
Los pliegos de temática sagrada se relacionan con los sermones y discursos morales practicados por los predicadores. Todo ello viene a constituir una serie de estrategias discursivas que estuvieron muy extendidas durante el Siglo de Oro español. Desde un punto de vista cristiano, el paso hacia la muerte venía a desencadenar y a asumir toda una serie de avisos y desengaños que deberían encaminarnos hacia la verdad prometida y basada en la virtud revelada por Dios en la moral cristiana.
En los encabezamientos de estos pliegos suelen aparecer títulos anunciadores del tipo: "denominaciones" "consideraciones", "doctrina", "despertador" o "avisos y desengaños", que proponen al lector una serie de indicaciones o pautas a considerar con la finalidad de distinguir lo correcto de lo incorrecto. Estos escritos vienen a proponer normas o modelos a seguir para tratar de evitar fraudes o engaños mediante ejemplos de conductas que no se ajustan en su conjunto con la realidad. Sus falsas verdades apuntan preferentemente contra las mujeres mediante estrategias de exageración con la finalidad de corregir o enmendar sus formas de comportamiento.
Todo ello, y bajo el disfraz de contrarrestar estas supuestas verdades, no dejan de convertirse en ejemplos de antifeminismo y menosprecio, tan asentado en el imaginario colectivo de la época, con la finalidad de solicitar la gracia y el perdón de un Jesucristo crucificado, como se apunta en algunas de las cabeceras de las hojas volantes.
Los textos literarios del barroco alcanzaron una notable continuidad temática a través de los pliegos sueltos, donde el sentimiento del desengaño, unido a lo religioso como visión del mundo, vendría a ser la vía adecuada para establecer y consolidar una vida moral acorde con lo preconizado por la iglesia.
La vida, entendida como un tortuoso camino de carácter fugaz e inherente al desengaño, fue propio de la literatura hispánica del barroco, representada en obras dramáticas, como las de Calderón o en la genérica obra de Quevedo. La conciencia de este sentimiento, como ciclo vital, viene a constituir un generador de desencanto que incita a buscar medidas de carácter moral y religioso para reconducir nuestra vida.
Este pliego, editado en Valencia sin año, viene a reflejar una continuación de la visión desencantada propia del barroco y de una vida que busca resurgir con la ayuda de una moral religiosa. Este tipo de pliegos contienen una serie de avisos, pretendidamente didácticos, pero impregnados con un fuerte tufo de misoginia respecto a lo considerado como propio de la conducta de las mujeres y que los hombres deberían adoptar como actitud preventiva para tenerlo en cuenta. Esta divulgación escrita en pliegos sueltos impresos suele contener normas, disposiciones o sentencias que enjuician determinados comportamientos.
©Antonio Lorenzo