sábado, 17 de octubre de 2015

Por maltratar a su madre se le enrolló como castigo una serpiente a la garganta

Leonardo Alenza (1807-1845) - Escena a la puerta de una venta
Pliego donde se narra el castigo de Dios al hijo desagradecido por tratar mal a su madre haciendo que una serpiente se le enroscara en su garganta, lo que le produjo grandes dolores durante algo más de tres meses. Por sus oraciones acabó viéndose libre de ella y, arrepentido, se trasladó a un desierto para hacer penitencia comprendiendo al fin el deber de amar y de respetar a los padres.

Tan escabroso e inverosímil pliego (s.a.) fue editado en Valladolid por la conocida imprenta de Santarén.





Antonio Lorenzo

martes, 6 de octubre de 2015

Santos protectores y sanadores: san Roque, abogado contra la peste

Escultura de Víctor Quintanilla en San Roque (Cádiz)
¿Quién no conoce el trabalenguas que pone a prueba a quien no pronuncia la erre?

                                            El perro de san Roque
                                            no tiene rabo
                                            porque Ramón Ramírez
                                            se lo ha cortado.


Pues bien, el famoso perro de san Roque, que al parecer se llamaba Melampo y al que Ramón Ramírez le cortó el rabo, se sustenta en la leyenda que habla de una fuerte epidemia de peste donde las personas acudían a orar y a refugiarse a la ermita de san Roque. El avispado santero aprovechaba para venderles unos polvos mágicos que incluían ciertas hierbas curativas y raspaduras de rabo de perro. Tanto y tanto se les fueron cortando los rabos a los perros para fabricar el supuesto 'ungüento mágico' que acabo por dejar sin rabo al perro del santo. Al menos queda constancia, según la leyenda, de que Melampo perdió el rabo por una buena causa.

Tampoco son ajenas algunas coplas populares que mencionan al santo y a su consabido perro:

                                           Por decir 'Viva san Roque'
                                           me metieron prisionero,
                                           y ahora que estoy en prisiones
                                           ¡Viva san Roque y el perro!

                                           Arrímate a mi viña
                                           que soy san Roque
                                           que si viene la peste
                                           que no te toque.


Los juegos y cantos infantiles también se han hecho eco en sus rimas a determinados santos. Doy unos ejemplos:

                                          San Antón con su bastón
                                          a san Roque pegó un palo;
                                          san Roque le achuchó al perro
                                          y al gorrino mordió el rabo.

                                          San Antón perdió el cochino,
                                          san Roque la calabaza,
                                          y tú perderás el moño,
                                          serrana si no te casas.

                                          San Sebastián fue francés
                                          y san Roque peregrino,
                                          y lo que tiene a los pies
                                          san Antón es un cochino

                                          San Roque tenía un perro
                                          que le guardaba los pasos,
                                          y cuando venía el lobo
                                          el perro siempre ladraba.

La frase 'San Roque, San Roque, que este perro no me mire ni me toque' se hizo popular durante una epidemia de rabia, por lo que el santo era invocado como protector.

El refranero agrícola también recoge alusiones a san Roque, de los que doy unos ejemplos:

               - Cuando san Roque vuelve la espalda, el tiempo cambia
               - Por san Roque la avellana se recoge
               - Pasados os Remedios e san Roque, xa non hai sesta ni merendote
               - Por Santiago a segar, y en llegando san Roque la paja en el pajar
                  y el trigo en el desván

La iglesia católica celebra el día 16 de agosto la festividad de san Roque (Montpellier, c.1295-1327), peregrino occitano canonizado por Gregorio XIV en 1584. Fue peregrino en Italia dedicándose a curar a los infectados por la peste y toda clase de epidemias. Es también protector de peregrinos, enfermeros y cirujanos, entre otros.

