Xilografía de una edición valenciana de 1857 |
Los estereotipos, como imágenes mentales socialmente compartidas, junto a los prejuicios sobre determinados roles sociales que aparecen en la literatura popular (cuentos, refranes, canciones, pliegos de cordel...) no se han tenido lo suficientemente en cuenta en orden a ejemplificar modelos culturales hegemónicos. Dichos modelos han perdurado en un tiempo de «larga duración», si usamos la terminología acuñada por Fernand Braudel, referida en este caso al concepto de mentalidad, que prolonga en el tiempo la construcción social y el modo acrítico de pensar y enjuiciar la realidad.
Dice la sabiduría popular que un madre y un hijo caben en un serijo, mientras que una suegra y una nuera no caben en una era.
La figura de la suegra es un claro ejemplo de estereotipo con connotaciones negativas. Es frecuente, al menos en la literatura popular, calificarla de entrometida, posesiva y dominante, manipuladora y cotilla. Un cantar popular asturiano recoge:
Una suegra y un candil
son dos estorbos en casa;
la vieja, roñe que roñe,
el candil, gasta que gasta.
Dichos y refranes sobre suegras y nueras
«Suegra y nuera y perro y gato, no comen bien en un plato».
«Si quieres ser buena suegra y por tu nuera alabada, ten la bolsa bien abierta y la boca bien cerrada».El maestro Correas, en su tan celebrado y citado Vocabulario de refranes y frases proverbiales (1627), incluye lo siguiente:
«Suegra, ninguna buena: hicela de azúcar y amargóme; hicela de barro y descalabróme».
Lo explica Correas de esta forma:
«Una casada sin suegra oía decir que eran las suegras malas; no lo creía y tenía deseo de probar su suegra; el marido la decía que bien estaba sin ella; por su antojo hizo una de azúcar; el marido a oscuras, la puso acíbar en ella; llegándola a abrazar y besándola, hallóla amarga; dice: «pues esta no salió ten bien; quiero hacer otra de barro». Hecha y puesta en alto, quísola abrazar, y como pesada, cayósela encima y descalabróla, y quedó desengañada de suegras».
Otros dichos y refranes:
«Obra comenzada, no te la vea suegra ni cuñada».Sobre las nueras
«Labor comenzada no la muestres a suegra ni a cuñada hasta que esté acabada».
«¿Cuándo se quieren suegra con nuera? Cuando el asno suba escalera».
«A la higuera pide agraz (verdor y acidez), y no a suegras y nueras paz».
«Madre e hija caben en una camisa; suegra y nuera, ni en toda la pieza».
«Suegra, nuera y yerno, la antesala del infierno».
«No te fíes de niebla ni de promesas de suegra».
«Ni encimeras ni bajeras, quieras mantas de tu suegra».
«En los ojos de mi suegra veo yo cuando el diablo la entra».
«Si tu suegra se cae en el río, búscala aguas arriba».
«Del diablo te librarás, pero de tu suegra no podrás».
«Tres veces Juan se casó y con tres suegras vivió; si al infierno no fue, aquí lo pasó».
«Nuera, ni de barro ni de cera».Pasemos a la controversia entre suegra y nuera en el pliego editado en Madrid, sin año, por Marés.
«Con tu hijo puedes tener cien peloteras; pero una sola con tu nuera».
«La nuera no es sabrosa, aunque sea de miel».
«Tan limpia es mi nuera que hasta los ajos lava».
«Remangóse mi nuera y llevóse el pan y las maseras».
«Aquella es mi nuera, la de los pabilones (colgantes y sobras) en la rueca; y aquella es mi hija, la que bonito lo hila».
«De mi hija comeré gallo, de mi hijo ni proballo».
«Nueras y yernos, para los hijos gloria; para su suegro, infierno».
«A la hija, pan y comida; y a la nuera, pan y afuera».
©Antonio Lorenzo