miércoles, 27 de julio de 2016

Sobre los efectos que pronostican las estrellas


Escrito supuestamente por el astrólogo burlón Juan de Juan, este curioso pliego, del que no conocemos ni lugar de edición ni fecha, se hace eco de los pronósticos que suscitan la visión de una estrella entre un público variopinto. El tono de burla y desmesura es su característica, lo que entronca con los disparates y chanzas, tan celebrados por el público consumidor de este tipo de hojas volantes.





Antonio Lorenzo

domingo, 24 de julio de 2016

El molinero Julián de Paredes salvado por su devoción a la virgen

Julio Tubilla - Vendedor de estampas
De la imprenta barcelonesa de Ignacio Estivill, este pliego, de 1831, donde se narra la disoluta vida del sevillano Julián de Paredes y cómo se vio perdonado de sus múltiples pecados a la hora de su muerte gracias a su devoción y a la intercesión de la virgen.

A este impresor y a sus sucesores le dediqué una entrada que puede consultarse a través de este enlace:







Antonio Lorenzo

martes, 12 de julio de 2016

Aleluya: Mujeres de todos los países del globo


Hace ya un tiempo dediqué una entrada a comentar las imágenes de una 'aleluya' que pretendía recoger imágenes de los habitantes de todos los países.

http://adarve5.blogspot.com.es/2014/10/imagenes-para-leer-habitantes-de-todos.html

En esta ocasión traigo otro ejemplo, dedicado en este caso a las mujeres, impreso en Madrid por la conocida imprenta de José María Marés en 1855 y reimpreso en numerosas ocasiones.


La divido en secciones para que se aprecie mejor.





Antonio Lorenzo

lunes, 4 de julio de 2016

El general Juan Prim en los 'ventalls' o abanicos rígidos

Ilustración de la revista satírica 'La Flaca' (1869-1876)

Las ilustraciones para confeccionar los abanicos rígidos de banderola o 'ventalls' utilizaban todo tipo de temática, incluida la de la historia reciente para resaltar determinados episodios, para engrandecer o viruperar a personajes o 'adoctrinar' de una forma sutil a la población. Es el caso que traigo en estos dos ejemplos, cuyo protagonista no es otro que el entonces 'españolísimo' general Juan Prim.

Aunque ya dediqué unas anteriores entradas a las guerras de España con Marruecos donde alcanzó gran protagonismo el general reusense Juan Prim, recordaré de forma sintética algo de su biografía.

       http://adarve5.blogspot.com.es/2013/12/las-guerras-de-espana-con-marruecos-1.html

      http://adarve5.blogspot.com.es/2013/12/las-guerras-de-espana-con-marruecos-2.html

Juan Prim (Reus,1815 - Madrid, 1870) inició su carrera militar en la Primera Guerra Carlista y en la Guerra de África. Perteneció al Partido Progresista participando en la sublevación contra la regencia de Espartero. Propició el Pacto de Ostende para derrocar a Isabel II, firmando el manifiesto 'Viva España con honra' antecediendo al golpe que inició la Revolución de 1868, conocida como 'La Gloriosa'. Fue ministro de la Guerra y jefe del gobierno en la regencia de Serrano e impulsor de la candidatura de Amadeo de Saboya para el trono español. Murió víctima de un atentado de dudosa atribución.




Ilustración de la revista satírica 'La Flaca' (1869-1876)
En esta ilustración de la revista satírica La Flaca, se satiriza sobre la búsqueda de un candidato al trono. Puede verse en la fachada del Palacio Real de Madrid el cartel de 'Se alquila'. En los jardines, y jugando a la gallinita ciega, aparecen los distintos candidatos al trono de España: Montpensier, el príncipe Alfonso, el Pretendiente carlista Carlos VII, Amadeo de Saboya, el ex-rey de Portugal don Fernando de Coburgo, Leopoldo de Hohenzollern y Espartero. Prim está con los ojos vendados tratando de coger a uno, aconsejado por don Juan Bautista Topete, que le dice 'A la derecha...', y por el general Serrano, que le dice 'A la izquierda...'. Prim, llamado aquí 'Prim... ero', pues incluso fue mencionado como posible candidato, dice: 'Siga la danza'. Una dama, que simboliza la República, exclama '-Sígala V. si le conviene, que a mí no me gustan los tuertos'. Un perro, a su vez, aparece a la derecha orinando al pie de una de las estatuas de los antiguos reyes.



Ilustración de la revista satírica 'La Flaca' (1869-1876)

La imagen del 'ventall' que reproduzco a continuación es un claro y rotundo alegato a favor de la Primera República (Febrero 1873-Enero 1874), proclamada en la reunión conjunta del Congreso y del Senado el 11 de febrero de 1873, tras la abdicación de Amadeo de Saboya.

En menos de un año se sucedieron cuatro presidentes, prueba evidente de la inestabilidad de la Primera República. Dada su convulsa existencia ni siquiera pudo promulgar su proyecto de Constitución Federal.

