El año 1921 marca un punto de inflexión en las guerras sostenidas en África. La inoperancia del gobierno, el caos estratégico, la incoherencia política y militar, la dispersión de recursos y la accidentada orografía, así como la ira contenida de los españoles por los episodios sangrientos que se produjeron en el verano de ese año, difícilmente podían ser olvidados.
Adjunto una primera muestra recogida por tradición oral a Julia Sanz Vaca en el verano de 1981 y que aprendió de niña en Arrabal del Portillo (Valladolid).
¡Ay, pobres soldados que al África van!
¡Sólo Dios sabe si volverán!
Con ellos parte, con ellos va, mi capitán.
A la ley del moro, falso y traidor,
para la guerra se va mi amor;
¡Ay, virgencita, prótegelo, sálvamelo!
Hoy con una carta yo recibí
una medalla que al partir le di;
cuando en mis manos yo la cogí, creí morir.
Aquella medalla a mí volvió,
porque en Annual mi amor murió.
La ilusión mía con él voló, allí voló.
Yo ya nunca nunca me casaré,
nunca en la vida le olvidaré,
la ilusión mía con él se fue, con él se fue.
Hoy España entera de luto está
por tantas muertes que ha habido allá,
madres, esposas y novias van, llorando van.
De tanto fracaso y desastre en Annual,
todos le culpan a un general;
él fue la causa de ese desmán,
de tanto mal.
La aniquilación del ejército del general Silvestre el 22 de julio de 1921 ocasionó el derrumbamiento político del régimen alfonsino y una terrible fractura en la sociedad del primer cuarto del siglo.
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Valle de Annual |
Annual es una especie de hoya o cubeta semidesértica, sede de un antiguo poblado ya abandonado, flanqueada por el monte Izzumar y rodeada de montañas escarpadas. La pretensión española consistía en establecer una posición estratégica para conquistar Alhucemas, dominada por tres cábilas: los Beni Urriaguel, los Temsaman y los Bocoya, éstos últimos favorables a ayudar a España en su conquista y así saldar viejas deudas con las otras tribus y de este modo –pensaban- acabar rápidamente con la guerra del Rif. La ocupación de Annual, en el mes de enero, tenía como objetivo establecer un puente de comunicación con los otros campamentos, sobre todo con Dar Drius a unos treinta y cinco kilómetros de Annual. Al frente de un ejercito de unos tres mil hombres se encontraba Manuel Férnandez Silvestre, nacido en Cuba en 1871 y trasladado a España con diecisiete años ingresando en la Academia Militar de Toledo, donde obtuvo excelentes calificaciones. Después de numerosos destinos por la península recabó en Melilla en 1904. En 1908, un jovencísimo profesor de árabe de veintiseis años le otorgó un sobresaliente en su éxamen de traducción y conversación de la lengua árabe. Su nombre: Mohammed Abd el-Krim, curiosa premonición de episodios posteriores.
El desastre
Desde enero en que se instala la base de operaciones en Annual, hasta el fatídico día del 22 de julio, se suceden órdenes y contraórdenes sobre los pasos a seguir, no ya para conquistar la bahía de Alhucemas sino para salir de una situación cada vez más comprometida. La numerosas y semidesprotegidas guarniciones establecidas para afianzar Annual van cayendo una tras otra ocasionando numerosas bajas. La reiterada insistencia de Silvestre, que ya prevé la catástrofe que se avecina, para que le envíen refuerzos no es atendida como debiera por el alto comisario Berenguer ni por el ministro de la guerra. Sólo queda dos salidas: el intento de retirada o la resistencia hasta la muerte. Decidida en tormentoso consejo de guerra la retirada de los efectivos de Annual hacia la posición de Ben Tieb, a 18 Km. al sur de Annual, en la desesperada subida al Izzumar resultan muertos cerca de un millar de hombres. El general Silvestre se suicida en su tienda. Las posiciones españolas van cayendo en cascada una tras otra.
Desde el 22 de julio hasta finales de octubre se van desencadenando nuevos episodios adversos: Dar Quebdani (25 de julio), donde el coronel Araújo pactó ominosamente su salvación con los rifeños: más de novecientos muertos; Nador (2 de agosto), capitulado por Pardo Agudín; Zeluán (3 de agosto): quinientos muertos; Monte Arruit (9 de agosto), donde el general Navarro se vio obligado a rendirse: los españoles asesinados alcanzan los tres mil... La cifra total de muertos y desaparecidos entre todos los sucesos oscila entre las ocho y diez mil víctimas.
El 21 de julio de 1922 el rey Alfonso XIII y su augusta esposa, doña Victoria Eugenia, presiden en Burgos, con motivo del séptimo centenario de la catedral, el traslado de los restos del Cid Campeador desde el ayuntamiento hasta el crucero de la catedral. Escuadrillas de aviones –que tan necesarios hubieran resultado en estos momentos en África- sobrevuelan en formación mientras realizan difíciles acrobacias sobre la muchedumbre allí congregada. A continuación, los reyes se trasladan a la plaza de toros para escuchar un concierto del Orfeón de Azcoitia. A las cinco de la tarde los monarcas, junto a su séquito, parten rumbo a San Sebastián para iniciar su veraneo...