos tiranos enemigos de la libertad que han jurado destruir, formado una liga, que llaman santa y son: el Emperador de Rusia, el de Alemania, el rey de Francia y el de España que no deja de volver sus ojos de lince acía América, a la que como otra Troya quisiera ver reducida á cenizas, pues está bien persuadido de que los americanos, primero que doblar primero la cervíz, descenderán cubiertos de laureles al sepulcro. –He concluido, hijo mio».
©Antonio Lorenzo