Una de las portadas del 'ventall' recoge con encendida pasión la instauración de la República frente a la monarquía.

                                           'Si los reyes son la nube
                                           la República es la luz.
                                           El Pueblo rompe la venda
                                           que así cegaba su vista;
                                           y de su nueva conquista
                                           empieza a correr la senda...'

Visto con perspectiva actual (2016) no parece que la situación general haya cambiado mucho.




Antonio Lorenzo

lunes, 27 de junio de 2016

martes, 21 de junio de 2016

El barbero que tuvo que afeitar al burro


La relación de los pliegos de cordel con el teatro (sainetes, pasillos, entremeses, etc.) es más estrecha de lo que a primera vista pudiera parecer. El pliego que reproduzco, impreso numerosas veces por diferentes imprentas, guarda cercana relación con el célebre sainete, del que no he podido localizar el autor, que lleva por título Saynete nuevo, titulado: El burro afeytado. (Para 7 personas). Dicho sainete desarrolla con amplitud la trama del pliego en estrecha relación con el mismo.



Tenemos noticias de que este sainete fue representado con éxito, no sólo en Madrid y en Cádiz, sino también en países como Chile, México y Uruguay.

El sainete, como es conocido, es una breve pieza jocosa que pintaba costumbres, satirizaba vicios y errores y solía representarse al final de las funciones teatrales. A mediados del siglo XVIII se utilizaban indistintamente los términos de entremés (representado sobre todo en el primer intermedio) o sainete (más frecuente en el segundo intermedio). Entre sus rasgos principales sobresalen los propósitos hilarantes, el costumbrismo, los tipos populares y la crítica social.

Hay otro sainete, de título El barbero afeita al burro, de 1865, escrito por el catalán Eduardo Sala y Sauri, que no he podido consultar ni saber si guarda relación con el cuento.

No es el único caso que pudiera ocasionar equívocos si sólo tenemos en cuenta el título de los distintos sainetes, pues conocemos también el atribuido al valenciano Alejandro Arboreda con el título de A un engaño otro mayor, o el barbero que afeitó al burro, que tampoco he podido consultar.

Otro sainete donde se menciona en el título a los barberos es el conocido por Las travesuras de un barbero, de Sebastián Vázquez, estrenado en Madrid en el Teatro del Príncipe en 1789, si bien en este caso nada tiene que ver con el asunto del pliego que tratamos. 

Aparte de la relación del pliego con el teatro es también cuento tradicional, pues conocemos versiones orales recogidas en diferentes localidades, como esta de Pozoblanco (Córdoba), en versión de Juan Pozuelo Yun, con el título de Tomar el pelo.

Iba una vez uno por un pueblo con una carga de leña para venderla, pero la carga de leña llevaba un pavo colgado.
Un barbero estaba en la puerta de su barbería y al pasar le dijo:
- Maestro, ¿me vende usted la carga?
- Sí señor, para eso la llevo, para venderla.
- ¿Cuánto quiere usted por ella?
El hombre dijo un precio que le pareció bien al barbero.
- Ea, pues bájela usted
Entró el hombre para dentro, bajó la leña y empezó a recoger las sogas, el equipaje que llevaba y el pavo.
- ¡Eh! -le dijo entonces el barbero-. El pavo no se lo puede usted llevar, amigo. Yo le dicho a usted que si me vendía la carga y me ha contestado que sí. Y el pavo venía en la carga. Así que lo siento mucho, pero el pavo se tiene que quedar aquí.
El de la leña se tuvo que ir dejándose allí al pavo.
Pero al de la leña no se le olvidó aquello. Cuando pasó el tiempo, entre las dos luces de un anochecer, llegó este hombre a la barbería y dijo:
- Maestro, ¿nos puede afeitar a mí y a mi compañero?
- Sí, hombre, ¿por qué no?
Se sentó el hombre y el barbero lo afeitó (el burro lo tenía atado a la ventana). Y cuando terminó de afeitarlo, el de la leña salió a la calle y volvió con el burro.
- ¿Pero dónde va usted con ese burro?
- Cómo qué. Este es mi compañero y lo tiene usted que afeitar.
- ¡Pero hombre!
- Nada, ¿usted se acuerda de lo de la leña? Pues este es mi compañero.
Usted ha dicho que afeitaba a mi compañero y lo tiene que afeitar. 

Antes de dar paso al pliego, cito como curiosidad estos Cuentos de barbería aplicados a la política, de Antonio de Valbuena y Enrique Hernández, publicados entre 1879 y 1880 en diversas publicaciones y que recoge, precisamente, el cuento que comentamos, lo que da idea de su popularidad.































Añado dos portadas del mismo asunto editadas por distintas imprentas.

Córdoba: impreso por García Tena
Madrid: Impreso por Marés
Un resumen del cuento está recogido también en una de las dos portadas que servían para confeccionar un 'ventall' o abanico rígido de caña.


Antonio Lorenzo