Pliego del siglo XVIII, ya recogido por Durán con ligeras variantes, en su «Sección de romances vulgares de valentías, guapezas y desafueros», en el tomo II de su famoso Romancero general. Colección de Romances Castellanos anteriores al siglo XVIII, Madrid, M. Rivadeneyra, 1851, con el número 1342.
El pliego resalta, como es recurrente a otros muchos del mismo estilo, las desproporcionadas hazañas y arriesgados lances de un «guapo». Bajo esta denominación, los pliegos de este género se refieren a la persona valerosa, animosa y resuelta, que afronta todas las dificultades despreciando los peligros y enfrentándose a empresas arriesgadas con valor y resolución. Son prototipos de personajes con valor y bizarría y protagonistas de arriesgadas proezas, muy del gusto de las comedias de valentones y de este género de pliegos, como el que nos ocupa, donde suele combinarse lo heroico con lo amoroso.
Se trata de un curioso pliego donde se entremezclan los típicos enfrentamientos con otros jaques para resaltar y dar protagonismo a las características de nuestro protagonista. El pliego narra que, con apenas dieciocho años, dio muerte al alcalde, al parecer y sin justificar «con bastante causa», por lo que se vio obligado a huir a tierras andaluzas donde demostró su arrojo y bizarría ante todos aquellos valentones que se le enfrentaban. La hija de un rico mercader se enamora de tan aguerrido joven, pero su padre trata de casarla a la fuerza con alguien de su confianza y alcurnia. La muchacha informa a Bernardo de la situación y este urde un plan para, junto con dos amigos, secuestrarla la noche anterior a la boda. Tras matar a seis alguaciles, al capitán de la guardia, al propio corregidor y al pretendiente a marido, huyen con la dama. Tras un duro enfrentamiento en su huida, Bernardo queda herido y muertos sus amigos. Tras reponerse de sus heridas pide al capitán Brazofuerte que le otorgue plaza en su ejército ofreciéndose voluntario para luchar contra los portugueses, lo que el capitán le concede.
Es a partir de aquí cuando, sin rechazar lo novelesco, se mezcla con ciertos aspectos más o menos históricos que se sugieren en el impreso, aunque sin ofrecer datos concretos, sobre la Guerra de Restauración (Restauração) portuguesa (1640-1668) entre el reino de Portugal y la monarquía española, que culminaría con el reconocimiento oficial por parte de España en el Tratado de Lisboa (1668) con la total independencia portuguesa de la monarquía hispánica.
Sin entrar en los motivos de estos enfrentamientos, propio de historiadores, lo que nos interesa resaltar son las sugerencias que se manifiestan en el pliego sobre la intervención del montijano en estos enfrentamientos, según parecen deducirse de estos versos:
«...Sírvete gran capitan
sirvete de darme plaza,
que por el Cielo de Dios,
y por esta humilde espada,
que he de seguir tu Bandera
hasta morir en campaña...».
Sin entrar en los motivos de estos enfrentamientos, propio de historiadores, lo que nos interesa resaltar son las sugerencias que se manifiestan en el pliego sobre la intervención del montijano en estos enfrentamientos, según parecen deducirse de estos versos:
«...Sírvete gran capitan
sirvete de darme plaza,
que por el Cielo de Dios,
y por esta humilde espada,
que he de seguir tu Bandera
hasta morir en campaña...».
En una de esas batallas entre los ejércitos portugués y español no se menciona ni se sugiere en el pliego dónde intervino el valeroso Bernardo. Sin embargo, sí encontramos relación con la posterior comedia de 1704 bajo el título El más valiente extremeño: Bernardo del Montijo, como luego comentaremos.
La batalla de Montijo tuvo lugar entre ejércitos portugueses y españoles el 26 de mayo de 1644, en el transcurso de la Guerra da Restauraçao. El portugués Matias de Albuquerque, al mando de un ejército compuesto por seis mil hombres de infantería, mil cien de caballería y siete cañones, junto con ciento cincuenta holandeses, cruzó la frontera hispano-portuguesa sin encontrar ninguna fuerza que le hiciera frente, tomando la plaza de Montijo en territorio español sin dificultades.
Tras la reacción de las tropas españolas se reconquistó de nuevo la plaza, lo que no impidió muchas otras escaramuzas entre los dos ejércitos en otras tantas localidades. El resultado del combate fue ambiguo, pues los dos bandos enfrentados se apropiaron de la victoria final. En todo caso, parece que la batalla tuvo dos momentos clave, dominados cada uno de ellos por el ejército portugués o el español. Según las crónicas a las que accedamos, ya sean de los historiadores lusos o españoles, existen divergencias sobre quiénes fueron los vencedores reales en dicha batalla.
Batalha do Montijo (panel de azulejos del Museo Militar de Lisboa) |
Relación en octavas heroicas, En que contiene todo lo real y verdadero del sucesso de la batalla del Montijo, auiendose primero inuestigado las noticias mas indiuiduales: juntamente con aquellas de que fue testigo de vista ... dedicadas al ... señor Carlos Andres Caracholo, marques de Torrecuso ... / compuestas por el capitan... Don Antonio Pardo de Gayoso, natural de... Seuilla, año del sucesso de 1644.
El más valiente extremeño: Bernardo del Montijo
Se trata de una comedia atribuida al dramaturgo José de Cañizares (Madrid, 1676-1750), muy popular en su época y autor de dramas de corte calderoniano, comedias de santos, de enredo, de magia, históricas y, como la que nos ocupa, de guapos y valientes, conservada en manuscrito en la Biblioteca Nacional de España [BNE Ms. 15.136]. Tras una primera aprobación de la censura para su representación, el censor y también autor teatral Pedro Francisco Lanini, rectificó la aprobación inicial de esta comedia redactando una segunda nota ordenando el cambio del título para no hacer de menos a otros conquistadores extremeños como Cortés o Pizarro, ya que en la comedia de Cañizares se ensalzaba de manera importante la figura de Bernardo del Montijo.
Pese a esta discrepancia de criterios sobre el título de la obra, la crítica ha mantenido la propuesta inicial otorgando su autoría a Cañizares.
Editado en Barcelona, sin que figure el año, por los herederos de Juan Jolis, sabemos que estuvieron activos entre 1760 y 1770. (datos sacados de la entrada dedicada a esta saga de impresores en este mismo blog:
Un resumen de la actividad de esta importante y duradera imprenta es como sigue:
* Juan Jolis (padre), edita entre 1680 y 1705
* Juan Jolis (hijo), edita entre 1706 y 1759
* Herederos de Juan Jolis (hijo), editan entre 1760 y 1770
* Bernat Pla edita entre 1770 y 1801
* Viuda de Pla edita entre 1801 y 1827
* Herederos de la Viuda de Pla editan entre 1820 y 1860 aproximadamente.
Añado una portada más que trata el mismo asunto, editada en este caso por la imprenta cordobesa de Rafael García Rodríguez.
©Antonio Lorenzo