¿Quién no conoce el trabalenguas que pone a prueba a quien no pronuncia la erre?
Pues bien, el famoso perro de san Roque, que al parecer se llamaba Melampo y al que Ramón Ramírez le cortó el rabo, se sustenta en la leyenda que habla de una fuerte epidemia de peste donde las personas acudían a orar y a refugiarse a la ermita de san Roque. El avispado santero aprovechaba para venderles unos polvos mágicos que incluían ciertas hierbas curativas y raspaduras de rabo de perro. Tanto y tanto se les fueron cortando los rabos a los perros para fabricar el supuesto 'ungüento mágico' que acabo por dejar sin rabo al perro del santo. Al menos queda constancia, según la leyenda, de que Melampo perdió el rabo por una buena causa.
Tampoco son ajenas algunas coplas populares que mencionan al santo y a su consabido perro:
Por decir 'Viva san Roque'
me metieron prisionero,
y ahora que estoy en prisiones
¡Viva san Roque y el perro!
Arrímate a mi viña
que soy san Roque
que si viene la peste
que no te toque.
Los juegos y cantos infantiles también se han hecho eco en sus rimas a determinados santos. Doy unos ejemplos:
San Antón con su bastón
a san Roque pegó un palo;
san Roque le achuchó al perro
y al gorrino mordió el rabo.
San Antón perdió el cochino,
san Roque la calabaza,
y tú perderás el moño,
serrana si no te casas.
San Sebastián fue francés
y san Roque peregrino,
y lo que tiene a los pies
san Antón es un cochino
San Roque tenía un perro
que le guardaba los pasos,
y cuando venía el lobo
el perro siempre ladraba.
La frase 'San Roque, San Roque, que este perro no me mire ni me toque' se hizo popular durante una epidemia de rabia, por lo que el santo era invocado como protector.
El refranero agrícola también recoge alusiones a san Roque, de los que doy unos ejemplos:
- Cuando san Roque vuelve la espalda, el tiempo cambia
- Por san Roque la avellana se recoge
- Pasados os Remedios e san Roque, xa non hai sesta ni merendote
- Por Santiago a segar, y en llegando san Roque la paja en el pajar
y el trigo en el desván
La iglesia católica celebra el día 16 de agosto la festividad de san Roque (Montpellier, c.1295-1327), peregrino occitano canonizado por Gregorio XIV en 1584. Fue peregrino en Italia dedicándose a curar a los infectados por la peste y toda clase de epidemias. Es también protector de peregrinos, enfermeros y cirujanos, entre otros.
En 1477, en ocasión de otra epidemia de peste, se fundó en Venecia una cofradía bajo su honor que se dedicó al hospedaje de enfermos de peste siendo conocida como Confraternità o Scuole di San Rocco. Dicha agrupación fomentó la devoción al santo construyendo capillas y más centros de acogida por toda Italia y por el resto de Europa.
Muchas de estas tradiciones no tienen fundamento, pero han impulsado la devoción al santo al acercarle a la vida cotidiana del pueblo. No nos ha de extrañar, por tanto, que se nos diga que el propio San Roque hizo el camino de Santiago y visitó Compostela.
La leyenda cuenta que, cuando nuestro santo se trasladó al bosque para no infectar de esta manera a los vecinos de Piacenza, recibía cada día la visita de un perro que le llevaba un panecillo. El animalito lo tomaba cada día de la mesa de su amo, un hombre rico llamado Gottardo Pallastrelli, el cual, después de ver la escena repetidamente, decidió un día seguir a su mascota. De esta forma, penetró en el bosque donde encontró al pobre moribundo. Ante la sorpresa, se lo llevó a casa, lo alimentó y le hizo las curaciones oportunas. El mismo Gottardo, después de comprobar la sencillez de aquel hombre y de haber escuchado las palabras del evangelio que le enseñó, decidió peregrinar como él.
Más dudosa es la atribución del nombre de Melampo al perro. Melampo era el nombre de un antiguo adivino griego que de niño encontró una serpiente muerta y la enterró con honor. Sus crías como agradecimiento le lamieron (como hacía el perro con san Roque) las orejas otorgándole el don de entender el lenguaje de las aves y conocer el futuro. Sea como sea, el nombre de Melampo ha quedado asociado y consolidado a la figura del santo protector, ya sea con rabo o sin él.
Según la tradición más extendida, fue apresado como espía por las tropas francesas y encerrado durante cinco años en una prisión de Montpellier, donde muere. Antes de morir, ruega a Dios que libere de la peste a todo aquel que invoque su nombre.
Representaciones de San Roque
La iconografía devocional de San Roque lo presenta de modo invariable vestido de peregrino (con bordón, calabaza, sombrero, esclavina y concha) y subiéndose con la mano izquierda la túnica para mostrar la llaga de su pierna izquierda infectada. Como atributos se representa con un perro con un pan en la boca y en ocasiones con un ángel. Su edad debe ser vigorosa y su cara de color moreno con pelo y barba negra.
Puede aparecer también junto a san Sebastián, abogado igualmente contra la peste, o junto a san Antonio de Padua, abogado de los animales en general.
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Oleo sobre tabla. Salida de Montpellier a Roma (siglo XVII) |
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Entre Sebastián y Job (Girolamo dai Libri) |
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Claude Saint Paul (1666-1717) - San Roque |
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Tiziano - La Virgen con el Niño entre san Antonio de Padua y san Roque |
Tradiciones populares
En los últimos tiempos estamos asistiendo a la recuperación en algunos pueblos de Aragón de la 'Pastorada de san Roque' integrada dentro del llamado 'Dance aragonés'. Se entiende por el 'Dance aragonés' el conjunto de música y baile, con diálogos entre pastores, moros y cristianos y pugnas entre el bien y el mal (ángel y diablo), acompañados de mudanzas de palos, espadas, arcos y cintas, etc. Adjunto un enlace con el texto base de cómo se representa en el pueblo turolense de Formiche Alto.
A su vez y según cuenta el ilustre etnógrafo catalán Joan Amades (1890-1959) en su monumental e imprescindible "Costumari Català" en sus cinco volúmenes dedicados al curso del año, editados entre 1950 y 1956, al comentar en el volumen IV la festividad de san Roque describe los bailes y procesiones que se desarrollaban en distintas poblaciones catalanas y mallorquinas. Entresaco de sus prolijas descripciones dos ilustraciones relativas al 16 de agosto.
Retomando las manifestaciones populares en su vertiente impresa reproduzco algunas estampas devocionales del santo y añado un 'Saludable remedio contra la peste' agrandando la advertencia final.
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Impreso por Santarén en Valladolid (1856) |
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Impreso por Laborda en Valencia (s.a.) |
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Lérida, imprenta de Corominas, 1855 |
Para finalizar esta aproximación reproduzco un pliego-oración editado en Madrid por la conocida imprenta de Marés y extraigo, por su interés, del tomo V del «Costumari Català» de Amades un auca que trata sobre la vida del santo.
Antonio Lorenzo