En 1477, en ocasión de otra epidemia de peste, se fundó en Venecia una cofradía bajo su honor que se dedicó al hospedaje de enfermos de peste siendo conocida como Confraternità o Scuole di San Rocco. Dicha agrupación fomentó la devoción al santo construyendo capillas y más centros de acogida por toda Italia y por el resto de Europa.

Muchas de estas tradiciones no tienen fundamento, pero han impulsado la devoción al santo al acercarle a la vida cotidiana del pueblo. No nos ha de extrañar, por tanto, que se nos diga que el propio San Roque hizo el camino de Santiago y visitó Compostela.

La leyenda cuenta que, cuando nuestro santo se trasladó al bosque para no infectar de esta manera a los vecinos de Piacenza, recibía cada día la visita de un perro que le llevaba un panecillo. El animalito lo tomaba cada día de la mesa de su amo, un hombre rico llamado Gottardo Pallastrelli, el cual, después de ver la escena repetidamente, decidió un día seguir a su mascota. De esta forma, penetró en el bosque donde encontró al pobre moribundo. Ante la sorpresa, se lo llevó a casa, lo alimentó y le hizo las curaciones oportunas. El mismo Gottardo, después de comprobar la sencillez de aquel hombre y de haber escuchado las palabras del evangelio que le enseñó, decidió peregrinar como él.

Más dudosa es la atribución del nombre de Melampo al perro. Melampo era el nombre de un antiguo adivino griego que de niño encontró una serpiente muerta y la enterró con honor. Sus crías como agradecimiento le lamieron (como hacía el perro con san Roque) las orejas otorgándole el don de entender el lenguaje de las aves y conocer el futuro. Sea como sea, el nombre de Melampo ha quedado asociado y consolidado a la figura del santo protector, ya sea con rabo o sin él.

Según la tradición más extendida, fue apresado como espía por las tropas francesas y encerrado durante cinco años en una prisión de Montpellier, donde muere. Antes de morir, ruega a Dios que libere de la peste a todo aquel que invoque su nombre.

Representaciones de San Roque 

La iconografía devocional de San Roque lo presenta de modo invariable vestido de peregrino (con bordón, calabaza, sombrero, esclavina y concha) y subiéndose con la mano izquierda la túnica para mostrar la llaga de su pierna izquierda infectada. Como atributos se representa con un perro con un pan en la boca y en ocasiones con un ángel. Su edad debe ser vigorosa y su cara de color moreno con pelo y barba negra.

Puede aparecer también junto a san Sebastián, abogado igualmente contra la peste, o junto a san Antonio de Padua, abogado de los animales en general.

Oleo sobre tabla. Salida de Montpellier a Roma (siglo XVII)



Entre Sebastián y Job (Girolamo dai Libri)
Claude Saint Paul (1666-1717) - San Roque


















Tiziano - La Virgen con el Niño entre san Antonio de Padua y san Roque

Tradiciones populares

En los últimos tiempos estamos asistiendo a la recuperación en algunos pueblos de Aragón de la 'Pastorada de san Roque' integrada dentro del llamado 'Dance aragonés'. Se entiende por el 'Dance aragonés' el conjunto de música y baile, con diálogos entre pastores, moros y cristianos y pugnas entre el bien y el mal (ángel y diablo), acompañados de mudanzas de palos, espadas, arcos y cintas, etc. Adjunto un enlace con el texto base de cómo se representa en el pueblo turolense de Formiche Alto.


A su vez y según cuenta el ilustre etnógrafo catalán Joan Amades (1890-1959) en su monumental e imprescindible "Costumari Català" en sus cinco volúmenes dedicados al curso del año, editados entre 1950 y 1956, al comentar en el volumen IV la festividad de san Roque describe los bailes y procesiones que se desarrollaban en distintas poblaciones catalanas y mallorquinas. Entresaco de sus prolijas descripciones dos ilustraciones relativas al 16 de agosto.



Retomando las manifestaciones populares en su vertiente impresa reproduzco algunas estampas devocionales del santo y añado un 'Saludable remedio contra la peste' agrandando la advertencia final.







Impreso por Santarén en Valladolid (1856)
Impreso por Laborda en Valencia (s.a.)






Lérida, imprenta de Corominas, 1855


Para finalizar esta aproximación reproduzco un pliego-oración editado en Madrid por la conocida imprenta de Marés y extraigo, por su interés, del tomo V del «Costumari Català» de Amades un auca que trata sobre la vida del santo.





Antonio Lorenzo

sábado, 3 de octubre de 2015

La vestiduras del alma y del hombre


Reproduzco dos pliegos de temática similar. El primero, impreso en Madrid en 1814 y el segundo, sin año, en Córdoba. Ambos utilizan las vestiduras con marcado carácter simbólico, lo que recuerda la canción profano-religiosa recogida por tradición oral referida a la simbología de las vestiduras que usa el sacerdote en la misa, tema al que dedicó un trabajo José Manuel Fraile Gil, que puede consultarse a través del siguiente enlace:


Las vestiduras sagradas
                                    Las vestiduras sagradas
                                    humilde voy a cantar
                                    para que con humildad
                                    las podamos contemplar.
                                    El amito que te pones,
                                    que antes de ponerlo besas,
                                    como a Cristo lo besaron
                                    aquellas gentes perversas.
                                    Luego te pones el alba
                                    que te arrastra por el suelo,
                                    como a Cristo lo arrastraron
                                    por burla y escarneciendo.
                                    La estola es la soga al cuello,
                                    muy gustoso se la pone,
                                    como a Cristo le pusieron
                                    aquellos fieros leones.
                                    El cíngulo que te pones
                                    alrededor de la cintura,
                                    como a Cristo le pusieron
                                    y ataron a la columna.
                                    Ya se pone la casulla,
                                    aunque trabajo le cuesta,
                                    como a Cristo le pusieron
                                    después una cruz a cuestas.
                                    El manípulo que lleva
                                    en el brazo izquierdo puesto,
                                    con que le ataron las manos
                                    a Cristo redentor nuestro.
                                    Luego se pone el bonete
                                    al salir la sacristía,
                                    como a Cristo le pusieron
                                    una corona de espinas.
                                    Sale de la sacristía
                                    se presenta ante el altar,
                                    representa a Jesucristo
                                    cuando salió al huerto a orar.
                                    Jesucristo dice misa
                                    con grande solemnidad
                                    tiene la hostia en la mano
                                    y la lleva a consagrar.
                                    Consigo trae a san Pedro,
                                    consigo trae a san Juan,
                                    consigo a los doce apóstoles
                                    que en su mesa comen pan.









Antonio Lorenzo

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Santos protectores y sanadores: san Ramón Nonato, el santo del candado en la boca y patrón de las parturientas

San Ramón Nonato fue un religioso mercedario catalán que nació mediante cesárea, muriendo su madre en el parto, siendo por ello el patrón de las comadronas y parturientas. Se ordenó presbítero en el año 1222 y luego fue superior en varias comunidades de la Orden de la Merced. Como redentor de cautivos, viajó al norte de África pagando rescate por varios prisioneros y, siguiendo el cuarto voto de estos religiosos, se quedó como rehén a cambio de la liberación de un cristiano cautivo cuando su dinero se terminó sufriendo así cautiverio. En su martirio, los infieles le abrieron agujeros a hierro candente en sus labios para colocarle un cerrojo en su boca e impedir así sus dotes de elocuencia en sus predicaciones a los encarcelados y carceleros. Fue rescatado finalmente por su orden y regresó a España.

Fue canonizado por Alejandro VII en el año 1657 y su festividad se celebra el 31 de agosto. Se le considera también el patrón de los recién nacidos y protector de las personas acusadas por falsos testimonios.

Vicente Carducho - Martirio de san Ramón (Museo del Prado, detalle)

Fragmento del capítulo IX de la Crónica de Alonso Remón


















Modos de representar al santo

Copio del libro (original de 1782) de Juan Interian Ayala: El pintor christiano y erudito, ó tratado de los errores que suelen cometerse freqüentemente en el pintar, y esculpir las Imágenes Sagradas:


«Ultimamente, es muy comun, y recibido el representar á S. Ramon Nonnato, ya en sus Imágenes pintadas, ó en las de bulto, teniendo en su mano derecha el Santísimo Sacramento, encerrado en lo que vulgarmente llamamos Custodia...»
«…Es también freqüente (pues no quiero pasarlo en silencio) pintarle teniendo en la mano izquierda una palma con tres coronas de oro, para denotar, que le quadran muy bien dichas coronas, por Confesor, por Martir, y por Virgen. Pero yo volviéndome á aquel terrible martirio, que padeció por espacio de algunos meses, de tener cerrados los labios con un candado de hierro, me parece tengo justos derechos para concluír este breve tratado con el Epigrama, que sobre dicho asunto compuse en otro tiempo, el qual dice así…».

A su vez, en el más actual libro (1850) de Basilio Sebastián Castellanos de Losada: Iconología cristiana y gentílica, se recomienda representar al santo de la siguiente forma:



Aparte de su condición de abogado de las parturientas, también se le asocia como protector ante aquellos que te difaman.


                            San Ramón Nonato,
                            tú que por predicar la palabra de Dios
                            llevaste un candado en tu boca como martirio
                            escucha mi oración e intercede ante Dios Padre
                            para que quienes hablan mal de mí
                            cesen en su intento y yo sea protegido
                            de toda palabra e intención mala.
                            Dios Todopoderoso,
                            que concediste a san Ramón Nonato
                            el ardiente deseo de liberar esclavos,
                            te pido por su intercesión
                            que me apartes siempre
                            de la esclavitud del pecado
                            que me aleja de Ti,
                            y que pueda vivir en paz
                            y distanciado de todos aquellos
                            que me acechan,
                            me desean algún mal
                            y quieren desprestigiarme
                            con sus calumnias.

El refranero popular tampoco ha sido  ajeno en sus alusiones a san Ramón. Doy dos ejemplos:

- Las mujeres cuando paren se acuerdan de san Ramón, pero no se acuerdan de él cuando están en la función. (Su variante gallega dice así: As mulleres cando paren acórdanse de san Ramón, e cando os están facendo, nin santo nin devoción)

- San Ramón, santo varón, que lo para sin dolor

La comedia de santos

Un aspecto interesante de la actividad teatral del llamado Siglo de Oro es la utilización de determinados santos como protagonistas o actores de determinadas comedias para alimentar la devoción, nada desinteresada, por cierto, de determinadas órdenes religiosas o cofradías. Estas representaciones sobre la vida, hechos, milagros o martirios de determinados santos estaban amparadas por la iglesia y por el espíritu de la contrarreforma como vehículo devocional. Al igual que sucede con los efímeros pliegos de cordel nos enfrentamos a una maraña de reescrituras y readaptaciones de escritos previos sobre determinados santos con el interés de extender su devoción. A lo largo de todo el siglo XVII autores reconocidos, como Lope, Calderón, Tirso, Rojas Zorrilla o Guillén de Castro, escribieron sendas comedias hagiográficas movidos por su buena aceptación.

Como simple apunte en relación con el santo que nos ocupa me parece oportuno dar noticia de la existencia de la comedia de santos escrita por  Antonio Mira de Amescua con el título El santo sin nacer y mártir sin morir.


Imágenes y estampas populares

Para concluir este ligero repaso sobre san Ramón, libertador de esclavos y protector de las parturientas, reproduzco diferentes grabados y estampas de muy diversa factura que han acompañado como referente a sus devotos.












































































Antonio Lorenzo